28 de mayo de 2011

Los 5 momentos más odiosos de Final Fantasy

¡Sí, por fin el artículo que nadie esperaba! Los cinco momentos más aborrecibles de la saga Final Fantasy. O de los videojuegos de Final Fantasy a los que he jugado, esto es, desde el VI al X, porque hace años que no me atrevo con ningún RPG. ¿Más de 100 horas de juego? Sí, estupendo, ¿de dónde iba a sacarlas? "Mire, jefe, lo siento, pero hoy no iré a trabajar. ¿Que si estoy malo? No. Estoy jugando al Wild Arms 3 y la mazmorra secreta tiene 100 niveles y no se puede salvar la partida. Voy por el piso 73, así que a lo mejor el jueves, si eso, nos vemos por la oficina".

Lo cierto es que los RPG son un rollo. Siempre ofrecen más de lo mismo y abusan de los clichés hasta la náusea. Ni siquiera hace falta ser bueno jugando para pasárselos, solo tener paciencia. Y os lo digo a pesar de que era uno de mis géneros favoritos. Sencillamente es que cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de que perdí una barbaridad de horas aburriéndome como una ostra. Cuando has encontrado a toda la familia de Mukumuku en el Suikoden II, sabes que has desperdiciado buena parte de tu vida.

En resumen, este artículo es mi sentido homenaje a los peores momentos de Final Fantasy y al tedio.

25 de mayo de 2011

Integral de Conan y Bêlit, por Roy Thomas y John Buscema

Sí, "integral", pero esto no es una revista pornográfica, así que, aunque solo sea por hoy, ¿creéis que podríamos dejar los chistes fáciles de lado?

¿No? Vaya, sí que sois exigentes.

El pasado fin de semana terminé de leerme este tocho de 802 páginas y 1,8 kg de peso que recopila las aventuras de Conan y Bêlit, la Reina de la Costa Negra, por los mares y tierras del África de la Era Hiboria. Nada más y nada menos que tres años de publicaciones a cargo de dos ilustres historietistas: Roy Thomas, al que debemos el salto del Conan literario a las viñetas, y John Buscema, heredero de los lápices de Windsor-Smith y uno de los dibujantes más emblemáticos de la Edad de Plata de Marvel. Y aunque la portada deja de lado a Ernie Chan, nosotros no lo olvidamos, porque su entintado, realizado al estilo tradicional, es excelente; algo fácil de apreciar en unos cómics que ahorraron a la editorial una pasta gansa en tinta de color.

Por último, antes de empezar propiamente con la reseña, me gustaría decir que pensaba escribir y publicar esta entrada mientras el volumen aún era noticia; pero según terminaba de leer el tercer o cuarto capítulo, estaba tan entusiasmado con el cómic, que preferí avanzar poco a poco para disfrutarlo más tiempo. La paciencia es una virtud. A no ser, claro está, que te persiga una turba de egipcios esclavizados por una momia resucitada con el Libro de los Muertos.

21 de mayo de 2011

Vampiros mutantes (2005)

Si me seguíais en ion litio, recordaréis mi recapitulación de Tarántula. Y si no, pasad de ella, porque hoy hablaré de otra de esas películas en las que el hombre se enfrenta a la naturaleza, y en esta ocasión sustituiremos a los arácnidos por murciélagos vampiros mutantes. Sí, lo sé, tiene esa sonoridad característica del cine de serie B. Apenas puedo disimular la emoción.

Y si para combatir a una turba de arañas asesinas era necesaria la intervención del capitán del Enterprise, los vampiros mutantes no podían ser menos. Por eso, la protagonista de esta cinta es la actriz neozelandesa Lucy Lawless, más conocida por su papel televisivo de Xena, la Princesa Guerrera. Sí, habéis leído bien. ¡Xena contra vampiros mutantes! ¿Cómo perdérselo?

18 de mayo de 2011

En costas extrañas

¡Arrrr! ¡Silencio en el entrepuente, marineros de agua dulce! Quiero suponer que estáis al tanto de que a la cuarta entrega de Piratas del Caribe le quedan solo dos días para su estreno. Sé que la primera parte os gustó, la segunda no tanto, y la tercera... tururú. Yo disfruté de todas por igual, porque no soy exigente con las películas que veo; mientras haya ruido y exploten cosas o maten monstruos, no me aburro.Y si hay chavalas pechugonas, mucho mejor.

Quizá lo que todavía no sepáis es que el título original del filme y al menos parte de su argumento están tomados de una novela de 1988 titulada En costas extrañas (On Stranger Tides), de Tim Powers. Este libro inspiró también a Ron Gilbert cuando creó los dos primeros Monkey Island, que, a su vez, guardan evidentes similitudes con la saga de Jack Sparrow.

El mensaje está claro: no hacemos más que dar vueltas y vueltas sobre lo mismo intentando no echar la pota. Sinceramente, creo que las ideas originales se agotaron en la primavera de 1977.

14 de mayo de 2011

Piratas, la nueva serie de Telecinco

Juego de Tronos... pues sí que. Donde estén las series españolas que se quiten todas esas producciones extranjeras con sus grandes presupuestos, sus guiones complejos y sus actores con caché.

Como todos deberíais saber, el lunes pasado se estrenó la última propuesta de Telecinco para alegrar nuestras anodinas noches frente al televisor: Piratas: El tesoro perdido de Yáñez el Sanguinario, "la serie protagonizada por Pilar Rubio". Sí, sí, la morena esa con curvas de infarto que se hizo famosa en el programa Sé lo que hicisteis y que tiene de actriz lo que yo de pastor presbiteriano. O menos. Yo una vez saqué una Biblia del cajón de la mesita de noche de un motel para dejar espacio a unos Mortadelos.

Por supuesto, no es que la cadena quiera aprovecharse del tirón de la cuarta entrega de Piratas del Caribe, que llegará a los cines la semana que viene. Es más, alguien debería enviarle una carta a los grandes estudios de Hollywood diciéndoles que ya está bien de ir al rebufo de nuestro producto patrio. Nos hicieron lo mismo con... eeh... ¡Origen!, una clarísima copia del final de Los Serrano.

Se sirven de nosotros y luego no nos llega el presupuesto ni para una licencia de Photoshop. ¡Mirad el póster que acompaña al texto! ¿Vosotros diríais que es oficial? Pues lo es. Para llorar, vamos.

11 de mayo de 2011

Mundodisco: Cartas en el asunto

Definitivamente esta es una de las mejores novelas de Mundodisco que he leído, tanto por su humor satírico e irreverente, como por su trasfondo crítico. No voy a hacer una lista de mis títulos favoritos, porque eso exige una cantidad moderada de trabajo y yo no hago nada con moderación; pero así a bote pronto diré que este es uno de mis preferidos junto con Regimiento Monstruoso y Ronda de noche.

Es cierto que la mayoría de los libros de la serie los leí hace tanto tiempo que ya no recuerdo ni de qué van (cuando me regalaron El color de la magia, los dinosaurios dominaban la Tierra), pero la impresión que tenía a medida que iba leyendo Cartas en el asunto no podía ser más positiva. De hecho, por las noches no paraba de leer hasta que me vencía el sueño, y por las mañanas, antes de ir a trabajar, buscaba un hueco entre el zumo y las magdalenas para leer algunas páginas más.

8 de mayo de 2011

Juego de Tronos: El Camino Real

Sé lo que estáis pensando: "No fastidies, ¿otro artículo de Juego de Tronos? ¿Qué pasa?, ¿que ahora el Tipo de la Brocha nos va a dar la murga cada vez que emitan un episodio de la serie?". No andáis desencaminados, no. Pero esa clase de queja es lo que último me faltaba por oír... si fuera telépata. Pero no lo soy. De todos modos, no me pierdo nada por no ser capaz de leer vuestras mentes. Probablemente estéis pensando alguna guarrada. Incluso si no lo creéis, es así. Examinad vuestros sentimientos. Sabéis que es verdad.

A lo que iba es que si sois lectores habituales del blog, deberíais tener claro que escribiré sobre esta serie cuando me venga en gana, igual que hago con cualquier otro tema. Puede ser a menudo o puede que esta sea la última vez que lo haga. Quizá ni siquiera os esté hablando de la serie ahora mismo y todo sea producto de vuestra imaginación. Es más, ¿y si nada existiera y todos fuerais parte del sueño de alguien? Pues no sería tan malo, ¿verdad? Aunque, claro, si ese alguien fuera yo, ya sería la bomba, porque ahora todos estaríais haciendo aeróbic con Jane Fonda.

Y ahora, después de estas necias pero fascinantes palabras, recapitularé el segundo episodio de Juego de Tronos. Creo que la palabra recapitulación ya es bastante indicativa de lo que vais a encontraros, pero por tratarse de una serie reciente y con tantos seguidores, voy a ser condescendiente y advertiros que habrá spoilers a punta de pala.

4 de mayo de 2011

Thor (2011)

Hace unos días no tenía nada claro si escribir o no sobre el último estreno de Marvel Studios. Es cierto que pasé dos horas muy entretenidas sentado en una butaca comodísima y sin que ningún gilipollas armase jaleo; pero, claro, después tenía un zillón de e-mails pendientes y me tocó quedarme trabajando hasta tarde. Un viernes. Podéis imaginaros que olvidé la película muy rápido.

Echando la vista atrás, el que una compañía de cómics tenga su propia productora es algo que siempre me sonará raro, como si la castañera del barrio abriese de un día para otro una correduría de seguros. Los cómics y las películas son medios distintos y cada uno tiene sus propias reglas. Y como le digo a mi padre cada vez que se echa lechuga en la sopa de fideos, puede no ser buena idea mezclarlos.

Ni siquiera me consuela que Avi Arad no aparezca en los créditos, porque en su lugar está el amigo Kevin Feige, y cuando estos tipos se embarcan en proyectos cinematográficos lo hacen pensando con el bolsillo. ¿Qué niño podría resistirse a un Mjölnir electrónico, con luces, sonidos y lanzador de misiles? Ninguno que haya visto la película, eso está claro.

Sin embargo, a medida que le he ido dando vueltas a Thor, me he dado cuenta de que no estaba nada mal. ¡Qué coño! Que me había gustado. Supongo que esto significa más bien poco viniendo de un tipo que cena viendo Black Dynamite, pero no todo el mundo puede ser Adrián Massanet.