19 de diciembre de 2011

La Liga de la Justicia en... ¡El hombre que mató a Santa Claus!

Rebuscando en mis cajas de trastos viejos, he encontrado el cómic navideño definitivo de finales de los ochenta: Christmas con los superhéroes, que nos demuestra que los especiales de Navidad no se limitan a la televisión y que las editoriales de cómics también tienen un filón en las fiestas tradicionales, sobre todo en una que promueve el consumo irracional. Es el curso natural de las cosas.

El cómic, publicado en España por Ediciones Zinco, consta de dos números y contiene varias historias, todas igualmente tontas; pero como soy demasiado vago para recapitularlas todas y siempre puedo volver sobre ellas otro año, me centraré en la protagonizada por la Liga de la Justicia Americana, el mayor grupo de superhéroes conocido por el hombre con permiso del Supergrupo de Jan.

¿Y cuál es el reto al que se enfrentan nuestros poderosos amigos en esta ocasión? Pues nada menos que descubrir quién mató a Santa Claus. O, para ser exactos, a un tipo disfrazado de Santa Claus. Superman dice que se apellida Simpson, pero yo voy a pensar que es Tim Allen porque así soy más feliz.

Es Nochebuena, y Superman y Batman se han tomado la noche libre para acompañar a "Santa Claus" a un orfanato. Que Superman pierda el tiempo con estas chorradas, cuando podría estar evitando desastres naturales y salvando vidas, ya ni me extraña, porque los inmigrantes ilegales no suelen traer nada bueno; pero que Batman se dedique a estas cursiladas me preocupa. Dudo que si se deja ver con el gordo barbudo y un montón de huérfanos sonrientes, vuelva a "infundir miedo en los corazones de los criminales" en lo que le queda de vida. Ya puestos, que baile el Batusi. Así al menos sabrá que su reputación no puede caer más bajo.

Cuando Santa Claus está casi listo para salir, explota una bomba y lo mata en el acto, dejando el cadáver más inmaculado que he visto jamás. ¡No se le chamusca ni la peluca!

Suerte que este disfraz que compró en Amazon por $14.99 era ignífugo.

En medio de la explosión, el villano de turno se las apaña para dejar una nota y una llave en la mano del cadáver. Por algún motivo que no me explico, a nuestros héroes no se les ocurre buscar al asesino en ese mismo momento. Y no es que Superman pueda encontrarlo es un instante con su visión de rayos X y su supervelocidad ni que Batman sea el mejor detective del mundo, ¿verdad? En serio, si esperáis que estos dos hagan algo útil en este cómic, mejor poneos cómodos. Muy cómodos. En un sofá mullidito y con los pies en alto. NO VA A PASAR.

El caso es que si lo que dice la nota es cierto y nuestros héroes no encuentran la puerta que abre la llave antes de medianoche, morirá mucha más gente, así que Superman y Batman emiten un "impulso supersónico" con la hebilla de sus cinturones y convocan al resto de la Liga de la Justicia para que les ayuden.

Bueno, Superman desde luego utiliza su hebilla. Batman, en cambio, tiene problemas de coordinación y se rasca la barriga.

Lo que cuenta es el dinamismo de la pose. ¡Mirad esas capas!

Por desgracia, como es Nochebuena, varios miembros de la Liga de la Justicia están out of office, y solo Tornado Rojo (en la vida había oído hablar de él), Flecha Verde y Canario Negro atienden a la llamada.

Y no es que estos tres no tuvieran nada mejor que hacer. Tornado Rojo estaba en medio de una cita con su novia, y a Flecha Verde le faltaba muy poco para adentrarse en el "bosque de Sherwood" de Canario Negro. Ya me entendéis.

En cambio, la excusa de Aquaman es de lo peor que uno puede echarse en cara. El tipo tenía que quedarse en Atlantis para presidir las Navidades en su calidad de soberano. Sí, amigos, los atlantes también celebran el nacimiento de Cristo. ¿Os sorprende?

¿Dinah usa peluca cuando se lo monta con Flecha Verde? Raro.

Hal Jordan, alias Green Lantern, también recibe la señal de sus amigos, pero se resbala con una pastilla de jabón al salir de la ducha y se pega tal costalazo que pierde el conocimiento. ¡JA! Y vosotros que creíais que lo que menoscabó su dignidad fue la película de Ryan Reynolds... Qué tarde llegáis.

El anillo de Green Lantern deja a Jordan despatarrado en el baño y se larga en busca de John Stewart, que resulta ser un negro del ghetto al que eligió el propio Jordan como suplente por si le sucedía algo (aunque seguro que estaba pensando en amenazas cósmicas, no en resbalarse como un imbécil en la ducha).

Naturalmente, John luce el clásico peinado afro de los cómics de los ochenta, el mismo que llevaron otros héroes negros antes que él, como Power Man, Pantera Negra o el Halcón. Puestos a elegir, la verdad es que prefiero al afro al rapado al cero de la última década.

Hal Jordan, vigilante de sector 2814 del Universo. Espero que no tengáis mucho apego por la Tierra.

Superman, que, para ser un alien, se ha levantado de un racista que da asco, le dice a John que puede que lleve el uniforme, pero que él no es Green Lantern, y que como no les explique cómo ha llegado a su base... Pues eso, puntos suspensivos. Los héroes suelen ser bastante vagos con sus amenazas. Supongo que "Te fundiré los globos oculares con mi visión calorífica" no suena muy heroico.

John les explica lo sucedido, y el grupo decide no incluir su relato en el acta del día para no ridiculizar más a Jordan y desprestigiar a la Liga de la Justicia de América. Una cadena es tan fuerte como cada uno de sus eslabones. Y Hal Jordan es un eslabón de imitación fabricado en China.

¡Un negro con un anillo! ¡Rápido, Superman, seguro que lo ha robado!

Batman adivina que la llave abre la puerta de un edificio de St. Louis, Missouri, y la Liga de la Justicia sale hacia allí de inmediato.

Y he dicho que Batman adivina, y no deduce, porque el narrador establece claramente que Batman basa su razonamiento en el contenido del mensaje, y la única pista que hay en el texto es que la cerradura está "más allá del arco". ¿Por qué entiende Batman que se refiere al Gateway Arch? Porque se ha leído el maldito guión, eso es.

Leyendo la primera viñeta, ya sé a quién no confiaría jamás mi identidad secreta.

El aguafiestas de Superman dice que habría que probar la llave en todas las cerraduras, pero que esto les llevará años porque no está Flash. Aunque solo sea por el hecho de que los fans de los cómics llevan décadas preguntándose quién es más rápido, si Flash o Superman, esa es la mayor estupidez que Superman ha dicho hasta ahora; pero, ¿a alguien le extraña? El tío no da pie con bola.

Sin embargo, Tornado Rojo no se queda atrás en esto de decir gilipolleces, y le pide al nuevo Green Lantern que transforme la llave en un contador Geiger para que detecte su propia cerradura. Así, por las buenas. Y, ya puesto, ¿por qué no transforma la llave en un consolador teledirigido para que encuentre a su dueño y se le meta por el culo? Por pedir que no quede.

El milagro navideño.

Para no romper esta sucesión de sandeces, el que se da un garbeo por la ciudad buscando la cerradura con la llave Geiger no es Superman, sino Tornado Rojo, pese a que el kryptoniano es más rápido que una bala, que una locomotora y que un polvo en los baños de la oficina. Esta es una de las razones por las que si sois fans de Superman, jamás deberíais leer un cómic de la Liga de la Justicia. El trabajo en equipo convierte al "único" superviviente de Krypton en un inútil retrasado.

Tornado Rojo encuentra la cerradura en los arrabales de la ciudad y llama al resto del grupo, que se adentra en el edificio de turno, aunque no sin antes ignorar a unos niños necesitados que les acercan pidiendo limosna. Navidad: noche de amor y de paz, que le dicen.

Es obvio que a la niña la pintaron del color equivocado. No hay blancos pobres.

Este es el punto en el que los superamigos podrían dejarse ya de hacer melonadas y decirle a Superman que busque al villano con su visión de rayos X, atraviese a toda velocidad las paredes que hagan falta y le dé una supertunda; pero, en cambio, deciden seguir el juego a su rival y caen por una trampilla.

Sí, Superman, Green Lantern y Tornado Rojo también caen. Los tres debieron de sufrir un lapsus repentino y se olvidaron de que podían volar. O simplemente son idiotas.

Ah, sí, se me olvidaba. Superman lleva varias viñetas diciendo que tienen que llegar a tiempo de desactivar una bomba. La carta del villano no decía nada sobre eso, así que supongo que se ha leído el guión.

También puede ser que estuvieran distraídos mirándole el culo a Canario Negro.

Atrapados en un espacio muy reducido, nuestros héroes observan boquiabiertos cómo se les viene encima un sol amarillo en miniatura.

No, en serio, esto es así. Si os ayuda a tragároslo, podéis pensar que el villano lo encargó a la fábrica ACME. O podéis hacer como yo y beberos siete cervezas.

Green Lantern intenta detener el sol con su anillo, pero como el astro es amarillo, sus poderes no tienen ningún efecto sobre él (échate encima el chubasquero del Capitán Pescanova y Green Lantern estará acabado). Sin embargo, no todo está perdido, ¿verdad?, porque, como algunos sabréis, los poderes de Superman provienen de nuestro sol amarillo, lo que significa que, ahora mismo, debería estar casi tan hiperdopado como en el cómic Superman All Star, en el que podía mover 300 trillones de toneladas sin despeinarse. O quizás no, porque resulta que este sol amarillo emite la radiación de un sol rojo, que debilita al kryptoniano.

Vale. Ese último sinsentido casi puede conmigo.

Haciendo uso de toda la suspensión de la incredulidad del lector, Superman se lanza contra el sol en miniatura y lo desintegra, presumiblemente muriendo en ese mismo instante. Ajá. O sea que todavía le quedaban fuerzas para destruir un sol, pero no podía simplemente abrir un agujero en la pared para que todos pudieran marcharse. Brillante.

Es difícil escribir bien para Superman.

Nada más destruir el sol, se abre una puerta que, curiosamente, Superman no había visto con su visión de rayos X (el tipo se cubre de gloria incluso estando muerto), y el grupo, ahora con un miembro menos, entra en una nueva sala en la que se topan con un órgano de circo que despide un gas tóxico. "¡GAK!", exclama Flecha Verde, siempre tan ocurrente.

Después de comprobar que el anillo de Green Lantern tampoco sirve de nada en esta situación porque el gas es... gaseoso (¿para esto necesitaban a un suplente?), Canario Negro canta una "melodía ultrasónica" que mantiene el gas a raya.

Seguramente sea algún tema de Cher.

En ese momento, un mecanismo se activa y revela otra puerta. El grupo, decidido a llegar hasta el final de su misión, sigue adelante, con excepción de Canario Negro, que debe quedarse atrás para impedir que el gas les siga. Esto nos deja con solo cuatro miembros. Y la palabra "miembro" nunca vino más al caso.

La Rocío Jurado de los superhéroes.

Por fin, en la viñeta de revelación más desaborida que podáis imaginaros, descubrimos que la perversa mente criminal que se oculta tras estas trampas mortales es la del supervillano conocido como ¡la Llave!

Sí, la Llave. Ya sabéis... Ese que hizo... aquello... El que era... malo.

Vale, yo tampoco había oído hablar de él. De todos modos, hay que ver lo bien que agita el puño en alto. Ese movimiento requiere horas de práctica. Y me gusta su sombrero.

La historia de la Llave es que está muy enfermo y, antes de morir, quiere vengarse de la Liga de la Justicia por haberlo derrotado en el pasado. También es un regalo de Navidad que se hace a sí mismo. A mí, mientras no sean calcetines...

La Llave: jugando en la tercera regional de los supervillanos desde 1965.

En la sala siguiente, lo que queda de la Liga de la Justicia se enfrenta a la amenaza más colorida que ha vivido hasta ahora: ¡adornos de Navidad gigantes! Y Batman duda que sean amistosos. Sí, es una lástima que el Caballero Oscuro tenga que sacrificarse dejándose absorber por uno de los adornos para salvar a Flecha Verde. ¿Quién subrayará ahora lo evidente?

Una nueva puerta se abre, y Flecha Verde utiliza sus flechas incendiarias para atraer a los adornos hacia él mientras Green Lantern y Tornado Rojo huyen con el rabo entre las piernas. Lloraremos la pérdida de tan esplendorosa perilla.

Me hubiera gustado ver cómo salvaba a Batman a flechazos.

El último desafío para el dúo superviviente se presenta en la forma de un batallón de soldados de plomo, que rápidamente cambian su color por el amarillo para que al anillo de Green Lantern no pueda hacerles daño. Visto lo visto, no me explico cómo puede haber gente que compre cómics de Green Lantern ni que Hal Jordan sea uno de los superhéroes más populares en los Estados Unidos. ¿Es que el color verde reduce el rendimiento neuronal o qué? Si hubiera un premio al superhéroe más inútil y ridículo del año..., Green Lantern sería descalificado, porque llegaría tarde por no poder cruzar con los semáforos en ámbar.

En fin, nuestros héroes son acorralados por los soldados de juguete, y cuando ya se dan por muertos, un portal se abre a sus espaldas, salvándolos de una defunción harto risible.

¡Ha llegado la hora de demostrar que no valemos para nada!

La Llave, sin embargo, cree que ha eliminado a sus últimos enemigos, y se regocija en su malevolencia hasta que descubre que los héroes de la Liga de la Justicia siguen vivitos y coleando. Sí, todos ellos, incluso el imbécil de Superman. ¿Cómo porras se explica esto?

Pues con un Deus ex Machina de los gordos: el Fantasma Errante los salvó a todos. No dicen por qué ni cómo, pero, ¿para qué esforzarse en darle sentido a un festival de lo rocambolesco? ¿A quién le importa que la historia no tenga ni pies ni cabeza? ¡Es Navidad!

Y si os estáis preguntando quién es el Fantasma Errante, la respuesta la tenéis delante de vuestros ojos: un tipo elegante.

Porque lleva capa y sombrero.

Pese a todo, la Llave gira una, eem, llave con la que activa la bomba que ha instalado en los suburbios. Superman, como de costumbre, tampoco hace nada para evitarlo. Ten supervelocidad para esto...

El supervillano escapa por una trampilla, y los héroes comienzan a desalojar a los residentes de la zona.

Vale, ahora tan solo imaginaos que es Navidad, estáis cenando con vuestra familia y se presenta uno de estos fantoches disfrazados.

Batman: Buenas noches, señor. Soy Batman.
Vecino: Sí, claro. Mire, si viene a pedir el aguinaldo, la próxima vez vístase de Santa Claus.
Batman: No, en serio, soy Batman. Este es mi carné oficial de la Liga de la Justicia, ¿ve? La Llave ha activado una bomba y...
Vecino: ¡Martha, trae la escopeta! ¡Es otro de esos pirados!

Y así en cada puerta.

Aquí es donde se les acabó la tinta de color.

Green Lantern, haciendo la primera cosa útil de todo esta aventura, rodea los suburbios con un escudo de energía para que la onda expansiva de la explosión no afecte al resto de la ciudad y, con el mismo esfuerzo que el guionista dedicó a este cómic, reconstruye todos los hogares destruidos, pero mejor de lo que estaban antes de la explosión. Y este es el regalo de Navidad de Green Lantern a la gente del barrio.

Ojo a la cara de pánico de los niños. Debían de gustarles mucho las ratas.

Por último, la Liga de la Justicia regresa a su base de operaciones, para hacerle un regalo a Tornado Rojo: un uniforme nuevo, todavía más hortera que el anterior. Si sois lectores asiduos de DC o buscáis "Red Tornado" en Google, os daréis cuenta de que este sería el uniforme que el heroico androide llevaría de aquí en adelante, lo que confirma que nada bueno podía salir de un cómic tan malo.

Así pues, como colofón a esta absurda aventura, Tornado Rojo descubre el verdadero significado de la Navidad.

La Liga de la Justicia tiene el gusto en el puto culo.

Y esta es la historia de cómo unos huérfanos esperaron toda la noche a que los visitaran Santa Claus, Batman y Superman, y éstos nunca llegaron. Fin.

2 comentarios

  1. Anónimo7/8/12 06:26

    ¿No era Tornado Rojo el superhéroe cuya esposa fue hipnotizada por un villano para filmarla acostándose con Superman y así destruir la Liga de la Justicia a base de una trama que ni culebrón mexicano? No estoy seguro, DC tiene más superhéroes que pulgas un perro

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  2. Jajajaja... morí de risa con este resumén xD

    Batman y el Fantasma Errante son de los pocos superhéroes que aun me caen bien dentro del universo DC. No se porqué pero prefiero a los superhéroes de Marvel.

    Saludos.

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