28 de mayo de 2012

ICO

Comprad confeti, matasuegras y esos ridículos gorritos de fiesta con forma de cono porque por fin me he pasado el ICO y esto hay que celebrarlo. ¿Que por qué? Porque hacía mucho tiempo que no llegaba hasta el final de un videojuego que no fuera una aventura gráfica y tuviera menos de veinte años. En total, me ha llevado poco más de cinco horas; pero como tengo la capacidad de concentración de un riñón recién injertado, las he distribuido a lo largo de siete meses. La primera hora la jugué en diciembre del año pasado, el día que me lo regaló mi hermano por aquello de quedar bien con él; luego jugué otra media hora en abril de este año, una noche oscura y tormentosa si mal no recuerdo; y el domingo pasado me lo terminé de una sentada, porque ya estaba bien de andarse con tonterías, que el título es realmente bueno, coño.

ICO es la quintaesencia de los videojuegos como forma de arte. No solo es una aventura, sino toda una experiencia para aquel jugador que se toma su tiempo para mirar a su alrededor y que busca algo más que el puro entretenimiento, esto es, algo que no sean tiarrones acribillando alienígenas con pistolones más grandes que ellos mismos. Se trata de un proyecto en el que salta a la vista que el equipo creativo no solo ha echado horas de trabajo y consumido café como loco, sino que le ha puesto sentimiento a lo que hacía.

"Qué mariconada", pensaréis, "el Tipo de la Brocha hablando de sentimientos, con lo que él era. ¿Recordáis cuando recapituló Commando? Antes molaba".

Pues aún no habéis leído nada.

El juego nos pone en la piel de Ico, un niño al que han exiliado de su aldea por haber nacido con cuernos para evitar que los vecinos le tomen el pelo cuando crezca. Sin embargo, dado que soltarlo en medio del bosque para que se lo coman los lobos suena a cliché de cuento de los hermanos Grimm, tres hombres de la aldea llevan a Ico hasta un enorme castillo construido sobre un acantilado y lo meten en un sarcófago de piedra para no saber más de él.

Curiosamente, toda la sala en la que lo encierran está llena de Kinder Sorpresa, lo que nos lleva a preguntarnos si habrá habido más niños "deformes" como Ico en el pasado y si todos ellos sufrirían el mismo destino. En caso de que fuera un problema habitual, quizá deberían plantearse si no habrán levantado la aldea sobre un antiguo vertedero de residuos radiactivos. Sería lo más oportuno antes de convertirse en infanticidas recurrentes. Es el tipo de costumbre que acaba perjudicando el turismo.

No patalees chaval, que ahora tenemos que viajar a Hyrule a rellenar un montón de cofres.

Un temblor la mar de oportuno libera a Ico de su tumba, y después de un mal sueño inducido probablemente por el abuso de comida basura, pasamos a controlar al muchacho.

Ico corre, salta, trepa, se balancea, empuja cajas y, en general, tiene una gama de movimientos bastante realistas, un poco como el protagonista de los primeros Prince of Persia. Nada de saltos triples, piruetas ni bailes espectaculares con cuchillas, solo unos músculos capaces de levantar dos veces su propio peso y tendones de acero para aguantar durante horas colgado de precipicios sosteniéndose únicamente con las puntas de los dedos. Lo dicho: realista.

Con lo escuchimizado que es y el brío que tiene.

Al rato de vagabundear por el castillo, nos cruzamos con una chica enjaulada como un pájaro y que necesita urgentemente unas vacaciones en Aruba. Como el pequeño héroe en potencia que somos, liberamos a Piolín saltando sobre la jaula colgante para que se estrelle contra el suelo y se abra con el impacto.

La lógica me dice que nuestra historia debería haber acabado aquí, con la chica descoyuntada entre los restos de la jaula y el chaval con ambas piernas rotas, incapaz de moverse como no sea a rastras, y condenado a morir de hambre en el plazo de unos días... o semanas, si es que se entrega al canibalismo y se come cruda a la enigmática muchacha. Pero, por supuesto, esto no es lo que ocurre. Habría que ser un perturbado mental para pensar algo así.

Un poco de vitamina C no le vendría mal.

La chica se llama Yorda y no habla nuestro idioma, pero tiene esa belleza que solo puede encontrarse en los elfos del bosque de Lothlórien y en las clínicas para pacientes de leucemia.

Y Yorda va a necesitar nuestra ayuda muy pronto, porque resulta que la persiguen unas criaturas-sombra que quieren arrastrarla a los extraños pozos negros de los que salen y ella es demasiado inútil para esquivarlas. O para casi cualquier cosa, dicho sea de paso.

El caso es que las sombras pueden mandar a Ico al suelo de un zurriagazo, pero no al otro barrio, así que cuando aparecen debemos concentrarnos en mantener a Yorda a salvo si no queremos ver la pantalla de Game Over. Esto supone emprenderla a palos con todos los bichos que se le acerquen.

Lo que tú digas, preciosa.

A partir de ese momento, tendremos que huir del misterioso lugar al tiempo que desentrañamos sus terribles secretos en dos escenas mal contadas con diez o menos líneas de diálogo.

En la práctica, la fuga supone tener que arrastrar a Yorda de la manita por toda la fortaleza, provocándole una tendinitis que requerirá meses de reposo y fisioterapia para curarse, o ir pegándole berridos para que corra detrás de nosotros, siempre evitando perderla de vista mucho tiempo, no vaya a ser que se la lleven las criaturas-sombra que mencionaba antes.

Así pues, cuando no estemos luchando contra las hordas del Inframundo, tendremos que guiar a la chica para que nos siga, ayudándola a escalar paredes, evitando que caiga al vacío cuando sus saltos de longitud parezcan intentos olímpicos de suicidio, buscándole rutas alternativas para que no se hernie trepando por una cadena, etc. Y la verdad, es un coñazo. No el juego, sino Yorda. Cuando le toca subir una escalera muy larga, echas de menos que no haya un botón para pegarle una patada en la boca cuando por fin llega arriba del todo.

Me cito a mí mismo en Twitter cuando digo: "Me he atascado en el ICO. En mi frustración, he intentado liarme a palos con la retrasada mental que va conmigo y luego me he suicidado"

¡Muere, sombra informe número 323!

Ciertamente, algunos preferirían poder abandonar a Yorda antes de encariñarse con ella, pero resulta que la necesitamos para abrir algunas puertas y es difícil encontrar un cerrajero en domingo. Aunque le chillemos al televisor cada vez que Yorda se retrasa o se queda ahí parada diciendo la misma frase ininteligible una y otra vez mientras nos devanamos los sesos pensando en cómo avanzar, lo cierto es que acabamos sintiendo un vínculo emocional con ella, la clase de conexión de la que carecen la mayoría de videojuegos. En mi caso, el sentimiento no es mucho más profundo que el que siento por mis viejas zapatillas de andar por casa, pero yo ya soy mayor y me cuesta cogerle cariño a nada que no pueda tirarme o que no sepa planchar y cocinar.

El caso es que Yorda, pese a no abrir la boca muy a menudo, despierta mi instinto paternalista. La muchacha da un grito ahogado cuando estás a punto de defenestrarte por jugarte la vida con saltos improbables, o juega con las palomas que hay por el castillo cuando no estás pendiente de ella; solo son pequeños detalles, pero le dan vidilla al personaje. Y salvo que seas un psicópata en potencia, las personas tienden a proteger a los demás, sobre todo a los más débiles. Esa es la razón por la que cuando una ancianita se cae en la calle, la mayoría de la gente corre a ayudarla y no se queda parada señalándola con el dedo y riéndose, por hilarante que sea el crujido de su cadera.

¡Ñg! Prométeme que a partir de mañana dejarás los bombones.

ICO es una obra de arte. La historia, aunque simple, no desentonaría en una película de animación de los estudios Gibli, y gracias a la sobresaliente dirección artística, sabe transmitir esa sensación de sorpresa y fascinación que siempre he asociado a películas como Dentro del Laberinto, Cristal Oscuro y Mi amigo Munchie.

Todo el apartado artístico es tan bueno que si hubiera un cataclismo y la raza humana se extinguiera para resurgir al cabo de dos mil años, nuestros sucesores pensarían que los diseñadores crearon el juego con ayuda de los extraterrestres. El castillo en el que se desarrolla la aventura es una maravilla arquitectónica, con interiores sobrecogedores, exteriores que te dejan boquiabierto y un PUTO MOLINO AL QUE NO SABÍA CÓMO SUBIR, JODER.

Para algo útil que podría haberme enseñado Don Quijote.

En cuanto a la banda sonora... Esperad, apenas hay banda sonora, solo un par de temas realmente buenos que suenan en momentos muy concretos y oportunos, y una canción muy emotiva que salta por sorpresa al final y que te pone el vello de punta. El resto del tiempo nos acompaña el sonido ambiental; cada sala, cada patio, cada cueva tiene vida propia.

La inmersión es la principal baza del juego, y en este apartado es sobresaliente.


Dicho todo lo anterior, ¿para qué añadir más si se me está haciendo tarde y aún no he cenado? Hay que jugarlo.

15 comentarios

  1. Por lo que he leído en comentarios a tus entradas, sé que las erratas te joden mucho, así que voy a decirte que has escrito vello (queriendo decir pelo) con "b" sin querer justo debajo de la foto del molino. O eso, o es que has hecho algún chiste que soy demasiado torpe para pillar.

    Por lo demás, fantástica entrada, aunque el ir corriendo con una chica detrás no parece una trama fascinante para un videojuego. Pero claro, siempre he tenido una pacinecia más bien inexistente para según qué cosas.

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    1. Soy un torpe y un melón. ¿Puedo echar la culpa al corrector de Word? Supongo que no.

      Iré a fustigarme a mi cuarto. Iba a hacerlo de todas formas.

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  2. Cuando he visto el título de la entrada me ha dado miedo tus comentarios, he pensado: "Que no se meta mucho con el juego por favor". Es una obra de arte en todas sus facetas, hasta a la torpe y lenta de Yorda (coñazo de tía!!) se le coge cariño enseguida.
    Ahora falta un artículo de "Shadow of the Colossus" de la misma compañía y esperar eternamente a que saquen su siguiente videojuego "The Last Guardian" que llevan eones desarrollando.

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  3. ¡Dos chistes sobre riñones en un solo articulo! ¿Te sientes bien?

    Respecto al juego, pues... a mi me parece que es una hoja en blanco y encima aburridisimo, cada quien se pinta su historieta encima y termina viendolo como una obra de arte, pero cada loco con su tema.

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  4. martillooo: ¡No temas, mi buena herramienta para poner cuadros! Este es un blog en el que hablo tanto de lo que me gusta, como de lo que no.

    Me gustaría escribir un artículo sobre el Shadow of the Colossus, porque me fascina el concepto; pero se me da realmente mal jugarlo. En verano le daré una segunda oportunidad.

    Gabriel: Estoy bien, pero mejor cambio uno de los dos chistes (o lo que sean), para evitar confusiones.

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  5. Yo creo que te gano, lo empece hace un mes en la reedicion para ps3 que viene junto al shadow of the colossus y me he quedado justo cuando tiras la jaula al suelo y ahi sigue, esperando a que lo desempolven.

    Gracias a tu articulo lo desempolvare esta tarde e intentare darle otra oportunidad a ver.

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  6. ¿Y sí pudo liarse a palos con Yorda? ¿O es de esos juegos que no permiten acribillar a los camaradas?

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  7. Tranzor: Es cuestión de reservarse una mañana o una tarde y ponerse. Ya nos contarás qué tal ha ido la experiencia. O no.

    LacraESECEFE: No se puede. De ahí la frustración y el suicidio.

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  8. El Ico fue uno de mis juegos favoritos de la Play2,me lo he pasado 2 o 3 veces (por la obscena y chachi espada que te daban -->http://www.youtube.com/watch?v=4Oy5MDvtZiM xDDDDDD).

    Y si, saltar al p*to molino fue un infierno y ese final "mierderintriga"...me puso mala xDDDDDDDDD

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  9. Sigo sin comprender como un par de frases tuyas me sacan las carcajadas XD Buen analisis, se agradece que no espoilearas el juego, es uno de mis pendientes en lo que respecta a Videojuegos

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  10. Ravenna // Master Doll: No conseguí esa espada y ni de coña se me hubiera ocurrido hacer algo así. A ver si este fin de semana, empiezo una segunda partida.

    Oscar: Yo tampoco lo comprendo, pero es una suerte que funcione. Gracias.

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  11. ¡Es un juegazo! yo me lo pasé varias veces junto con el Shadow of Colossus (de ahí mi nick) y ya no me siento sola sabiendo que no soy la única a la que le gusta XD porque realmente el juego, es una joya pero, no es juego realmente conocido o no por lo menos por los que me rodean.

    ¡Gran Post!

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  12. Buena entrada.
    La verdad que es juego mola mucho.
    En cuanto al Shadow of Colossus es otro juegazo, igual de bien ambientado y con más "acción".
    Como anécdota sobre este último un colega se lo paso sin usar el arco por que no le dió por probar los botones al iniciar el juego... cosas que pasan.

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  13. Descastado7/6/12 22:41

    Como bien comentas es más que un juego, una obra de arte, hasta en la portada (un homenaje a Giorgio de Chirico):
    http://1.bp.blogspot.com/-cOiioXThFKg/T5p917NpOXI/AAAAAAAAAqI/7dBivvJf6aA/s1600/chirico9a.JPG

    Saludetes

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  14. Igual que te pasó a ti con el juego, he tardado varios días en leerme esta reseña xDD. No sé por qué, ya que suelo leerme tus textos del tirón, pero éste me ha costado (U^_^)

    Yo nunca lo jugué aún, pero no tardaré mucho en remediarlo gracias a la colección de remakes HD de PS3, que me hacen ojitos desde la estantería =3

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