15 de octubre de 2012

Zombies Ooze Pop

Si ya me es difícil encontrar snacks sobre los que merezca la pena decir algo el resto del año, ahora que solo quedan dos semanas para Halloween y el blog ha adoptado su terrorífica temática "tradicional", las opciones son todavía más reducidas.

Otra persona menos perezosa que yo quizá compraría una calabaza en el supermercado, la vaciaría con un cucharón, le tallaría una cara diabólica e introduciría una vela encendida en su interior; pero si yo hiciese eso, la calabaza acabaría olvidada en la terraza, junto a la lavadora, pudriéndose poco a poco hasta que el olor fuera tan tangible que pudiera extender sus zarcillos malolientes y abrir la puerta que comunica con el resto del piso; momento en el que por fin pensaría en tirarla a la basura. Si estamos en octubre, probablemente la calabaza no llegaría al contenedor de la comunidad hasta marzo del año siguiente.

Por suerte, había una alternativa, y aunque yo no he tenido tiempo para patearme tiendas de comida americana de importación porque he estado muy ocupado preparando el ritual para invocar a Asmodeo, mi hermano encontró un producto tan alucinante que hubiera escrito sobre él aunque Halloween no estuviera a la vuelta de la esquina. Se llama ZOMBIES OOZE POP, y os aseguro que el nombre no se merece menos que letras mayúsculas, color púrpura y negrita.

¿Acaso puede uno confundirse comprando chucherías de la marca Au'some? ¡No, es imposible! Ninguna empresa llevaría "impresionante" por nombre si no tuviera una razón de peso. Y esa razón debe ser la verdad. ¿Qué otra se os ocurre?

Desde el momento en que vi la fotografía borrosa que me envió mi hermano desde su plagio de un producto de Apple, supe que acabaría escribiendo sobre esta magnífica golosina salida de mis más dulces pesadillas. De hecho, estaba tan absorto en el producto que ni siquiera reparé en los M&M's con mantequilla de cacahuete que había al lado. Repito: M&M's con mantequilla de cacahuete y no me fijé en ellos inmediatamente. Así son de buenos los Zombies Ooze Pops.

Zombiexplotation a la enésima potencia.

Lamentablemente, ninguna fotografía que yo pueda sacar con mi cámara de 2 megapíxeles le hará justicia a este producto. Por eso, dejé el reportaje visual en manos de un colaborador anónimo. Visto el resultado, seguirá siendo anónimo hasta que la policía consiga identificar su cadáver. Y antes tendrán que encontrarlo.

Por ahora, digamos que la carencia de luz se debe a una medida y muy conseguida ambientación y no al torpe manejo de la cámara de fotos. Así seré más feliz.

Las Zombies Ooze Pops son las piruletas más sorprendentes que he visto nunca y puede que jamás vea otras que me sorprendan más. No solo son una chuchería, ¡sino también un juguete! Sí, un juguete que dura una media de entre cinco y diez minutos en manos de un crío de cinco años y cuyo único legado serán unos dedos pringosos atraídos por tus pantalones favoritos, pero un juguete al fin y al cabo. Y no creáis que esos muñecos de Finn y Jake le durarán mucho más a vuestro sobrinito. Los vertederos de las grandes ciudades y las aldeas africanas están llenos de juguetes rotos.

Para empezar por el principio, hablemos del envoltorio. La fuente típicamente terrorífica escogida para las letras, el dibujo del zombi cabezudo con ojos saltones, la leyenda que dice que esta es una piruleta ¡en 3D!, la advertencia de que el producto puede tener un efecto adverso en la actividad y la atención de los niños... Todo en este envolotorio es irresistible, y lo mejor es que fuera de él, el producto no para de mejorar.

Escalofriante.

Ese mojón rojo es la cabeza del zombi de caramelo. O lo era. Probablemente tuviera mejor aspecto antes de que sus facciones se derritieran por culpa del calor y formaran un pegote informe.

En mi defensa, diré que seguramente ya estaba así cuando lo compré, pero eso solo me hace pensar que debería haberme fijado mejor en el interior del envoltorio antes de sacar la cartera y arrojar mi dinero a la dependienta como si no hubiera un mañana.

Sin embargo, no hay nada que no se arregle con un poco de imaginación y 20 mcg de LSD, porque esa "cara" es indudablemente la de Alicia el Espantajo (Alice the Goon en el original), uno de los personajes secundarios de Popeye el marino.

Para más señas, es la mujer calva y nariguda de extremidades velludas.

¡No me digáis que no veis el parecido! La única diferencia es que la piruleta representa una versión zombificada de Erika Berzotas y, por lo tanto, tiene toda la cabeza en carne viva. No es momento de contar historias, pero la que tengo en mente incluye a Pilón arrancándole la piel a tiras a Erika después de devorar los intestinos de Cocoliso. Pilón no era un zombi en ese momento, solo tenía hambre.

Dejando las comparaciones traídas por los pelos a un lado, la gracia de esta singular piruleta es que debajo de los sesos que sirven de sombrero al zombi, hay un agujero que comunica con el recipiente relleno de líquido viscoso al que está unida la cabeza.

Si exprimimos el recipiente como si fuera nuestra cuenta bancaria a finales de mes, pero menos metafóricamente y más apretando con la mano, el caramelo líquido saldrá por la cocorota del zombi y podremos simular que estamos sorbiendo sus entrañas o sus sesos licuados, lo cual no solo es deliciosamente macabro, sino que sigue dando pie a todo tipo de bromas sexuales… que no haremos aquí porque este es un blog serio. O, al menos, es un blog. Esto no lo pone nadie en duda, ¿verdad? ¿VERDAD?

El gel de caramelo viene en dos colores: rojo sangre y verde moco, que se corresponden con los sabores de frambuesa y manzana que fabrica la marca Au'some en otros formatos menos aterradores.

El sabor es artificial, y así lo anuncia orgullosamente el envoltorio: "ARTIFICIALLY FLAVORED". No hay nada de natural en este producto y hasta a mí me da miedo profundizar en su larga lista de ingredientes. Maltodextrina suena a la clase de producto con la que el doctor Octopus intentaría envenenar las reservas de agua de Nueva York en un cómic de Spider-Man.

Tortugas Ninja II: El secreto de los mocos verdes.

En lo personal, debo decir que prefiero la bollería industrial a los caramelos, y mi lengua, que es muy intransigente, no pierde ocasión de recordármelo. Esta chuchería es tan dulce que solo pude darle dos chupadas con cara de asco antes de tirarla a la basura.

La cabeza del zombi es como una piruleta del montón, pero el caramelo líquido es el epítome de la dulzura. Imaginaos lamer un algodón de azúcar cubierto de miel mientras veis una comedia romántica protagonizada por Andie Macdowell con una camada de cachorros de Golden Retriever durmiendo a vuestros pies. ¿Lo tenéis? Pues este caramelo es todavía más dulce que eso, tan dulce que, durante unos segundos, llegué a pensar que el producto estaba caducado y que su sabor era el resultado de algún proceso químico que el forense no sabría explicar cuando examinase mi cadáver.

Sea como fuere, mi paladar no pudo soportarlo, y yo no estaba por la labor de hacer apuestas sobre la salubridad de un producto exportado desde los Estados Unidos y cuyo envase inspira tan poca confianza como los seres a los que representa. De todos modos, es evidente que ya soy bastante dulce sin ayuda de aditivos artificiales.

Con todo, la dulzura no le resta puntos al caramelo, porque sigue siendo la golosina más original que he visto en años y los niños se comen cualquier porquería. Puntuación: 8/10. Sí, ahora doy puntuación, ¿algún problema?

8 comentarios

  1. Uffff que producto mas raro, hay que tener valor para probarlo.

    Eso o necesitas una excusa para faltar al trabajo :P

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    1. No hay día en que no necesite una excusa para no ir a trabajar.

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  2. La verdad es que no se si quiero/debo preguntarte donde has encontrado este "magnífico" producto...

    Lo mismo es que soy un depravado, pero el mango del caramelo es extremadamente fálico y creo que más de una fémina disfrutaría a más niveles de los esperados con esta golosina

    Solo alguien como tu podía escribir un artículo como este! :)

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  3. xDDDDD, menudas chuches más raras inventan. Me ha encantado porque lo pones como el dios de las chuches y luego vas y lo tiras a los dos lametones, juas.

    Tienen una pinta muy... original. Yo creo que tampoco aguantaría algo tan dulce, jejeje.

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  4. DGC: No te engañes. Es un gran producto, sepa a lo que sepa.

    Jero-chan: En la originalidad está su excelencia. A veces, con eso es suficiente.

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  5. Hace años que dejé los caramelos y este no será el camino para regresar a ellos. Vistosa golosina, eso sí.

    P.D.: De crío me daban miedo los Goon, de crío...

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    1. Son bastante feos, la verdad. En España, los llamaban Berzotas, al menos en los cómics que conservo (entre otros, uno en el que nombran a Rosario presidenta de su isla).

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  6. Me ha dado una subida de azúcar leyendo este artículo. Ahora veo perossfiwogepgjerhpehe

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