31 de diciembre de 2012

Maria's Christmas Box

Que haya contado prácticamente todo lo que se puede contar acerca de Maria Whittaker en mi retro-análisis del Barbarian: The Ultimate Warrior no quita para que escriba una segunda entrada sobre otro videojuego que contó con su imagen, el tercero en tener ese honor si contamos Barbarian II.

No es que necesite excusas para hablar de Maria Whittaker, pero, en primer lugar, no es fácil encontrar buenos temas sobre los que escribir en Navidad, y menos si se trata de videojuegos (creo que lo del Batman Returns no acabó de colar); y en segundo lugar, Maria está taaaaaan buena que he tenido que ponerle seis aes a ese "tan" para trasmitiros lo mucho que me pone.

Y hablaré de ella en presente, a pesar de que ahora debe de tener cuarenta y pico tacos, porque de las modelos eróticas solo se puede hablar refiriéndose a su etapa de mayor esplendor. De muy mayor esplendor en el caso de Maria. Pero mayor, mayor. 36DD en tallaje británico.

Maria's Christmas Box fue desarrollado por Anco para la Amiga en 1988, que se ocupó también de los puertos para Atari ST, Commodore 64 y ZX Spectrum. Aplicando la ley del mínimo esfuerzo, Anco reutilizó la programación del Strip Poker II, que había lanzado ese mismo año, sustituyendo a las dos modelos de este juego por Maria Whittaker y dándole una temática navideña.

Al igual que el Strip Poker II, Maria's Christmas Box es un juego de póquer con sus pertinentes desnudos. Claro que no hacía falta que os dijera eso, porque es tan evidente como el hecho de que esta entrada está pensada para las lectoras del blog.

27 de diciembre de 2012

Masters del Universo: El portador de alegría

¿Creías que os ibais a librar de los Masters del Universo estas Navidades? ¡Jo, jo, jo!

Pues no, no os vais a librar. Es algo que forma parte de la cruz de seguir este blog, como las constantes erratas, los chistes malos y la baja fibra moral que se desprende de todo lo que escribo.

Lo importante es que el hecho de que recapitulase el especial navideño de He-Man y She-Ra hace años no significa que no haya nada más que comentar sobre los Masters del Universo en estas fechas tan singulares, solo que cuesta mucho más encontrarlo. En este caso, he tenido que recurrir  a los viejos tebeos de la revista británica Masters of the Universe, que en España publicó Ediciones Zinco.

¿Cómo son de viejos esos tebeos? "1986" de viejos, es decir, de cuando España y Portugal entraron en la Comunidad Europea y Kelly LeBrock estaba requetebuena.

La historia de hoy se titula El portador de alegría, y aunque solo tiene cinco páginas, ¡hay que ver qué páginas! Planes maquiavélicos que no hay por dónde coger, combates perdidos de antemano, buenas acciones que parecen otra cosa y, por supuesto, grandes dosis de espíritu navideño. No tiene desperdicio.

24 de diciembre de 2012

La Navidad de Pippi Calzaslargas


Sé que hay un porrón de especiales navideños que podría comentar antes que el de Pippi Calzaslargas, pero, sinceramente, hasta que di con este episodio, tenía la sensación de que no quedaba ninguno que mereciese la pena. De hecho, he tenido esa misma sensación todas las Navidades desde que escribí sobre el especial navideño de He-Man y She-Ra en ion litio. Es difícil superar a Skeletor dejándose lamer la cara por un cachorrito robot y empapándose del espíritu navideño.

Sin embargo, dado que este año también me he propuesto rellenar al menos tres semanas con entradas de temática navideña, mi búsqueda de especiales navideños nunca acaba. Y si os pensáis que esta es una tarea sencilla, estáis muy equivocados. ¿Habéis visto, por ejemplo, el episodio X-Mas Marks The Spot de la serie Los auténticos Cazafantasmas? Aunque os pueda sorprender, es anodino a más no poder. Ni chicha ni limoná. Y eso que lo escribió J. Michael Straczynski.

El caso es que después de descartar montones de episodios de series de todas las épocas, me he quedado con uno de Pippi Calzaslargas. Si tenéis media hora libre, podéis verlo en la página web de Antena 3. O leeros este artículo, perder la mitad de tiempo y darme las gracias.

20 de diciembre de 2012

Los Teleñecos en Cuentos de Navidad (1992)

Adoro a los Teleñecos. ¿Cuánto? Lo suficiente como para haber escrito este artículo dos veces después de que se me borrase y para que no me dé vergüenza tener una marioneta de la Rana Gustavo en casa colgada cabizbaja del respaldo de una silla. Ojalá supiese dónde venden sombreros y gabardinas en miniatura para regalárselos por Navidad.

Es cierto que El show de los Teleñecos nunca fue muy popular en España, y desde luego nadie quiere acordarse de aquel horrible rastafari púrpura que hacía de presentador; pero antes de saber siquiera que existiera un show, muchos ya conocíamos de sobra al reportero más dicharachero de Barrio Sésamo y, gracias a la serie Los Pequeñecos, también a algunos de sus compañeros: Miss Piggy, Gonzo, Fozzie, Rufo, Animal... y aquellos gemelos nerds cuyo nombre soy incapaz de recordar. Además, seguro que no he sido el único en imitar el famoso mee-mee-mee-mee. Alguien debería crear una página de Facebook con eso.

Después vinieron las películas. Las primeras que vi fueron La Isla del Tesoro y Cuentos de Navidad. En VHS. Compradas, no alquiladas. Quizá porque el resto no son tan buenas o precisamente porque esas dos fueron las primeras, siempre han sido mis favoritas. Ahora, teniendo en cuenta las fechas en las que estamos, adivinad de cuál de las dos os voy a hablar.

Los Teleñecos en Cuentos de Navidad es una revisión del clásico Cuento de Navidad de Charles Dickens, autor británico que, aparte de dejarse crecer una barba capaz de albergar un nido de águilas calvas, fue uno de los principales artífices del renacer de las celebraciones navideñas en Inglaterra y Estados Unidos a mediados del siglo XIX, tras el declive sufrido al comienzo del periodo victoriano. Esto es cultura. Procuraré no abusar de ella en los próximos párrafos.

A menos que hayáis vivido debajo de una roca en lo más profundo de la Tierra toda vuestra vida, la historia ya deberíais conocerla. Ebenezer Scrooge es un viejo pecador avariento que nunca celebra la Navidad. En la víspera de esta fiesta, recibe la visita de tres espíritus que le muestran aspectos olvidados de su pasado, ignorados de su presente y temidos de su futuro, haciéndole reflexionar sobre su vida y transformándolo en un hombre alegre y solidario. La mitad de este párrafo lo he copiado de otra página y no me avergüenzo de ello.

El cuento se ha llevado al cine y a la televisión muchas veces, unas con más éxito que otras, inmortalizando la obra de Dickens para varias generaciones demasiado perezosas como para abrir un libro. Mis dos adaptaciones preferidas, y que no se alejan demasiado de la obra original (en otro caso, también incluiría Los fantasmas atacan al jefe) son Los Teleñecos en Cuentos de Navidad y Una Navidad con Mickey. No solo es por la nostalgia; son buenas adaptaciones, cada una a su manera.

¿Qué es lo que más me gusta de la adaptación del clásico navideño dirigida por el hijo de Jim Henson? Veámoslo.

17 de diciembre de 2012

Batman Returns (Super Nintendo)


Nada dice Navidad como Batman dando una somanta de palos a una banda de payasos liderada por un hombre pingüino. ¿No lo veis así? Vale, quizá esté forzando los límites de la temática navideña; pero, por esta vez, ¿qué os cuesta seguirme la corriente? ¡Es el puñetero Batman y aún estamos a mediados de diciembre!

Además, estáis pasando por alto un detalle muy importante: Batman Returns, la película en la que se basa este videojuego, se desarrolla en Navidad. Hay abetos con adornos navideños y se reparten ostias consagradas, dos grandes tradiciones cristianas. No se puede pedir más.

Y para rematar esta introducción, me permito deciros que tres quinquenios antes de que Rocksteady Studios nos sorprendiera a todos con Batman: Arkham Asylum, el Batman Returns ya lo petaba en Super Nintendo. Era un "yo contra el barrio" en el que ese "yo" era Batman, y no os hacéis a la idea de cuánto me gustaba Batman cuando era un crío. Entonces solo teníamos los tebeos de Ediciones Zinco, la teleserie de Adam West y las películas de Tim Burton; pero el héroe de Gotham me gustaba tanto como para disfrazarme de él en carnaval. Con mallas negras y zapatillas de ballet.

Ya lo he dicho todo.

13 de diciembre de 2012

Navidad 2012


¿Sabéis qué? ¡Este año también llega la Navidad! ¿Y a que no averiguáis en qué día cae? ¡Veinticinco otra vez! Lo sé. Yo tampoco podía creerme tanta casualidad, pero es cierto. Lo he leído en los periódicos. Esto significa que ya podéis exprimir vuestras tarjetas de crédito comprando regalos y ganar algunos kilos de más poniéndoos hasta las trancas de turrón.

Además, la falta de liquidez y un ligero sobrepeso deberían ser las menores de vuestras preocupaciones, ya que dentro de poco llegará el fin del mundo. Lo predijeron los mayas y es imposible que unos tipos que iban casi despelotados y adoraban a una serpiente emplumada se equivocasen. Lo repetiré por si leéis demasiado rápido: una serpiente emplumada. ¡Y nosotros celebrando el nacimiento de un carpintero! Si al menos hubiese sido carpintero ebanista...

Pero no me enrollo más. La semana que viene empieza el especial navideño de El Tipo de la Brocha. Habrá cine, televisión, videojuegos y, en Reyes, juguetes. Eso sí, de comentar catálogos me parece que voy a pasar, porque estoy harto de ver la entrada que escribí en 2011 acerca del catálogo de El Corte Inglés en el top 5 de la columna derecha. Intentad disfrutar de estas fechas antes del Apocalipsis.

10 de diciembre de 2012

El pastelito de la Pantera Rosa


Algunos lectores dicen que debería escribir más artículos sobre "gastronomía" y "arte culinario", que la sección se ve muy pobre con solo cinco entradas. Bueno, se ve muy pobre, porque lo es. Pero no soy crítico gastronómico y ahora mismo toda la comida que tengo en casa se reduce a dos lonchas de queso, una lata de lentejas, un bote de mostaza de hace dos años al que le he cogido cariño y un pegote verde que ha crecido al fondo del frigorífico y que probablemente ocupe un escalón superior al nuestro en la pirámide alimenticia, así que ¿de qué queréis que hable?

En serio, me encantaría escribir más a menudo sobre comida en el blog, porque es más fácil que hablar de otros temas que toco más a menudo; pero cuando compras en plan superviviente a las nueve de la noche, cinco minutos antes de que cierren el supermercado, no te paras a buscar la mascota de cereales más descacharrante ni a ver qué han inventado ahora los de Risi. Y como no me regalan el dinero, tampoco puedo hacer un tour por tiendas de importación americanas todos los meses.

En cualquier caso, os aseguro que cuando, por casualidad, veo un producto que tiene alguna salida como artículo, lo compro, lo pruebo, investigo y escribo. Incluso si cualquiera de vosotros me sugiere algo y me parece interesante, hago lo mismo, porque debo confiar en el criterio de cualquiera capaz de leerse las tonterías que escribo y seguir visitando el blog. ¿Y qué me proponéis? Que escriba sobre el pastelito de la Pantera Rosa.

Pues bien, os traigo una noticia de última hora: Viruete.com ya le dedicó una entrada hace ocho años. Y no es ni mucho menos el único que ha hablado del tema. Casi podría afirmarse que uno no es nadie en la blogosfera hasta que ha escrito sobre el pastelito de la Pantera Rosa. ¡Por el amor de Dios, lleva ahí desde los años setenta!, ¿qué se puede decir de él que no hayan dicho ya otros?

Nada, pero, ¿queréis Pantera Rosa? Pues aquí tenéis Pantera Rosa. Os vais a hartar.

6 de diciembre de 2012

Masters of the Universe #6 - Orko

¿Os acordáis de Orko, "simpático mago y pequeño diablo"? Al ver la portada de este número de Masters del Universo, el sexto de esta colección, mi primera sensación fue de emoción e ilusión azucarada.

Orko era el alivio cómico de una serie de la televisión en la que todos los personajes lo eran a su manera y, en su día, fue uno de mis personajes favoritos. El muñeco de Mattel de mediados de los ochenta también estaba entre mis juguetes preferidos; le podías dar cuerda para que zanganease por el suelo, tenía un sombrero de quita y pon, y venía con unas fichas de Parchís con adhesivos de los personajes que servían para hacer un truco de magia que recuerdo muy vagamente. Ya no soy capaz de explicar él porqué, pero todo eso me fascinaba. Quizá la planta de productos químicos que había en frente de casa tuviera algo que ver.

Sin embargo, el recelo no tardó en reemplazar a la ilusión. Alivio cómico es una expresión que causa pavor cuando te alcanza la adolescencia y empiezas a desarrollar el sentido del ridículo, y en la edad adulta, suele ser sinónimo de jodido desastre.

Experimenté esas dos sensaciones en el tiempo que tardé en introducir mis datos de facturación en la página de ComiXology y comprar el cómic. Al terminar de tramitar el pedido, llegué a la conclusión de que no merecía la pena dar más vueltas al asunto hasta haber leído el número y que haría mejor en invertir mi energía en prepararme un ponche de huevo mientras se cargaban las páginas. El ponche de huevo es muy navideño y ya sabéis qué época se acerca.

Regresé de la cocina con el cóctel, y me concentré en la lectura. La portada, un primer plano de Orko con dos caras, era bastante intrigante y me hice mis propias ideas sobre el argumento antes de ver siquiera la primera viñeta, aunque ninguna de esas elucubraciones resultó acertada. En mi defensa diré que algunas de esas ideas incluían robots dinosaurios, así que mis apuestas eran altas.

2 de diciembre de 2012

Redada asesina (The Raid) (2011)

Mi romance con el cine de artes marciales viene de largo. Aunque no comencé a coleccionar películas del género hasta que compré el VHS de El mono borracho en el ojo del tigre por cuatro duros y me enamoré de él, ya de pequeño me encantaba Hong Kong Phooey, el perro karateka. ¿Qué leches tienen que ver los dibujos de a duro de Hanna-Barbera con una cinta de artes marciales indonesia? Ni lo sé ni me importa. Solo escribo lo primero que se me pasa por la cabeza antes de que los duendes me roben mis ideas.

Un año después de su estreno, y sin haber pasado por las salas de cine en nuestro país, el pasado octubre por fin salió en DVD Serbuan maut, más conocida como The Raid. En esta ocasión, la traducción que ha realizado la distribuidora del indonesio original al castellano es bastante acertada, pero después de tanto tiempo llamándola por su título en inglés, me cuesta referirme a ella como Redada asesina. Pensadlo bien. El ataque de los tomates asesinos, Orca, la ballena asesina, Payasos asesinos... Ahora mismo no recuerdo ninguna película que llevase la palabra "asesino" en el título y no fuera, al menos, intencionadamente mala... salvo Asesinos, de Sylvester Stallone y Antonio Banderas, que no es mala, sino una aberración abominable que se cuenta entre los mayores abortos de la historia del cine desde que los hermanos Lumiere inventaron el cinematógrafo.

Si sois aficionados a las películas de artes marciales y estáis más o menos al tanto de los estrenos más destacados, es probable que vierais The Raid hace algún tiempo. En mi caso, desde que escuché a José Viruete poner esta cinta por las nubes en la difunta hora de Ving Rhames, han pasado varios meses; pero, como soy gilipollas, me he aguantado las ganas de verla en Internet con la esperanza de que alguna distribuidora española se aviniera a editarla en vídeo. Hubo un momento en que casi sucumbo a la tentación y la veo en streaming, pero Spider-Man 3 me distrajo lo suficiente como para dejar mis deseos de ver la película aparcados una buena temporada, al igual que mi pasión por la vida, mi dignidad y varios miles de neuronas.

Por otro lado, me negaba a ver esta cinta en indonesio con subtítulos en español de Guachupilandia. Los asiáticos hablan gracioso y me pone enfermo leer frases como "No tiene una chance".

Pero ahora que el DVD está disponible, me hallo en paz conmigo mismo y con el universo, y por fin puedo recomendaros que veáis Redada asesina cagando leches. No obstante, podéis fiaros de mí sin más y buscar esta película ya mismo, o bien seguir leyendo y permitirme que me introduzca poco a poco en vuestra cabeza para convenceros de la mucha razón que tengo.