28 de enero de 2013

He-Man and the Masters of the Universe #3 - Blood Tide

Hace un rato me preguntaba, estando aquí mismo sentado, en el sofá de siempre, con la mirada puesta más allá de la pantalla del ordenador, con qué frase podría empezar esta nueva entrada sobre los Masters del Universo, la enésima que he escrito; y me decía a mí mismo, poco inspirado: "Debe ser algo interesante, algo tan sugestivo que capte la atención del más atontado e indiferente de los individuos, algo que infunda curiosidad e interés desde el mismo momento en que los ojos se posen sobre ello, algo como...". Y hasta aquí llegó el hilo de mis pensamientos, que se vieron bruscamente interrumpidos por una llamada de teléfono.

"¿Está Eulalia?". "No, señora, se ha equivocado". "Ah, usted perdone".

Cuando regresé a mi habitación, ya se me había ocurrido una idea. Me senté en la silla, coloqué los dedos sobre el teclado y empecé a escribir. Al llegar a la quinta línea de texto, me detuve y leí. Aquello era, de principio a fin, lo más estúpido que había escrito en los últimos cinco años.

Seleccioné todo el texto con el ratón y pulsé la tecla "suprimir". Lo intenté una vez más, desde cero.

Tres o cuatro minutos después volvía a estar en punto muerto. Dejé que mi cabeza cayera pesadamente sobre la mesa. El golpe no me hizo sentir mucho mejor. De reojo, consulté la hora en la esquina inferior derecha de la pantalla. 23.34. Aún podía hacerlo.

La última vez que vimos a Adam, Teela lo había salvado de una muerte segura a manos de Trap Jaw y su banda de beduinos cibernéticos. Cualquier héroe que se precie se hubiera dejado escabechar antes que ser rescatado por una mujer (salvo que sea Xena o Wonder Woman, porque, ¡ay, qué muslos), pero Adam ha estado en contacto con su lado femenino durante treinta años, así que lo lleva bastante bien.

Ahora nuestros héroes han dejado atrás el desierto y discuten en una taberna portuaria acerca de la maldición que les impide recordar quiénes son (yo suelo llamarle cogorza) y sobre la posibilidad de que Zoar no sea un simple halcón, sino una ilusión mística controlada por alguien que deseaba que sus caminos se cruzaran por algún misterioso motivo. Aunque Adam se muestra escéptico, Teela está convencida de que todo eso es verdad porque siente que es lo correcto, y como ella es la mujer, tiene razón.

En conclusión: Zoar no es nuestra querida Hechicera metamorfoseada cual Animorph como yo creía, sino una proyección con plumas y pico de su propia mente. Por lo tanto, los estúpidos chistes que hice cuando recapitulé el primer número no tienen sentido. Gracias por fastidiarme las entradas retrospectivamente, Keith Giffen.

¿A alguien le extraña que no me guste el marisco? ¡Mirad esa cosa que hay sobre la mesa!

Pocas viñetas después, Adam y Teela embarcan en un navío que, según supongo, viaja rumbo al próximo número. Esto es bueno porque Teela decide cambiar su vestido tradicional musulmán, que lo dejaba todo a la imaginación, por un traje de baño similar al que llevaba Raquel Welch en Hace un millón de años y que nos permite incluso hacer inventario de sus lunares. Eso sí, ahora no tiene más remedio que depilarse hasta las ingles. Y no creáis que en Eternia venden Easywax.

Teela aprovecha la travesía para dar algunas lecciones de esgrima a Adam, que, por desgracia, solo parece capaz de recordar sus habilidades pasadas en situaciones de vida o muerte. Desde luego para él todo era más fácil cuando podía levantar su espada mágica y gritar "¡Por el Poder de Grayskull! ¡Yo tengo el Poder!"; entonces podía derrotar a sus enemigos enviándolos al fango con un vulgar soplido y una frase medianamente ingeniosa y no se despeinaba ni sudaba el taparrabos. Eran tiempos mejores.

Sheena, Reina de la Selva.

Mientras tanto, en el Castillo Grayskull (4 habitaciones, 1 portal interdimensional, puente levadizo, ascensor, 40 km a los Páramos de la Muerte), Skeletor ha invitado a la Hechicera a una cena romántica con comida putrefacta y moscas revoloteando a su alrededor, para intentar sonsacarle el secreto mejor guardado de Eternia. Y no me refiero a cómo consigue He-Man conservar un bronceado perfecto durante todo el año, sino a la esencia misma del Poder de Grayskull.

Durante años, Skeletor pensó que la fuente de ese poder era un suplemento dietético prohibido en la Comunidad Europea o tal vez la espada de He-Man; pero ahora se ha puesto al día y sabe que la espada solo era un canalizador y que el poder proviene del propio Castillo Grayskull. El problema es que en el Castillo no hay ningún mapa indicando "Usted está aquí", "Planta 3: Poder de Grayskull y ropa de caballero", por lo que Skeletor necesita que la Hechicera colabore para desvelar el misterio del Castillo.

Sin embargo, la Hechicera, que está más desmejorada que Lindsay Lohan tras una noche de farra, no responde a las preguntas del autoproclamado Señor de las Fuerzas del Mal, ya que está demasiado concentrada en acertar a Adam con una caca de pájaro a millas de distancia del Castillo.

Cansado de insistir, Skeletor ordena a sus guardias con fetiches sadomasoquistas que conduzcan a la Hechicera a sus aposentos y la fuercen a que coma para mantenerla con vida, haciendo el numerito de la cuchara-avión si es necesario.

Sin duda, Skeletor nunca fue tan cabrón como en este cómic. Lo más grave que hizo en la serie de dibujos animados fue utilizar el poder de la Piedra Hechizada para desatar una tormenta el día que He-Man acababa de lavar su Attak Trak. Ahora mola más como malo, pero te ríes menos de él.

¿Te encuentras mal, querida? Ni siquiera has probado los sesos de mono.

En el barco, el capitán advierte a sus más recientes tripulantes de que les están siguiendo varias bestias marinas, y esto solo puede significar una cosa: que el capitán ha estado dándole a la botella. Eso o que han captado la atención de Mer-Man, el Malvado Señor de los Abismos Oceánicos.

La verdad se descubre cuando Mer-Man destroza medio barco con su pulpo morado gigante y salta a cubierta, presentándose con grandilocuencia:

"Disculpad mi terrible falta de modales. Yo soy el Omnipotente, Primogénito del Señor del Océano, Maestro de las Profundidades, Monarca Absoluto de las Siete Mareas, la Maravilla Simpar y Gran Presencia: Nauticus Aquaria, Mer-Man I".

Me encanta que Mer-Man sea tan pedante y que aspire a tener más títulos que la Duquesa de Alba. Todo lo que sabía de él hasta ahora es que era una versión fea de Aquaman y que no podías invitarle a una mariscada sin que se sintiera ofendido. Cualquier indicio de personalidad tiene que ser positivo.

Mer-Man, anteriormente conocido como Squidish Rex.

Mer-Man pide al capitán que le entregue a Adam y Teela pacíficamente, pero, en contra del sentido común, toda la tripulación está dispuesta a luchar a su lado. Si os soy sincero, no sé si yo me sentiría tan motivado a ayudar a un par de desconocidos cuando me están abordando veinte toneladas de molusco cefalópodo y toda la familia de Rodolfo Langostino.

Durante la pelea, que no es nada del otro mundo porque los dibujos de Philip Tan pecan de sencillos y poco espectaculares, apenas ocurren un par de cosas interesantes; a destacar, que Mer-Man revela a Adam su condición de príncipe, lo que resalta el sentido del humor de su tío al convertirlo en un simple leñador, y que Teela dice que fue vendida como esclava por su padre, un doloroso recuerdo implantado en su memoria por Skeletor y que deja a Man-At-Arms en muy mal lugar en los informes de la Organización Internacional del Trabajo.

Necesita más tentáculos viscosos. ¿Es que no han visto Urotsukidoji?

Por lo demás, Mer-Man le da una paliza con algunas onomatopeyas a Adam…

La primera regla del Club de la Lucha es… ¡AY!

… y Teela aprovecha el instante en que el villano está regodeándose en su inminente victoria para atacarle por la espalda y atravesarle de lado a lado con su espada, provocando que se le caiga encima el trozo de madera con el que estaba a punto de aplastar a Adam como si fuera una vulgar uva del Uva-Ploff.

Todo muy cómico.

Hay que imaginárselo con aquella irritante risa enlatada de El príncipe de Bel-Air.

Por desgracia para nuestros héroes, nada les sale bien, porque resulta que aparte de ser inmune a las heridas mortales y oler a palitos de merluza, Mer-Man tiene control absoluto sobre su reino, lo que significa que con solo chasquear los dedos, puede arrojar una ola de varias docenas de metros sobre el ya desvencijado navío.

Quizá debería haber hecho eso mismo en este otro número antes de que lo vapuleasen inmisericordemente.

Por otro lado, esto explica por qué Skeletor nunca acepta sus invitaciones para salir a navegar.

Después de este despliegue de fuerza acuática, uno podría pensar "¡Por fin un sicario que no es un completo idiota!", saquemos el champán; pero nada más lejos de la realidad, porque después de manifestar el alcance de sus poderes, Mer-Man cae en el tópico de "Nadie puede haber sobrevivido a semejante golpe" y se larga con la marea para no llegar tarde a su cita con la Sirenita.

¿Tanto le hubiera costado buscar los cuerpos entre los restos del barco y comprobar que este fue su último chapuzón? Claro que no, pero supongo que era mucho pedir que este cómic fuera un poco más coherente viniendo de donde viene.

Por cierto, ¿soy el único al que le toca las narices que la colección se llame He-Man y los Masters del Universo y que, yendo ya por la el tercer número, He-Man solo haya aparecido en las portadas y en algún flashback esporádico? ¡Exijo mi ración de hombres musculosos y bronceados en taparrabos!

6 comentarios

  1. Con lo que mola la portada de este numero. COmo si He-Man se fuera a enfretar a alguna clase de profundo y luego ves a ese Mer-Man dibujado en fin...

    Ahora que hemos llegado al Ecuador (creo que eran 6) de la serie a ver si sale mas el alterego de Adam.

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  2. "I've Seen Enough Hentai To Know Where This Is Going" :D

    Saludos

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  3. Creo que Skeletor se está burlando de la hechicera cuando le comenta que no ha probado su comida, en la viñeta se puede ver que esta tiene los brazos inmovilizados en la silla por lo que en realidad la está torturando haciéndole pasar hambre y poniéndole delante una comida que no puede alcanzar.

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  4. Me intriga que el bocadillo de diálogo de Teela tenga solamente un punto. ¿Qué querrá decir?

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  5. Vladek: He-Man no sale hasta el quinto número y solo al final. Ya llegaremos a eso.

    Bizarro: Estuve a punto de escribir esa misma frase al pie de la imagen.

    Anónimo: ¿De verás?

    LacraESECEFE: Es un taco demasiado fuerte para nuestros oídos.

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  6. Mixtli198415/2/13 11:50

    Esta colección va muy lento,no hay combates espectaculares, no hay grandes revelaciones del pasado y si dices que He-Man no aparece hasta el 5º número mal lo veo, ¿solo habrá combates en el último número? y no creo que sea muy largo ya que hablarán del futuro tambíen. Falta emoción.

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