29 de abril de 2013

Iron Man 3 (2013)

Iré al grano para que podáis despotricar en los comentarios sin necesidad de llegar hasta el final de la entrada: la nueva película de Iron Man no es santo de mi devoción. Las interpretaciones son buenas, te ríes a ratos, hay escenas de acción bastante ocurrentes, los efectos especiales están logrados y, en definitiva, te entretienes durante algo más de dos horas, que es de lo que se trata cuando vas al cine; pero, por otro lado, la película es demasiado densa, peca de exceso de coñas, adolece de arritmia narrativa, colecciona sinsentidos como otros coleccionan cera en los oídos y, lo que es peor, en ningún momento logró que me implicara en su historia. ¿Y dónde se han metido todas aquellas canciones roqueras de AC/DC y Black Sabbath? ¿Cómo se les ocurre empezar la película con el Blue (Da Ba Dee) de Eiffel 65? ¡¿Nos hemos vuelto locos o qué?!

No me malinterpretéis. Iron Man 3 no me ha parecido un truño infumable ni una aberración a los ojos de Dios, simplemente me esperaba otra cosa. Lo mismo puedo decir de la pizza de jamón y bacon que me tomé durante la proyección y no voy a hacer un drama de ello.

¿Qué?, ¿vosotros nunca habéis comido pizza en el cine? ¿Acaso os parece mal? Pues si no quisieran que comiéramos pizza en la sala y apestásemos a todo el que se encuentre en un radio de diez metros, digo yo que no pondrían un Telepizza en el vestíbulo.

25 de abril de 2013

Juego de Tronos: El Camino del Castigo

Qué título, damas y caballeros, qué título. El Camino del Castigo nada menos. Suena trágico, casi fatídico. Lo de caminar ya preocupará a más de uno, pero si encima le añadimos la palabra castigo, ¡BAM!, es brutal. Y, sin embargo, han cascado el título a uno de los episodios más hilarantes que recuerdo de toda la serie. No bromeo. Este episodio es para troncharse. Haría reír incluso a mi contable. Si yo tuviera uno, quiero decir.

Y realmente no hay nada más que necesite añadir a esta introducción, porque, tras el salto, os esperan casi 3.000 palabras de recapitulación desopilante, y dentro de unos minutos, probablemente estaréis pensando en que deberíais haber ido al baño antes de empezar a leer. Es más, aprovechad para hacerlo ahora. Y de paso, coged algo para picar, una pieza de fruta o cualquier otro alimento sano, como Doritos Chilli Pepper o una caña tamaño XL rellena de crema.

Pero antes de comer, lavaos las manos, ¿eh?, no seáis guarros.

22 de abril de 2013

Aladdín (Super Nintendo)


Si pudierais pedir tres deseos, ¿cuáles serían? Yo los tengo muy claros: 1) matar a Neal Adams por haberse atrevido a escribir ese horror de cómic titulado Batman: Odisea, 2) hacer que Hugh Jackman se enamore de mí, y 3) resucitar a Neal Adams, porque, oye, el tipo no sabrá escribir guiones, pero dibuja muy bien. Como veis, me gusta saltarme las reglas.

Pasando ya al primer asunto del orden del día, debo empezar por decir que el Aladdín de Capcom, también conocido como Disney's Aladdín, es probablemente el videojuego de Super Nintendo que más veces me he pasado. Puede que haya dicho eso mismo antes de otros cartuchos, pero no pienso releerme mis propios artículos para confirmarlo y confío en que vosotros también seáis demasiado vagos como para hacerlo. Conclusión: tendréis que creerme.

El juego salió a la venta en 1993 y, como podéis suponer si no nacisteis con dos cromosomas de menos, está basado en el largometraje de Disney del mismo título, que se estrenó en Estados Unidos apenas un año antes. Aunque la película llegó a España estando ya próximas las Navidades de 1993 (lo recuerdo porque pasamos por Cortilandia justo después de verla y El Corte Inglés solo instala ese delirio animatrónico en Navidad), se convirtió rápidamente en uno de mis clásicos Disney favoritos, tanto que aún hoy sigo sabiéndome de memoria la mayoría de sus canciones. ¡No hay un genio tan genial!

18 de abril de 2013

Juego de Tronos: Alas negras, palabras negras

Por si no lo dedujisteis de mi artículo de más de dos mil palabras sobre el episodio anterior de Juego de Tronos, estoy entusiasmado con esta nueva temporada, tanto como cuando descubrí que un segundo Modulok había aparecido en mi caja de muñecos de los Masters del Universo por generación espontánea. No sé si diré lo mismo o, por el contrario, me sentiré tentado de bañarme con la tostadora cuando lleve escritas algunas entradas más sobre largos paseos por el campo, culebrones palaciegos y bichos que nunca veremos en la enciclopedia de animales de National Geographic; pero de momento, y esto es lo importante, la cosa marcha. Y no os preocupéis. Ni siquiera tengo tostadora y solo me baño cuando llueve.

En este segundo episodio, titulado Alas negras, palabras negras, no hay ni uno solo de los elementos fantásticos que tanto me gustaron de la premiere y los decorados, aunque superiores a los que se ven en la mayoría de series de televisión, son más pobres; pero, mirándolo por el lado bueno, los diálogos siguen siendo frescos, aparecen algunos personajes nuevos, regresan otros viejos y a Tyrion le hacen una limpieza de sable valyrio.

Veamos si todo eso compensa las carencias ya señaladas.

15 de abril de 2013

He-Man and the Masters of the Universe #6 - The Power!

¡Sacad el confeti porque esto hay que celebrarlo! Estamos a punto de terminar nuestro largo repaso de los nuevos cómics de He-Man y los Masters del Universo que DC empezó a publicar en septiembre del año pasado.

Pero no todo el monte es orégano. Keith Giffen, que ha estado a cargo de los guiones desde el segundo número de la colección, ha decidido concluir esta etapa con un cliffhanger inesperado y la promesa de nuevos números por venir, lo que significa que las ventas han sido buenas y la editorial y Mattel apostaron por caballo ganador, o que el mundo se ha vuelto loco, una de dos.

Si aborrecéis mis entradas sobre los Masters tanto como parecen indicar las estadísticas del blog, eso podría ser una mala noticia para vosotros, porque significaría más de lo mismo durante quién sabe cuánto tiempo más. Por suerte para la mayoría de mis lectores, y demostrando algo poco habitual en mí, esto es, buen criterio, no voy a seguir comentando todos y cada uno de los números nuevos que salgan. Habida cuenta de que mis artículos tienen menor reclamo que un concierto de Luis Miguel, es evidente que haría mejor en dejar de daros la murga durante una temporada. Además, necesito quitarme esta sensación de quemazón que tengo con He-Man y sus heroicos compañeros. Después de todo, existe un límite al número de chistes que pueden hacerse sobre homosexuales en taparrabos y yo ya lo rebasé en enero.

Haciendo un repaso rápido para los rezagados, al final del número anterior, y después de superar mil y un peligros (o cinco para ser exactos), Adam recuperó la Espada del Poder y con ella, sus recuerdos, incluso el de aquella vez que entró en un bar a llamar por teléfono y acabó bailando El bimbo con un motero cubierto de cuero de la cabeza a los pies. Ahora los Masters del Universo se disponen a vengarse de Skeletor por haberles hecho vivir una vida que no les correspondía.

¿Los buenos se vengan? Hombre, pues razón no les falta. Puede que Adam sólo tuviera que cortar leña y cuidar de su padre enfermo, pero apuesto a que otros Masters corrieron peor suerte. Al pobre Fisto, por ejemplo, puedo imaginármelo trabajando en la industria porno gay de Eternia como fluffer.

¿Veis? A eso me refería con los chistes sobre maricas.

11 de abril de 2013

Juego de Tronos: Valar Dohaeris

A diferencia de una menstruación que se retrasa de forma inesperada, todos sabíamos que este momento llegaría y cuándo. La serie Juego de Tronos ya está de vuelta en antena, y con ella, estas maravillosas entradas que tanto os gustan y en las que suelen acabar las personas que buscan cosas como "juego de tronos + tetas" en Google.

Efectivamente, el 31 de marzo comenzó la tercera temporada de la serie que todos esperábamos con ansiedad. ¿Todos? No, yo soy un hombre paciente y tengo cosas importantes que hacer. Los chinitos no se esmeran cosiendo zapatillas si no los mantienes recluidos y controlados 24 horas al día, ¿sabéis?

Esta nueva temporada se basa en la primera parte de la novela Tormenta de espadas, y hablamos de primera parte porque el tercer libro de la serie Canción de hielo y fuego es tan tocho que hay que dividirlo en partes. Y aun así apostaré bajo seguro si digo que algunos episodios tendrán poca chicha, que ya sabemos de qué pie cojea HBO.

Por suerte, este no es el caso. Este episodio es uno de los mejores que hemos visto hasta ahora. O a mí lo parece, que es lo que importa.

Pero vayamos por partes.

8 de abril de 2013

Rurouni Kenshin (2012)

Todo el mundo está de acuerdo en que los ninjas son, ejem, "tope guays" y una gran fuente de inspiración. Pero a veces tenemos la vista tan puesta en estos asesinos sigilosos, si es que se dejan ver, que nos olvidamos de que los samuráis también molan. Miradlo de este modo: los samuráis son como los Jedi del Japón feudal. Además, ¿a quién llamas si tienes apetito? No a los gatos del arrabal, ni a los gatos fluorescentes resistentes al sida, no. Llamas a los Gatos Samurái.

Por otro lado, los vagabundos, ya discutan con palomas o acusen al gobierno de haberles robado sus ideas, también tienen su lado romántico.

En conclusión, un samurái vagabundo es lo más. Y eso es precisamente lo que es el protagonista de Rurouni Kenshin, el manga más popular de Nobuhiro Watsuki.

Si bien tengo montones de cómics americanos de superhéroes, tantos que amenazan con echarme de casa, los mangas que he llegado a completar se pueden contar con los dedos de una mano: Dragon Ball, Captain Tsubasa, Saint Seiya, Dash Kappei, Kurogane, Mazinger Z, Star Wars (la trilogía original), Dr. Slump y, claro está, Rurouni Kenshin. Es una mano bien surtida de dedos, eso sí.

A pesar de que a finales de 1999 la publicación original de Kenshin ya había concluido, la editorial Glénat tardó cinco años, desde 1999 hasta 2003, en publicarla, por lo que completar la colección de 28 tomos se me hizo eterno. No obstante, aguantar hasta el final mereció la pena. Rurouni Kenshin es un cómic tan bueno como dicen por ahí. Hasta tiene un travestí que pelea con guadaña.

Hoy, diez años después de que terminase la colección y habiéndomela leído nuevamente en su reedición de 22 tomos, la película de acción real de Rurouni Kenshin está a punto de salir a la venta en España. Ha tardado ocho meses en salir, pero al menos ha habido una distribuidora con las narices de adquirir los correspondientes derechos, aunque haya sido más de medio año después de que todas las personas que tuvieran un mínimo interés en ella la hayan visto en Internet. Aun así, aplaudo la iniciativa de Media3 Estudio. Y si para la próxima película japonesa que traigan consiguen solucionar el problema de la extemporaneidad, les aplaudiré sin un ápice de sarcasmo.

4 de abril de 2013

He-Man and the Masters of the Universe #5 – The Sword and the Sorceress

Nos acercamos al final de la colección principal de los Masters del Universo y voy a sincerarme con vosotros: acabo de visitar el trono, han cortado el agua en todo el edificio y no hay nada que pueda arrastrar eso cañerías abajo. Y por lo demás, menuda patata de colección.

He seguido religiosamente el relanzamiento de estos cómics y comentado cada uno de sus números en el blog, incluidos los minicómics y las historietas de los orígenes de Eternia (¡podéis verlo todo en la sección de grandes sagas! ¡y no os olvidéis de comprar un souvenir antes de salir!), y en contra de todo pronóstico, lo peor que he visto hasta la fecha ha sido la colección principal.

No necesito volver la vista atrás para recordar que la serie empezó de forma bastante prometedora, pero desde entonces ese enorme globo de posibilidades se ha ido deshinchando hasta llegar a un punto en el que me cuesta ver sus aspectos positivos, y me temo que si tuviera que responder a la pregunta "¿Leerías estos cómics si tuvieran otros protagonistas?", lo haría con un rotundo no. O con un NS/NC, que es más socorrido y jode las estadísticas. Lo que sea por hacer la puñeta.

La parte más triste es que DC no haya encontrado a ningún autor a la altura de una franquicia tan rica y variopinta como la que tenemos entre manos. Quizá por eso siempre he sido más fiel a Marvel, aunque su tan anunciado Age of Ultron tampoco es que sea la repanocha, todo hay que decirlo. En cambio, el Spectacular Spider-Man, que no veía yo nada claro que fuera a gustarme, chapó; me encanta por dónde ha llevado Dan Slott la serie desde aquel polémico The Amazing Spider-Man #700.

Pero yo no iba a hablaros de nada de eso. Dejad de rayarme.

1 de abril de 2013

Top 7: Figuras de acción de G.I. Joe


A pesar de comprar los muñecos, seguir la serie de televisión e incluso completar la colección de cromos cuando era un crío, en todo el tiempo que llevo escribiendo en Internet, los únicos artículos en los que he dedicado algunas líneas a los G.I. Joe son uno sobre juguetes que siempre quise, pero nunca tuve y otro sobre los juguetes que me regalaron el día de Reyes de 1990. Al menos que yo recuerde. Comprendedlo, es medianoche y si no me acuesto ya, tendré que beberme otro gin-tonic para que la resaca no me alcance; ahora mismo no estoy para rememorar todo lo que he escrito en los últimos cinco años.

Por lo tanto, y aprovechando el reciente estreno de la película G.I. Joe 2: La venganza de los caídos, voy a desquitarme hablándoos de algunas de las figuras de acción de esta colección que Hasbro comercializó en los años ochenta.

Y a sabiendas de que muchos de vosotros os saltaréis estos párrafos introductorios para pasar directamente al top 7, os advierto de todos modos que las figuras que he incluido en esta lista son muñecos que tuve. Me hubiera encantado hablar de Snake Eyes, Storm Shadow e incluso de la Baronesa, por aquello de contar con un poco de presencia femenina entre la ristra de androides y über-machos que vais a ver; pero esos juguetes jamás formaron parte de mi colección, así que tendréis que conformaros con lo que hay, esto es, tres soldados sin nombre que servían de carne de cañón en la batalla y cuatro personajes de los que probablemente solo recordéis dos. Y aun así, eran mis favoritos. Cuando terminéis de leer, imaginaos cómo sería el resto.