11 de diciembre de 2014

Cinco muñecos de 'Star Wars'


El teaser trailer de la próxima película de La guerra de las galaxias, dirigida por el chaquetero J. J. Abrams, ha arrasado en Internet. Sus cinco imágenes mal contadas han dado que hablar más que la crisis del ébola y las torturas de la CIA juntas, y el sable láser con guardamanos ha sido objeto de miles de chascarrillos y fotomontajes, a cada cual más exagerado y ridículo. Yo soy más bien de la opinion de que algo tenían que inventar. De hecho, me parece más sorprendente que hayan mostrado un soldado de asalto afroamericano... sin casco. Si Lando Calrissian sigue vivo, el personaje de John Boyega se confirmaría como el negro con el segundo mejor puesto de trabajo de toda la galaxia.

En fin, aprovechando el despertamiento de la Fuerza y que estamos en Navidad, que es la época del año en la que se dilapida más dinero en juguetes, hoy voy a hablar de cinco muñecos de Star Wars elegidos al tuntún y sin ningún orden en particular. En concreto, hablaré de muñecos de Kenner. Todos los habéis visto. Son del tamaño de un G.I. Joe, tienen la movilidad de un Playmobil y normalmente vienen con uno o dos accesorios, ya sea un bláster o una vibro-hacha de esas que sirven tanto para cortar cabezas, como para limarte los callos de los pinreles. Aunque la calidad de los muñecos de Kenner es cuestionable, su variedad pone a los coleccionistas los pelos como escarpias. Casi cualquier personaje de las películas, series, cómics, libros o videojuegos tiene su propia figura de acción, incluso aquel tipo con cara de yak que aparece tres segundos en el esquife de Jabba en El retorno del Jedi.


C-3PO (con extremidades removibles)


¿Por qué comprar a vuestro hijo un muñeco de C-3PO al que seguramente acabará arrancándole brazos y piernas cuando podéis comprarle un muñeco de C-3PO con extremidades removibles de serie? Os diré por qué: porque elegistéis mal, o porque ya se lo habíais comprado antes de que esta figura saliera a la venta en 1982. Esto nos lleva a una conclusión ineludible: o bien no reconocéis una ganga nada más verla, o bien ya deberíais haberos hecho algún que otro examen de próstata.

Todos deberíais conocer la historia que hay detrás de esta estatuilla descuartizada. En El Imperio contraataca, al poco de llegar a la Ciudad de las Nubes, C-3PO se topa con varios soldados de las tropas de asalto que le disparan a quemarropa para evitar que revele la cena sorpresa que ha preparado Darth Vader para Han Solo y la princesa Leia. Chewbacca encuentra las piezas recupera las piezas de unos pigmeos con cara de cerdo que trabajan en una especie de desguace o fundición y reconstruye mal que bien al cojijoso androide de protocolo.

El muñeco, como veis, venía con su propia bolsa de plástico para poder cargar el torso y los miembros amputados a la espalda de Chewie. O de cualquier otra figura, si es que defendeis el derecho de los wookies a no ser tratados como mano de obra esclava. En todo caso, se venden por separado.


Amanaman


Si visteis El retorno del Jedi cuando eráis unos críos, es tan probable que os gustasen los adorables ewoks como que las escenas del palacio de Jabba os dieran un poco de canguelo. Aunque el maestro Yoda diga que el miedo conduce a la ira, la ira al odio, el odio al Lado Oscuro y el Lado Oscuro al cuero negro y los potros con cadenas, no hay nada de lo que avergonzarse. El palacio de Jabba era un antro sucio y tenebroso donde tenían cabida las criaturas más espantosas de la galaxia, desde una patata gigante con colmillos y garras hasta un elefante azul percusionista. Maquillaje, disfraces y marionetas al servicio del horror. Una obra de arte de la gente de ILM.

Uno de los huéspedes del Al Capone hutt que siempre me ha fascinado, porque me encantan las marionetas, es una especie de reptil bípedo de metro noventa que va arrastrando los brazos por el suelo y que sale unos cuatro segundos en pantalla.

¡Ahí está!

Según la Wookiepedia, esta criatura se llama Amanaman, que suena a canción de los Teleñecos o a nombre de superhéroe; pero sólo es un mote. Su verdadero nombre probablemente tenga dos apóstrofes y cuatro consonantes por cada vocal y sea impronunciable por un ser humano.

Amanaman no sólo es uno de esos alienígenas que se sienten lo bastante cómodos con su cuerpo como para ir por ahí en pelota picada, sino también un recolector de cabezas. Algunos coleccionan sellos, otros muñecos de Mi pequeño pony, y a Amanaman le tiran los cráneos. El muñeco refleja su hobbie con horripilante precisión, luciendo tres cabezas momificadas de distintos tamaños colgadas de su cayado.

Sin duda, es una de las figuras más detalladas y espeluznantes que hizo Kenner.


Luke Sywalker ('Imperio Oscuro')


Aunque entre mi hermano y yo llegamos a acumular una cantidad suficiente de juguetes de Star Wars como para llenar una caja de zapatos, el único muñeco de nuestra colección que podía considerarse "raro", más que nada por no aparecer en ninguna de las películas, era el Luke Skywalker de Imperio Oscuro, que compré en una exposición sobre la entonces hexalogía galáctica. Me gustaría pensar que si aún lo conservase en su caja, podría hacerme de oro con él, pero lo he visto a la venta por nueve dólares en Amazon.com, así que tendré que seguir yendo a trabajar.

Los cómics de Imperio Oscuro nos cuentan como seis años después de mandar al cuerno la segunda Estrella de la Muerte, nuestros héroes galácticos continúan guerreando contra el Imperio, que, muy lejos de derrumbarse en cuestión de minutos como en la edición especial de El retorno del Jedi, ha contraatacado (otra vez) a las órdenes de un clon trasnochado del Emperador que toma bajo su tutela a Luke Skywalker.

¿Por qué se pasa Luke al Lado Oscuro? ¿No había superado ya esa fase de su vida? Hace tiempo que me leí estos cómics y ya no lo recuerdo, pero el reverso de la caja del muñeco dice que Luke quiere aprender los secretos más oscuros del Emperador. Imagino que se refiere a cosas como si el Emperador hace trampas cuando juega a Hundir la flota, o si deja palominos en los calzoncillos. No me extraña que el Universo Expandido no se considere canon.

Odio pelear contra hombres desnudos.

Este muñeco es uno de mis favoritos porque las capas negras de conde transilvano denotan clase y Las rayas horizontales de las mangas también le dan un toque de elegancia clásica. Cuando eres un maestro Jedi tienes que cuidar las apariencias, no todos pueden ser unos viejos andrajosos como Obi-Wan o Yoda y seguir viviendo del cuento.

Además de un bláster corriente y moliente, Luke va armado con un sable láser rojo, señal inequívoca de su nueva afiliación en ese "tontiverso" creado por George Lucas donde los malos ni siquiera pueden escoger el color de sus armas.

Como dato curioso, la mano derecha del muñeco es de quita y pon. Hay quienes desafían arrojando el guante, Luke lo hace lanzándote a la cara su prótesis robótica. ¿Tendrá plaza de minusválidos para su X-Wing?


Jabba Glob



Al mismo tiempo que se estrenaba La amenaza fantasma, George Lucas ponía en marcha la poderosa maquinaria del merchandising para satisfacer la demanda de los hypeados fans de la saga galáctica. En los años setenta, este orondo señor de descomunal bocio ya demostró tener una gran visión de futuro al negociar con 20th Century Fox un salario menor a cambio de adquirir los derechos de licencia sobre los productos derivados de la película (camisetas, juguetes, cómics, herramientas de labranza...), así que no es de extrañar que aprovechase al máximo esta nueva oportunidad de engrosar las riquezas entre las que nadaba cual tío Gilito.

Yo tuve la suerte de que el año de estreno de la película estuve con mis padres de vacaciones en la Gran Manzana (Big Apple, 3 AM) y, entre otros souvenirs mucho menos alucinantes, me traje a casa un Jabba que vomitaba Blandi Blub. FAO Schwarz, la famosa juguetería de Nueva York, dedicó una planta entera, con sus ciento treinta y cinco metros cuadrados, a juguetes de Star Wars, y yo elegí llevarme este muñeco. La reina Amidala no me atraía tanto, porque sólo vomitaba en el cuarto de baño, a solas y justo después de comer.

Jabba no soporta el alcohol.

Aunque no se puede apreciar en las imágenes, el muñeco de Jabba está hueco y el torso puede separarse para introducir en él el Blandi Blub y los globs, que son unas ranas espaciales que sólo se encuentran en Tatooine y que los hutts consideran una delicia culinaria. Con un aspecto tan sabroso, me alegro de que la caja advirtiera que estas criaturillas verdes sólo son comestibles para los hutts, no para los humanos.

Una vez hemos llenado a Jabba de viscosidad y bichos, sólo nos queda estrujar su sebosa cabeza de goma para ver cómo excreta el moco verde con tropezones por la boca. Es una estampa repugnante y, por eso, me encanta.

¿Creéis que podría haberme traído un recuerdo mejor de aquel viaje a Nueva York? Por supuesto que no. Entre un hutt de juguete que pota Blandi Blub y un imán de nevera del Empire State no hay color.


Princesa Leia (esclava)


Cualquier friki tiene claro cuál es su Leia favorita: la Leia esclava. Esa combinación de bikini metálico y collar con cadena, inspirada en el cuadro de La reina egipcia de Frank Frazetta, ha alimentado las fantasías eróticas de millones de adolescentes desde 1983.

Sin embargo, esta no fue la Leia favorita de Carrie Fisher, porque, aparte de dar una imagen retrograda e instrumentalizada de la mujer, la pobre mujer tuvo que hacer mucho ejercicio para verse bien ante las cámaras con tan poca ropa. Ya no le bastaba con seguir una dieta sana y esnifar cocaína para lucir tipo. Tuvo que ir al gimnasio.

El caso es que pese a la variedad de muñecos de la colección de Kenner, la compañía nunca se atrevió a sacar una Leia esclava, porque pensó que una mujer semidesnuda en miniatura con su propia correa no era la clase de juguete con el que unos padres responsables querrían ver jugar a sus hijos.

El propio George Lucas era bastante mojigato, porque a pesar de no dirigir El retorno del Jedi, fue él quien, al advertir que Carrie Fisher tenía un busto generoso, desbordante en aquel diminuto bikini, decidió ponerle cinta americana en el pecho como medida de contención pectoral. Esto sí que deberían haberlo retocado en las ediciones especiales. Los fans no se merecen que los engañen.

Lo que pudo ser y no fue.

Así las cosas, hasta que Hasbro produjo la primera figura de Leia esclava en 1997, los coleccionistas tuvieron que contentarse con una princesa mucho más recatada.

La lástima es que nunca haya habido una muñeca de Leia basada en el póster que dibujaron los hermanos Hildebrandt en 1976 para promocionar la primera película de la saga. Ese debería haber sido el vestido que Leia llevase en La guerra de las galaxias y no la túnica de monja cisterciense que le pusieron. ¡Incluso la actriz Jean Rogers enseñaba más cacha en el serial de Flash Gordon de 1936!

Pulp.

7 comentarios

  1. eh! esos monigotes no los conocía...Yo tenía al Darth Vader con el brazo semihueco en el que se envainaba una tira de plástico a modo de sable láser.
    Nunca me ha gustado que saquen a la venta muñecos para "recrear" una sola escena...pero es mercadotecnia y nada se le puede hacer.
    La Princesa Leia si me cautivo en su rol de esclava, para esas décadas no estaba tan tirada a la calle y Yo apenas descubriendo el mundo jejeje.
    Lo bueno que fueron al azar, así me tocó conocer otros miembros de la elite plástica.
    Recuerdo que tuve al Luke vestido de negro pero no tan molón como el que presentas.
    En fin, desde que cambiaron a los Chewbacas por ewoks en el retorno del Jedi por mercadotecnia, la saga se fue al carajo. De la última trilogía unicamente me gusto la 3, y eso porque amarraban la continuidad de la historia...aunque demasiada forzada la continuidad.
    Buena entrada, espero continuen las entradas interculturales, sobre todo de gastronomía navideña.

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  2. El único que me sonó fue el CP3O desmontable, porque tuve uno en mi infancia (por aquí la compañía responsable era Lili Ledy, aunque por las fotos eran idénticos). Recuerdo que era casi imposible mantenerlo unido y fue de los primeros en perderse, por partes. Por otra parte, también teníamos la versión completa.

    Junto con los de mis hermanos, puedo recordar que tuvimos: el Darth Vader de brazo hueco y el Luke trajeado en negro que menciona M@nchitas. Y Yoda, dos ewoks, Chewbacca, un soldado imperial, el bicho raro que viaja con Landon en el Halcón Milenario en El regreso del Jedi, el admirante Ackbar (It's a trap!), un oficial del imperio (no recuerdo si genérico o con nombre propio) y a Jabba. Probablemente alguno más que no recuerdo.

    Y las naves y vehículos, que eran geniales; allí la cosa estaba más limitada a un B-Wing y un AT-ST Walker.

    Y dicen las leyendas que un vecino tenía una colección casi completa. Yo nunca la vi, pero mis hermanos dicen que sí era enorme y que hasta tenía Stormtroopers repetidos para formar un ejército.

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  3. Cuando leí «Amanaman», la primera palabra que pensé fue «Anpanman». Lo sé, desbordo referencias de anime

    Nunca había reparado en los atribustos de Carrie Fisher, que algún día salga una figura que le haga justicia.

    Creo que los únicos juguetes que tuve de Star Wars fueron el C-3PO de coyunturas inamovibles y un R2-D2 que terminó haciendo las veces de cubo de basura en alguna aldea Playmobil® después de desparecerle las «piernas». Entre mis planes está el comprarme, algún día, el «Halcón Milenario».

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  4. Yo nunca tuve muñequitos de Star Wars pero oye esa Jabba podria sustituir la parte de arriba del Slime Pit de Masters del Universo. Seria aun mas bizarro XD

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  5. Tuve muñecos de Luke, Han Solo, un soldado de asalto y Qui-Gon Jinn por nombrar los más notables, pero se habrán perdido en alguna mudanza.

    Ojo, que los tres últimos en realidad son de Hasbro (aunque lanzados a la venta bajo la marca de Kenner, que aún existía para entonces)

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  6. M@nchitas: De gastronomía no hay nada en el horizonte, lo siento. Con el calendario de Adviento va que arde..

    gt7h1: La colección de ese vecino tuyo pudo existir. Yo quiero creerlo.

    LacraESECEFE: Ese Halcón acabará cogiendo polvo encima de algún armario. Salvo que sea el sueño de tu vida, déjalo pasar.

    Vladek: Si se pudieran combinar... sí, sí. Qué maravilla de ingenio sería.

    Domingo: I know it. Kenner no existe desde hace un montón de años, pero para mí siempre serán los muñecos de Kenner.

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  7. Yo es fui mas de muñecos de dinosaurios, pero recuerdo que unos primos míos tenían una colección de figuras. Recuerdo a dos Stormtroopers, a Chewie, Han Solo disfrazado de soldado imperial, a uno de los cazarrecompensas de Jabba (Bobba Fett) y a un tipo muy raro con colmillos que le salían de una cresta que tenia en la cabeza. Este ultimo no se quien es, pero debe de tratarse de uno de esos personajes que salían un par de segundos en pantalla pero automáticamente ya tenían su correspondiente juguete. Pero esa es mi unica experiencia con juguetitos de Star Wars. Curiosamente, mi hermano colecciona ahora naves de Lego.

    Buen articulo, aunque noto poco entusiasmo con respecto a la nueva trilogía.

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