2 de agosto de 2015

'Un hechizo para Camaleón', de Piers Anthony

Hay muchas clases de novela de fantasía y las hay para todos los gustos. La mayoría son pastiches que viven a la sombra de la trilogía de El Señor de los Anillos, con sus humanos, elfos, enanos y orcos; todo épica, prosopopeya y largas descripciones acerca del musgo que crece en los árboles. Pero también están las que tienen un enfoque más realista, de ambientación generalmente medieval, donde lo fantástico es excepcional y secundario, y los hombres, y no las criaturas de leyenda, son los protagonistas. ¿Y qué me decís de las novelas de fantasía que se desarrollan en mundos decadentes y oscuros, a veces aterradores, con sus nigromantes, súcubos y momias revividas? Podría pasarme todo el día enumerando subgéneros si no fuera porque tengo mejores cosas que hacer, como procurar no morir deshidratado por culpa de esta maldita di... alteración intestinal.

La saga de Xanth, de Piers Anthony, podría ser una categoría en sí misma, ya que es poco probable que hayáis leído algo similar antes; pero si tuviera que compararla con otras series más populares, diría que guarda bastantes puntos en común con libros como El mago de Oz o Alicia en el País de las Maravillas, ya que en ella la magia empapa cada rincón del mundo y no solo a los personajes y criaturas que lo habitan.

La colección  empezó a publicarse en 1977, el mismo año que El Silmarillion, La Espada de Shannara y Un puente hacia Terabithia. Desde entonces, Piers Anthony ha escrito otros treinta y nueve libros sobre el mundo de Xanth, ¡más de los que aprendimos a contar con Barrio Sésamo!, lo que convierte esta saga fantástica en una de las más prolijas y combadoras de estanterías que existen.

Xanth es una península oculta al resto del mundo en la que habitan magos, centauros, ogros, quimeras, dragones e incluso ninfas que crecen plantando avena cuando hay luna llena y regándola con pis. En esta tierra mágica donde lo imposible está al orden del día, cada hombre tiene un hechizo que solo él puede lanzar. La mayoría de hechizos son de la variedad "mancha en la pared" y menos útiles que sacar un conejo de una chistera; pero hay magos de categoría que pueden controlar el clima, crear ilusiones o transformar a un ser vivo en otro.

En este mundo vive Bink, un pueblerino que no puede evitar hacerse mil y un preguntas sobre la naturaleza mágica de Xanth y que, estando a punto de cumplir veinticinco años, aún no ha descubierto cuál es su talento mágico. Esto no solo le convierte en el blanco de burlas del resto de "chavales" de su pueblo, sino que si no descubre cuál es su hechizo antes de su próximo cumpleaños, el Rey lo desterrará a Mundania, nuestra aburrida y nada mágica Tierra (si descontamos Disney World).

Como Bink no quiere dejar Xanth ni separarse de su prometida Sabrina (a la que aún no se ha trincado), se embarca en un peligroso viaje hacia el castillo del Buen Mago Humfrey, de quien espera que pueda decirle cuál es su poder oculto..., si es que lo tiene. Y si no, puerta.

Sabía que volvería a utilizar este gif pronto.

No puedo contaros mucho más sobre la trama ni sobre los personajes sin destriparos los mayores giros del libro, ni siquiera debería explicaros a qué responde el título, así que... no lo voy a hacer. Pero sí puedo deciros que la historia no acaba con el viaje inicial de Blink y que hay en juego mucho más que su destino. ¡El futuro de todo Xanth podría depender de él!

Un hechizo para Camaleón es una novela corta, sencilla y entretenida; la clase de libro que uno se lee del tirón en una tarde de verano tumbado al sol esperando que ningún pájaro le cague encima, o en la cama de noche a la luz de la lámpara esperando que no le pique ningún mosquito. A mí desde luego me resultaba difícil dejar de leer, sobre todo porque quería descubrir cuál era el poder mágico de Bink, que es la gran pregunta dramática del libro junto a "¿Con quién preferirías estar?, ¿con una tía despampanante pero más tonta que mandada hacer de encargo, o con una mujer fea pero inteligente?". ¡Ah, los grandes interrogantes universales!

Aunque el argumento podría ser el de un cuento infantil, el libro está dirigido principalmente a adolescentes. Bink, un tanto inmaduro para tener veinticuatro años y con las hormonas haciendo horas extra, inicia su búsqueda porque quiere pertenecer a un grupo y que los demás reconozcan su valía, que en definitiva son las típicas inquietudes de un adolescente, y aunque cree que sabe distinguir lo bueno de lo malo, el viaje que emprende le obliga a replantearse aquellas ideas preconcebidas que tanto defiende.

Para un chaval de entre doce y dieciséis años que pueda detenerse a pensar en glándulas mamarias incluso en situaciones de vida o muerte debería ser fácil empatizar con Bink.

El autor está hecho un chaval.

En cuanto a la estructura del libro, cada capítulo contiene una pequeña aventura, con introducción, nudo y desenlace propios, y todas ellas siguen el mismo hilo argumental y conforman una aventura mayor. No hay largas parrafadas ni descripciones farragosas, y los diálogos predominan sobre la narración, haciendo de la lectura un agradable paseo para cualquiera que superase la educación primaria. Además, sin ser brillante ni forzar el humor a costa de la historia, el libro es gracioso, aunque muchos juegos de palabras se pierden con la traducción al español.

Ahora bien, si hay algo que destacar de Un hechizo para Camaleón es la gran imaginación del autor. Xanth es una tierra mágica realmente fascinante, en la que no solo las personas están imbuidas de magia, sino también las plantas, los animales e incluso las cosas inanimadas. Así, por poner algunos ejemplos, hay un río que convierte a quien bebe de él en pez para rellenar sus existencias, árboles que dan gasolina, criaturas mitológicas como el basilisco o la quimera, y edificios conscientes. Es una tierra a la que uno le gustaría viajar y descubrir a pesar de sus peligros. Al fin y al cabo, ¿para qué se inventaron si no los seguros de viaje?

La triste y genérica portada de la edición española.

Aunque podría criticar algunos aspectos menores del libro, que en ningún caso pretende ser alta literatura, su defecto más serio y que trae a los críticos de cabeza es que es una novela más machista que las canciones de Romeo Santos. No solo hay personajes que son para dar de comer aparte, lo cual no es un problema en sí mismo (ya solo faltaba que un escritor tuviera que ceñir su dramatis personae a lo políticamente correcto), sino que todo el libro transpira un machismo casposo y rancio que ni siquiera puede disculparse por la década en la que se escribió, ya que en 1977 el movimiento feminista estaba firmemente asentado, como demuestra que la princesa Leia fulminase soldados imperiales a tiro de bláster en los pasillos de la Estrella de la Muerte.

El primer indicio de pensamiento retrógrado lo encontramos nada más empezar a leer, en la primera página:

"Sabrina era absolutamente hermosa…, y su belleza era por completo natural. Otras muchachas conseguían realzar su aspecto por medio de cosméticos, afeites o hechizos especiales; no obstante, al lado de Sabrina, las demás mujeres parecían artificiales".

"Qué exagerado", pensaréis. "Yo no le veo ningún problema", dirá alguno. "¡Vete a por uvas, Tipo de la Brocha!", gritarán otros. Y ¿sabéis qué? Es verdad que no es para tanto. Pero la cosa empeora rápidamente. Rápidamente y a lo bestia. No hay que ir más allá del capítulo tercero para llegar al punto de no retorno. Y por punto de no retorno me refiero a un simulacro de juicio por violación en el que el juez, tras escuchar las declaraciones de víctima y acusado, llega a la siguiente conclusión:

"Supongo que, si a ella le hubiera desagradado el hombre, habría huido en el acto..., y que no la habría forzado si ella confiaba en él. En una comunidad tan pequeña como esta, la gente llega a conocerse bastante bien, y se producen pocas sorpresas verdaderas. No es algo concluyente, pero enfatiza el hecho de que ella no sentía una fuerte aversión de contactar con él, y que quizá le tentó con las consecuencias que más tarde lamentaría. Con toda probabilidad, si este caso se presentara en un juicio formal, se hallaría al hombre inocente del cargo por una cuestión de duda razonable".

Y lo peor no es la decisión del juez, triste más que otra cosa, sino la reacción de Bink al terminar el juicio, alegrándose simplemente de que haya durado menos de una hora. Supongo que plantearse si la situación en sí es o no aberrante ni se le pasó al autor por la cabeza.

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Pero por si no teníamos las cosas claras, al poco tiempo Bink se cruza con un soldado misógino que suelta perlas como esta:

"Las mujeres son la maldición de la humanidad [...]. Atrapan al hombre con el matrimonio de la misma forma que este árbol atrapa a sus presas y lo atormentan el resto de sus días".

Lo que piensa el propio Bink acerca de las mujeres también es para enmarcarlo. Aquí tenéis un par de ejemplos:

"No era tan fea como para alejarlo y tampoco tan hermosa como para despertar su desconfianza".

"Una muchacha bonita podría manifestar sorpresa e incomodidad si alguien veía su pecho desnudo, pero, en su interior, estaría satisfecha si la reacción provocada era favorable".

Y no penséis que este tipo de afirmaciones están reservadas a los hombres. Uno de los tres personajes centrales del libro es una mujer y dice lo siguiente:

"Las mujeres no tienen que volverse necesariamente feas al casarse. Algunas nacen así".

Supongo que la pregunta que debéis haceros es si podéis disfrutar de la historia y del mundo mágico que crea el autor a pesar de este tipo de reflexiones, que sorprenden más que ofenden y que alguien con sentido común debería ser capaz de tomarse a guasa.

En mi opinión, si sois capaces de ver clásicos Disney como La Cenicienta o La bella durmiente sin poner el grito en el cielo, seguro que también encontraréis elementos redimibles en Un hechizo para Camaleón.

9 comentarios

  1. En los cuentos de hadas el triunfo de los personajes femeninos suele ser conseguir casarse con un buen maromo que tenga mucha pasta. La Sirenita tiene que renunciar a lo que es y abandonar su hogar para poder estar con el príncipe, la Bella Durmiente y Blancanieves se ven obligadas a casarse con el príncipe que se aprovechó de ellas cunado estaban dormidas, la Bella se enamora del monstruo que la secuestró, la Cenicienta es incapaz de hacer nada por si misma y necesita ayuda de un ser mágico para salir de su situación.

    Si el libro está escrito como si fuera un cuento de hadas clásico es normal que destile sexismo, eso era la norma en la mayor parte de la historia de la humanidad hasta el siglo XX. Tiene más sentido que un mundo fantastico-medieval tenga valores más similares a la Edad Media que a los del siglo XXI.

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  2. Mira que te he dicho que no escribieses sobre diarrea! :-P
    Pues no conocía la serie, pero a ver si leo alguno.

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  3. La pena es que no siguieran traduciendo, sólo sacaron en castellano los dos primeros. Este hombre ha tenido muy mala pata con sus ediciones aquí.

    Saludos,
    Entro

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    1. Vaya hombre... pues eso me jode, pero si cada tomo es autoconclusivo igual me hago con los dos primeros de todas maneras.

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  4. Anonimatus: De medieval tiene poco. Otra cosa es que la ciencia de Xanth esté poco avanzada porque la magia suple muchas de sus necesidades, pero la suya no es una sociedad feudal. No hay excusas.

    Juan Germán Socías Segura: "Escribir sobre" y "mencionar" son cosas distintas. De este modo, cuando relea este artículo en el futuro, sabré cómo estaba cuando lo publiqué. Este blog también tiene un poco de diario.

    Entropía: Sí, es una pena. Pero no son traducciones fáciles, hay demasiados juegos de palabras.

    Juan Mendez: El primer libro es autoconclusivo, eso te lo puedo decir.

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  5. Anónimo8/8/15 15:52

    Un post que no va de la mierda de tronos y si de lectura ( y apenas tienes comentarios )


    Sorpresa, tu blog esta lleno de niños ratas

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    1. Es normal que haya pocos comentarios, hombre. Te digo los motivos: 1) es un libro; 2) es un libro muy poco conocido; y 3) la mayoría de la gente está de vacaciones.

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    2. Anónimo9/8/15 17:47

      Hola Anónimo de Juego de Tronos, cuánto tiempo! Se ve que tú también has debido estar de vacaciones porque has vuelto con las pilas recargadas de tu característica energía porculera…

      Supongo que pedirte que respetes el trabajo y el esfuerzo de Brocha (creo que sobra decir que se nota que se curra muchísimo los post y que el hecho de escribirlos en sus vacaciones y sin cobrar, es para ponerle un piso)… o los gustos de los demás (yo soy una flipada de GOT y me molestan tus chorradas) es perder el tiempo.…sólo quería comentarte que si vas a trollear (porque no has sido capaz, en todo este tiempo, de dejar ni un buen comentario, mínimamente inteligente, con un poco de contenido o argumentado), joder, por lo menos hazlo bien! te has dejado sin comentar un par de reseñas de GOT y hasta te ha tenido que cubrir otro usuario! mal tío, mal!

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  6. Anónimo9/8/15 17:10

    Hola Brocha! Feliz veranillo!! ^^
    No conocía el libro y me ha parecido que la saga tiene muy buena pinta aunque me parece una pena que el autor estropee un argumento bueno y original con esas pinceladas de machismo gratuito. Por la foto no parece tan mayor como para tener esa mentalidad tan retrógrada…en fin, no todos pueden ser Terry Prattchet (sniff, sniff….blurrrp). Habrá que seguir buscando…. :_(

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