3 de abril de 2016

'La mejor venganza', de Joe Abercrombie

¿Os habéis vengado alguna vez? A todos nos han hecho alguna vez la puñeta y hemos sentido el deseo de devolver el golpe, pero de ahí a tomarse uno la justicia por su mano hay un trecho. El "ojo por ojo, diente por diente" solo conduciría a la humanidad al desastre, al menos hasta que se inventen los ojos biónicos y la seguridad social cubra los costes de los implantes dentales.

Yo nunca he querido vengarme de nadie. Quizá haya deseado que a algún idiota le cayese un yunque en la cabeza, pero jamás se me ha pasado por la cabeza castigar a otra persona por hincharme las narices. Para empezar, dicen que la mejor venganza es la que se sirve fría, la que se medita y dilata en el tiempo, dejando que el enemigo se confíe, para culminar con un estallido de violencia solo apto para mayores de 18 años. Pero ese tipo de venganza exige ser paciente y rencoroso, mantener el fuego del odio vivo a golpe de fuelle hasta que llega el momento apropiado, y a mí se me pasan los enfados tan pronto como veo fotos de cachorros de labrador que parecen pollo frito rebozado.

En segundo lugar, también es verdad que nadie me ha dado nunca buenos motivos para vengarme, y no puede uno vengarse por cualquier tontería, ¿verdad? Si no me vengué cuando me birlaron mi juguete de Battle Cat, ya no creo que me vengue nunca.

Pero si hablamos de ficción, la venganza sí es lo mío. Mi novela favorita, El conde de Montecristo, gira en torno a la venganza, y también hay innumerables y maravillosas películas que se sirven de la venganza como premisa argumental, ya se trate de Uma Thurman abriéndose paso a golpe de katana para llegar hasta Bill, o de Charles Bronson fulminando a una banda de quinquis con su Magnum Wildey .457.

Por lo tanto, no me extraña que La mejor venganza me haya gustado tanto. Si el libro tratase sobre el karma, apuesto a que no lo hubiera querido ni para calzar mesas.


La mejor venganza (en inglés, Best Served Cold) es la cuarta novela ambientada en el universo de La Primera Ley, y también la cuarta que publicó su autor, Joe Abercrombie. Y aunque siempre está bien leer las sagas en orden por aquello de ver el cuadro completo y no destriparte otros libros que luego podría interesarte leer, se trata de una novela independiente.

La protagonista de la novela es Monza Murcatto, apodada la Serpiente de Talins, una curtida mercenaria que trabaja a las órdenes del duque Orso en una Styria asolada desde hace años por la guerra, cosechando victoria tras victoria para su señor y haciendo lo posible por que no la comparen con Xena, la princesa guerrera.

Su popularidad, sin embargo, le trae problemas de salud. Traicionada y mutilada, pero aún coleando, Murcatto solo tiene ya una cosa en mente..., y si pese a la larga introducción, no adivináis vosotros qué es, os daré una pista: empieza por "v" y no se trata de vinilos de Creedence Clearwater Revival.

Otra pequeña pista.

Dispuesta a llegar hasta donde haga falta para acabar con los siete felones que la traicionaron, Murcatto recluta a un equipo de lo más variopinto: Caul Escalofríos, un bárbaro que quiere ser mejor persona, pero que lo lleva claro en un mundo sin libros de autoayuda; Castor Moorver, un envenenador profesional demasiado pagado de sí mismo, y su joven e infantil discípula Day, que podía o no ser bulímica; Amistoso, un expresidiario autista obsesionado con los números, algo así como Dustin Hoffman en Rain Man, pero que también cose a la gente a puñaladas; Nicomo Cosca, un viejo soldado de fortuna al que los médicos diagnosticarían cirrosis hepática si supieran lo que es eso; y Shylo Vitari, una ninja pelirroja.

Imaginaos a los Siete Magníficos del filme de John Sturges, pero en versión oscura y retorcida. No, no vamos a encontrarnos ningún héroe en este dramatis personae, solo hombres y mujeres virtuosos de su profesión, pero plagados de vicios y defectos, una panda de indeseables de agárrate y no te menees sin apenas cualidades que los rediman.

Los personajes de La mejor venganza, por Darey Dawn. Me sobra uno.

Y es que en esta historia no hay lugar para otra cosa que no sea la venganza. No hay ninguna trama subyacente que se revele a mitad de la novela sobre unicornios u osos amorosos, ni desvíos en el camino trazado. Aquí todos los caminos llevan a Villavenganza. Hay consecuencias que van más allá de lo esperado y daños colaterales para parar un tren, pero el eje de la novela siempre es el mismo.

Por lo tanto, aunque la narración salte de un personaje a otro para imprimir dinamismo y variedad a la historia, esta es lineal, y no hay distintas subtramas que nos zarandeen de un lugar a otro para luego confluir en un mismo punto como en la trilogía de La Primera Ley, sino que seguimos a los personajes de A a B mientras siembran muerte y destrucción a su paso.

Uno que siempre está sembrando.

De hecho, la estructura de esta novela sería perfecta para una miniserie de televisión: tendríamos un episodio para establecer la premisa, otro episodio para reclutar al equipo de asesinos, un episodio por cada uno de seis hombres a los que hay que despachar antes de ir a por el pez gordo, un par de episodios de "relleno", y un episodio o dos para el desenlace.

No sé a qué espera la BBC para adquirir los derechos y tener un producto que pueda competir con el buque insignia de la HBO.


Ahora bien, a pesar de esa linealidad, la novela tiene los suficientes cliffhangers y giros de guión para evitar la monotonía y mantener al lector en vilo y pasando páginas compulsivamente. Esto último puede provocar lesiones de muñeca cuando uno se enfrenta a un tocho de más de 900 páginas, pero es un riesgo que todo aficionado a la fantasía heroica está dispuesto a correr.

Quizá el último giro de todos sea el más predecible, porque hay pistas muy claras esparcidas a lo largo de toda la novela; pero no por ello resulta menos demoledor. Y como de costumbre, Abercrombie vuelve a transmitir esa esperanzadora y optimista idea de que las personas son como son y no hay forma de que cambien, salvo a peor.

En la historia de hoy, Murcatto pidió vichyssoise y se quedó con hambre. Moraleja: pedid sopa de cocido.

Para los que conozcáis la obra previa del autor, sobra decir que esta no es una novela para todos los públicos. Al igual que la trilogía de La Primera Ley, La mejor venganza está repleta de violencia salvaje y descarnada, sexo resentido (incluida una gran escena que funciona gracias a unos cuidadísimos cambios de punto de vista), y, aunque menos que sus predecesoras, cinismo y humor negro.

Todo en ella es gris hasta que se tiñe de rojo, y la única duda que te planteas es hasta dónde serán capaces de llegar los personajes con tal de cumplir sus objetivos o satisfacer sus ambiciones. Y la respuesta es: hasta donde sea necesario, y caiga quien caiga.

En conclusión, si os gustó La Primera Ley, os gustará esta novela y no tenéis excusa para no leerla. Es una historia más íntima y menos ambiciosa que la de la trilogía de La Primera Ley , pero no por ello menos entretenida. Incluso si dormís sobre cajas de cartón en el portal de un banco, deberíais ahorrar para comprarla. Y si no habéis leído La Primera Ley, pero he conseguido llamar vuestra atención con esta reseña, resistíos y no empecéis por La mejor venganza, porque os estropearíais demasiadas cosas importantes de una de las mejores trilogías de fantasía de los últimos diez años.

PD: ¿Sabíais que la venganza de Moctezuma es el nombre que recibe la diarrea de los turistas en México? Y vosotros pensando que hoy no aprenderíais nada nuevo...

8 comentarios

  1. Con la calidad de las novelas de Abercrombie no entiendo porque todas tienen título de libro de bolsillo de a un euro.

    ResponderEliminar
  2. Y a esa venganza de Moctezuma agrégale el dicho en México "te agarraron como al tigre de Santa Julia"(por cierto, una venganza)...y mucho peor si tienes tos y diarrea a la vez.
    Suena bastante interesante, ya está descargando (no es piratería, es compartir el conocimiento).
    Si hablamos de venganzas(siete plagas), muerte, sangre y perversión, la Biblia sigue siendo un Best Seller.

    ResponderEliminar
  3. De acuerdo con M@nchitas, para historias de venganza las que hay en la Biblia estoy a medio leer su segunda parte, trata de un mago muy poderoso que usa sus poderes para ayuda a la gente pero es traicionado por uno de sus seguidores y entregado a sus enemigos los cuales le ejecutan en una cruz. Supongo que le darán por muerto y que luego se vengará de sus enemigos.

    ResponderEliminar
  4. Ahora pon rumbo a Los heroes.

    ResponderEliminar
  5. Me ha picado la curiosidad..me informaré y si está a buen precio..me lo pillo!thanks bro!

    ResponderEliminar
  6. Me ha picado la curiosidad..me informaré y si está a buen precio..me lo pillo!thanks bro!

    ResponderEliminar
  7. Unacopiadeunacopiadeotracopia: Porque esos títulos son los mejores. ¡Viva los bolsilibros!

    M@nchitas: No apruebo ese "compartir el conocimiento", porque no lo es. Sobre todo cuando si uno espera a la oferta adecuada puede comprarse el libro por menos de lo que cuesta un café.

    Anonimatus: Yo una vez escribí una parodia del Génesis y el Éxodo. Una lectura en clave de fantasía heroica de la Biblia me parece una idea brillante.

    ruben fernandez: Estaba pensando en leerme antes Medio rey.

    Alex Serfouhi: De nada. Y pagando, todavía mejor.

    Alex Serfouhi: Estoy teniendo un déjà vu.

    ResponderEliminar
  8. Yo tengo una tercera edición de 2018 de Alianza (no la de la colección Runas sino la que tiene un impresionante dibujo de Gail Cross en la tapa). Pero la traducción, de Javier Martin Lalanda, es malísima y me extraña que nadie lo haya comentado a lo largo de todos estos años en ninguna reseña. Lalanda tiene un enorme desconocimiento del lenguaje coloquial o "slang" tan utilizado por un autor como Abercrombie. Esto lo lleva a traducir erróneamente muchas expresiones y muchos "phrasal verbs" cambiándole su significado, en muchos casos haciendo que frases enteras del libro (especialmente, pero no exclusivamente, en los diálogos) rechinen y resulten un tanto fuera de contexto. Por dar solo algunos ejemplos:
    - cuando un personaje le contesta a otro «I know! I was thinking the same thing.» lo traduce como «¡Ya lo comprendo! Yo estaba pensando lo mismo», cuando quiere decir «¡Lo se! Yo estaba pensando lo mismo».
    - «rely on», lo traduce como «confiar en», cuando quiere decir «depender de» (y en el contexto se nota)
    - la expresión “That so?" (diminutivo de “It's that so?") lo traduce en mas de una ocasión "¿Y ya está?", cuando quiere decir "¿Es así?"
    - “Some fucking chance of that!” lo traduce ”¡Pues que tengas una suerte bestial!”, cuando quiere decir "¡Como si hubiera una p...chance de eso!"
    -“Stick your tiny mind to keeping things under control down here" lo traduce "Me gustaría que tu diminuta mente dejara de tener las cosas bajo control", cuando quiere decir "Mantén tu diminuta cabeza dedicada a mantener las cosas bajo control aquí abajo"
    -“I will catch up with you!” lo traduce "Yo los pondré al día por ti", cuando quiere decir "Ya te alcanzo"
    -“I wish it could’ve gone on forever” lo traduce "Me gustaría que hubiese terminado para siempre", cuando quiere decir
    "Me gustaría que hubiese durado para siempre"
    Hay gran cantidad de otros ejemplos a lo largo de todo el libro. Y por eso, insisto, me llama muchísimo la atención no haber encontrado a nadie mas refiriéndose a esto en todos estos años. Y de hecho, lo que resulta mucho peor todavía, Lalanda tradujo también Tierras Rojas del mismo autor.

    ResponderEliminar

LEE ESTO ANTES DE COMENTAR: Al autor del blog le chifla recibir comentarios, pero todo tiene un límite. Con carácter general, los siguientes comentarios se eliminarán de la faz de la red: 1) los que no tengan un carajo que ver con la entrada, 2) los que falten el respeto sin ninguna gracia ni elegancia, y 3) los que puedan considerarse spam o sean más largos que un día sin pan (en principio, los que superen 300 palabras, ya sea individualmente o de forma concatenada).