31 de octubre de 2011

Buffy Cazavampiros contra Drácula


Si sois lectores asiduos del blog o, mejor dicho, lo fuisteis de ion litio (si no, poneos al día), ya sabréis que me gusta escribir artículos seriados. Escojo un tema y lo exprimo poco a poco. El Coche Fantástico, Masters del Universo, Star Trek, Star Wars... y no hace mucho empecé con Hércules y Xena.

Pues bien, hoy añadiré una nueva entrada a la lista: Buffy Cazavampiros. Y qué mejor manera de empezar que con un crossover tan sonado como inevitable: ¡Buffy contra Drácula!, que, según datos no contrastados de la Wikipedia, alcanzó la impresionante audiencia de 5.800.000 espectadores el día de su emisión. Ahí es nada.

Sin embargo, por mucho que éxito que tuviera, el comienzo del episodio es lamentable: primero, porque no aporta nada a la trama, y segundo, porque Buffy está en la cama y yo no estoy con ella.

La cosa empeora cuando la cámara se aleja y nos muestra a Riley acostado a su lado. Este chaval es tan soso que consigue que trabajar para una organización secreta del gobierno cazando demonios con fines militares parezca tan aburrido cómo contemplar una ecosfera vacía. Durante tres horas.

¡¿Buffy duerme con pendientes?!

A Buffy no se la ve muy satisfecha esta noche, así que hace lo que cualquier chica de su edad haría en su situación para superar la depresión: ir al cementerio a cazar vampiros.

En serio, creo que cuando necesitas matar monstruos para sentirte sexualmente satisfecha, es hora de visitar al terapeuta. ¿Es que con los helados no tenéis suficiente?


Después de los títulos de entrada (sé que los que he puesto son de la primera temporada y no me importa), nos reunimos con la pandilla Scooby disfrutando de un estupendo día en la playa.

Por situarnos un poco, os diré que estamos al comienzo de la quinta temporada. Esto quiere decir que Buffy y Riley están a punto de romper su noviazgo, Xander está coladito por la ex demonio vengadora Anyanka, y Willow y Tara han sido votadas como la mejor pareja de brujas lesbianas del mes. Supongo que es como Sensación de vivir, pero en la Boca del Infierno.

La salida se estropea al desatarse una tormenta. Lo que no sabe el grupo es que este chaparrón anuncia la llegada del conde Drácula a Sunnydale. Y si el tipo os parece un marica andrógino, pensad en lo deprimente que es salir de viaje y que siempre te llueva cuando llegas a tu destino.

Qué raro. No veo la paella ni la pelota de Nivea.

A la mañana siguiente (es una conjetura, porque la serie no recurre a los subtítulos orientativos estilo "Miércoles, 11.30 a.m. Casa de Giles"; un auténtico fastidio cuando tratas de recapitular un episodio teniendo fiebre), Willow se reúne con Giles para ayudarle a escanear algunos libros. El ex bibliotecario insinúa que lo haría él mismo, si no fuera porque "este aparato cabezota" no quiere trabajar para él.

¿La explicación? Aquí la tenéis:

El ordenador está poseído por el fantasma de Steve Jobs.

Giles le confía a Willow que está pensando en regresar a Inglaterra, a comer fish 'n' chips, hablar del tiempo y a hacer todas esas tonterías que suelen hacer los británicos. La pelirroja le dice que no puede marcharse porque es el Protector de Buffy. O más bien lo era, porque lo despidieron la temporada pasada por establecer un lazo afectivo con su alumna. ¿Suena eso muy mal? Probablemente sí.

Al caer la noche, y después de compartir una agradable cena con su madre en la mesa mágica donde los platos aparecen y desaparecen (¿tan difícil es rodar una escena de un minuto sin recurrir a varias tomas?), Buffy sale de caza.

Aquí nos damos cuenta de que debían de estar reservando el presupuesto de los efectos especiales para otras escenas, porque el vampiro al que mata Buffy se desintegra fuera de cámara. Yo, que soy muy apañado y no tengo vergüenza, hubiera reutilizado tomas de otro episodio.

Según se volatiliza el vampiro, Drácula sale de entre las sombras y se presenta formalmente. Me he burlado de los vampiros de Crepúsculo, y no sin motivo, pero este Drácula no es mucho mejor que los Cullen. Solo los tunos deberían llevar capa.

Calles de León, cuna de mis sueños...

Drácula dice que ha venido a Sunnydale para conocer a la famosa "Asesina". Buffy responde que prefiere que le llamen Cazadora. Ya, y a mí me gustaría que me llamasen Comandante Duncan Ver Magnusson, pero me quedé con el Tipo de la Brocha, ¿qué le vamos a hacer?

Buffy ataca al conde, que la esquiva convirtiéndose en niebla. ¡Oh!, así que ahí fue a parar el presupuesto para efectos especiales. Ya podían haber cogido una máquina de esas como las que utilizan en las obras escolares. Son baratas y el único riesgo que corres es el de matar por asfixia a cuarenta niños. ¿Qué? Sus padres pueden tener más.

Mientras Buffy se sorprende, Willow y Xander llegan al cementerio. ¿Os acordáis de aquellas noches cuando estabais en el instituto y, en lugar de dormir, ibais a pasear al cementerio con vuestro mejor amigo? Yo no.

El conde reaparece y Xander, sin saber quién es, se chotea a de él.

Xander: ¿Y de dónde has sacado ese acento?, ¿de Barrio Sésamo? Uno, dos, tres; tres víctimas, ja, ja, ja.

Drácula, sin embargo, no debe de pillar la fantástica imitación, porque se convierte en murciélago y se larga volando. Y era un buen chiste.

¡Eh, tú! ¡Devuélvele su camisa a Bruce Campbell!

Emocionados por haber conocido a Drácula, los chicos comparten su experiencia con el resto de la pandilla. Buffy y Willow hablan del conde como si fuera una estrella de rock. Según ellas, tiene una voz "muy sexy", un "sensual acento" y unos "ojos penetrantes y oscuros". Sí, claro, pues tengo un mensaje para las fans de los vampiros: no comen y beben sangre; imaginaos cómo les huele el aliento.

Giles sugiere que Willow y su novia averigüen todo lo que puedan sobre Vlad el Empalador en Internet mientras él mira en la biblioteca. Con lo fiable que es Internet, ya me imagino los resultados de su búsqueda. Solo con saber que pueden encontrarse artículos como el mío, ya me preocupo.

Hay que ver lo que da de sí el sueldo de bibliotecario de una escuela pública.

Tras la reunión de grupo, Xander y Anya regresan caminando a casa. Al parecer, la ex demonio salió con Drácula cuando "no era más que una criatura de 700 años de edad", y ahora no para de hablar de él. Yo salí una vez con una vampiresa. Solo que, en realidad, no era una vampiresa. Ni siquiera mordía. No salió bien.

Drácula les acecha transformado en lobo, y cuando la pareja se despide, se manifiesta ante Xander para convertirlo en su emisario con un simple meneo de mano. Estilo Jedi, ya sabéis.

-Estos no son los androides que buscáis.

Entre tanto, Riley, que ha decidido investigar por su cuenta, se presenta en la cripta de Spike en busca de información. Os recuerdo que nuestro querido vampiro del pelo oxigenado tiene instalado un chip de conducta que le impide hacer daño a los humanos y, por lo tanto, no está en su mejor momento.

Riley: ¿Qué puedes decirme sobre Drácula?
Spike: ¿Drácula? Ese canalla me debe once libras.

Spike culpa a Drácula de que la gente sepa cómo matar vampiros por haber publicado su historia (¡Lo sabía! ¡Sabía que Bram Stoker era un plagiador!), así que le da a Riley una pista sobre su paradero. ¿He dicho pista? ¿Quién necesita pistas? ¡Busca el único castillo que hay en Sunnydale, imbécil!

Esas son mis palabras, por cierto, no las de Spike. Él tiene más clase.

Si quieres pedir ayuda al vámpiro, pasa a la página 16.

En un claro homenaje a... más de una película de Drácula, una niebla espesa entra por la ventana del cuarto de Buffy, y el conde se materializa al pie de la cama.

La Cazadora se despierta con el pelo estupendo y los tirantes del camisón en su sitio, y trata de sostener la insostenible mirada del vampiro; pero el sex-appeal del chupasangre es demasiado para ella, y Drácula acaba pegándole un buen chupetón. Ah, ¿quién fuera conde para morder ese cuello?

Esta es la razón por la que deberíais dormir arregladas, chicas.

Antes de volver a reunirse con sus amigos, Buffy se pone un pañuelo para disimular la mordedura del conde, consiguiendo justo el efecto contrario, ya que llama más la atención que una estrella del porno en un telefilme cristiano. Estas cosas son como reventarse un grano antes de una cita. Hay situaciones que solo pueden empeorar.

El propio Riley arranca a Buffy el pañuelo, revelando a toda la pandilla que su amiga está bajo el influjo de Drácula. Bueno, eso o que Buffy ha servido de bufé libre a un par de mosquitos sobrealimentados y sorprendentemente coordinados.

Jo con los tábanos de Sunnydale, cómo pican.

Pero no todo son malas noticias. Al menos, Willow ha encontrado información sobre su nuevo enemigo en Internet.

¿Quién sabe?, aparte de miles de blogs escritos por góticos suicidas, quizá el propio conde tiene una página personal y una cuenta en Twitter.


Imaginaos las posibilidades.

Xander, aún controlado por Drácula, invita a Buffy a su casa para, presuntamente, alejarla del peligro. Sin embargo, nada más anochecer, lleva a Buffy al castillo del conde.

Giles y Riley llegan al lugar poco después, y ellos mismos ponen de relieve lo estúpido que es el guión.

Riley: Llevo viviendo en Sunnydale dos años ya, ¿y sabes en qué no me había fijado nunca?
Giles: ¿En un castillo?
Riley: En un castillo gigante.

Me está entrando un dolor de cabeza tremendo.

Es que sin los relámpagos engaña.

Dentro del castillo, Riley y Giles deciden separarse, porque esa es una de las decisiones más estúpidas que uno puede tomar en esta situación, junto con investigar ruidos extraños, fornicar, tropezarse o ser negro.

Mientras Buffy y el conde intercambian impresiones sobre tonterías que ya no recuerdo, Riley tumba al idiotizado Xander sin contemplaciones. Giles, que ha escogido otro camino, acaba atrapado en un cuarto con las novias de Drácula. Aunque ninguna de ellas es Monica Bellucci, con gusto ocuparía su lugar. Las vampiresas son muy buenas jugando al Twister.

Esta forma de morir va directa a  mi top 10.

Siguiendo con el enfrentamiento psicológico, Drácula se corta la muñeca y persuade a Buffy de que pruebe su sangre. ¡Recristo, qué asco! ¿Es que no ha oído hablar del VIH? ¿No puede ofrecerle café, como hace todo el mundo?

Buffy se rinde a la influencia del conde y, en el instante en que empieza a chupetearle la muñeca, tiene una rápida serie de flashes en los que aparece la Cazadora primigenia, que viene a ser como la Capitana Cavernícola de las cazavampiros. A partir de este punto, Buffy recupera el control sobre sí misma y por fin comienza el combate a muerte.

Salto, patada, puñetazo, voltereta, llave... Ya conocéis el percal. Puestos a comparar coreografías, creo que las de Xena son, por lo general, más complejas y entretenidas de ver. Y el índice de lesbianismo también es superior. Es un win-win.

Oliéndose la derrota, Drácula intenta escapar convirtiéndose en niebla, pero esta vez Buffy lo atrapa a tiempo, clavándole una estaca y reduciéndolo a polvo. Porque polvo somos, polvos echamos y en polvo nos convertiremos.

Riley y Giles se presentan cuando ya nadie les necesita, y Xander, roto su hechizo de servidumbre, se reúne con el grupo. ¿Hemos terminado ya? No, porque según se marchan, las cenizas de Drácula se reconstruyen y el conde regresado a la vida... hasta que Buffy reaparece por sorpresa y le mete otro estacazo en el corazón.

Buffy: ¿Crees que no veo tus películas? Tú siempre vuelves, pesado.

Deberían haberle cogido las mangas de la camisa.

Al día siguiente, la Cazadora se reúne con Giles y le dice que le necesita, que quiere que vuelva a ser su Protector, bla-bla-bla, rollo-rollo... Vale, el estudio ha renovado el contrato de Anthony Stewart Head. No me sorprende, porque es el único actor competente de la serie.

Luego Buffy regresa a casa con su madre, y aquí viene la gran sorpresa: de pronto tiene una hermana adolescente. Dun-dun-dun... la trama se complica.

Flipa, flipa, flipa...

Como inicio de temporada, el episodio no está mal. Recurre a los tópicos sobre vampiros y se burla un poco de ellos sin caer en la parodia, al tiempo que se las ingenia para introducir algunos elementos que serían relevantes para la trama principal de esta temporada.

No sé, quizá vaya siendo hora de que desempaquete los DVD de Buffy y les dé una nueva oportunidad. Si no fuera por que llevo diciendo lo mismo desde el verano de 2006, hasta me lo creería.

¡Feliz noche de Halloween!

3 comentarios

  1. tienes dvds de buffy y no los ves???...tio..lo hechaban en clan...luego smallvive..

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  2. A través de este artículo llegué a tu artículo de Vampiros en la Historia. Dejé de leerlo cuando pusiste que Vlad Dracul nació en Transilvania, cuando nació en Valaquia.

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  3. Soy súper fan de la serie. La he visto en español y en inglés varias veces. Me sé los capítulos de memoria. Y he de decir que este no es, precisamente, de los mejores capítulos.

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