16 de abril de 2012

Captain America and The Avengers (Super Nintendo)


Aprovechando el inminente estreno de la película de los Vengadores, de la que ya se leen críticas muy positivas, quiero chafar un poco vuestras expectactivas marvelescas hablándoos a fondo del penoso puerto que hizo Mindscape para la Super Nintendo del arcade Captain America and The Avengers, desarrollado originalmente por Data East en 1991, el año en el que cancelaron precisamente uno de los spin-offs de la colección de los Vengadores, Avengers Spotlight. No es el único proyecto que deberían haber cancelado.

El juego consiste en un "yo contra el barrio" en el que ese yo es el equipo formado por los Héroes Más Poderosos de la Tierra, unidos una vez más contra un enemigo común al que ninguno de ellos puede hacer frente por separado... salvo que sea dentro de su propia serie, claro.

Ante vosotros, el artículo más largo y con mayor peso en imágenes de todo el blog. Quizá deberíais ir a por algo de picar.


Prólogo: ¡La conquista del mundo!


El arranque es bien simple: Cráneo Rojo quiere conquistar el mundo. No sé si recalcar el punto, porque hay poco más que decir.

No obstante, aunque la meta de Cráneo puntúa cero en la escala de originalidad, si eso mismo valía como argumento para la última película de el Capitán América, también valdrá para un videojuego al que lleva veinte años de ventaja, ¿no? Y cuando uno jugaba en un salón recreativo, se podía uno poner quisquilloso por muchos motivos (quedarse sin monedas, darse cuenta de que la máquina estaba trucada, el tufillo a adolescencia impúdica...), pero no porque la historia del juego fuera una birria. ¿Estamos? Bien.

En esta ocasión, Cráneo Rojo ha lavado el cerebro a varios supervillanos (desconocidos por todo el que no se haya leído unos cuantos números de Los Vengadores) y les ha ordenado que tomen por la fuerza varias ciudades con ayuda de un ejército de robots. Una pandilla colorida, centenares de soldados robóticos... Ahora no me negaréis que el pobre hombre se está al menos esforzando.

No te fijes ninguna meta que no puedas resumir en 10 palabras o menos.


¡Vengadores, reuníos!... Los que estéis


En el camino de destrucción y dominio del villano se interponen cuatro Vengadores. No, en serio, cuatro. Y encima se quedan en un máximo de dos cuando descubrimos que el port de Super Nintendo solo admite dos jugadores simultáneos. Tampoco importa, porque voy a jugar solo. El vagabundo al que le propuse acompañarme me devolvió los veinte pavos que le había dado después de probar la primera pantalla.

Menudas pintas me llevan al trabajo.


De izquierda a derecha, nuestros héroes son:

La Visión: un androide con capacidad para alterar su densidad, lo que le permite volverse intangible o pesado como una vaca en brazos. Se acuesta con la Bruja Escarlata, aunque nadie le ha preguntado jamás por los detalles.

Iron Man: inventor y playbloy millonario con una armadura que lo puede todo: lanza rayos, vuela, bucea, surca el espacio y sintoniza Radiolé. Debajo del casco, está el bigotín de Tony Stark.

Capitán América: un supersoldado que combatió contra los nazis en la II Guerra Mundial y aún sigue dando la lata es pos de la libertad y la justicia con su escudo fabuloso. En los noventa, Steve Rogers protagonizó una película bochornosa y a finales de los setenta, una serie que no lo era menos.

Ojo de Halcón: un tipo con un disfraz de color lila y un arco. Antes trabajaba en un circo, supongo que con los payasos.

Volviendo a la Visión, aunque he leído muchos cómics de Marvel de los setenta y ochenta, he de confesar que ni siquiera sabía de dónde había salido esta versión unicolor del androide hasta que busqué más información sobre el personaje en Internet y me enteré de un montón de cosas que realmente no me interesaban.

Antes, esta era la única Visión que yo conocía:

Un androide con sentimientos.

La explicación más breve es que lo desmantelaron y luego lo reconstruyeron ahorrándose la capa de pintura. No necesitabais saberlo, pero al menos el día que juguéis al Trivial Pursuit: The Marvel Universe Edition me estaréis agradecidos. Si es que lo venden algún día.

El caso es que da igual a qué Vengador elijamos porque todos tienen los mismos cinco miserables ataques: el puñetazo (sí, uno; no por dar repetidas veces o hacer combinaciones del botón con la cruceta va a salir un ataque diferente), el lanzamiento de proyectiles (los rayos de la Visión y Iron Man, el escudo del Capi, y las flechas de Ojo de Halcón), el golpe en pleno salto y el empellón mayúsculo. A veces a nuestro personaje le da por levantar a un enemigo en volandas y arrojarlo como si fuera un balón medicinal, pero ahí acaban nuestras opciones.

La verdad, teniendo en cuenta que la única diferencia notable es el aspecto del héroe, podrían haberse estirado un poco con el plantel de personajes y haber incluido a Thor, Chaqueta Amarilla o la Bruja Escarlata. Que esto es como montar una fiesta, que vengan cuatro personas y encima dos de ellas ni siquiera sean populares.

Demasiado tarde para las peticiones, supongo.


Fase 1: Los Vengadores


Aunque no lo parezca, son ciudadanos huyendo, no zombis.

La primera pantalla es un agradable paseo por la ciudad con robots asesinos del todo a un euro asaltándonos a cada paso que damos. Los hay que golpean, los hay que disparan y los hay que agarran; pero la lata que lleguen a darnos dependerá básicamente de tres factores cruciales que se harán más y más molestos a medida que avancemos:

1. Atinar a los enemigos es complicado. O estamos perfectamente alineados con ellos, cosa que no es fácil porque los Vengadores tienen menos movilidad que Don Pimpón en una cama de velcro, o no conectaremos ni un puñetazo.

2. Golpear a un enemigo una vez lo hará invulnerable a nuestros ataques durante unos segundos (más de los que tenemos nosotros para recuperarnos si somos los golpeados). Solo de casualidad podemos dar dos puñetazos seguidos.

3. Cualquier golpe que recibamos, sin importar de quién ni cómo, provocará que nuestro héroe se tire de espaldas al suelo como si fuera un jugador de fútbol en el área de penalti. Habéis leído bien, un toque es todo lo que se necesita para hacerles besar la lona a los Vengadores. Y luego van por ahí diciendo que son los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Todo publicidad.

La conjunción de estos elementos acaba resultando en una experiencia de juego que solo resulta satisfactoria cuando desconectas la videoconsola y la estrellas contra la pared.

-¡Toma onomatopeya, rufián!

Volviendo a esta primera fase, si estamos muy desesperados, podemos recoger adoquines sueltos de la acera y arrojárselos a nuestros enemigos. Habiendo elegido al Capitán América y llevando un escudo irrompible que absorbe las vibraciones gracias a su aleación de vibranium, me da hasta reparo tirar piedras a mis enemigos; pero podré vivir con ello.

Superadas dos zonas de repartir hostias a troche y moche, llegamos a un edificio con una puerta sobre la que pone "BANK", o sea banco a secas. Es como el Bar Bar de Madrid, solo que sin un enano llamado Eusebio recibiéndote en la puerta disfrazado como un extra de Orgulo y prejuicio.

La pared del banco se rompe y Torbellino surge de la brecha. Lleva las manos vacías, porque se ve que añadirle un saco con el símbolo del dólar era demasiado para los programadores de Mindscape. El criminal huye sin que movamos un dedo por detenerlo, y acto seguido, Klaw, el amo del sonido, y Láser Viviente, cuyo poder se explica por sí solo, salen del edificio. Sin embargo, en lugar de seguir a su compañero de tropelías, estos dos malvados se quedan atrás con la intención de quitarnos de en medio.

Si nos concentramos en barrer el suelo con uno de ellos, evitaremos que nos apliquen el Teorema de la Envolvente, también conocido como Qué Sándwich Más Gay.

Otros villanos, en cambio, merecen una invitación a cenar en un restaurante caro.

Liquidamos a otro grupo de robots de los facilitos y Mercurio aparece corriendo al fondo de la pantalla llevando una bandeja con un cubreplatos. O eso es lo que parece, aunque a lo mejor algún marvelita más resabido que yo nos dice algo diferente. No sé, Mercurio desde luego tiene pinta de maître gabacho.

El objeto no es otra cosa que el sustituto de este juego para el clásico pollo asado y nos recupera algo de vida. Honestamente, ya que Mercurio se había tomado la molestia de venir hasta aquí, hubiera preferido que se quedase a echarnos una mano con su supervelocidad en lugar de soltarnos un tentempié y largarse con viento fresco. No me extraña que la gente odie a los mutantes. Son aun peores que los esquimales.

Mercurio, justificando el racismo y la xenofobia desde 1964.

Avanzando un poco más, y después de eliminar a algunos robots de refuerzo, alcanzamos a Torbellino, que, aparte de ser un perfecto exponente del superpoder más común en el Universo Marvel (ser capaz de vestir un uniforme insanamente antiestético sin morirse de vergüenza), puede girar sobre sí mismo a toda velocidad sin echar la pota, igual que el Diablo de Tasmania de los dibujos de la Warner.

Si esquivamos a Torbellino cuando esté haciendo trompos y le atizamos mientras hace jogging, no tardará en clavar las rodillas en el suelo.

-¡Arf! ¡No corras, abanderado! Cuando recupere fuelle, te vas a enterar.

Con Torbellino derrotado, descubrimos que el ataque a la ciudad solo era "un montaje". ¡Hay más ciudades en el punto de mira de Cráneo Rojo!

Ummm... Llamadme tiquismiquis, pero no lo entiendo. ¿Por qué era un montaje? La gente huía despavorida, y la ciudad estaba atestada de robots asesinos y supercriminales. ¿En qué consistía exactamente el montaje?, ¿en que todo lo estaban haciendo en plan broma? ¡Y claro que Cráneo Rojo piensa atacar otras ciudades! Si no, ¿cómo leches iba a conquistar el mundo?

Que me lo expliquen, por favor.

Los Vengadores a punto de perder el tren de las dos.


Fase 2: Ciudad Objetivo


Go, go, Power Rangers!

Empezamos mal, con un enemigo con escudo y otros dos que saltan y disparan incansablemente. Como se nota que la munición la paga otro

Los rivales más problemáticos son los tiradores. Siempre lo son, así que dejaré aquí mi advertencia para la posteridad: ir de frente contra alguien que te apunta a la cara con un rifle láser es la mejor estrategia posible si quieres que en tu lápida ponga "Demasiado idiota como para acercarse por los lados".

En cualquier caso, y aunque tengáis cuidado, os harán pasar mucho tiempo apreciando las imperfecciones en el acabado de los suelos.

¿Veis la incertidumbre que afronta Iron Man ahora mismo?

Poco después pasamos a un área de desplazamiento lateral automático en la que volamos contra una corriente de misiles y naves enemigas. Es como cualquier juego de navecitas (U.N. Squadron, por ejemplo), solo que con los Vengadores por protagonistas y una mecánica más simple que un botijo.

No obstante, aunque solo sea por la variedad y por que los controles no me dan ganas de arrojar objetos romos por la ventana, este tramo de la fase es bien recibido.

¡Piu-piu! ¡BOOM!

Como curiosidad, si eliges al Capitán América o a Ojo de Halcón en esta pantalla, el Hombre Maravilla les arroja una nave monoplaza para que nuestros héroes no voladores no se queden en la azotea mirando hacia el horizonte con cara de imbéciles.

Igual que con Mercurio, me fastidia este cameo porque lo que debería hacer el Hombre Maravilla es acompañarnos y no regalarnos el último trasto que compró a Teletienda, que para eso es uno de los miembros más fuertes de los Vengadores. Sin embargo, algo así tendría demasiado sentido. Eso sí, que Mercurio y el Hombre Maravilla no esperen recibir más que una corbata bien fea por Navidad.

Hombre Maravilla, que te den.

Curiosamente, el único miembro de los Vengadores que hace algo más que saludarnos y dejarnos seguir a nuestra bola es la Avispa, que en esta fase se nos incorpora a modo de arma adicional si cogemos la enorme W (de Wasp) que cruza volando la pantalla.

La Avispa es mucho más potente que nuestro disparo estándar y podemos enviarla en línea recta contra los enemigos que se acercan para despacharlos en un abrir y cerrar de ojos. No tiene desperdicio.

Ese culito...

Eventualmente, llegaremos hasta el jefe de mitad de fase: un enorme Centinela que lanza rayos y nos arroja un número ilimitado de sus puños. Mazinger Z tenía que recuperar los suyos después de decir aquello de "¡Puños fuera!". El Centinela no, porque este juego no tiene jodido sentido.

Y a todo esto, ¿qué narices pinta aquí un Centinela? ¿No perseguían solamente a los mutantes? Ah, no, que en el Arcade aclaran que no es un Centinela, sino un "robot gigante". No he dicho nada.

-¡Mira cómo esquivo tus previsibles patrones de tiro! ¡JA!

Inmediatamente descendemos a pie de calle para enfrentarnos a nuevas oleadas de enemigos. Nada nuevo en el horizonte, solo el mismo sufrimiento y la misma sensación de frustración que en cada tramo repleto de enemigos. Este es uno de los pocos beat 'em ups de 16 bits que te hace añorar el Double Dragon de NES.

El jefe final de fase es el supervillano conocido como el Segador, que recibe su nombre de la guadaña que sustituye su brazo derecho. Con lo aparatoso que tiene que ser ese armatoste para mear o limpiarse el culo, no me extraña que se haya dedicado a una vida de crimen. Debe de poner el retrete perdido.

El Segador dice que no saldremos de aquí con vida y, para reforzar su "sutil" amenaza, corta un árbol que estaba plantado justo en medio del pavimento. No he visto ningún otro árbol en todo el camino hasta aquí, así que voy a pensar que lo plantó él mismo para intentar impresionar a los Vengadores. No os imagináis la vergüenza ajena que siento.

-Pfff... Pues vaya cosa. He visto a Marc Lenders derribar una secuoya a pelotazos.

Tras derrotar al Segador, descubrimos que Cráneo Rojo ha ordenado a los supervillanos pelear contra los Vengadores hasta la muerte. De momento, van cumpliendo su promesa, porque todos explotan cuando vencemos. Porque les han lavado el cerebro. Que le den a la lógica.

El caso es que, al menos esta vez, puedo entender por qué Cráneo Rojo se la ha jurado a los Vengadores de semejante manera. Y vosotros también lo vais a comprender enseguida.

Esta es la pantalla de título:

Lo mejor del juego. No necesitabais ver más.

Y esto es lo que ocurre en cuestión de segundos:

¡BAM! ¡En toda la jeta!

Si fuera vuestra cara, vosotros también estaríais enfadados. Es como cuando Moe salió en el calendario Duff y le pusieron una pegatina encima. No es justo.


Fase 3: Desafío desde el fondo del mar


Por si quedaba alguna duda de que el juego lo programaron japoneses.

La tercera fase comienza en la cubierta de un barco. El mayor problema son los desniveles, que reducen nuestro espacio para corretear libremente por el escenario como los gallinas que somos.

Sin embargo, no tardamos mucho en llegar al primer supervillano de la pantalla, que es un tipo que viste a juego con Ojo de Halcón y lleva un casco. Admito que soy incapaz de reconocer quién es, pero me he molestado en buscarlo en Internet y resulta que es el Mago.

No sé si debería sonarme. ¿Tenía un programa en la tele o algo?

El Mago es peor que un dolor de muelas. No deja de perseguirnos por toda la pantalla ni un instante, y tan pronto nos arrea un puñetazo, como ejecuta un Shoryuken, dispara rayos o nos lanza cuatro frisbees a lo loco. Mi consejo es golpearlo hasta que se agote su vida.

No dije que fuera un buen consejo.

-Sí, claro. Yo soy Ojo de Halcón. ¿Y tú eras...?

Nada más derrotar al Mago, Namor, el Príncipe Submarino, surge de las profundidades del océano para ofrecernos su valiosa ayuda.

"¡Están en una cueva submarina!", exclama.

Gracias, Namor. Los Vengadores está en deuda contigo por tu inestimable colaboración. Ten por seguro que recordaremos que estuviste a su lado la próxima vez que Atlantis esté en peligro. Te mandaremos una de esas tarjetas de ánimo con dibujos de ositos.


-¿Una cueva? ¿Debajo del mar? ¿No podrías ser un poco más específico?

Obviemos que es de chiste que haya escogido al arquero para la única pantalla subacuática del juego (no es que afecte en nada a la jugabilidad, de todos modos) y pasemos a analizar la pantalla en cuestión. Seré breve: es idéntica a la de la zona aérea de la segunda fase, sustituyendo a los enemigos por buzos y anguilas mecánicas, y añadiendo minas. Fin.

La dificultad, eso sí, es un poco más elevada porque hay mayor densidad de mierda que sortear; pero no es nada a lo que no podamos sobreponernos machacando indiscriminadamente el botón de disparo.

Esa es una regla que podéis aplicar a casi cualquier problema que afrontéis a lo largo de vuestra vida.

Pezqueñines NO.

Al fondo de la famosa cueva submarina nos espera el enemigo más original del juego: un pulpo mecánico gigante e inoxidable, el Mech. Taco.

Taco, por si queréis aprender algo hoy, significa pulpo en japonés. Y casa es paraguas. Están locos estos japoneses.

El ingenio mecánico tratará de golpearnos con sus tentáculos y derribarnos con su láser quíntuple, que dispara básicamente donde le da la gana; pero no es un jefe especialmente complicado. ¡No para Ojo de Halcón y sus flechas submarinas! Si no me animo yo mismo con exclamaciones, ¿quién va a hacerlo?

Primera y última aparición del Mech. Taco en el Universo Marvel.

Sin embargo, la fase no termina aquí, ya que ahora nos adentramos en la base submarina de Cráneo Rojo, donde nos espera el enemigo más resistente de todo el juego: la pared que no quería caer. La emoción de disparar contra un objeto inmóvil hasta que explota está ahí entre cortarse las uñas de los pies y pasar la fregona por el suelo de la cocina.

Intuyo que volveremos a vernos las caras. O la cara y la superficie vertical que cierra o limita un espacio.

-Bueno, si te vas a poner pesado, exploto y punto.

Algunas oleadas de robots asesinos que nos redescubrirán nuestra capacidad para insultar a seres inanimados son lo único que nos separa del Mandarín, un noble chino metido a supervillano que desciende del mismísimo Genghis Khan.

A juzgar por su aspecto, se diría que el archienemigo de Iron Man ha estado hinchándose a complejos vitamínicos y batidos de proteínas desde que empezó a trabajar para Cráneo Rojo, porque el tío mide ahora como tres metros de puro músculo el hijo de puta.

Además, el Mandarín es tan duro como parece. Lanza fuego y descargas eléctricas por las manos, puede congelarnos o arrollarnos con un doble suyo, y se desliza por el suelo como si el piso estuviera recién encerado. ¡Maravillaos con el increíble poder de sus diez anillos!

-Sí, sí, pero mira tú antes para este otro lado, que estoy aquí.

Tan pronto como derrotamos al Mandarín, la pantalla que hay en la pared del fondo se enciende un instante para mostrarnos a Cráneo Rojo riéndose diabólicamente de nosotros.

Esto demuestra fuera de toda duda que es un perturbado peligroso y que debe ser detenido, porque, ¿quién en su sano juicio tendría una pantalla tan grande y ni un solo asiento delante? ¡¿QUIÉN?! No me cabe en la cabeza.

Recordadme que le pida el número de su dentista.

La historia ya brillaba por su ausencia, pero en este punto se vuelve todavía más tonta al revelarse el plan maestro de nuestro enemigo. Claro que esto depende de lo idiota que os suene la idea de instalar un cañón láser gigante en la Luna. A los que os guste Austin Powers os parecerá la monda.

Por suerte, los Vengadores están acostumbrados a este tipo de desastres. Han luchado contra imperios galácticos y han sido testigos de la violencia de género entre sus propias filas. El hecho de que el planeta entero esté en peligro ni siquiera es un desafío para ellos. ¿Qué es el planeta? Poco más que América, ¿no? Y por América se entiende los Estados Unidos. Quizá también Canadá. Por ello, nuestros héroes no titubean y despegan en el Quinjet rumbo a la Luna.

Cráneo Rojo ha convertido la Luna en lo que le gusta denominar "la Estrella de la Muerte".


Fase 4: El Cañón Láser Gigante


Queda todo dicho.

¿Sabéis una cosa?, aunque en esta pantalla nos siguen lloviendo hostias a cascoporro y ya es imposible no despotricar cuando te mandan por enésima vez al suelo, los enemigos son bastante menos molestos cuando uno se pide a la Visión. Y no es porque puedas utilizar sus poderes y hacerte intangible para evitar los ataques, eso sería tan absurdo como pedir que el Capitán América pudiera protegerse con su escudo. Es porque la Visión camina siempre con los brazos cruzados, como si fuera el dueño del lugar.

Desgraciadamente, las apariencias son nuestro único consuelo, porque nos van a zurrar igual que siempre. Este juego no tiene remedio.

A pesar de todo... Like a boss.

En la base espacial, el jefe de mitad de fase es el popular Juggernaut, que se presenta aquí en la versión más rara e irrisoria que hayáis visto nunca. Y lo digo teniendo presente que podéis haber presenciado la bochornosa actuación de Vinnie Jones en ese engendro de película llamado X-Men: The Last Stand.

La lista de elementos que no cuadran de este personaje es larga, pero la reduciré a tres puntos: en primer lugar, Juggernaut mide lo mismo que nuestros héroes y solo es un poco más voluminoso, no os esperéis ningún tiarrón de proporciones ciclópeas; en segundo lugar, su traje es amarillo, un color que debería estar reservado para el cuerpo de bomberos; y en tercer lugar, la cara de mala leche de Cain Marko no se ve debajo del casco, sino que un cristal rojo le cubre todo la jeta (¿la Gema Carmesí de Cyttorak tal vez?). Ah, sí, y también está el pequeño detalle de que no es imparable. Eso hacen cuatro.

¿Pero entonces es o no es Juggernaut?, me preguntaréis. Ni puñetera idea. Lo único que sé es que ese es el nombre que aparece sobre su barra de vida en el Arcade.

Para evitar decepciones, lo mejor es pensar que es otro robot.

Añade un "bip" al final de esa frase y me habrás convencido.

Varias tandas de hostias más tarde, llegamos al siguiente malo maloso, que debería ser inmediatamente reconocido por cualquier fan de los cómics o series televisivas de la Marvel. Se trata de Ultron, el robot de adamantium creado por Henry Pym. Por si no habíais oído hablar de Ultron antes o pensabais que era un pulpo chistoso, os contaré lo mínimo que necesitáis saber sobre él mientras os imagináis cómo vapulea vilmente a la Visión.

El bueno del profesor Pym, uno de los cofundadores de los Vengadores, creó a Ultron a partir de sus propias pautas cerebrales, probablemente con la idea de que le preparase el desayuno y le hiciese la cama; pero algo salió terriblemente mal y Ultron acabó convirtiéndose en un brillante grano metálico en el culo del supergrupo. Ultron no solo odiaba a Pym, sino que además quería enrollarse con su mujer, la Avispa, lo que le convierte en el primer robot con complejo de Edipo de la historia de la ciencia ficción.

Ultron también creó a la Visión, por lo que casualmente, al elegir al androide en esta fase, ¡he enfrentado a padre e hijo! No es que cambie nada. Pasaría lo mismo si hubiese llegado hasta aquí con una tostadora.

Esta noche, en Robot Rumble...

Después de derrotar a Ultron, nuestros héroes se dan cuenta de que ni siquiera estaban en la Luna, sino en una estación orbital, y lo peor es que el cañón láser ya está terminado. Vale, no es que no supieran dónde estaban, pero nadie te explica por qué hacen un alto en el camino en esta estación repleta de enemigos. ¿Una parada para ir al baño tal vez?

El Capitán América consulta su reloj, que lleva por encima del guante porque es imbécil, y advierte que queda muy poco tiempo para que el arma de Cráneo Rojo abra fuego. ¿Cómo lo sabe? ¿Acaso su reloj está sincronizado con el cañón láser? ¿Hay algo que no nos estés contando, Capi?

Es un impostor. El tamaño y los colores del escudo están equivocados.


Fase 5: El fin de Cráneo Rojo


¡Oh, no! ¡Cráneo Rojo es más grande que la Luna!

Por fin hemos llegado a la última fase del juego. La primera parte es un shooter horizontal idéntico en todos los aspectos al de la segunda fase menos en uno: aquí estamos en el espacio. Y a pesar de ello, tenemos de fondo el mismo cielo estrellado de la segunda fase, e incluso la Avispa nos vuelve a echar una mano gracias a su poder para sobrevivir a una temperatura cercana al cero absoluto, sin oxígeno y bajo una presión prácticamente nula.

Total, ¿quién va a fijarse en esas minucias cuando tenemos al Capitán América sin ningún tipo de traje espacial ni nada que se le parezca lanzando hasta cuatro o cinco escudos seguidos desde su nave descapotable? En el Arcade, al menos los programadores tuvieron el tino de poner al Capi y a Ojo de Halcón el mismo casco de burbuja que llevaban en el nivel submarino. No es que eso fuera a permitirles navegar en pijama por el espacio; pero al menos no es tan flagrantemente estúpido.

America! Fuck Yeah!

Descendemos a la base lunar en el mismo lugar en el que está instalado el cañón láser, cosa que quizá deberíamos haber hecho a bordo del Quinjet en lugar de desafiar las leyes de la naturaleza como si esto fuera una película de George Lucas.

No importa, aprovechando que el cañón está casi desprotegido, lo reventamos a tiro limpio. No va a defenderse, así que...

¡Duro con él!

Lo siguiente son más peleas con enemigos del montón hasta que nos cruzamos con Calavera, el mercenario al que se responsabilizó de la supuesta muerte del Capitán América en 2007. Lo recordaréis porque todos los canales de noticias se hacen eco de estas gilipolleces cuando no tienen ningún atentado terrorista o guerra que cubrir.

Calavera nos deja en compañía de una pareja de robots saltimbanquis y, para hincharnos un poco más las pelotas, del suelo de la sala salen cuchillas con sierra. ¿Aún no tenéis unas como estas instaladas en casa? Mira que sois raros.

Truco: procura que no te den.

Mercurio nos entrega otro de sus platos especiales antes de desaparecer de nuestra vista y, una ronda de robots asesinos más tarde, habremos llegado al centro de control de la base, donde nos espera Calavera con su pistola, sus cuchillos y sus minas que parecen conchas de tortuga.

La razón por la que Cráneo Rojo ha escogido al único criminal sin superpoderes como última línea de defensa es muy simple: sabe hablar español, y como sabéis, los idiomas pueden marcar la diferencia en un proceso de selección de empleo.

-¡Te engancho y te mato, pendejo!

Estamos en la recta final. Media docena de robots más a los que machacar y por fin, tras el intercambio de frases manidas de rigor, comienza la batalla con Cráneo Rojo, el momento que llevamos esperando desde que empezasteis a leer este larguísimo artículo dos días atrás.

Y esto es lo que me sucedió a mí al principio del combate. Apenas había intercambiado un par de sopapos con el líder nazi, cuando...


Estáis viendo exactamente lo que parece: dos gañanes dando puñetazos al aire en loop. Os aseguro que podría haberme pasado toda la vida haciendo lo mismo y Cráneo Rojo no se hubiera movido ni un píxel.

Una vez constatado que la inteligencia artificial de los enemigos es inexistente, decidí emplear la estrategia más simple posible: me sitúe en el centro de la pantalla y esperé a que Cráneo Rojo se acercase de un salto para arrearle un guantazo. Salto y guantazo, y repetir.

No hace falta mucho más que eso para que este supervillano muerda el polvo, lo que solo puede significar que ahora el Capi va a tener como contrincante una versión más horrible y poderosa del mismo enemigo. Apuesto a que será un robot gigante.

-¡No me vencerás fácilmente, Cráneo! ¡Te las verás con James Cameron y sus abogados!

Generalmente, cuando ese es el aspecto que tiene tu rival, tienes dos opciones para sobrevivir: rezar para que Thor o a la Masa acudan en tu rescate, o salir corriendo. Derrotarlo con un hombre cuyo único superpoder es estar en condiciones físicas superiores a la media ni siquiera se encontraba entre mis diez primeras opciones. Y había incluido hacer favores sexuales entre las cinco primeras.

El combate, por aquello de ser el último, es difícil elevado a la enésima potencia. En primer lugar, solo podemos golpear a Cráneo Rojo saltando, lo que ya de por sí es un dolor, y en segundo lugar, el supernazirobot de los cojones no para de disparar torbellinos que nos paralizan durante varios segundos cuando nos alcanzan. Es irritante hasta el punto de insultar a la pantalla como si tuviera la culpa de lo malo que es el juego.

No obstante, con perseverancia todo se consigue y la derrota de Cráneo Rojo trae consigo la paz y la tranquilidad para la Tierra y un final consistente en tres pantallas de texto sin una mísera imagen que lo acompañe. La gente de Mindscape sí que sabe hacer que el esfuerzo merezca la pena.

Al menos, me queda el consuelo de haber batido la puntuación máxima. Es lo que tienen las continuaciones ilimitadas, claro.

Solo me arrepiento de no haber añadido un signo de exclamación.

Espero que haya referencias a este videojuego en Los Vengadores de Joss Whedon o me sentiré muy defraudado.

20 comentarios

  1. Me ahorré totalmente el jugar el juego... aunque ahora da ganas de probarlo, aunque sea para escuchar la música que trae. :S

    ResponderEliminar
  2. ¡PEEERO!

    "Red Skull Seeks To conquer the world with a team of super villains"

    Tiene 13 palabras! OOHH NOOOO! UN ERROR!

    Y felicidades por el articulo, se nota que le pusiste bastante tiempo encima. Quedo exelente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay error. Es un chiste. Obviamente malo, como todos.

      ¡Gracias!

      Eliminar
  3. A este juego jugué hará unos diez años en emulador. Con el teclado, sin mando de control. Y me gustó. Creo que tengo un serio problema.

    ResponderEliminar
  4. En la portada del juego el Capitán América esta por darle un coñazo bien dado y con ganas a Calavera.

    ResponderEliminar
  5. Para sentir la emoción de jugarlo (pues vagamente recuerdo haberlo jugado), mi hermano y yo reproducimos los videos del juego y... ¡Carajo! ¡Qué cosa más difícil! No se puede estar uno 3 segundos sin recibir una tunda y el sonido de los golpes y quejidos es acatarrante... tengo que jugarlo de nuevo.
    Este artículo estuvo BROCHA!.

    ResponderEliminar
  6. Roy D. Mustang: A lo mejor jugaste a la versión Arcade. Si no, háztelo mirar.

    LacraESECEFE: Sin duda es un juego que aumenta las ganas de matar.

    ResponderEliminar
  7. La de horas y pesetas que gasté en la recreativa. Se me pegó la frase "See my power" del Mandarín a fuego, a la altura del "Cooobraaa" que gritaba el Comandante Cobra en los dibujos de G.I.Joe.

    El Mago es un enemigo asiduo de los 4 Fantásticos y fundador de los 4 Terribles. Que original, oiga.

    Los robots saltimbanquis de Calavera es el Controlador y un clon del mismo (supongo)

    http://3.bp.blogspot.com/-lS-DrG2mmm8/TdwOc_ZliAI/AAAAAAAACD4/qivODVHtMms/s1600/controlador.jpg

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Controlador parece una mal versión de megaman de NES

      Eliminar
    2. Pues es verdad, tiene que ser Controlador. Ya sabía yo que algún fan de Marvel diría algo.

      De los 4 Fantásticos tengo montones de cómics, sobre todo de la etapa de Byrne, pero no recuerdo al Mago.

      Eliminar
    3. El Mago era más de la etapa Lee & Kirby. Salía hasta en aquella serie de dibujos animados de los 70's, en la que Johnny Storm era sustituído por HERBIE el robot sinsorgo.

      Eliminar
  8. Muy buen articulo ahorra Tipo de la brocha te reto a hacer una reseña de Silver Surfer de NES !!!

    ResponderEliminar
  9. Sigo sin saber que son los risketos... ah! No hablaban de los Ninjas esos? Menudo follon! (se dice asi no? yo que soy mas argentino que el caracú!) :D Corrigeme Tipo de la brocha si he de estar errado. He dicho!

    ResponderEliminar
  10. Yo en su momento me dejé bastante pasta con mis amigos en la máquina recreativa, (al igual que con la de los Simpsons de 4 jugadores, las Tortugas Ninja de 4 jugadores, Double Dragon, Golden Axe...) y la verdad es en la que menos avancé porque el Segador nos follaba y habías invertido 20 duros en 10 minutos, un auténtico desastre. (para mi que el de los recreativos la había puesto en nivel difícil)
    Muchos años más tarde gracias al mame me vengué vilmente pero las sensaciones ya no eran las mismas (aunque la frase: Mierda de Juego!! se teletransportó en el tiempo)

    ResponderEliminar
  11. En mi infancia jugue la versión de Genesis, y te puedo asegurar que la disfrute...
    Ah, dulce inocencia :D

    ResponderEliminar
  12. Enhorabuena por la currada que te has metido para elaborar este artículo; da gusto leer cómo sacas punta a todos los detalles cómicos posibles.

    PD: la imagen introductoria de la 4ª Fase no dice ni GRANT ni GRAND sino GIANT.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias y qué razón tienes con lo de "GIANT". Habrá que editar el artículo. E ir al oculista.

      Eliminar
  13. Yo jugué en su día a la versión de Megadrive y lo que más me gustaba era cuando encendias la consola y se oía "The Aveeeeengeeers". Me hacía gracia la voz, me recordaba al "Enjambre" de "El Asombroso Hombre Araña y sus Increíbles Amigos". Pero el juego en sí era infumable.

    ResponderEliminar
  14. ¡Muy buen relato!.
    Saludos desde Argentina.

    ResponderEliminar

LEE ESTO ANTES DE COMENTAR: Al autor del blog le chifla recibir comentarios, pero todo tiene un límite. Con carácter general, los siguientes comentarios se eliminarán de la faz de la red: 1) los que no tengan un carajo que ver con la entrada, 2) los que falten el respeto sin ninguna gracia ni elegancia, y 3) los que puedan considerarse spam o sean más largos que un día sin pan (en principio, los que superen 300 palabras, ya sea individualmente o de forma concatenada).