12 de noviembre de 2012

El Puño de la Estrella del Norte (Hokuto no Ken)

El Puño de la Estrella del Norte es el manga más popular de Buronson y Tetsuo Hara y, aunque solo sea por la cantidad de años que tiene (los mismos que yo, para ser exactos), todo aficionado al género de artes marciales debería al menos conocerlo.

La colección abarca un total de 27 volúmenes divididos en 245 capítulos, que la revista Shonen Jump publicó entre 1983 y 1988. Dado su éxito, la serie pronto se adaptó a televisión, y tuvo varias películas y videojuegos, entre otros el que aquí se conoció como Last Battle y que es una mierda pinchada en un palo.

El título del cómic en japonés es Hokuto no Ken, que al español se traduce literalmente como "El Puño del Carro". En este caso, el cambio del título me parece no solo aceptable, sino apropiado, y no solo porque suene mejor, sino porque incluso tiene cierto sentido. El Carro es la constelación más brillante de la Osa Mayor y, como deberíais saber, apunta a Polaris, también conocida como la Estrella del Norte. Y esto deberías saberlo porque si algún día os escapáis de una nave-prisión y acabáis estrellándoos en un planeta habitado por un psicópata megalómano, y este psicópata o suelta en medio de un bosque para cazaros pero os da la oportunidad de salvaros si llegáis hasta un templo repleto de zombis y mutantes, como le ocurrió a las esclavas de aquella genial película de serie B, entonces podréis utilizar vuestro conocimientos de astronomía para localizar la Osa Mayor, orientaros y poneros a salvo.

Esperad... Si estáis en otro planeta, probablemente la Osa Mayor no os sirva de nada. Qué estupidez.


Argumento


El primer número del manga comienza con una narración de una épica increíble y una gramática cuestionable:

"En el año 199X, el mundo quedó arrasado por el fuego atómico. Los mares se han secado, la tierra se ha agrietado... Todas las formas de vida parecen haber desaparecido de la faz de la Tierra. Y sin embargo..., la raza humana no desapareció".

O sea, "¡BOOM!" y "¡KABOOM!". El planeta entero es un desierto desolado, no queda un solo edificio en pie, hay escasez de agua y alimentos y, en definitiva, todo está hecho un asco. Prácticamente solo han sobrevivido las cucarachas y dos tipos de personas: los aldeanos que luchan por salir adelante y que casi no tienen ni donde caerse muertos y los punkarras moteros que abusan de los más débiles.

Es una distopía perversa en la que impera la ley del más fuerte y la banda sonora de la vida está compuesta íntegramente por temas de heavy metal.

La banda Z. Al parecer, este es el nombre más largo que podían recordar.

En este mundo acabado, un guerrero marcado con siete cicatrices en el pecho que forman la constelación del Carro vaga cual Michael Knight postapocalíptico ayudando a los indefensos y los necesitados.

Su nombre es Kenshiro, el sucesor del Hokuto Shinken, un arte marcial ficticio que consiste en gritar cual chino al que aprietan los calzoncillos y presionar los puntos vitales del cuerpo humano para reventarlo desde dentro. Kenshiro ve a sus enemigos como poco más que granos purulentos antes de una cita.

El crujido de los nudillos es en realidad el sonido de gases escapando del fluido sinovial.

Partimos, pues, de un argumento simple como un ladrillo y fácil de seguir: mundo violento lleno de malos, héroe que se los carga. Así de simple.

De hecho, uno de los defectos que suele achacársele a este manga es que, descontando tres o cuatro combates, Kenshiro siempre está muy por encima de sus contrincantes, lo que resta emoción a las peleas y hace que su desarrollo sea bastante previsible. Pero yo lo veo más como una virtud. Ya sé cómo va a acabar esto, así lo que espero es que el camino para llegar hasta ahí me flipe.

Además, ese es solo el trasfondo de la historia, mientras que el eje principal es el propio Kenshiro y los encuentros que tiene a lo largo de su viaje sin destino con las sombras alargadas de su pasado, que amenazan muchas veces su presente.

Cuando ves las cabezas de los hombres que forjaron a tu rival en el cielo, estás bien jorobado.

Aparte de la temática y la acción, otro de los puntos fuertes de El Puño de la Estrella del Norte es que Buronson se toma su tiempo en desarrollar y dotar de profundidad tanto a Kenshiro, como a los personajes secundarios que se cruzan con él. Ya sean buenos o malos, todos tienen una personalidad bien definida, un pasado más o menos complejo y un propósito que cumplir. Los buenos anteponen la justicia a su propia integridad física y defienden sus valores y principios a costa de cuantos sacrificios sean necesarios ("¿Qué quieres a cambio de perdonar su vida?, ¿un ojo? Aquí tienes dos"). A los malos, por otro lado, no les tiembla la mano al torturar a mujeres y niños y son incluso capaces de matar a sus seres queridos con tal de ver realizadas sus ambiciones. La idea de fondo es que todos ellos viven regidos por las estrellas y no pueden luchar contra su destino, por absurdo que sea.

Buronson suele recurrir a los flashbacks para que conozcamos a los personajes y comprendamos el porqué de sus acciones. Incluso los grandes villanos de la serie acaban cayéndote bien en cuanto te sientas un rato con ellos y te cuentan lo mal que lo pasaron cuando el servicio de atención al cliente les tuvo dos horas al teléfono para intentar solucionar un problema con la línea de ADSL. El único inconveniente es que Buronson abusa tanto de este recurso que por ruin y despreciable que parezca el malo de turno al principio, ya sabes que acabará muriendo de forma más o menos honorable, generalmente redimiéndose ante Kenshiro, y no reventando como una vulgar piñata en un cumpleaños infantil.

Eso sí, como la trama la fueron improvisando sobre la marcha, hay enormes lagunas e inconsistencias. Pero, creedme, el guion es lo de lo menos cuando estás leyendo El Puño de la Estrella del norte.


Kenshiro


Kenshiro, o Ken para los amigos (los pocos que hace entre un "atatatata" y el siguiente), es el héroe y protagonista indiscutible de la historia.

Sucesor del arte de hacer fuegos artificiales con las entrañas de la gente y proclamado salvador de la humanidad, Kenshiro es fuerte hasta decir basta, capaz de destrozar paredes de acero o levantar media montaña por encima de su cabeza como quien no quiere la cosa, y duro como una piedra en el riñón de Samuel L. Jackson. Apenas sonríe, no habla más de lo necesario y mantiene una actitud chulesca las veinticuatro horas del día los siete días de la semana. Y cada vez que pelea en serio sufre el efecto supersaiyano legendario y su chaqueta explota hecha jirones.

Ganó un concurso en el que sorteaban un suministro de chaquetas de cuero gratis para toda la vida.

Naturalmente, en un mundo en el que la muerte está presente desde que abandonas el útero materno, Ken tampoco se corta un pelo cuando se trata de mandar a la gente al otro barrio. Nuestro héroe no solo no se apiada de la escoria con la que tiene que lidiar cada día, sino que una vida de desgracias y defunciones prematuras le han llevado a desarrollar un macabro sentido del humor.

"Tú ya estás muerto" es su cita más famosa y la frase que pronuncia instantes antes de que su rival implosione y lo ponga todo perdido.

Uno de mis momentos favoritos es cuando Kenshiro utiliza el Hokuto Shinken para que un pobre desgraciado muera en tres días y le promete que si le dice lo que quiere saber, le salvará. Lógicamente el tipo canta como un jilguero, pero Ken no solo pasa de él, sino que además le llama ingenuo por haberle creído y se ríe en su jeta. El humor negro está muy presente .

Omae wa mo shindeiru, la especialidad de la casa.

Sin embargo, Ken no solo es el epítome del tipo duro. También tiene sentimientos y no le avergüenza mostrarlos. Incluso da discursos sobre el amor y llora con relativa frecuencia sin perder ni un ápice de virilidad.

El hecho de que la tristeza sea lo que le permite ejecutar la técnica mortal definitiva de su escuela es solo una feliz coincidencia.

Jamás veréis lágrimas tan masculinas como estas.

¿Estamos ante uno de los personajes más grandes que nos ha brindado el género shonen? Yo diría que sí.


Sagas


Aunque a diferencia de otros cómics que leí de crío, no me conozco El Puño de la Estrella del Norte al dedillo, para mí la historia se puede dividir en: prólogo, relleno, dos grandes arcos argumentales, relleno y epílogo.

La primera parte del manga nos presenta a Kenshiro después de haberse tirado todo un año errando por el desierto obsesionado con vengarse del hombre que le hizo las siete cicatrices del pecho, no por haberle convertido en un mapa astral andante, sino por arrebatarle a su prometida Yuria y quedársela para él solito.

En estos primeros capítulos, Kenshiro conoce a Bat y Lin, dos jóvenes huérfanos que le siguen porque no hay mejor modelo para los niños que un asesino solitario en pos de venganza. Bat es un ladronzuelo que decide acompañar a Ken para no pasar hambre (a ver quién le niega un bocata a un tipo que aplasta cráneos con las manos desnudas), y Lin, una niñita adorable y compasiva que representa la esperanza de crear un mundo mejor, porque ¿dónde está escrito que el shonen no pueda ser ñoño?

Al menos con Ken aprenden una barbaridad de anatomía.

Shin es el primer gran antagonista del manga y asienta las bases de los que le suceden en volúmenes posteriores. Es cruel, conoció a Kenshiro en el pasado, cuenta con un gran ejército de morralla humana, y en el fondo no es tan malo, sino que las circunstancias le hicieron así. Creo que Jessica Rabbit decía algo parecido.

Shin es un maestro del Nanto Seiken, que junto al Hokuto Shinken es el arte marcial más recurrente de la serie. Si el segundo estilo te destroza de dentro para fuera, el primero te hace pedazos de fuera para dentro, generalmente sirviéndose de las manos como cuchillas para hacerte rodajitas como si fueras un salchichón.

Recordadlo: Shin es el tipo con un vacío blanco donde deberían estar sus genitales.

Los siguientes capítulos son un poco de relleno, pero al menos sirven para que Ken haga amigos en edad de beber y conducir. Supongo que empezaba a cantar que siempre estuviera a solas con dos críos.

El primer amigo que hace Kenshiro es Rei, un lobo solitario que domina el Nanto Suichoken (uno de los estilos del Nanto Seiken) y que va en busca del hombre que mató a sus padres y raptó a su hermana para tener unas palabras muy serias con él. Kenshiro y Rei hacen el mejor dúo de héroes perdonavidas desde que Burt Reynolds y Clint Eastwood protagonizaron juntos Ciudad muy caliente.

Del lado femenino, tenemos a Mamiya, que, para proteger a su pueblo, ha renunciado a su condición de mujer y se ha convertido en una guerrera. Mamiya, además, guarda un asombroso parecido con Yuria, la prometida de Kenshiro. No sé si aposta o porque a Tetsuo Hara no se le da demasiado bien dibujar rostros femeninos.

Con Kenshiro forman un singular triángulo amoroso de sentimientos no correspondidos.

La estrella de Kenshiro pronto le conduce hasta sus "hermanos mayores", tres hombres que recibieron las mismas enseñanzas que él y a los que ahora debe sellar el puño o borrar la memoria, porque el Hokuto Shinken, al igual que la vajilla de mi abuela, se transmite a una única persona generación tras generación.

El primer hermano con el que se topa Kenshiro es Jagi, un psicópata resentido que tuvo un rifirrafe con él cuando aún eran alumnos del mismo dojo y que pretende hundir la reputación mesiánica de nuestro héroe haciéndose pasar por él.

La razón por la que lleva casco es para ocultar las piezas de metal que impiden que se le salga el cerebro por las orejas.

El segundo hermano es Toki, un hippie afectado por la radiación nuclear, pero sin mutaciones visibles que afecten su cuerpo de atleta, al que Kenshiro encuentra retenido en una ciudad-prisión para artistas marciales. El único deseo de Toki es dedicar el tiempo que le resta de vida a sanar a la gente con el polivalente Hokuto Shinken, y aunque parece un Jesucristo en horas bajas, antes de enfermar era el que más posibilidades tenía de convertirse en el sucesor de la escuela.

Con esto, solo nos queda por mencionar al hermano más fuerte de todos, Raoh, un mostrenco que, bajo el título de Ken-Oh ("Rey del Puño"), lidera un poderoso ejército y ansía conquistar el mundo, aunque para ello tenga que convertirse en un cliché con patas y cometer docenas de actos previsibles de maldad.

Raoh es probablemente el personaje con más matices de la serie, y aunque los autores lo introducen como un rival sanguinario del montón, poco a poco nos van descubriendo su elevado concepto del honor y su lado compasivo, y nos demuestran así que esta mala bestia también tiene su corazoncito (hablando figuradamente, claro; para bombear sangre a todo ese cuerpo, el corazón debe de pesarle lo menos cinco kilos).

Tres pequeños ninjas: Electric Boogaloo.

Después de la saga de Raoh, durante la que Kenshiro también derroca al emperador Souther (la continuidad y la coherencia no son el fuerte de Buronson), nuestro héroe pasa algunos años viviendo en paz y buena compañía hasta que las fuerzas del mal regresan y se ve obligado a encargar otras doscientas cazadoras de cuero para repartir estopa de nuevo.

Tras ayudar a Lin y Bat, ya creciditos, en una rebelión contra los generales de la emperatriz Celestial, el destino conduce a Kenshiro a la isla de Shura, la Tierra de los Demonios, donde conoce brevemente con su hermano biológico, hace un amigo la mar de sacrificado y acaba enfrentándose al villano definitivo, Kaioh, un monstruo al que no se puede matar ni poniéndole a ver Un chapuzas en casa, pero que, como todos los antagonistas de la serie, acaba ablandándose y llorando como una magdalena.

Todo fachada, creedme.

El manga podría haber concluido ahí, pero la historia se alarga de forma un tanto innecesaria durante tres volúmenes más para seguir los pasos de Kenshiro tutelando al hijo del "más grande de mis grandes rivales". Esta parte casi parece escrita de cara a un posterior spin-off protagonizado por el chaval de marras, y apenas tiene una pelea interesante.

Por último, la obra se cierra con un epílogo más propio de un episodio de Marmalade Boy que de un shonen, pero que al menos es consecuente con el carácter de los personajes y que, gracias al fanservice de las últimas páginas, no decepciona.


Apartado artístico


El dibujo de El Puño de la Estrella del Norte es detallado, realista (dentro de lo improbable de ciertas proporciones) y sucio. Y es un estilo que me encanta.

Los hombres son armarios empotrados y las mujeres están como para hacerles una foto tamaño póster y colgarla en la pared de un taller de coche. ¿Qué más da que no tenga sentido? Quizá los gimnasios y los salones de belleza quedaron en pie tras la hecatombe nuclear.

Hay que decir además que, como ocurre con la mayoría de colecciones que tienen la suerte de alargarse durante años, los dibujos de Hara mejoran notablemente a medida que se asienta su estilo, y los últimos volúmenes tienen una calidad que me hacen chiribitas los ojos.

Kenshiro en el primer capítulo al lado de la última viñeta de la serie. No ha cambiado nada.

Por compararlo con algún manga que siga publicándose hoy día, lo mejor de Tetsuo Hara se asemeja bastante al Berserk de Kentaro Miura. Dicho esto, el manga de Miura, sin ser muy posterior en el tiempo (el primer tomo de Berserk se publicó a finales de 1990, así que las colecciones se llevan apenas cinco años de diferencia), se beneficia de ilustraciones más consistentes y de secuencias más fluidas.

En lo que ambos dibujantes sin duda coinciden es en ser explícitos cuando se trata de mostrar muertes truculentas, con vísceras y galones de sangre desperdigados por las viñetas en un collage demencial.

Esto le pasa por no comer verdura.

El Puño de la Estrella del Norte sorprende también por sus claros referentes visuales a películas de los años setenta y ochenta, empezando por el mismo Kenshiro, que podría ser el hijo que Mad Max y Bruce Lee nunca tuvieron.


También podemos encontrar parecidos razonables con personajes de La guerra de las galaxias...


... vivos retratos de héroes de acción como Sylvester Stallone...


... villanos como Dolph Lundgren en Rocky IV...


... e incluso a Sloth, de Los Goonies.


Hubiera sido interesante ir apuntando todos estos guiños para recopilarlos en otro artículo; pero como me daba pereza levantarme a por lápiz y papel mientras leía, os tendréis que conformar con los que he conseguido extraer de ese entramado de conexiones neuronales perjudicadas por el exceso de pastiches ochenteros que es mi cerebro.


Conclusión


Si buscáis una historia rica en matices y contenidos, con giros sorprendentes y personajes creíbles, que os deje con la sensación de que merece la pena estar vivo... no sé cómo porras habéis conseguido leer hasta aquí.

En cambio, si queréis indagar en las raíces del género shonen o simplemente os gusta es ver a tíos cachas haciéndose el chulo y partiéndose la cara entre ellos hasta que se les cae a pedazos, El Puño de la Estrella del Norte es para vosotros.

24 comentarios

  1. Uno de mis mangas favoritos, sin duda. Poco más que añadir.

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  2. Bueno, sí, que este manga es una obra maestra. Pero es que eso es tan obvio que...

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  3. "Ya sé lo que va a pasar. Bien, pues enséñamelo y que mole" Mi política de ahora en adelante.
    Me gusta esta serie y aún sigo aventándome la serie de TV, aunque tienda a alargar historias con rellenos como no tienes idea.

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  4. Siempre me pareció una versión suave (menos psicopatía pero más artes marciales) de Violence Jack. Y se convirtió en un referente, me encanta el manga, el anime y sus cientos de parodias.

    ¿Con que tiene 29 años? Esa información debería estar en la F.A.Q. como un dato preciso y no el casi treinta años.

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  5. je, un disfrute de serie.

    para mi gusto está bastante alargado, porque la historia... bueno, daba para lo que daba, y al final es un cachondeo el jaleo de hermanos perdidos que tienen todos por ahí XD

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  6. Mixtli198412/11/12 09:27

    Gracias por el descubrimiento, me han entrado muchas ganas de leerlo, habia oido hablar del manga pero no me habia llamado la atención.
    Si cumple con "Ya sé lo que va a pasar. Bien, pues enséñamelo y que mole" (gran frase, junto con la de "mujer estrella de mar")estaré muy contento, empecé a leer Gantz por ver acción pero muchas escenas de acción son un caos terrible o páginas enteras que sólo son un paisaje oscuro.
    ¿Hás visto el ánime? ¿Merece la pena?

    PD: Dolph Lundgren sale en Rocky IV.

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  7. Si no llegas a decirlo, hubiera pensado que Berserk era del mismo autor.

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    1. Deja al autor de Berserk tranquilo que bastante tiene con lo suyo... A ver si acaba de una puta vez la historia!

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  8. Si que está alargada pero esta serie es un disfrute total. Pelos ochenteros,ostias brutales,futuro postapocaliptico y manly tears. Must read

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  9. Sabiduria Inmunda.12/11/12 14:22

    Es tan bizarra y exagerada que no puede sino molar!!!

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  10. Ojala pudiese llorar asi de macho y viril como el prota T_T

    Por cierto te recomiendo para que leas mas peleas absurdas, Kenichi, el mejor discipulo de la historia.

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  11. David_Watts12/11/12 22:55

    El parecido con Berserk es normal. Por lo que tengo entendido Kentaro Miura fue alumno de Tetsuo Hara (o algo así). Incluso Kentaro Miura tiene dos mangas (que publicó Mangaline en su momento) guionizados por Buronson, que son "Japón" y "Oh-Roh, El Rey Lobo" de temáticas en parte similares (mundos postapocalípticos) y se hace todavía más evidente la similitud en los estilos de dibujo de ambos.

    Buena entrada, de los primeros mangas que compré cuando ya casi estaba a punto de estar descatalogado. Eso sí, tengo pendiente del tomo 15 en adelante, puesto que no lo publicaron entero. Lo dejaron al finalizar la parte de Raoh y por lo que tengo entendido con bastante razón también, puesto que a partir de ahí realmente no le veo mucho sentido seguir.

    También destacar que tengo entendido que fue el primer manga publicado por Planeta, junto con Bastard! (vendieron los números 1 juntos en un pack).

    Lleva habiendo rumores desde hace mucho tiempo, incluso creo que la propia Planeta dijo que estaban en ello, de que iban a reeditarlo, pero parece que la cosa está parada o que ya se hayan olvidado. Tal y como está la cosa últimamente, no sé si vendería demasiado una reedición éste manga, el público de antes no es el de ahora (yo ahora apenas sigo manga alguno), aunque yo espero que finalmente se animen para tenerlo en una edición más decente que la que sacaron en su momento, que vaya tela.

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  12. Roy D. Mustang: Obra maestra no sé... Representativa de un género y de gran influencia en otros artistas, sin duda.

    Larry Wise: Si la mitad del manga es relleno, no quiero ni imaginarme cómo será la serie de televisión.

    LacraESECEFE: No conocía Violence Jack. El título mola. En cambio, el estilo de dibujo no me atrae.

    Creo que cuando alcance los treinta, me quedaré en esa cifra unos cinco o seis años.

    eter: El guión de la serie no se tiene en pie, pero se lee que da gusto.

    Mixtli1984: El anime no lo he visto. Por ahí arriba dicen que tiene mucho relleno.

    Gracias por decirme lo de Rocky. Es que como la II es casi un calco de la I, no la conté.

    Ryo Dragoon: Me encanta dar información sin utilidad práctica alguna. Por lo demás, me remito al comentario de David_Watts. Y recuerda que el saber... ¡no ocupa lugar!

    Pennywise: Otra cosa no, pero batidos de proteínas y laca para el pelo no faltan en este mundo postapocalíptico.

    Sabiduria Inmunda: Claro, hombre.

    Un Tipo Bipolar: La serie de Kenichi empecé a leerla en su día y me enganché bastante al principio. Luego me aburrí. Dicho esto... tetas.

    David_Watts: Efectivamente, hace dos años o así, se habló de que Planeta iba a publicar una nueva edición integral en un formato decente; pero al parecer la editorial japonesa cobraba más de lo que Planeta estaba dispuesta a pagar por los derechos. Una lástima, porque caía seguro. No te digo más que me compré la mierda de Mazinger Z de Norma...

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  13. Gran entrada y gran serie :) De mis preferidas

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  14. Estoy ofendido, cuando hablastes de Toki no hiciste mención al ataque "Rayo de la muerte orgásmica de Jesús"

    http://www.youtube.com/watch?v=GF3dUsE2R6k
    BEST! DEATH! EVER!

    Con todo, buena entrada, me encanta Hokuto no ken y coincido que tras el final de la primera mitad, la calidad baja. Ahora solo faltaría que te pusieses a revisionar los Spin-off (este manga tiene una cantidad absurda de ellos).

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  15. ÉPICO. Hokuto no Ken es el padre del shonen tipo nekketsu que todos conocemos (aunque Dragon Ball fue el que luego marcó el estilo a seguir), todo un imprescindible en la historia del manga.

    Lo de Planeta, el otro día leí que más por dinero, lo que pasa es que la editorial japonesa les exigía para publicarlo editar todos los spin-off existentes, pero Planeta lógicamente solo quiere editar el manga principal.

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  16. Me gusto el anime pero es muy largo como buen anime antiguo es muy predecible me gustaria ver los capitulos escenciales alguna ayuda con eso??

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  17. Anonimo: Toki es uno de mis personajes favoritos. Lo pintan como un tío ya acabado y es una mala bestia.

    Roy Ramker: Vamos, que, en definitiva, sigue siendo un problema de pelas, porque no van a pagar por algo que les costará vender. Ay, me parte el corazón...

    rmontes: No. Te ayudaría encantado, pero no lo he visto.

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  18. Como curiosidad, en el manga no había ningun problema en mostrar muertes de niños mientras que en el anime Kenshiro conseguía salvarlos en el último segundo (menos el hijo de Shu, que tiene que morir por requisitos del guión).

    Para mi la serie acabó tras la saga de Rao, lo que vino después no es más que relleno tipo Dragon Ball GT.

    Aquí hay unas cuantas parodias/homenajes de esta magnifica serie:

    http://www.youtube.com/watch?v=SplSDPwVbzc&feature=related

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  19. 29 años? pensaba que eras bastante mayor....


    creo q leere ese manga un día de estos...

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  20. Bassdrum D. Txema19/11/12 13:24

    Como de niño era un ignorante, recientemente conocí esta obra a través del juego de PS3 "The Fist of The North Star: Ken´s Rage" el cual me enganchó bastante el pasado mes de febrero.

    Empecé a leer el manga y me está gustando bastante. Muchas ostias en un escenario post-apocalíptico... me encanta.

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  21. Este managa fue uno de los priemros que público Planeta en ese extraño formato de cartón...Eran siete tomos de ese formato. Después, unos 3-4 años más tarde, sacó el formato ese que es son los recopilatorios japoneses junto con bastard hasta la saga de Raoh como bien ha dicho alguien por ahí, He leído este manga varias veces y aunque el guión puede tener algunas lagunillas...incluso su final...que no desvalaré...si lo considero una obra maestra. Una pena que Planeta no publicase la segunda parte, supongo que por que las ventas no llegarían al nivel deseado. Otra grandisima pena es que la serie no la pasasen por Tv...ni siquiera por ningún canal de los de pago o especializados...si usted tiene mano amigo con esos buenos hombres que comentan el cine basura en canal plus extra, haga presión para que la emitan jeje...aunque he visto algunos capítulso en emule y youtube. con respecto a los juegos...se hicieron muchos más para la Nes, Super Nes y Playstation y hasta una peli de imagen real que salió para video en la que salía Malcom Macdowell haciendo de malo, e incluso una mojonera versión coreana...En fin gran serie managa que no sé si tiene influencia en Fran Miller o viceversa que todo aficionado al manga debe leer. Enhorabuena por el artículo.

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  22. Yo soy del primer tipo de espectador y conseguí leer hasta el final.

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  23. Jejeje, me has pillado tenia ganas de leer, un poco los origenes del Shonen de Peleas, formado por la tres marias de aquella epoca, Hokuto no Ken, Dragon Ball y Saint Seiya. y me faltaba esta para terminar con la triada. hala y ahora a leer

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