27 de octubre de 2014

Las 15 decisiones más difíciles de 'The Walking Dead: Season 1'


¿Quién no ha leído algún libro de Elige tu propia aventura cuando era niño? Supongo que ahora preferiréis sentaros con una buena novela histórica o de misterio, un superventas del escritor de moda, a tener que tomar decisiones ridículas en un relato de ciencia ficción sobre hormigas espaciales; pero es que eso es lo malo de hacerse mayor: que los gustos tienden a lo anodino.

En 2012, Telltale Games trajo la experiencia de aquellos libros viejos y desfasados a los videojuegos con The Walking Dead, un título basado en el cómic homónimo de Robert Kirkman. En su día, compré el juego porque el cómic me tenía enganchado y también me habían gustado las anteriores aventuras gráficas de Telltale Games. Por otro lado, uno no tarda mucho es darse cuenta de que incluir The Walking Dead en el género de las aventuras gráficas es hacer encaje de bolillos. Aquí no vamos a usar un pollo con polea en el medio para resolver ningún problema, eso ya os lo adelanto.

Antes bien, The Walking Dead es una historia interactiva en la que el curso de los acontecimientos depende de nuestras acciones. Hay docenas de diálogos con elecciones que no tienen vuelta atrás y algunos QTE dispersos aquí y allá para darle emoción a la aventura, pero no puzles al uso. Su punto fuerte es la historia, que te atrapa de principio a fin y, en muchos momentos, te quita el hipo.

Algunas decisiones son más espinosas que otras, porque plantean dilemas morales difíciles de resolver. Si os cuesta elegir entre tomar ensalada o crema de calabaza de primer plato, imaginaos cuando se trate de cuestiones cruciales, a veces de vida o muerte, en las que hay que tomar una decisión en un tiempo limitado. Y olvidaos de intentar averiguar cuáles son las opciones buenas, porque no hay tal cosa. Todo depende del punto de vista del jugador.

En cuanto a las críticas que dicen que las decisiones no valen un pimiento, porque al final todos los caminos llevan a Roma, esa es una verdad a medias. Toda decisión que tomamos en el juego, aunque no cambie el mundo que nos rodea, afecta al carácter del protagonista y a sus relaciones con el resto de los personajes. Por supuesto, la gracia del juego está en pasárselo varias veces escogiendo opciones diferentes para ver todas las ramificaciones posibles de la historia, pero a continuación sólo he incluido las elecciones que hice en mi primera partida.


#1. ¿Intentarás salvar a Shawn o a Duck?


Situación: La gran inauguración del apocalipsis zombi ha librado a Lee Everett, un profesor de historia afroamericano, de revisar los exámenes de fin de curso y también de acabar con sus huesos en chirona por matar a un senador al que pilló jugando a palmas, palmitas, higos y castañitas con su mujer. Después de apadrinar a una niña de ocho años llamada Clementine cuyos padres probablemente sean pasto de los gusanos, ambos encuentran a un chico tratando de huir de la ciudad en coche. Shawn Green les lleva hasta la granja de su padre Hershel y allí conocen a una familia que también está buscando refugio: un paleto llamado Kenny, su aburrida esposa Katjaa y su irritante hijo Duck. Por la mañana, Shawn está reforzando la valla que rodea la granja con ayuda del niño cuando un accidente pone a ambos en la autopista hacia el Infierno.

Mi elección: No puedo decir que esta fuera una decisión difícil. Shawn nos había ayudado a largarnos de la ciudad y Hershel nos había ofrecido un lugar libre de zombis y con olor a saludable estiércol para pasar la noche. Duck, en cambio, es la clase de crío al que incluso el mejor padre del mundo atiborraría de Focalin®.

A pesar de ello, elegí ayudar al niño, porque soy un fiel defensor de la máxima "los niños y las mujeres primero", sobre todo desde que el naufragio del Costa Olympia me pilló disfrazado de Carmen Miranda bailando Chica Chica Boom Chic en el camarote del capitán. Además, en los cómics de Kirkman, cuando Rick y su grupo llegan a la granja, Shawn ya está más frío que un Frigo Dedo metido en el culo de un pingüino, por lo que, con independencia de lo que hagamos, tiene firmada su sentencia de muerte.

Tanto es así que, elijamos ayudar a uno o a otro, al final Duck se salva por los pelos y Shawn se convierte en un tentempié para caminantes. El problema de no conocer el resultado de antemano es que si escogemos salvar a Shawn, Kenny nos lo echará en cara durante el resto del juego, mientras que a Hershel, por mucho que ahora nos mande al cuerno, no volveremos a verlo. Y a alguien que va al mismo estilista que Hulk Hogan es mejor tenerlo como amigo que como enemigo

No puedo dejar morir a un niño con una camisa a cuadros tan tradicional. 


#2. ¿Entregarás el arma a la mujer suicida?


Situación: Lee y dos supervivientes con los que apenas acaba de empezar a codearse exterminan a varios caminantes en plan Old Boy para llegar hasta una mujer atrincherada en la habitación de un motel. Cuando la mujer sale de la habitación a regañadientes (estaba terminando de ver el episodio de Las chicas de oro en el que Dorothy recibe la visita de su amiga lesbiana y ésta se enamora de Rose), el trío dinámico descubre que los zombis ya le han pegado un bocado. Ahora es cuestión de tiempo que empiece a pensar en el cerebro de quién será su próxima comida. La mujer pide que le den una pistola para ahorrarse el engorro de renquear por las calles con cara de borderline.

Mi elección: Según la Biblia, suicidarse es pecado. Por lo tanto, desde el punto de vista cristiano, colaborar con una persona para que se suicide te conduce directamente a un lugar muy cálido donde un señor con patas de cabra te espolea con un tridente mientras hierves en una olla con pequeños duendecillos rojos bailando a tu alrededor. Por otro lado, en la Biblia, la mujer de Moisés corta el prepucio a su hijo con un pedernal y lo arroja a los pies de su marido para que Dios no lo mate, y el profeta Malaquías amenaza con arrojar estiércol a la cara a unos sacerdotes, ¡y nadie les dice nada! ¿Cómo puedo entonces saber qué está bien o mal?

En cualquier caso, lo que yo no quería era desperdiciar una bala a tontas y a locas, así que dije a la señora que tararí que te vi. Sin embargo, incluso si nos negamos a darle la pistola, acabará quitándonosla a la fuerza para hacerse un tercer agujero en la nariz. Si llego a saberlo, ya lo hubiera hecho yo para caerle bien.

-¿Ha probado otras religiones? ¿Qué tal el hinduismo?, ¿no le gustaría reencarnarse en una hormiga?


#3. ¿Salvarás a Doug o a Carley?


Situación: Una horda de zombis a la que empieza a aburrirle la estática de la tele asalta la farmacia en la que Lee, Clem y compañía están atrincherados. Los zombis son inmunes a los antiinflamatorios, las vitaminas y los champús anticaspa, y consiguen agarrar a Doug y Carley. ¡Maldición! Eran tus nuevos mejores amigos desde hace diez minutos y, para variar, sólo puedes salvar a uno de ellos.

Mi elección: Doug es un manitas con mucho más coraje del que aparenta, y Carley, una periodista que ni siquiera sabe poner las pilas a la radio. Dicho esto, y aunque puede que algún día eche en falta a alguien capaz de configurar un mando universal en mi grupo de supervivientes, la ficción me ha enseñado que el romance es la mejor válvula de escape en un apocalipsis zombi y, dicho en plata, Carley tiene el mejor par de tetas de los dos (tetas generadas con gráficos poligonales y texturas, pero tetas al fin y al cabo). No hay necesidad de darle más vueltas. Lo siento, Doug.

-Este es el momento que esperaba para robarle el bolso. Total, como soy negro, me van a echar la culpa igual.


#4. ¿Ayudarás a Kenny a matar a Larry?


Situación: Después de que Lee descubra que el secreto de la robusta constitución de los granjeros que les han acogido en su propiedad es aire puro y una dieta rica en carne humana, los hermanos St. John encierran a Lee, Clem, Kenny, Lilly y Larry en un almacén y la situación empieza a  parecerse demasiado a La matanza de Texas. Pero como todo es susceptible de empeorar, Larry, que es un armario empotrado con muy mala leche, sufre un infarto durante uno de sus frecuentes arrebatos coléricos y cae fulminado al suelo. Ante la posibilidad de que vuelva de entre los muertos con más hambre que Carpanta, Kenny propone espachurrarle el melón con un bloque de sal. No con esas palabras, claro. Lilly, por el contrario, no está convencida de que reventar los sesos a su padre sea una buena idea e intenta reanimarlo. ¿Y qué haces tú?

Mi elección: La perspectiva de estar atrapado entre cuatro muros con el increíble Hulk zombi sólo es atractiva si tienes tendencias suicidas. Ahora bien, aunque una de mis prioridades era que Clem estuviera a salvo, no me parecía que rematar a la víctima de un infarto cardíaco fuera una buena lección para una niña de ocho años. ¿Y si al próximo que se desmayase le aplicaba la misma medicina sólo por si las moscas? ¿Y si ese alguien era yo y sólo estaba planchando la oreja?

Escogí ayudar a Lilly a reanimar a su padre sin el resultado esperado. Incluso si te das mucha prisa, lo más que llegas a ver es a Larry boquear como un pez un instante antes de que Kenny deje caer un enorme bloque de sal sobre su cabeza y convierta el suelo en un sanguinolento test de Rorschach. ¿Empezáis a ver por qué algunos críticos dicen que las elecciones en este juego caen en saco roto?

Quizá si se toma una aspirina, se recupere.


#5. ¿Matarás a Danny?


Situación: Gracias a las ventajas de la malnutrición infantil, Clem consigue escabullirse del almacén en el que los St. John mantienen al grupo encerrado. Una vez que la niña los libera, Lee consigue acorralar a Danny, el menor de los hermanos St. John, en el granero, y lo mantiene a raya a punta de horca. Lejos de amilanarse, el psicópata aprovecha para dar a su agresor algunos consejos de cocina que serían la envidia de MasterChef, diciéndole que es mejor que no lo mate porque entonces su carne se pondrá dura y chiclosa, y que lo ideal es mantenerle con vida y comérselo por partes, un día una pierna, otro día un muslito... ¡Qué barbaridad! Yo echaría sal a la carne y punto.

Mi elección: Hay al menos dos cosas que no puedo hacer mientras hay gente mirando: cambiar el agua al canario y clavar una horca a un psicópata caníbal que se da un aire a Steve Buscemi. Como Clem está con nosotros cuando el juego nos da a elegir si matar o no a Danny, me negué en redondo a dar el espectáculo. Además, la semana pasada calcé una mesa coja con un libro de ética y seguramente éste decía que estaba mal comerse a tus semejantes.

Ese bloque de heno se la está buscando.


#6. ¿Matarás a Andrew?


Situación: El horror de la granja de los St. John llega a su fin con el enfrentamiento a golpe de QTE entre Lee y Andrew St. John, el mayor de los hermanos granjeros antropófagos. Tras superar una dura prueba para nuestro pulgar y dejar al ranchero asesino hecho un cromo (no veáis cómo se las gastan los profesores de historia), Lee puede elegir entre rematar al hombre delante de todo el grupo, arriesgándose a traumatizar a Clem más aun, o esperar a que los caminantes que están invadiendo la granja en ese momento hagan buenas migas con él.

Mi elección: Hay una gran diferencia entre matar a alguien en defensa propia y matar a alguien a sangre fría. No para el finado, claro, pero sí para su verdugo. Y la diferencia no es sólo que la primera te exime de responsabilidad criminal y, por tanto, de terminar compartiendo celda con un ruso de ciento cincuenta kilos llamado Bestiajenko Gorilov, sino que se trata más bien de poder justificar las acciones ante uno mismo y ante los demás. ¿Con qué cara miraría yo a Clem después de haber mandado a un tipo de una patada digna del rey Leónidas contra una valla electrificada? No conseguiría romper el hielo ni con mejor imitación del Monstruo de las Galletas.

Por lo tanto, dejé vivir al doble de Alec Baldwin, y mientras me alejaba de la granja con el grupo, vi cómo los zombis renqueaban hasta él relamiéndose los labios. Al menos los que aún tenían labios.

-Me quedaría a machacarte un poco más, pero se nos han acabado las palomitas.


#7. ¿Saquearás el coche?


Situación: Después de escapar de la granja de los St. John, el grupo encuentra un coche repleto de suministros: comida, ropa, una casete de los Chunguitos... No hay ni rastro del dueño, así que Kenny, fiel a la tradición sureña, propone arramblar con todo. A Clem, en cambio, no le gusta la idea, porque robar está mal. Supongo que aún no sabe lo bien que puede quedarle esa sudadera roja que hay en el maletero.

Mi elección: ¿Sabéis a qué hora abren los supermercados cuando los muertos caminan entre los vivos? Nunca. Y tampoco reponen existencias. Por lo tanto, aunque me jorobaba decepcionar a Clem, uno de los dos tenía que hacer la vista gorda y pensar en el hambre y el frío que pasaríamos mañana. Además, decidiera lo que decidiera, estaba claro que Kenny iba a saquear el coche de todos modos. El daño ya estaba hecho, y ¿cuánto tiempo puede vivir un hombre sin una bolsa de patatas fritas o una chocolatina? Muy poco, de eso estoy seguro.

Además, ¿qué es lo peor que podía pasar? ¿Que el dueño del coche siguiera vivo, descubriera que habíamos saqueado su vehículo y fuera la clase de psicópata que secuestra niños y guarda en una bolsa la cabeza barboteante de su mujer? Lo dudo mucho.

-¿No hay leche desnatada? Paso.


#8. ¿Dispararás a la chica?


Situación: Meses después del lío de la granja St. John, el grupo de Lee malvive en un motel con las pocas provisiones que pueden conseguir explorando la ciudad. Kenny y Lee, como buenos manda'os que son, se encaminan un día más a la farmacia para recoger medicamentos. Cerca del lugar, ven a una chica anónima intentando escapar de una banda de música gótica. O tal vez sean caminantes. A esa distancia es difícil decirlo. La tía pega unos berridos que espantan al mismísimo demonio, y, como dice Kenny, eso les viene fetén para que los zombis se distraigan mientras ellos dos desvalijan la farmacia. Los caminantes acaban acorralando a la chica y uno de ellos le da un mordisco en el tobillo, poniéndola en la breve lista de espera del Club de los No-Muertos. Puedes acabar con su sufrimiento antes de que el festín continúe, pero entonces atraerás a los zombis.

Mi elección: La chica no se va a salvar a no ser que encontremos una cura para la zombiditis aguda, así que en realidad todo se reduce a dejar que experimente la peor muerte imaginable (o eso opinaba la chica punki nudista de El regreso de los muertos vivientes), o volarle la tapa de los sesos y ahorrarle el trámite. La segunda opción atraerá a los caminantes y, por lo tanto, tendremos menos tiempo para recoger tiritas del pato Donald y crema antiarrugas, así que... hay que pensar en el grupo. Además, la chica no va a guardarnos rencor.

-¡Eh! ¿Eso de ahí atrás no es un Douglas? Hacía tiempo que quería visitar uno.


#9. ¿Abandonarás a Lilly?


Situación: Desde que Lee se unió a su grupo de supervivientes, Lilly siempre ha sido la jefa, la mandamás, la gerifalte, mientras que él hacía el papel de coach. Era lo lógico teniendo en cuenta la experiencia militar de Lilly y lo bien que le quedan las chaquetas de cuero. Sin embargo, desde que el padre de ella perdió peso de hombros para arriba, está bastante desquiciada y paranoica. Y también racanea con la comida. Sólo se vive una vez, muñeca. Sólo se vive una vez.

Después de que unos bandidos asalten el motel, obligando al grupo a huir en la caravana de Kenny, Lilly echa la culpa del incidente a Ben, un estudiante que me recuerda a Shaggy de Scooby-Doo, y a Doug o Carley, dependiendo de a cuál de los dos salváramos en el episodio uno. Mientras Kenny intenta sacar de entre las ruedas de la caravana a un zombi al que su madre nunca le dijo aquello de "Mira a ambos lados antes de cruzar la carretera", Lilly se vuelve histérica y, o bien descerraja  un tiro a Carley en toda la jeta, o bien intenta disparar a Ben y Doug se interpone en el camino de la bala en plan Kevint Costner en El guardaespaldas. Ahora sí que Lilly se ha pasado tres pueblos. Puedes dejarla tirada en el arcén, sola, desarmada y sin comida, o perdonarla y permitir que suba de nuevo al vehículo.

Mi elección: Que os quede muy claro: dejar a una mujer tirada en la cuneta no está en mi lista de Cosas que quiero hacer antes de morir, o al menos no entre los diez primeros puestos; pero tratándose de una chiflada que ha volado la tapa de los sesos a mi Interés RománticoTM antes siquiera de que pudiéramos quedar para cenar, creo que es justificable. Cualquiera podría ser el siguiente en crisparle los nervios y  está claro que Miss Gatillo Fácil no es la compañía ideal para los niños. Al menos Kenny sólo es un paleto racista, ¡él todavía puede aspirar a ser presidente de los Estados Unidos tras el apocalipsis!

De todos modos, Lilly es muy apañada y estoy convencido de que le irá muy bien sola. En un bosque infestado de zombis. Desarmada. ¡Hasta más ver!

-¿No podemos ser todos buenos amigos?


#10. ¿Quién debería matar a Duck?


Situación: Durante la penosa huida del motel, un zombi entusiasta consigue morder a Duck. Por si sabéis tanto de zombis como Miley Cyrus de recato y pudor, os diré que eso significa que en cuanto la infección se propague y acabe con sus defensas (pensad en los glóbulos blancos de Érase una vez el cuerpo humano masacrados por virus zombis en una secuencia dirigida por George Romero), el niño pasará a formar parte de las legiones eternas de no-muertos. Antes de que eso ocurra, sus padres votan a favor de la eutanasia. Sin embargo, Katja está demasiado deprimida y prefiere esparcir sus ideas al viento a sobrevivir a su hijo, pasándole el marrón a su marido. ¿Quién evitará ahora que el niño regrese del Más Allá?, ¿Lee, el recientemente enviudado Kenny, o ninguno de los dos?

Mi elección: Aunque Duck puede llevarte a pensar que el aborto debería estar permitido hasta los doce años, es imposible no encariñarse con él después de que te ayude a investigar el aparente robo de suministros en el motel y te deje ser Batman mientras él asume el papel de Robin. Ningún niño es tan bueno como para dejar que otra persona sea Batman, y menos si eso supone que él mismo será el Chico Maravilla.

A pesar de ello, obligar a Kenny a pegarle un tiro a su único hijo también me parecía feo, sobre todo porque el pobre hombre aún tenía trocitos de la masa encefálica de su mujer en los zapatos. Quizá si se cambiase los zapatos...

En fin, como tampoco era cuestión de tener un niño zombificado pululando por ahí, hice lo que tenía que hacer y apreté el gatillo. Nadie dijo que sobrevivir al apocalipsis zombi fuera fácil, ni siquiera Max Brooks.

Ahora veremos si una infancia aparentemente desperdiciada jugando al Duck Hunt mereció la pena.


#11. ¿Quién debería matar al niño zombi?


Situación: En el ático de la casa de Savannah donde el grupo se refugia al poco de llegar a la ciudad, hay un niño zombi que da mucha grima. Va casi desnudo, está en los huesos y apenas se mantiene en pie. Me recuerda a los niños de Biafra, pero menos morenito y con calcetines. No pretendo ser gracioso.

Lee deduce que el chico se ocultó allí cuando aún estaba vivo y que, con el tiempo, murió de inanición. Esta es la razón por la que yo siempre tengo la despensa llena de Risketos y pastelitos de la Pantera Rosa. Prefiero morir empachado de comida basura el primer día de la invasión zombi que subsistir con comida saludable durante varias semanas.

Lee o Kenny deben poner fin a este horrible y triste espectáculo.

Mi elección: Como a Kenny el chaval zombi le recuerda a su hijo y no puede evitar echarse a llorar como una Magdalena, fui coherente con mis decisión anterior y me ensucié las manos de nuevo. Eso sí, cuando se trata de escoger entre descerrajar un tiro en la nuca a un niño zombi, abrirle el cráneo con una llave inglesa, o pisotearle la cabeza, sólo puedo deciros que la munición no llueve del cielo y que un hombre tiene que cuidar de sus herramientas. Esto último lo decía Clint Eastwood en Gran Torino. Algo aprendí de él.

¡Que alguien le dé un bocata de Nocilla, por favor!


#12. ¿Salvarás a Ben?


Situación: La visita a uno de los peores destinos turísticos de Savannah acaba desembocando en una apresurada huida hacia lo alto de un campanario con una horda de zombis pisando los talones al grupo y haciéndoles sentir como estrellas del rock. Por si lo anterior fuera poco, al llegar arriba del todo, se produce un accidente y la mano de Lee acaba siendo lo único que separa a Ben de una caída de tres pisos. Ben dice que le suelte, que no hay tiempo para ayudarle y los zombis le dan la razón acercándose paulatinamente.

Mi elección: Seamos sinceros: Ben es una lata. Su pacto con los bandidos provoca indirectamente la muerte de tres miembros del grupo, y cada vez que tiene ocasión de ayudar a alguien, en lugar de coger el toro por los cuernos, sale por patas. En un universo alternativo quizá Ben resuelva misterios con ayuda de un gran danés de pelo castaño, una nerd, una tía buena y un cantamañanas con un pañuelo anudado al cuello, pero aquí es un inútil.  Y no es que a estas alturas del juego fuera a redimirse como Darth Vader al final de El retorno del Jedi. Por lo tanto, le hice caso y le dejé caer. ¿Quién iba a pensar que sobreviviría al trompazo para ver cómo le devoraban un montón de zombis? Lo siento.

-Este sería un momento muy inoportuno para estornudar, ¿verdad?


#13. ¿Mostrarás el mordisco?


Situación: Las cosas parecen ir sobre ruedas ahora que el grupo ha dejado atrás los horrores de Crawford y tiene un flamante bote para huir de Savannah en busca de alguna isla paradisíaca libre de muertos vivientes y en la que se paguen pocos impuestos. Sin embargo, a la mañana siguiente, Clem desaparece sin dejar más rastro que su gorra favorita. Cuando Lee sale a la calle para buscar a la niña, se le echa encima el zombi más rápido de este lado del Mississippi y le hinca el diente. El resto del grupo se acerca para comprobar a qué viene tanto alboroto. ¿Ocultará Lee la herida a sus compañeros o presumirá de cicatriz?

Mi elección: La pregunta que uno debe hacerse en este momento es cómo reaccionarán los demás si se enteran de que pronto Lee se convertirá en una criatura de hábitos alimenticios e higiénicos cuestionables. La zombificación no es inmediata, pero en cuanto empiece a parecer que nuestro héroe ha montado siete veces seguidas en la Shambhala de PortAventura, sus amigos se lo pensarán dos veces antes de acercarse a preguntarle la hora.

Como a mí me gusta ir de frente, canté como un jilguero. Prefería que todos supieran que en algún momento a lo mejor me daba por mordisquearles la crisma. Sin acritud.

-Les diré que fue un mapache.


#14. ¿Te cortarás el brazo?


Situación: Si no os habéis saltado ninguno de los párrafos anteriores, ya sabréis que a Lee le ha mordido un zombi y que, si lo deja estar, nunca más tendrá que ir al gimnasio para mantenerse en forma. Así las cosas, sus opciones se reducen a dejar el brazo donde está, o amputarlo para ver si consigue retrasar la infección, quizá incluso detenerla, y seguir adelante sabiendo que nunca más podrá volver a jugar a la Game Boy ni levantar ambos brazos haciendo los cuernos en un concierto de Metallica.

Mi elección: Quiero que tengáis en cuenta que durante mi primera partida, yo aún no sabía cómo iba a acabar la historia ni que esta elección importaba un pimiento, así que supuse que si quería ver un desenlace en el que Lee sobreviviese, más me valía serrar ese brazo y dárselo de comer a los patos mutantes de Arkansas. Además, un hombre manco no tiene por qué ser un inútil. Aún puede demostrar su utilidad si aprende artes marciales y consigue retroceder en el tiempo cuarenta años para protagonizar películas chinas de kung-fu.

-Si me coloco una sierra mecánica en el muñón, ¿crees que Sam Raimi me demandará?


#15. ¿Pedirás a Clementine que te dispare?


Situación: Después de protagonizar dos escenas dignas de una película de Quentin Tarantino, a Lee no le quedan ni dos telediarios para convertirse en zombi. Cada vez se le ve más Michael Jackson de los noventa y menos Michael Jackson de los setenta. Es una lástima, pero así son las cosas. Y no pasa nada si lloráis. Es de mariquitas, pero probablemente nadie va a veros.

Haciendo de tripas corazón, Lee pide a Clem que le espose a un radiador por si las moscas y luego se plantea si pedirle un favor de los gordos. Ambos saben que si ella no lo mata ahora, se convertirá en un negro albino esposado a un radiador. ¿Es eso lo que queremos para Lee?

Mi elección: Aunque no creía que Clem fuera a guardar un gran recuerdo del día en que voló la tapa de los sesos al hombre que fue como un padre para ella, lo cierto es que después de todo lo que había sacrificado para mantenerla a salvo, no me daba la gana regresar de entre los muertos como un enclenque descerebrado y ponerla en peligro otra vez. ¡Cualquiera se fiaba de unas esposas, un radiador y una muñeca endeble y putrefacta! No, aquel tenía que ser el fin del viaje para Lee. Si Teltalle tenía el valor de hacer esta marranada al protagonista del juego, al menos me ahorraría tener que verlo babear detrás del cerebro de los supervivientes. Además, las cicatrices emocionales que provocaría a Clem disparar a Lee la prepararían para sobrevivir a la segunda temporada de The Walking Dead. Hay que pensar en el futuro.

-Piensa en mí como un cachorrito de golden retriever muy enfermo al que tienes que sacrificar, así te será más fácil.

Y hasta aquí hemos llegado, amigos. ¿Qué decisiones tomasteis vosotros o tomaríais ahora?

13 comentarios

  1. Dios mio como lloré cuando le disparé a Lee, y lo peor fue que el consejo que le dí a Clementine fue que cuidara de su cabello y usara acondicionador D:

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  2. Asi como lo pintas, suena a RPG nintendero gringo malhecho, donde a fuerza es un solo camino pero por diversas ramas(2). Algo así como el juicio a Chrono: aunque hagas las cosas bien y juntes testimonios a favor, de todos modos te mandan a las mazmorras.
    Nada le gana a un par de tetas dóciles y a tu merced...sólo la comida en tiempos desesperantes, pero ni un ingeniero ni un guerrero armero, para eso me las apaño solo.
    Interesante forma de ver las cosas, no menosprecio a los desarrolladores, pero los nipones se pintan solos para este tipo de juegos(algunos con 15 finales distintos o hasta 30). Interesante de cualquier modo, medio me quita el mal sabor de boca de la 5ta temporada de la ahora basura Walking Dead.

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  3. Buen juego. Me pase el primer capitulo porque estaba gratis en XboxLive, pero el resto no. De las decisiones que tome, rescate al niño en vez de Shawn, no le entregue el arma a la chica y salve a Carley. Vamos, las mismas que tu. Desde luego, este juego esta cien veces mejor que la dichosa serie. Y el comic ha entrado en una etapa que no me esta gustando demasiado. Ahora tocara la segunda temporada. Buen trabajo amigo!!!!

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  4. Pues muy parecidas excepto que me cargué a los dos paletos caníbales. No me gusta dejar cabos sueltos. Y además no tengo ni idea de cómo educar a una niña, córcholis, cualquiera adivinaba que eso la iba a traumatizar, yo creía que se lo iba a tomar mejor...

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  5. Un juego muy interesante y con una gran atmósfera, eso sí, se agradecería que fuera algo menos lineal. Telltale son los dignos herederos de Lucasarts (aunque sea porque comparten buena parte del personal)

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  6. ¿Este juego es de PC o de Xbox 360/ Paly 3?

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  7. Es una pena que tus decisiones al final tengan tan poco peso en el desarrollo del juego , casi no parece un rpg

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    1. Si que tienen peso, por ejemplo, si hubieras salvado a Ben, Kenny poco más adelante moriría por culpa de Ben, pero si dejas morir a Ben, Kenny llega mucho más adelante en la serie.

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  8. droska: Yo sufrí dos o tres momentos de descalabro emocional a lo largo del juego. Y odio que manipulen mis emociones.

    M@nchitas: ¿A qué juegos japoneses te refieres exactamente? Voy a tomar nota, que lo sepas.

    JoakinMar: Mi hermano colecciona los cómics por tomos recopilatorios. Los dos primeros son los que más me gustaron. El Jesuscristo karateca es ya demasiado.

    David: No es bueno dejar cabos sueltos. Se puede caer la vela de trinquete.

    Juan Germán Socías Segura: Yo aun diría más: dignísimos herederos. Pero ya no se hacen aventuras como antes. Ahora tienen mejores gráficos, música, sonido...

    Doctor Müller: Salió en PC, pero es multiorgásmico. Por arriba hablan de Xbox Live.

    Alberto Blanco: Yo no clasificaría este juego como RPG. Es claramente un matamarcianos.

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  9. LA HOSTIA, tenemos prácticamente la misma hoja de ruta tú y yo. Solamente diferimos en la última decisión, que consideré más importante dejarle que Clem conservara la bala y no hiciera un escándalo al dispararme que hacerme el favor y que puediera acabar en un problema a posteriori.

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  10. Eres un crack, jajaja
    Me mató tu razonamiento sobre salvar a carley o a doug, pero lo tengo claro jajaaj

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  11. carley.fue la muerte que mas me impacto.enserio.por no decir dolio.pero bueno todas son fuertes

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  12. Carley no es solo el "interés romántico con un buen par de tetas". También tiene muy buena puntería y te ayuda/salva el culo unas cuántas veces. Creo que hay que decirlo.

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