29 de diciembre de 2014

El hobbit: La batalla de los cinco ejércitos (2014)


Pues había que ver la tercera parte de El hobbit, ¿no? Sé que esa no es la actitud más apropiada para ir al cine, pero, ¿qué leches le vamos a hacer?, es lo que siento. Rara vez empiezo algo y no lo termino, aunque me disguste. Soy de los que apechugan con lo que haga falta con tal de dar carpetazo y pasar a otra cosa (aun así, confieso que no terminaré de ver nunca Battle Royale 2 ni de leerme Los escarabajos vuelan al atardecer, pero es que todo tiene un límite).

Con semejante introducción, y como sois muy espabilados, ya podéis intuir que no soy el fan número de uno de esta trilogía cinematográfica, y confieso que aún fantaseo con que algún fan edite las tres partes en un solo largometraje consiguiendo al mismo tiempo que el tono sea más respetuoso con el del cuento de J. R. R. Tolkien. También fantaseo con asistir a un pase privado de lencería de los ángeles de Victoria's Secret, y no sé qué es menos probable que vea realizarse un día de estos.

A Peter Jackson le apasiona y fascina el mundo creado por J. R. R. Tolkien. En pocas palabras, está enamorado de la Tierra Media, y cuando viaja a ella con su pelotón de cámaras RED Epic, desconoce la mesura. La economía narrativa no significa nada para él. Sin embargo, quizá en esto, pese a quien le pese, es en lo que más se parece a su idolatrado Tolkien, sólo que sustituyendo las florituras literarias y el bucolismo británico por un derroche de acción descerebrada heredera del mundo del videojuego. En la cabeza de Jackson, cada detalle de los libros es susceptible de convertirse en trama, y cada trama debe ser epiquérrima, que es una palabra tan grandilocuente que ni siquiera la encontraréis en el diccionario. La historia de El hobbit se podía contar en tres horas, ocho significan cinco horas de hacerme perder el tiempo y el triple de ingresos en taquilla para la MGM.

Los defectos que ya deslucían la primera entrega de la trilogía y que se subrayaban en la secuela alcanzan en La batalla de los cinco ejércitos su máximo exponente. Esta película es el culmen del exceso, un despropósito pirotécnico con un guión digno del peor George Lucas para el deleite de una generación cuyo déficit de atención exige que los diálogos sean concisos y las peleas esquizofrénicas. Como dicen los ingles: It's not my cup of tea.


El título del filme es probablemente su mayor acierto si exceptuamos que en la batalla en cuestión sólo intervienen cuatro ejercitos y no cinco (a los "salvajes wargos" se los han dejado por el camino, como al pobre Beorn, que sale tres segundos contados). La llamada batalla de los cinco ejércitos no es sólo el tercer acto de esta desenfrenada secuela, sino que es prácticamente toda la película. Y si no es así, desde luego a mí me lo parece.

Cuando hablé de La desolación de Smaug el año pasado, dije que culminaría con "una batalla épica de diez horas de duración que, en el montaje del director, durará veinte horas más". A pesar de la hipérbole, no andaba desencaminado.

El colofón de esta saga de leyenda resulta insufrible porque se dilata hasta la náusea, y cualquier entusiasmo que puedas sentir cuando empieza la batalla se desinfla a medida que pasa el tiempo y aumentan los sin sentidos y las fantasmadas. ¿Tuneladoras vermiformes? Brillante. ¿Un trol-ariete? Estupendo. ¿Legolas desafiando las leyes de la física? Claro que sí. ¿Un trol con mazas en lugar de manos? Genial.

Pero al cabo de media hora de trocarse hostias, sólo quieres que la película acabe para largarte y dedicarte a algo más productivo, como pensar en las musarañas o sacarte la roña de debajo de las uñas de los pies.

Esto os parecerá peccata minuta después de ver La batalla de los cinco ejércitos.

Además, los figurantes y monigotes digitales caídos en combate te importan un pimiento, y hasta los duelos singulares resultan aburridos porque se alargan en exceso. Ya es difícil implicarse en una guerra en la que uno de los bandos está generado por ordenador y el otro cuenta con combatientes capaces de causar ellos solitos más bajas entre el enemigo que Lu Bu en el Dynasty Warriors, pero Jackson nos lo pone todavía más difícil estirando la batalla como si fuera un muñeco de Mister Músculo y dotándola de una proporción inmerecida. Me gusta una buena secuencia de acción como al que más, pero cuando los héroes se tiran diez minutos intercambiando golpes con un orco fan de Hellraiser, hay un momento en el que dejo de prestar atención a la pantalla y empiezo a mirar mi reloj.

Y cuando por fin Thorin pasa a mejor vida por ser un cretino sin el más mínimo atisbo de intuición, y Bilbo llora su muerte en una toma en la que yo no podía mirar a otra cosa que no fueran sus enormes y sucios pies prostéticos de hobbit, y Gandalf se sienta a su lado y empieza a encenderse una pipa con parsimonia, os juro por todo lo que es sagrado que me entraron ganas de pegar un alarido a la pantalla. No soportaba ni un minuto más de metraje. Estaba saturado.

¡Vive la épica de los programas de ordenador que te permiten copiar y pegar orcos, elfos y cabras para crear ejércitos interminables!

Por desgracia, la batalla no es lo único que podemos calificar de plomizo e inaguantable. También hay que resignarse al estúpido e inexplicable romance entre la elfa metida con calzador y el enano guaperas cuyas semillas se plantaron y crecieron en un visto y no visto en la película anterior.

Ya dije lo que opinaba sobre esta relación antojadiza en mi crítica de La desolación de Smaug y no voy a repetirme, sólo puedo reafirmarme en lo que ya dije. ¿Habrá a quien le guste? Parece que sí. Pero también imagino que habrá quien se alegre cuando el médico le dice que van a extirparle la próstata porque tiene un cáncer galopante y que a partir de ahora tendrá que apretarse la barriga para mear. Esto sólo demuestra que hay gente para todo, no que el mundo en el que vivimos sea razonable.

Botón de muestra del montón de fanart revulsivo que hay en Internet.

Y, sin embargo, creo que en el filme hay algo todavía más insultante e innecesario que la pareja anormal del año. Me refiero a Alfrid, el #@*&% jorobado unicejo codicioso, travestido y cobarde que trabaja como consejero del gobernador de la Ciudad del Lago, un personaje sin gracia alguna que Peter Jackson se sacó de la manga en La desolación de Smaug y al que en esta tercera entrega dedica más tiempo que a la mayoría de los enanos de la compañía de Thorin (a lo mejor éstos tienen más personalidad que en el libro de Tolkien, pero si salen menos que un secundario que no aparece ni en el cuento original, de poco nos vale).

Cada vez que Alfrid sale en pantalla desplegando su inmundicia física y moral, uno debería ir sobre aviso de que va a ver puro relleno. Yo, en mi ingenuidad, esperaba que en algún momento cometiese alguna vileza que afectase aunque fuera mínimamente a la trama para compensar el tener que soportarlo; por ejemplo, que traicionase al buenazo de Bardo o pusiera en peligro a sus hijos perfectos. Pero me equivocaba. Podéis sacar al personaje de la película sin que cambie absolutamente nada salvo vuestro alivio por no tener que aguantar su repugnancia.

Y lo peor es que Jackson ni siquiera nos da el gusto de verlo morir aplastado o devorado por algún trol, sino que le deja marchar tan campante después de habernos hecho perder el tiempo. Sus escenas no merecerían ni estar incluidas en la edición extendida en Blu-ray con más de trescientas horas de contenido extra. Lo que voy a decir va muy en serio: es peor que Jar Jar Binks. Peter Jackson nos odia.

En un mundo ideal, Smaug lo hubiera convertido en un churrasco.

Por aquello de ir al grano y no cometer un peterjackson, resumiré la parte negativa de esta crítica en que la película es un petardo de superproducción con más morralla que la serie de The Walking Dead. Y ojo, porque no quiero decir que no se pueda encontrar en ella algún aspecto positivo. Lo que ocurre es que después de tres horas largas de película, es difícil recordar los buenos momentos, porque son como granos de maíz incrustados en un zurullo colosal; en sí mismos no tienen mala pinta, pero hay tanta mierda alrededor que cuesta mirarlos. De todos modos, yo voy a hacer ese esfuerzo. Por vosotros. Porque os aprecio.

Para empezar, Martin Freeman y Richard Armitage bordan sus interpretaciones como Bilbo Bolsón y Thorin Escudo de Roble. Son los únicos actores a los que realmente deja lucirse el guión (y ello a pesar de la escasa participación de Freeman en la trama) y sus escenas, ya sean juntos o por separado y descontando un desaborido duelo a muerte, son una delicia. Puedes cargar la película sobre sus hombros sin temor a equivocarte. La lástima en que para verlos en su salsa tengamos que bregar con tanta inmundicia.

Más de esto y menos World of Warcraft, por favor.

También agradezco que el prólogo sea relativamente breve y espectacular en su justa medida, con mucho fuego de dragón, pero ninguna acrobacia que dé vergüenza ajena. Y aunque sigo pensando que a Smaug tendrían que habérselo ventilado en la segunda parte, desde el punto de vista del negocio entiendo la decisión de dejar ese desenlace para la tercera. No olvidemos que el espectador medio pensaría de la siguiente manera: "¿Que han sacado otra película de El hobbit? ¿Pero no habían matado ya al dragón?". Incluso a los que hemos leído el libro nos cuesta recordar que la historia no termina cuando Bardo asaeta a Smaug sin pensar en las demandas que le lloverían a partir de entonces de las asociaciones protectoras de animales. Simplemente es que la muerte del dragón es el final apropiado para un buen cuento.

Su perdición fue hablar por los codos.

A nivel puramente visual, me fascinan los espectros del Anillo, los nueve hombres mortales condenados a morir; tan siniestros, tan solemnes, tan translúcidos... Me recordaban a los fantasmas de alguna adaptación de Cuento de Navidad. O tal vez a Moquete. Se me puso el vello de punta al verlos. Lleven mantos negros con capuchón o no, los espectros son uno de mis aspectos favoritos de El Señor de los Anillos desde que me crucé con la cinta de Ralph Bakshi cuando era un crío.

De las piruetas que dan los Nazgûl cuando pelean con Saruman y Elrond prefiero no hablar.

Por suerte para Aragorn, entre esta escena y el asalto en la Cima de los Vientos, los espectros del Anillo perdieron sus habilidades fantasmales ninja.

Por último, y por encima de todo, me chifla el cerdo gigante y peludo que se pasea a sus anchas entre los supervivientes de la Ciudad del Lago. No el modelo generado por ordenador que monta Dáin Pie de Hierro, sino el gorrino de carne y hueso con el que algún día se harán un buen chuletón. Cuando se trata de jamones, no acepto nada que no sea auténtico.

En conclusión, no dudo que estas tres películas podrían haber sido mucho, mucho peores (imaginaos que el guión lo hubiesen escrito Roberto Orci o Damon Lindelof), pero desde luego podrían haber sido más sencillas y, aun así, mejores e incluso memorables, y de ese modo yo no tendría que hablar de un animal de granja como algo positivo.

Para mí la experiencia de ver La batalla de los cinco ejércitos en el cine ha sido como estar viendo a alguien jugar una campaña de El Señor de los Anillos: La batalla por la Tierra Media. Si esto os gusta, bien por vosotros.

26 comentarios

  1. No os amargueis Tipo, fumate la de Anabelle o la del mismo Hobbit en versión ochentera(vomitiva) y verás que no está tan mal la presente en comparación.
    Francamente tenía la esperanza de desentrañar el "enigma" de ver como se verían de manera más realista a los ejercitos destruyéndose y no simplemente como "masas" de colores como en la versión animada de los setentas.
    Más que obvio que fue un vil alargue para ganar más dinero(igualito a StarWars); y teniendo tanta tecnología de punta y un presupuesto holgado hayan salido con un "bomberazo".
    Los efectos digitales geniales(hoy en día casi cualquier niño o estudiante de cualquier rama puede generar "cortos" similares), pero le faltó imprimir el ambiente de tensión y euforia, la sed de sangre y la desesperación por ver la muerte de cara...
    Una peli del montón, en particular no me gustó del todo. Creo que la dejo en la lista de las decepciones junto a la de Mario Bros de los noventas y la amenaza fantasma de inicio de milenio.

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  2. Es que no puedo estar más de acuerdo con la necesidad urgente de que alguien con manos le meta tijera a las tres pelis y arme algo más decente. Esta tercera parte fue un bodrio, al menos de la primera recuerdo a Gollum y de la segunda a Smaug. Pero es que la tercera no tiene nada de épico, ni de memorable, ni ná de ná. Esperaba algo más emotivo también, es el final de una era. Mala, mala.

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  3. Parece que fui al único que le gustó la película, no se tal vez sea que me gustan las batallas y bilbo me agrada más que frodo.

    Por cierto se escribe peccata minuta.

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  4. Totalmente cierto lo de Algrim, es el tipico personaje traidor y rastrero que no genera ninguna simpatia. Peter Jackson ¿ Por que no dejaste que Smaug lo aplastase ? ¿ Por que no dejaste que lo ahorcaran ?

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  5. Perdon, quise decir Alfrid

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  6. Es probable que en los extras del DVD haya una escena en la que matan a Alfrid, seguro que por eso le han hecho tan odiable, para la que gente quiera verle morir y paguen por ello.

    Hacer la versión editada que incluya lo fundamental de las tres películas sin la morralla no es algo complicado que requiera grandes conocimientos, cualquiera puede hacerlo con el Movie Maker que viene de serie con Windows.

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  7. M@nchitas: Yo no me amargo. Soy un tipo la mar de feliz. Lalalalala.

    Anónimo: Tienes más razón que un santo. Esta es la primera película de las tres en la que no hay nada que tenga visos de perdurar en la memoria. Al menos las otras dos tenían esos momentos con Gollum y Smaug. Qué triste, retriste.

    Anónimo: No creo que seas el único al que le gusta esta película. Fíjate tú que tiene un notable alto en IMDb, lo que significa que eres mayoría y yo un bicho raro picajoso. Pásame la minuta por la corrección. ;)

    Anónimo: ¿Algrim? Ese es un malo de los cómics de Thor.

    Anonimatus: No puedo imaginarme escenas eliminadas en esta película. ¡Serían la morralla de la morralla! ¡Detritus! ¡La inmundicia!

    En cuanto a la edición, no es tarea fácil. Hay que tener sentido del ritmo. Se rumorea, de hecho, que La guerra de las galaxias es lo que es gracias a una magnífica labor de montaje y que los rollos que traía Lucas tenían una cantidad ingente de metraje infumable.

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    1. Alfrid Death Scene The Hobbit

      https://www.youtube.com/watch?v=qtq-hsNI0P0

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  8. Bastante de acuerdo con toda la opinión. La película tiene cosas buenas como esos primeros planos de Smaug asolando la ciudad, pero luego Jackson se emborracha de Legolas y de flipadeces.

    Lo de Tauriel y el enano sencillamente es bochornoso, y lo del puto ayudante del gobernador no hay por donde cogerlo, es imcomprensible que no se haya quedado en la sala de montaje.

    pd: No te pareció raro el tratamiento ridículo de las muertes. En el Señor de los anillos sientes cada una de las flechas que le clavan a Boromir, te da la sensación de que verdaderamente le han clavado al pobre Sean Bean unos buenos cachos de madera en el cuerpo... pero en esta hay una obsesión ridícula por ocultar los cortes o heridas. Supongo que será cosa de la calificación por edades, pero las muertes de los enanos son ridículas, se supone que les han clavado unos cachos de acero dantescos, pero la cámara se cuida de no mostrar nada y el resultado final es que las escenas tienen poquísima fuerza.

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    1. Estoy de acuerdo en que las muertes son muy poco impactantes, tanto como para que te importe un pito quién muere o deja de morir. La calificación por edades ha alcanzado al director de Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro, y esto es muy triste.

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  9. pd2: lanzare una piedra a favor de Jar Jar Binks (aunque creo que esa no es la expresión correcta).
    Es una mierda, es horrible, eso nadie lo duda. Da vergüenza ajena durante casi toda la trilogia... pero tiene un buen momento, y ese es cuando Palpatine lo manipula para que pida que le den poderes extraordinarios a él como Canciller o algo así.

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  10. "confieso que aún fantaseo con que algún fan edite las tres partes en un solo largometraje consiguiendo al mismo tiempo que el tono sea más respetuoso con el del cuento de J. R. R. Tolkien."

    Deseo concedido en un 66%. Disfrute!!

    http://www.en10puntos.com/2014/12/el-hobbit-fan-edit-de-samuel-barilla.html

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  11. Terminento2/1/15 01:20

    https://www.youtube.com/watch?v=JHn1FzhE1EY

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  12. Yo estoy convencido que se vendería mucho mejor el estuche especial de las tres películas en su versión Reducida que en su versión Extendida.
    MGM debería de estudiarlo seriamente.

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  13. Anónimo8/1/15 08:11

    Yo creo sencillamente que para ir a ver este tipo de películas y sacarles algo de jugo, tienes que ponerte las gafas de "soy un niño de 12 años flipado con la fantasía épica". Ya sabes lo que vas a ver, así que no analices absolutamente nada y déjate llevar. Yo es lo que hice y no me desagradó la película. También puedes golpearte la cabeza con algo.

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  14. Anónimo8/1/15 13:42

    Este año no hay catálogo de juguetes?...

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  15. Bueno, pues acabo de verla hace un rato y a mí en general la película me ha gustado, pero porque he ido sabiendo a lo que iba. Yo quería entretenerme un rato viendo enanos brutos dando toñas gordas, y Dain pie de Hierro y su ejército de enanos con los cojones de plomo me han saciado gratamente en ese aspecto. #Fannúmero1deDain

    -ATENCIÓN SPOILERS-

    PEEEEERO la película tiene unos cuantos fallos muy graves. La mezcla de romance y calentón raro entre la elfa metida con calzador y el enano que no tiene ninguna pinta de enano acaba igual que empezó, sin pena ni gloria. Yo me quedé con las ganas de ver morir a la elfa. Sobraba desde el minuto uno, pero Peter Jackson quería meter a una tía buena en la peli como fuera porque queda muy bien en el cartel de la peli, o yo que sé.

    Las cabras. Molan, ¿pero de dónde coño salen? Es una de las muchas preguntas que nos hacemos todos.

    La escena de la muerte de Thorin es patética. Me refiero a cuando Bilbo se postra de rodillas ante su cuerpo y llora, y a ésto llega Gandalf y se enciende la pipa y se sienta ahí to pancho a fumar como si nada.

    Y no solo eso, sino que resulta que justo en ese momento la batalla (que se supone que se sigue desarrollando abajo, en las puertas de Erebor y en la ciudad) ha terminado, pero ni te enteras. Me contó mi amigo friki del Señor de los Anillos que acabó cuando llegaron las águilas y el hombre-oso al que apenas se ve durante 3 segundos.

    Y el final, aun siendo más o menos correcto, deja muchos cabos sueltos. No explica quién gobierna Erebor al final, ni qué ocurre con la joya, ni a qué se dedican los 10 enanos restantes después, ni la reconstrucción de la ciudad del lago... nada. Copón, ya que has metido horas innecesarias de peli a saco, explica al menos ciertas cosas importantes y cierra la historia con sentido, en lugar de inventarte cosas, Peter Jackson de los cojones.

    Y llegamos al principal punto negro de la película: LEGOLAS. Me cago en tu puta madre, Legolas. Eres lo más Poochie de la saga. Este elfo mariquita siempre tiene que hacer acrobacias imposibles por ordenador para molar más que nadie. Lo hizo en las pelis del ESDLA y lo tenía que hacer también en El Hobbit o sino no se quedaba agusto. Lo de conducir murciélagos, y lo de lanzarse al vacío para conducir un trol gigante para derribar una torre que crea un puente perfecto , y ya como colofón final, lo de la famosa escalera en el vacío ha sido lamentable, me han dado ganas de apedrear la pantalla. Me cago en la hostia, ahí te mueras, hijo de puta. Maricón.


    Bueno, creo que ya me he desahogado un poco, gracias por leer.

    PD: Ya sé que la mayoría de las cosas que no cuentan en las pelis vienen en el libro, pero copón, se trata de hacer una película que funcione bien y tenga sentido por sí sola, no como complemento de un libro.

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  16. Takanaka: Ale, pues a esperar a que salga el DVD y tengamos un montaje del 100% de la trilogía.

    Terminento: Peor. Doblaje. De la historia.

    Doctor Müller: Y tan seriamente que en serio deberían estudiarlo para llegar a un estudio serio.

    Anónimo: Elijo la segunda opción, porque un niño de doce años también puede apreciar una película que no sea sólo fuegos artificiales.

    Anónimo: Es una conclusión muy acertada.

    Anónimo: Puedes desahogarte aquí cuando quieras. Siempre que lo que digas guarde relación con el artículo de turno, claro está. Es más, te animo a hacerlo y agradezco tu aportación.

    Tengo que volver a ver la película para enterarme de lo de las cabras. Yo juraría que aparecen de la nada, pero cuando llegó esa parte de la batalla ya no estaba prestando mucha atención, así que puedo equivocarme.

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  17. Si no la peor, de las peores películas que he visto en mi vida. Un tostón sin ninguna emoción, mi novia se quedó dormida un rato (y es tan fan del ESDLA que se sabe los diálogos en élfico de la primera trilogía). Todos carece de sentido y emoción, a nadie le importa un pimiento las batallas y las muertes de personajes que aparecen y desaparecen sin que nadie sepa muy bien porque.
    Si lo de las águilas ya empieza a cansar y a cantar (¿por qué cojones no las utilizan desde el principio?), lo del romance entre la elfa y el enano-mini elfo (es el puto peor enano de la historia) no hay quien se lo crea pero ya lo de Alfrid es de vergüenza ajena, cada segundo que sale da asco, todos los diálogos están forzados pero el remate es la frase "¿es que nadie piensa en los niños?", Debe ser la peor frase de una película.
    He salido terriblemente cabreado después de ver la película y eso que mis expectativas eran muy muy bajas.

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  18. yo propongo un spin-off de legolas....

    seguro que peter jackson se saca una trilogia solo de legolas pegando botes durante horas y horas

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  19. Te lo mando también por el formulario por si no te enteras de este mensaje, pero como también viene a cuento aqui....
    http://www.20minutos.es/noticia/2352603/0/fan-recorta/trilogia-hobbit/pelicula-cuatro-horas/

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    1. Olé y olé. Dudo que le autoricen a distribuir el montaje así por los morros, pero todavía podemos soñar con una versión oficial.

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    2. Vaya, pues no había formulario :)

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  20. No carguen culpas sobre Jackson. ´l tendrá su respionsabilidades, pero no creo rquivocarme con que no es el principal responsabnle, por más que sea el cabeza de turco por ser el director. La producción estuvo en problemas desde el principio, entre problemas para rodar,problemas para ponerse en marcha, problemas con el director (que no dejaba de cambiar), problemas con la productora (¿sabíais que New Line Cinema se metió en rollos legales con Jackson porque le birlaron dinero y él los denuncio?). Por no hablar de que el propio Jackson anunció el Hobbit como dos pelis, y que al mes, o así, antes de entrenarse la primera, se anunció que habría tercera. De hecho, no debió ser mucho después de terminar la tercera, que le cambiaron el nombre a la tercera de Partida y Regreso a la Batalla.

    Para mí, eso no solo demuestra erores de planificación, no totalmente culpa de Jackson, pues el proyecto ya llevaba renqueando desde antes, sino que la productora lo estubo atornillando para que alargara la trama, y metiera mierda barata para impresionar al estilo Transformers, mierda que sobraba. Es decir, la primera, la mejor que salió, fue la mejor planificada, y la segunda, la que de repente se dividió en dos, fue un bodrio. No me parece casualidad. Le presionaron para que lo hiciera, seguro. La productora metió la zarpa, porque sino, para mi no se explica que el Jackson tenga momentos brillantes (Thorin, Bilbo, Smaug, Gollum), y lo joda tanto todo incluyendo morralla destinada al plúblico general, en vez de al fan. Eso me sabe a decisión empresarial.

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  21. pues pa mi son los tres mejores peliculas de la histora despues del las del señor de los anillos solo sabis quejaros si las hubieran echo mas sencillas sos quejariais de eso dasis pena

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  22. Después de leerte me dan ganas de tirarme en el sofá y ver las películas

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