30 de agosto de 2015

'John Rockman and the Trials of Galactar', de Ron Jockman

Supongo que algunos de vosotros, al igual que un servidor (ese soy yo), seguiréis la cuenta @AwfulFantasy en Twitter. Para los que no lo hagáis o estéis pensando ahora mismo "¿Twi-tter?", Awful Fantasy es una fuente diaria de extractos literarios de fantasía y ciencia ficción en tono de parodia.

En fin, como hoy estoy un poco espeso y me explico como un chino tartamudo en una reunión de rusos sordomudos, os pongo un ejemplo de la clase de tweets que publica la cuenta para que lo entendáis mejor: "Jo tropezó y cayó a la fosa de Haku, la Bestia Serpiente, aterrizando con fuerza. Haku golpeó rápido, perforando el cadáver de Jo (murió de la caída)".

Las personas al timón de Awful Fantasy son los hermanos Justin y Mitchell Lucas, que, bajo el seudónimo de Ron Jockman (un hombre inculto, misógino y fascista, escritor mediocre, que, sin embargo, está convencido de que su prosa es un regalo para el mundo), han escrito dos novelas de la peor ciencia ficción que habéis leído nunca: The Trials of Galactar y The Cosmic Brain of Corruption, ambas protagonizadas por el héroe intergaláctico y epítome de la virilidad espacial John Rockman.

Hoy os hablaré de la primera de estas novelas, obras abismo de la literatura universal.


El alto mando del ejército ha encomendado una misión de vital importancia al profesor Lord John Rockman. El mayor héroe de la Tierra debe llevar a tiempo un valioso cargamento al planeta Pergos para salvar a sus habitantes de una muerte segura. En palabras del general Steven: "Esto es sumamente importante, las vidas de todos en ese planeta dependen de que este cargamento llegue allí. [...] Sin este cargamento, todos en ese planeta morirán".

Acompañado de la voluptuosa y delicada enfermera femaiel Maria Ozone, John Rockman se dirige a Pergos en la nave espacial JULIE, resuelto a cumplir su objetivo y redimirse así del terrible fracaso de una misión anterior. Sin embargo, el malvado príncipe Pilletus, del planeta Galactar, tiene otros planes en mente para nuestro héroe, planes funestos.

Obligado a participar en las pruebas gladiatorias de Galactar, que ningún hombre ni alienígena ha superado jamás, Rockman deberá sobrevivir y escapar de sus carceleros si quiere llevar el valioso cargamento a Pergos antes de que sea demasiado tarde.

Resumiendo: esto, pero en el espacio.

¿Cómo lo digo sin llevaros a error? Esta es la novela peor escrita que he leído desde Cincuenta sombras de Grey. La trama es una sucesión de escenas de acción hilvanadas a las bravas, su estilo literario es de redacción de secundaria, y sus capítulos son el compendio más ridículo de clichés de ciencia ficción que jamás habéis leído. Isaac Asimov se removería en su tumba si no lo hubieran incinerado.

Sin embargo, a diferencia de la popular novela de E. L. James, este libro está mal escrito adrede, porque es una sátira del género de ciencia ficción, una condensación sarcástica e irónica de de todo lo malo que hay en ella. La historia aparenta tomarse en serio a sí misma, sin crear situaciones ridículas ni absurdas ni caer en la astracanada; pero la forma en que está escrita es intencionadamente graciosa.

La misión misma de Rockman es una mera excusa para poner la historia en marcha, y todo lo que llegamos a saber sobre ella es lo que os he contado en el resumen. Los autores ignoran intencionadamente la naturaleza del peligro que asola el planeta Pergos y también la del cargamento que puede salvarlo, porque de lo que aquí se trata es de someter a Rockman a un desafío tras otro, en la misma línea que la literatura pulp, pero con sentido del humor.

Para que os hagáis una idea, mientras leía tenía muchas veces la sensación de estar viendo una de esas películas de ciencia ficción de serie B de los años cincuenta en las que la falta de medios, la mediocridad del guión, y las interpretaciones penosas redundan en su beneficio, convirtiendo una cinta que pretende ser seria en un producto involuntariamente hilarante. La diferencia es que los autores de esta novela sí son conscientes de lo que están haciendo y pretenden reírse del género y que el lector se ría con ellos.

Recordando Planeta prohibido.

Por ese motivo, los protagonistas, son clichés con patas. John Rockman es el gran héroe espacial, un superhombre de mirada severa, absurdamente musculoso y velludo, cuya media melena castaña siempre ondea al viento y al que todos admiran; es valiente, honorable, inteligente y fuerte como tres hombres, y ni siquiera sus enemigos pueden evitar quedarse embobados cuando flexiona su poderosa musculatura esculpida en mármol. Su compañera Maria Ozone es una enfermera rubia de oscilante y abundante delantera, pero tan tonta como inútil, ya que pertenece a la débil raza femaiel, responsable de la destrucción de ocho sistemas solares. Y, por último, el príncipe Pilletus es un villano de opereta, déspota y cruel, que se regodea en su maldad, y a su lado los malos de Batman de la serie de los sesenta parecen sutiles y comedidos.

Héroes espaciales, siempre metidos en líos.

Los recursos de los autores para arrancarnos una sonrisa son diversos, aunque pecan de repetitivos. Básicamente esto es lo que vais a encontrar:

- Observaciones sobre los atributos físicos de Rockman, especialmente su musculatura sobrehumana y su vellosidad.

"Un poco de vapor salió de otra tubería y agitó suavemente su media melena, suelta y castaña. A causa de lo grandes que eran sus músculos, tuvo que ponerse de lado para poder pasar más allá de otro conjunto de tuberías".

"He oído crujir la silla bajo tu peso, pero sé que es por tus músculos. Lo puedo decir desde aquí, John. Eres fuerte, condenadamente fuerte".

"Rockman se incorporó tan rápido que su pantalones se rompieron y se precipitaron sobre sus pies. Sus peludas piernas se morían por llevar de nuevo sus pantalones de misión".

- Observaciones sobre los atributos físicos de Maria, en particular sus pechos.

"Sus pechos eran grandes y agitados y botaban a cada paso".

"Irrumpió en la habitación, los brazos rígidos a los lados, al tiempo que su cabello ondeaba en un fabuloso giro de un lado a otro de su pequeña cabeza. Sus pechos se menearon".

"Sus pechos recibieron de pleno el impacto del traje espacial y se menearon enérgicamente (incluso más de lo normal, ya que Rockman había fijado la gravedad en el interior de la nave espacial al ochenta y cinco por ciento para ahorrar combustible)".

- Descripciones de tecnología futurista imprecisas y poco científicas.

"Rockman accionó tres interruptores que tenía sobre su cabeza, luego pulsó varios botones y giró muchos diales".

"En el techo se entrecruzaban tubos en un espectacular despliegue de tubería".

"La cuerda de tender se encendería con un resplandor rojo que secaría al instante cualquier ropa que hubiera en ella, ya que esto era el futuro y no el pasado, donde colgaban la ropa de una cuerda primitiva y dejaban que el viento la secase".

- Sobreexplotación del adjetivo espacial.

"Ella llevaba gafas espaciales reflectantes".

"La estrella más cercana estaba a cientos de millas-espaciales de distancia".

"JULIE, he terminado con esta misión de rescate, necesito que calientes el astro horno para un burrito espacial".

"Él confiaría en ese viejo más de lo que confiaría en el Papa Espacial".

- Segundos-luz, minutos-luz, horas-luz, días-luz...

- Explicaciones redundantes o innecesarias.

"Maria escaneó la sala como un robot, excepto que ella no era un robot y no hacía los ruidos robóticos que uno oiría cuando un robot escanea una habitación. Fue un escaneo bastante silencioso del CENTRO DE MANDO. Ella no era un androide.

"¡Capitán Rockman! ¡Tengo algo para usted! ¡Esto es suyo! ¡Estoy arriesgando mi vida para dárselo! ¡Debe cogerlo y salvar el mundo!".

- Vapor que escapa silbando.

"Miró alrededor de la sala, vapor y sonidos silbantes escapaban de los tubos de su casco y de los nichos oscuros en las paredes".

"Con un silencioso silbido de vapor, las puertas se abrieron lentamente y el silencio del vacío del espacio llenó el MUELLE DE CARGA".

- Perogrulladas como diplodocus de grandes.

"Diseñé este software yo mismo. Si falla, yo fallo. Y si yo fallo, entonces por delegación la nave falla porque fue diseñada por un fallo".

"Maria cruzó la habitación y sentó sus anchas caderas en la silla de cojines púrpura, frente al asiento que antes ocupaba Rockman. En ese instante, Rockman ya estaba cruzando la habitación hacia la cómoda. De modo que Maria estaba sentándose a la mesa y Rockman estaba detrás de ella, junto a la cómoda".

- Símiles espantosos.

"Rockman se puso en guardia más rápido que un robot que estuviera diseñado exclusivamente para hacer exactamente eso".

"La nave cruzó las puertas del muelle de atraque de la Estación-espacial ONYX con la suavidad del tacto delicado de una madre al introducir una cazuela en el horno".

"Sus ojos eran almendrados y de color marrón, como almendras. Sus orejas se parecían a almendras más grandes, redondeadas y planas. Sus labios tenían la forma de un cacahuete grande, solo que eran rojos como la sangre de un águila calva".

- Violencia absurda y disparatada.

"Rockman tensó todos los grupos de músculos que podía tensar, que eran todos, y proyectó sus brazos hacia fuera poderosamente. Con una mini explosión, como una supernova más bien pequeña, los brazos del guardia se separaron con tanta fuerza que se desgarraron de su cuerpo y salieron volando contra paredes opuestas. El guardia chilló en agonía mientras la sangre roja brillante rociaba varios cuadros preciosos de hombres y mujeres tenidos en alta estima".

Dicho todo lo anterior, dejaré algo muy claro: no es fácil escribir una novela que sea buena y además graciosa. El principal problema no es que los mecanismos del humor literarios sean más limitados que los de otros medios, ya que también los libros cuentan con ventajas que no tienen el cine o los tebeos, sino que la dificultad estriba en saber mantener el equilibrio adecuado entre humor e historia. Un autor de novela cómica no debería sacrificar una a costa de la otra, pero si tiene que hacerlo, debería ser en favor de la historia, y entonces es imposible que el lector no se sienta un poco decepcionado por la sequia de chistes.

En este sentido, el problema de The Trials of Galactar es doble: por un lado, la historia es una cagarruta con tópicos por tropezones, y por otro, el humor, aunque constante, solo funciona en pequeñas cuotas a disfrutar en cómodos plazos.

No digo que los autores solo tengan gracia cuando se ciñen a 140 palabras diarias, pero lo cierto es que su humor difícilmente se sostiene más allá de dos o tres páginas, y a partir de la décima, provoca empacho. Esto convierte el libro en el compañero ideal para el cuarto de baño, donde no se espera que uno pase más de diez minutos leyendo salvo que haya cenado un burrito empapado en salsa de chiles habaneros.

En cualquier caso, la mejor forma de averiguar si esta novela está hecha para vosotros es que leáis un fragmento. Lo podéis descargar gratis desde Amazon, donde además podréis leer mi reseña en inglés bajo el pseudónimo de Clint Russell.

PD: John Rockman and the Trials of Galactar solo está disponible en inglés. Las traducciones de esta entrada pertenecen a un servidor y podrían ser mejores.

9 comentarios

  1. No soy el más grande fnas de la ciencia ficción clásica, pero con esa descripción y esta reseña ya me estoy tardando en al menos buscármelo por .pdf. Son muy, muy pocos los libros que verdaderamente he leído a pesar de lo mucho que me gusta la lectura, pero las historias de autores (o autoras, pregúntale a Missus Rand) de derechas que exponen su ideología política disfrazada de literatura fantástica siempre me han fascinado, principalmente porque no puedes decir que te gustaron -independientemente de su moraleja o no- sin que se te lancen encima..."

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    1. Esa comilla al final no sé cómo se me coló, mil perdones.

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  2. Bufff. No és exactamente una reseña positiva. Creo que paso de este. Eso sí, leí el de la tierra de magos machista que recomendaste hace un par de semanas y me gustó. Gracias!

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  3. Domingo H.: No creo que sea un libro que vayas a encontrar para descargar gratis en pdf. Y no cuesta nada ayudar a los autores comprándolo. Bueno, nada, no. Pero solo 3,15 euros en formato Kindle. Lo honesto sería comprarlo. Y lo honesto es que te diga que si lees pocos libros, hay libros mucho mejores que este.

    Juan Germán Socías Segura: Pronto comentaré la segunda parte, que es mucho mejor. De todos modos, no cuesta nada bajarse un fragmento y leerlo. Me alegro de que te gustase el libro de la saga de Xanth.

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  4. Siempre es divertido ver los abusos de los cliches cuando se hacen adrede, nada que ver con esos autores que escriben novelas malas tomandoselas en serio.

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  5. Anónimo1/9/15 03:19

    Hombre, la reseña (o más bien opinión) de Amazon está increíble. No sólo es entretenida de leer (sigo hablando de la reseña) sino que además tiene la extensión justa, y es tremandemente honesta.

    Pero es que además el título: "Best first sci-fi satire I have bought at Amazon". Épico.

    En cuanto al libro en particular... nah. Quizás sea porque este año leí por primera vez "El color de la magia", por lo que mi sentido del humor se encuentra particularmente crítico.

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  6. Anonimatus: E. L. James.

    Anónimo: Estoy satisfecho con la reseña de Amazon. Si te gustó El color de la magia, te encantarán las siguientes novelas de Mundodisco, porque mejoran.

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  7. tipo te atreverias a hacer una reseña de alguno de los relatos de Michael Moorcock y que piensas hacer con la próxima temporada de GOT que va a salir por libre y sin tener nada que ver con los libros

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    1. Antes tendría que leer a Moorcock y no sé qué pienso hacer con la siguiente temporada de Juego de Tronos. El tema de que salga "por libre" no me preocupa, porque solo en esta última temporada he ido al compás; para el resto no me había leído los libros. O eso creo recordar.

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