17 de enero de 2016

Los odiosos ocho


"Bang bang, he shot me down.
Bang bang, I hit the ground".


Los odiosos ocho (The Hateful Eight en inglés, y Омерзи́тельная восьмёрка en ruso) es la octava película de Quentin Tarantino, el único director y guionista que trolea a su reparto con un consolador gigante llamado "Big Jerry" cuando lo sorprende echando una cabezadita en mitad del rodaje. La película supone la segunda aportación de Tarantino al género western, para el que ya demostró estar a la altura de los Leone, los Corbucci, los Valerii y los Tortellini del celuloide italiano con Django desencadenado, que logró sorprender y cautivar a crítica y público por igual (o al menos a la parte de la crítica y el público a la que la violencia excesiva no le provoca náuseas ni pone el grito en el cielo cada vez que oye la palabra nigger).

Sin embargo, si descontamos la inconfundible impronta personal del cineasta tennesiano, Los odiosos ocho tiene poco o nada que ver con el colorido filme que protagonizaron los Electro y Blofeld de Tierra-18. Es más, esta película ni siquiera reúne todos los elementos que solemos asociar al western tradicional, como los cielos rojos de atardecer, el polvo y los matojos, o los planos de posaderas equinas; y aunque la historia tiene lugar en el lejano y salvaje Oeste, está mucho más próxima al género detectivesco, con una trama que, al menos hasta la llegada del último y apoteósico acto, se desenvuelve de la misma forma que una película de suspense.

Y ahora dejadme que os explique por qué salí entusiasmado del cine en menos de 1.500 palabras y sin destriparos nada. Prometo que no tuvo que ver con sustancias estimulantes que no fueran cafeína.


La historia se desarrolla algunos años después de la guerra de Secesión, en un invierno crudo y gélido como solo los hay en Wyoming, y no como esos inviernos de pitiminí que tenemos en los países de clima mediterráneo.

Recorriendo en diligencia montañas cubiertas por una capa de nieve bajo la que podrían estar sepultadas colonias enteras de ewoks, munchkins y oompa loompas, el cazarrecompensas John "el Verdugo" Ruth, famoso por llevar a los forajidos ante la justicia vivitos y coleando, conduce a la asesina Daisy Domergue a Red Rock para que la cuelguen. En el camino, y a regañadientes, recogen al mayor Marquis Warren, también cazarrecompensas y ex soldado unionista, que se carteaba con el mismísimo Abraham Lincoln, y a Chris Mannix, un sudista que afirma ser el nuevo sheriff de Red Rock.

Debido a una fuerte tormenta de nieve, el variopinto grupo no tiene más remedio que refugiarse en la cabaña-mercería de Minnie, donde les reciben un mexicano enterrado en el abrigo de Figuralegoric el godo y que dice estar a cargo del lugar en ausencia de la dueña, un imitador de Christoph Waltz que se presenta como el verdugo de Red Rock, un vaquero narcotizado que dice que va a visitar a su madre por Navidad, y un anciano general confederado.

Allí encerrados deberán descubrir quién es quién en realidad antes de que Tarantino se canse de escribir diálogos ingeniosos y desate una de sus desmedidas orgías de sangre y muerte.

El Tipo de la Brocha presenta... Cuando las imágenes de 500 píxeles de ancho son un asco.

El cine, o al menos el buen cine, no solo nos cuenta historias, sino que, en el ámbito de su poder para entretenernos y evadirnos, también nos transporta sin equipaje ni pasaporte a cualquier lugar del mundo que podamos señalar en el mapamundi e incluso a lugares que solo existen en nuestra imaginación. Gracias a la magia del cine, podemos visitar desde el interior del cuerpo humano hasta galaxias muy, muy lejanas, pasando por realidades virtuales controladas por las máquinas. ¡Y todo ello sin despegar el culo del asiento!

En Los odiosos ocho, "filmada en glorioso 70mm", Tarantino encierra al espectador durante más de dos horas en una rústica cabaña pérdida en la nieve.

Pero lo importante es que sientes que estás en esa cabaña, siendo un prisionero más del temporal, pasando frío cada vez que alguien abre la condenada puerta y desconfiando de todos y cada uno de sus sospechosos ocupantes. Y como ellos, tú también quieres arrimarte al fuego y tomar una taza de café bien caliente mientras eres testigo de una tensa partida de Cluedo y tratas de resolver un crimen que aún no se ha cometido.

Más carteles como este y menos collages del reparto con Photoshop, por favor.

Es sorprendente, y una prueba del talento de Tarantino y de su equipo, que más de dos tercios de la película se desarrollen entre esas cuatro paredes de madera, en una enorme sala común que es una obra de arte del atrezo, y, aun así, el tiempo vuele. Pero lo hace, y viendo a John Ruth poner las cartas sobre la mesa, al mayor Warren demostrar sus dotes holmesianas y a los mentirosos contar sus mentiras, pierdes la noción del tiempo. Es igual que estar charlando con unos viejos amigos, con la diferencia de que aquí tus amigos son unos extraños cuyas intenciones desconoces y la tensión podría cortarse con un cuchillo. Conoces al director y ya sabes que en algún momento se va a desatar el infierno en la tierra, pero no sabes exactamente cuándo, y hasta que eso ocurra, solo puedes mantenerte vigilante al borde del asiento, hacer tus propias elucubraciones y esperar a que alguien apriete el gatillo. No es la violencia lo que te mantiene en vilo, sino la amenaza de violencia.

Parte de esa tensión está en el guión, parte en la fotografía, y parte en la banda sonora, ¡la primera original en una película de Tarantino!, que compone y dirige el maestro Ennio Morricone, al que deberían dar ya un auténtico Oscar para que lo pueda colocar junto al Oscar honorífico que le entregó Clint Eastwood en 2007.

Y si esto no es saber ambientar una película y crear atmósfera, no sé qué puede serlo.

Oscar. Morricone. Ahora.

La construcción de personajes es el segundo de los puntos fuertes del filme, como lo ha sido siempre en la filmografía de Tarantino, y cazarrecompensas, verdugos y criminales cobran vida ante los ojos del espectador gracias a unas interpretaciones magníficas y a unos diálogos ágiles y ocurrentes.

Los personajes, tal y como promete el título, son todos odiosos. Sádicos, racistas, asesinos... Siete hombres y una mujer detestables y a los que no espera ninguna clase de redención al final del camino. Y si en algún momento te despistas y sientes una pizca de empatía por alguno de ellos, ahí está la película ojo avizor para devolverte rápidamente a la realidad con una revelación brutal o un acto despiadado que siempre consigue pillarte desprevenido. Sin embargo, todos ellos te cautivan, porque rebosan carácter y energía, y tienen más capas que ropa de abrigo llevan encima.

En el que ya de por sí es un extraordinario reparto descuellan un Samuel L. Jackson en estado de gracia y a una amoratada Jennifer Jason Leigh a la que es difícil no querer en su papel de villana entre villanos. La oveja negra de la familia es Michael Madsen, que, como de costumbre, parece sumido en un letargo alcohólico. "Parece".

Afortunadamente no los ridículos seis.

Hasta este punto quizá penséis que la distribuidora eOne Films me ha ingresado una generosa suma en la cuenta corriente a cambio de mis comentarios; pero, por entretenida que sea esta película y por mucho que me guste e incluso la viva, tiene un importante defecto que me impide darle cinco estrellas de sheriff sobre cinco. Y, en cualquier caso, yo no llamaría generosos a 6,99 euros.

La pega que tengo es que el guión hace trampas. Durante dos tercios de la película parece que respeta las reglas del juego, pero cuando el metraje llega a su tercera hora, te encuentras con que el guión es un tramposo, un tahúr al que no esperabas encontrarte en esta partida de póquer y que, cuando se destapa el tinglado, te hace sentirte embaucado, defraudado y enfadado, más cuanto más altas han sido tus apuestas. Porque a diferencia de lo que ocurre en una buena película o novela de misterio, en Los odiosos ocho, el espectador, por mucho tabaco en pipa que consuma mientras reflexiona, no tiene oportunidad de resolver el enigma que se le plantea. Da igual que vaya atando cabos y cerrando el círculo alrededor de un número cada vez más reducido de sospechosos, porque no todas las cartas de la baraja están a la vista y la partida se resuelve con un as oculto en la manga.

¿Fastidia eso la película? No, y sigue siendo entretenida e hipnótica hasta el final; pero una solución sin deus ex machina hubiera sido la guinda del pastel.

En pocas palabras: id a verla. Si os gustó La cosa de John Carpenter, Los odiosos ocho es la misma película, pero en el Oeste, con más sentido del humor y más monstruos.

15 comentarios

  1. La trampa no me disgustó tanto, más que nada porque en ese momento de la película si Tarantino no llega a gastar ese cartucho habría tenido ya demasiado poco de donde rascar.

    A mi la película me ha encantado, pero se me hace dificil recomendarla. Sólo puedo decir que es muy Tarantina, absurdamente Tarantina... quiero decir, muchos planos largos y sostenidos, silencios, conversaciones largas y repetitivas. Todo ello con mucho ingenio, con una tensión que va creciendo exquisitamente. Pero todo ello excesivo.
    Si me preguntas que conversación quitar, te diría que ninguna (incluso te diría que falta alguna para Madsen, a cuyo personaje se le saca poco partido). Yo he disfrutado como un enano con la película, pero creo que no es para todos los públicos, ni mucho menos. Creo que Tarantino necesita un productor detrás que le apriete un poco para que se contenga y exprima mejor sus ideas.
    Esta pelicula es una maravilla, pero dura casi tres horas, excesivo. La secuencia "la mañana en la cabaña" debería ser más corta, porque verdaderamente no aporta mucho, y algunos guiones podrían haberse comprimido... y sobra mucho la escena de la canción de la guitarra.
    Es una muy buena película, pero creo que igual que tiene todas las virtudes del cine de Tarantino muy potenciadas, también tiene todos sus defectos muy marcados... a mi me gustan mucho sus virtudes y sus defectos no los considero tales en muchas ocasiones, pero es una película a la que creo que le falta contención.

    pd: Entre los actores destacaría al sheriff, apenas conocía a este actor por un papel en Sons of Anarchy, y el hijo de puta se come la película entre tanto monstruo, nunca sabes por donde va a salir XD

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  2. Pues le tenía muchas ganas a la película y ya con esto me has dejado con muchas más ganas. A mí de Tarantino me gusta todo, hasta los andares, así que creo que las disfrutaré como un gorrino. Como todas las de Tarantino la veré en versión original, creo que así es más disfrutable.

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  3. Yo soy de esos fans de Tarantino, precisamente por la tensión que sabe transmitir en sus diálogos. Eso es lo que más me gustó de "Malditos Bastardos", concretamente, la tensión que transmitían tanto la escena inicial con Christopher Waltz visitando la casa donde se esconde una familia de judíos, como la escena donde se come un Apfelstrudel (el que haya visto la película sabe de que hablo) así como, por supuesto, la famosa escena de la taberna.

    Por todo ello, la perspectiva de una película donde el mayor peso lo lleven precisamente este tipo de diálogos me atrae completamente.

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  4. OLGERD VLADISLAV17/1/16 23:23

    Bueno vamos a ser claros, ¿la película es buena objetivamente? .Porque Tarantino tiene cosas buenas como Pulp Fiction, Reservoir dogs, etc... y una bazofia como death proof.
    ¿En que sentido es buena ?.En el sentido de es buena de verdad, o es buena (jajaja) como star wars VII y hay que perdonarselo todo.
    Espero su respuesta, como recompensa anticipada otra mejor escena del VII , eliminada como no del montaje final para mantener el pesimo nivel
    https://www.youtube.com/watch?v=FaOSCASqLsE

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  5. Buenos diálogos, personajes grises e interesantes, palabrotas, violencia exagerada, humor negro... Si peli tiene eso no puedo esperar para verla.

    Recomiendo que veáis la del "Hombre de los Puños de Hierro", es una peli de artes marciales con el visto bueno de Tarantino.

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  6. eter: ¡Hala! ¡Qué comentario tan largo te has marcado! Añade dos líneas más y podrías reciclar la crítica para el blog. Yo creo que a la mayor parte del público se le va a hacer larga (y su paciencia se somete a prueba desde el primer plano), pero yo estaba disfrutando tanto que no quería que acabase.

    Mixtli: ¡Ojo, que luego vienen las decepciones! En versión original, salvo que tengas nivelazo de inglés, te recomiendo que actives los subtítulos. Yo normalmente ni los pongo, pero hay personajes con un acento tan marcado que es dificilísimo entender lo que dicen.

    q256: Esta película es como esas dos escenas que mencionas, pero en largo. Muy largo.

    OLGERD VLADISLAV: ¿Qué entiendes tú por "objetivamente buena"? ¿Que la factura técnica sea correcta?, ¿que no se vea el micro en los planos y que a los actores no se les caigan los postizos? Entonces es buena. Tarantino no es ningún novato y además tiene su propio estilo. El que a uno le guste o no esta película depende de sus gustos, y eso es subjetivo.

    Anonimatus: Lo tiene, lo tiene. Y tomo nota de la recomendación.

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  7. De una peli de Tarantino espero altas dosis de molonidad. Lo obtuve con Django, y con ésta. Voy muy poco al cine y por eso lo hago para disfrutar sin más.

    Por muy aficionado que sea a las novelas de detectives juveniles, no tenía ganas de ponerme a analizar en el momento las mentiras de todo cristo (Samuel mentiras sobre mentiras) estaba deleitándome con las actuaciones del señor S, el señor K, el señor T, el señor W y la señora J.

    Ya me coscaré de todo escuchando podcasts y leyendo posts tan bien escritos como el de éste blog.

    Debo decir que al principio con cada escena larga pensaba que tedioso se va a hacer... pero al final por mí como si dura otra hora más.

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  8. OLGERD VLADISLAV: por el amor al cine, olvidá ya El despertar de la fuerza, hace un mes que se estrenó y le sigues dando a la caña. Nos ha quedado claro que no te gustó, pero no es cosa de despotricar contra ella en cada post. Que pesao.

    Respecto a Los odiosos ocho, muy de acuerdo con la entrada. Si eres seguidor del cine de Tarantino hay escasas posibilidades de que no te guste. Yo la disfruté mucho, entre los dialogos y el espacio reducido, sumado a la inminente violencia que se espera del director, se pasa la cinta volando. También me sobró el ex deus... pero leyendo lo que comenta Eter más arriba le doy la razón.

    Saludos.

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  9. aun no la he visto pero por tu resumen me ha recordado 10 negritos de Agatha Christie

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  10. Tim Roth es un pedazo de actor como un pino.

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  11. Tim Roth es un pedazo de actor como un pino.

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  12. ¡¿TRES HORAS?! Si da la sensación de estar en un terruño gélido, mejor me espero a que salga en Blu-ray; mi vejiga lo recomienda.

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  13. Ya la he visto y solo puedo decir que no me ha defraudado :D, como todas las de este directorazo ;), hubo una escena que me desencajo la cara de lo brutal que era OoO.

    Gran reseña, pero ha cometido un error.

    Django no es después de la guerra de secesión, sino antes.

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  14. No puedo esperar para verla. Si es recomendada para los seguidores del director, entonces seguro que no me defraudará :3

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  15. A mi parecer el cine de Tarantino es complejo, no por ello deja de ser una excelente película, con gran banda sonora y lo que lo caracteriza es la elección de un elenco muy capaz y profesional que logra trabajar muy bien sus personajes. Cuando un actor logra encarnar personajes con personalidades distintas, puede decirse que es un buen actor, así nos demuestra Walton Goggin con su nuevo personaje como Lee Russell en la serie Vice Principals, aquí se presenta como el Vicepresidente de una secundaria, luchando contra Neal Gamby (interpretado por Danny McBride Director también de la serie) que también busca ocupar el lugar vacío del Director de la escuela. Así Walton Goggin nos aleja del personaje que había tomado en la serie The Shield como Detective o en la película “Los odiosos ocho” y nos adentra a uno en donde los tintes cómicos y dramáticos están presentes.

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