3 de febrero de 2021

Reseñas de películas: enero 2021

En esta entrada tenéis las reseñas de las películas que he visto en enero de 2021. Comparadas con cualquier mes del año pasado os parecerán pocas, pero no tenía ganas de sentarme delante del televisor y además he estado ocupado (había que detener a los hombres-topo y las partidas de La llamada de Cthulhu no se organizan y dirigen solas). Recordad que podéis seguirme en Twitter y Letterboxd.

Ninja III: La dominación (1984) ★★★

Cuando un asesino ninja es abatido por la policía, su espíritu posee a una operaria de tendido telefónico que trabaja a tiempo parcial como instructora de aeróbic para cobrarse venganza. Muchos intentarán detenerlo, pero solo un ninja puede matar a otro ninja.

Aunque no hay nada que sea moco de pavo en esta producción de la Cannon (que, pese a su título, no es la tercera entrega de una saga, sino que forma parte de una antología deslavazada en la que los ninjas son el único denominador común), la película tiene un comienzo insuperable. De todos los lugares donde un ninja no pega ni con cola, sin duda un campo de golf está entre los primeros de la lista, y ahí es precisamente donde el malvado "Ninja Negro", a plena luz del día, se cobra sus primeras víctimas; nunca sabremos a cuento de qué. Acto seguido, sin un solo minuto de respiro, presenciamos una persecución trepidante en la que decenas de policías caen como moscas ante las letales técnicas del asesino nipón y que culmina en un clímax épico: con el ninja cosido a balazos y, aun así, sobreviviendo para transmitir su rencoroso espíritu a la ¿¿heroína?? del filme (interpretada por Lucinda Dickey, que debutó con Grease 2 y luego protagonizó ese maravilloso esperpento musical titulado Breakdance y su secuela).

Con una introducción semejante, es imposible que el resto de la película se mantenga a la altura; pero, a pesar de ello, no ceja en su empeño de entretener al espectador.

Si eres aficionado a las películas malas y sabes de antemano a qué clase de criatura te enfrentas, es difícil que un producto como este te defraude, ya sea por sus pequeñas virtudes (las peleas las coreografió el actor de culto y artista marcial Sho Kosugi, y la ambientación de las escenas de posesión es puro delirio de neón ochentero) o por sus grandes defectos (casi todo lo demás). Incluso tras la repulsión que me provoca ver a Lucinda Dickey apoyar la cabeza en ese felpudo humano que es su interés romántico (un policía baboso al que podría haber parido una osa grizzly), hay una sincera fascinación y una sempiterna pregunta: ¿POR QUÉ?

¿Y no es acaso esa la esencia del cine cutre?

Además, la idea de mezclar ninjas, posesiones demoníacas y aeróbic se vende sola.

El teléfono (2020) ★★★½

Una chica regresa a la casa en la que vivió de niña y recibe una llamada del pasado de otra chica que vivió allí antes que ella y que, se mire como se mire, muy normal, lo que se dice normal, no es. El teléfono les permite comunicarse entre ambas líneas temporales y cambia las vidas de las chicas para siempre. O no. 

En cuanto entra en juego el factor "viaje temporal" (o sucedáneos), de poco sirve poner reglas; pero esta versión surcoreana y retorcida de Frequency, con teléfono en lugar de radio y menos Dennis Quaid, es la clase de película en la que cuanto menos sepa uno antes de verla, mejor. Si la premisa os llama la atención, basta con que sepáis que su desarrollo es interesante y está bien ejecutado.

La historia empieza con calma, presentándote a las protagonistas para que empatices con sus respectivas situaciones (igual de deprimentes las dos), a la vez que te va metiendo poco a poco en su ambiente gris y siniestro. Y cuando ya te tiene enganchado e intrigado, da un giro hacia lo infortunado y se convierte en un thriller agobiante en el que no quieres ver lo que va a pasar.

La película se mantiene siempre a la altura de su premisa, te incita a morderte las uñas y no defrauda en ningún momento..., salvo por un pequeño detalle. Sin embargo, no puedo mencionar ese detalle sin dar a entender una parte relevante de lo que ocurre. Por lo tanto, no sigáis leyendo si no queréis destriparos nada.

¿Aún seguís ahí? A partir de este punto, ya es culpa vuestra. Por mi parte, si no lo digo, reviento. La película debería haber terminado nada más salir los créditos finales. No añadiré nada más.

Muerte en el Nilo (1978) ★★★★

Una rica heredera es asesinada en el transcurso de un crucero por el Nilo. La mayoría de pasajeros tenía motivos para matarla, pero ¿quién es el culpable? El detective Hercule Poirot será el encargado de desentrañar el misterio.

Esta película es un melocotonazo para los aficionados a los whodunit de corte clásico. No solo adapta con fidelidad la novela de Agatha Christie, sino que cuenta con un reparto espléndido (¡os sorprenderá saber cuántos actores siguen aún vivos!) y además está rodada en exteriores (ya sé que las pirámides de Giza y el templo de Karnak también salen en Transformers: La venganza de los caídos, pero no es lo mismo).

La forma en que se desenvuelve la trama, aunque arquetípica, funciona. La película se toma su tiempo y dedica la primera hora de metraje a que conozcamos a todos los sospechosos y sus motivos para querer deshacerse de la víctima, mientras Poirot, como una omnipresente vieja'l visillo, observa y escucha de tapadillo. Después del asesinato, empieza la investigación, que es consecuente con la época en que se enmarca la historia y se centra en los interrogatorios de los sospechosos, mostrándonos cómo pudo cada uno de ellos cometer el crimen. Y, como no podía ser de otro modo, en el último acto, Poirot reúne a todo el mundo y revela lo que sucedió realmente con un despliegue intachable de lógica.

Si habéis visto Asesinato en el Orient Express, todo ello os resultará familiar; pero hay algunas sorpresas e, incluso si te ves venir la solución, la película consigue mantenerte intrigado y las interpretaciones te atrapan. Solo por ver a Angela Lansbury haciendo de escritora borracha obsesionada con el sexo y a Maggie Smith vestida de traje discutiendo constantemente con Bette Davis merece la pena.

Shalako (1968) ★★½

En 1880, un excoronel de la caballería estadounidense ayuda a un grupo de aristócratas europeos a huir de territorio apache.

Rodada en el desierto de Almería, esta película fallida, a caballo entre el spaghetti wéstern y el wéstern tradicional, demostró que tener a Sean Connery y Brigitte Bardot en el cartel no garantiza el éxito en taquilla ni compensa una dirección rutinaria, una trama insustancial o unos personajes desdibujados. A favor de la cinta juega, principalmente, la curiosidad que suscita ver a la vez en pantalla a sus dos estrellas protagonistas, grandes sex symbols de la época; pero la inexistente química entre ambos no hace más que confirmar que los intentos de seducción del escocés chocaron con una infranqueable muralla francesa detrás de las cámaras. Eso, si es que entendéis que meterse desnudo, pero con calcetines, en la cama de otra persona encaja en el concepto de seducción.

Al menos, la fotografía es buena.

Perfect Blue (1997) ★★★★

Una pop idol que ha decidido probar suerte como actriz se vuelve tarumba por culpa de un fan obsesivo que no está conforme con el nuevo rumbo que le ha dado a su carrera.

Dirigido de forma impecable, y con una estética marcada por la época, este thriller psicológico tiene bien merecido su título de filme de culto y es sin duda una de las obras maestras de Satoshi Kon. Incomoda y confunde tanto como cautiva, y consigue que compartas con su protagonista la desquiciante sensación de no saber qué es real y qué no. La lucha de Mima con sus demonios internos es desesperante, y su indefensión y vulnerabilidad generan desazón. 

Es una pena que, aunque el guion juegue bien sus cartas, tenga tics que delaten cuál es su mano. Quizá lo pases por alto si no le prestas mucha atención a eso que los angloparlantes llaman foreshadowing (la anticipación narrativa), pero hay una detalle al principio de la película que revela el giro del clímax incluso antes de que te lo plantees como una posibilidad.  A pesar de ello, no se le puede echar en cara que el desenlace sea evidente, y la historia te mantiene igualmente en vilo gracias a su excelente manejo del lenguaje cinematográfico. 

La cinta ofrece también una acertada lectura del lado oscuro de la cultura fan, y tiene el mérito de haber anticipado, de forma visionaria, los problemas que traería consigo el desarrollo de las redes sociales. Su denuncia del machismo en la industria del entretenimiento en Japón es contundente.

Bolsa de cadáveres (1993) ★★½

Un cadavérico John Carpenter presenta tres historias de terror desde la morgue. Las dos primeras historias las dirigió él mismo; la última, su amigo Tobe Hooper.

The Gas Station: En su primera noche de trabajo, una encargada de gasolinera es acosada por un maníaco homicida. Decir que "vista una historia de asesinos en serie, vistas todas" no es justo, pero esta no ofrece nada nuevo. Si destacase los cameos de Sam Raimi y Wes Craven, me estaría agarrando a un clavo ardiendo.

Hair: Un hombre maduro con problemas de autoestima recurre a un tratamiento milagroso para recuperar el cabello. Pura comedia de terror con un Stacey Keach en estado de gracia e inesperados horrores capilares. Lástima que el final sea una birria.

Eye: Un jugador de béisbol pierde un ojo en un accidente y decide someterse a un trasplante experimental. La historia está en las antípodas de la anterior y comete dos errores: tomarse demasiado en serio a sí misma y ser absolutamente predecible. Ni siquiera Luke Skywalker con la Fuerza como su aliado consigue dotarla de interés.

A principios de los noventa, Showtime quiso aprovechar el tirón de Historias de la cripta y producir su propia serie de terror, pero, después de ver el resultado, decidió dar carpetazo al proyecto y convertir los tres episodios que se habían rodado en una antología para la televisión. Dudo que la decisión sorprendiera a nadie. Lo único que merece la pena de esta película es el propio John Carpenter, que se lo pasa en grande haciendo su propia versión del Guardián de la Cripta. 

6 comentarios

  1. CucarachaEnojada4/2/21 18:28

    Hey,la de Ninja III,¿Es parte de esa docena de abominaciones creadas por...un sujeto...que pegaba una pelí asiática Clase Z y a él filmado en su patio disfrazado de ninja?

    Ya sebes,de donde salió "La mejor escena de ninjas de la historia del cine".

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    1. Creo que no, pero no sabría decirte. En Ninja III todo parece rodado para la película, no prestado.

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  2. Hace ya varios años que vi _Perfect Blue_ y no recuerdo haber sido capaz de deducir quién era el culpable. Eso sí el desasosiego va en crescendo hasta decir basta. Esa es la principal razón por la que no la he revisitado pese a que me parece una obra maestra.

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    1. No creo que el giro sea algo que se vea venir de forma exagerada. Al contrario, está bien construido. Pero hay una frase que, si reparas en ella, lo anticipa totalmente. Yo la escuché, arqueé una ceja y ya no me quité la idea de la cabeza.

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  3. He tenido ganas de ver Perfect Blue, pero a la vez me da cosa ya que se ve que es muy cruda y locochona. Y la película del teléfono se ve interesante, como de costumbre buenas reseñas.

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    1. Muchas gracias. Si tuvieras que ver solo una, te recomendaría Perfect Blue. Es la más redonda.

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