2 de marzo de 2021

Reseñas de películas: febrero 2021

En esta entrada tenéis las reseñas de las películas que he visto en febrero de 2021. Seguidme en Twitter y Letterboxd para estar al loro y aprender a hablar como los jovenzuelos.

Sin pistas (1988) ★★★

¿Y si el famoso detective Sherlock Holmes fuese en realidad un actor bebedor, mujeriego y ludópata? ¿Y si detrás de la resolución de todos sus casos estuviera la brillante mente deductiva del doctor Watson? 

La idea me encanta. La ejecución... no tanto.

Aunque sin duda a Michael Caine se le da mejor hacer de farsante en la Inglaterra victoriana que cazar tiburones rencorosos en las costas del Caribe, y la capacidad de Ben Kingsley para mimetizarse con Steve Martin es sorprendente, esta comedia falla en lo fundamental: hacerme gracia. Es entretenida, está bien ambientada, cuenta con una acertadísima banda sonora de Henry Mancini, y tiene a dos actorazos como protagonistas; pero el chiste principal se estira más de la cuenta y el humor es demasiado tontorrón para mi gusto.

El guion necesitaba ser más inteligente. 

El palacio de los espíritus (1963) ★★★

Ciento y pico años después de haber sido quemado vivo por los habitantes de Arkham, un brujo regresa de entre los muertos para seguir haciendo brujerías de las suyas y vengarse. Con ese doble propósito, posee el cuerpo de su descendiente, Charles Dexter Ward, que acaba de heredar el palacio en el que aquel vivía y se muda a él con su joven esposa.

Titular El palacio encantado, de Edgar Allan Poe a esta película, a pesar de que a) lo único que tiene que ver con el poema homónimo de Poe son los versos que se citan y b) se trata más bien de una adaptación (bastante libre, por lo demás) de un relato de Lovecraft , es puro ejercicio marketiniano y eso ya dice mucho del propio Roger Corman. Tanto como que el nombre del poeta aparezca mal escrito DOS veces en los títulos de crédito.

Con todo, qué grande es el legado de Vincent Price, qué guapísima está Debra Paget y qué bien le sienta la ambientación de época, pese a lo rudimentario de los decorados, a esta clásica historia de "fantasmas". ¿Qué fan del cine de terror diría que no a un viejo castillo lleno de telarañas o a un cementerio con una espesa niebla serpenteando entre sus lápidas?

Lo que es una lástima es que el monstruo salga tan poco. Ese traje de goma debió de costar al menos quince pavos.

Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn.

El crack (1981) ★★★★

Germán Areta, detective privado, recibe a un hombre de aspecto enfermizo que le pide que encuentre a su hija, a la que no ve desde hace tres años. Cuanto más descubre Areta, más presión recibe para abandonar el caso.

Texto blanco sobre fondo negro: "A Dashiell Hammett". Como comienzo, si la película no fuera tan buena, esa dedicatoria podría haber quedado retrospectivamente presuntuosa. Pero El crack no solo consigue ponerse a la altura de uno de los máximos referente de la literatura policíaca americana, sino que le da al género negro un baño de contemporaneidad (contemporaneidad de la época, no de la de ahora, se entiende). 

Para cualquiera que esté familiarizado con el género negro, la historia tiene poco de original. Es el típico caso en el que hay más de lo que parece a primera vista y el mundo se revela como un lugar injusto, violento y corrupto en el que lo único que puede hacer un señor con bigote para hallar satisfacción es cobrarse venganza. Sin embargo, esta historia arquetípica está ejecutada con pericia y funciona a la vez como retrato costumbrista de la España de la década de los setenta, lo que le suma valor.

Garci y Valcárcel firmaron además una de mis presentaciones de personaje favoritas. La actitud impasible de Areta durante el atraco del bar, cenando tranquilamente mientras los maleantes hacen de las suyas, y la calma con la que resuelve la situación te hacen olvidarte en el acto del recluta cateto, del emigrante de Peralejos de Arriba y del celtíbero español. Alfredo Landa maneja con la misma soltura y convicción el papel de detective duro, caustico y con nervios acero, que el de figura paterna rebosante de ternura.

Por último, he de confesar que ver el Madrid de principios de los ochenta me pone nostálgico. Los coches antiguos, la ropa que afortunadamente pasó de moda, los carteles de cine pintados a mano (¡Viernes 13 en el Rialto!)... Es como repasar un viejo álbum de fotos, pero sin tener que verme a mí mismo con más pelo.

Me gusta mucho esta película.

Granja maldita (1987) ★★½

Un extraño pedrusco cósmico se estrella cerca de una granja y corrompe la tierra, envenenando plantas, animales e incluso personas. La familia que vive allí lo lleva fatal.

Yo quería ver la adaptación de El color que cayó del cielo protagonizada por Nicolas Cage, pero, como no la he encontrado gratis en ninguna plataforma, me he consolado con esta versión pobretona de los ochenta, dirigida por el tipo que hizo de padre de Daredevil en la película de Fox. 

¿El resultado? Ni fu ni fa. Las pústulas ulcerosas, los tomates que sangran, y los pollos rabiosos, bien. Las espaldas peludas, el clímax gratuito y Wil Wheaton con slip blanco, mal.

La película tuvo el éxito justo para que sus dos secuelas salieran directas a vídeo. Interpretadlo como prefiráis.

El castillo de Cagliostro (1979) ★★★½

La búsqueda de unas planchas para falsificar dinero en el pequeño país de Cagliostro lleva a Lupin III y a su banda a luchar contra un malvado conde para rescatar a una princesa. También hay un tesoro oculto en alguna parte.

La primera película dirigida por Hayao Miyazaki tiene pocos elemento de lo que, para mí, da auténtico valor a sus obras posteriores para el estudio Ghibli, es decir, no pone felicidad en mi corazoncito; pero enseña la patita del genio que ya tempranamente demostraría con Nausicaä y es una cinta de aventuras lo bastante buena como  para llamar la atención de Steven Spielberg, con misterio, romance, humor y escenas de acción como solo pueden verse en unos dibujos animados. No es cine de autor, pero se nota que está hecha por uno.

Con todo, su mayor mérito es convertir al popular personaje creado por Monkey Punch en un caballero andante. Cualquiera que haya leído el manga original lo entenderá. Curiosamente, ese también fue uno de los motivos de su fracaso en taquilla.

Límite: 48 horas (1982) ★★★½

Un policía duro de pelar recluta a un convicto socarrón para atrapar a un recluso fugado que va dejando un reguero de cadáveres tras él.

Antes de 48 horas, ya había habido películas y series de televisión protagonizadas por tipos de caracteres opuestos que colaboraban para resolver un caso al tiempo que estrechaban lazos entre ellos. Sin embargo, fue la cinta de Walter Hill la que sentó las bases de esta peculiar clase de comedia de acción y precedió al boom que tuvo el mismo entre los ochenta y principios de los noventa. A ella le sucedieron títulos como Arma letal, Danko: Calor Rojo, y ¡Alto!, o mi madre dispara.

Los requisitos indispensables para que estas películas funcionen son dos: que los diálogos tengan chispa y que haya química entre los protagonistas. El primer apartado está cubierto por el guion, favorecido por algunas buenas improvisaciones, y respecto del segundo, Nick Nolte y Eddie Murphy hacen una pareja excelente (a la par que más convincente que la del propio Nolte con una guapísima y desaprovechada Annette O'Toole). Nolte, raro en él, incluso parece ser consciente de estar actuando en una película (aunque probablemente no rodó ninguna escena sin estar borracho o de resaca), y Eddie Murphy roba el espectáculo con su debut actoral, tocando todas las notas de esa melodía guasona que le lanzaría al estrellato tras su paso por Saturday Night Live.

Por cierto, y hablando de música, ¿es cosa mía o algunas de las notas más memorables del tema principal de Commando están recicladas de las partituras que escribió James Horner para 48 horas? Supongo que no es plagio si te lo haces a ti mismo, solo holgazanería.

La maldición del altar rojo (1968) ★★

Un vendedor de antigüedades sigue la pista de su hermano desaparecido hasta Greymarsh, un pueblecito inglés en el que tan pronto te cuelas en una desenfrenada y descocada fiesta hippie, como presencias un ritual pagano de quema de brujas.

A pesar del intento por parte de Tigon de competir en el cine de terror con la Hammer, la productora no tenía el presupuesto para lanzar un producto decente ni Vernon Sewell el talento de Terence Fisher para hacerlo remotamente interesante. Tampoco era difícil suponer que la película jamás lograría estar a la altura de su extravagante comienzo, porque es difícil superar una escena en la que se juntan una señora verde con cornamenta de carnero, una aficionada al sado que viste poco más que unas pezoneras y una capucha de verdugo, una rubia desnuda encadenada a un altar, un fortachón de casco astado y calzones de cuero, una señora con una gallina en brazos, un cura, un señor muy inglés con traje, y dos entunicados, uno de los cuales, para más señas, lleva a una cabra con correa. Sin duda, esos primeros minutos son dignos de verse; pero a partir de ahí, es mejor abandonar toda esperanza, porque la historia es un pestiño y su ejecución, perezosa.

Christopher Lee, Boris Karloff y Barbara Steele ponen las caras conocidas al reparto, pero no se les saca apenas partido; y la psicodelia y los efectos estroboscópicos de las secuencias oníricas, que podrían haber servido al menos de aliciente estético, se quedan en una bagatela visual.

Lo que más me fascina es que ese mismo año se estrenase La semilla del diablo, porque parecen llevarse al menos una década de diferencia. La película nació vieja y murió joven.

La escalera de caracol (1946) ★★★½

En la Inglaterra de 1906, un asesino en serie que mata mujeres con "defectos físicos" elige a una chica muda que cuida de una anciana como su próxima víctima .

Mansión antigua. Check. Noche tormentosa. Check. Ojos que acechan en la oscuridad. Check.

Supongo que la decisión de poner a mujeres con discapacidad en el punto de mira de un asesino ya levantaría alguna ampolla en su época, pero este thriller consigue sorprender no tanto por su valentía, como por el uso temprano de algunos recursos audiovisuales que, si bien hoy nos parecen habituales en el cine de terror, clichés incluso, por aquel entonces no lo eran tanto.

Es una pena que el apartado argumental tenga menos mérito que el técnico o el artístico. La identidad del asesino se ve venir desde Tombuctú y, en cuanto te enteras de que la protagonista es muda porque sufrió un trauma psicológico, ya te hueles que algo acabará diciendo antes de que acabe la película. Con todo, es disculpable que esos aspectos sean previsibles en una cinta que ha cumplido ya setenta y cinco años. ¿Sabéis qué otra cosa tiene setenta y cinco años? El pañal. A estas alturas, lo raro sería quedarse pasmado viendo cómo funciona uno. Además, esas menudencias no perjudican a la atmósfera de suspense que envuelve de principio a fin esta notable pieza cinematográfica.

Dorothy McGuire está estupenda en el papel protagonista, logrando transmitirte una vulnerabilidad genuina sin convertirse en la típica damisela en apuros; y Ethel Barrymore hace un papelón como la vieja Mrs. Warren, una anciana desvalida de armas tomar. Del resto del reparto me quedo con la criada que sisa coñac y con el adorable bulldog inglés, porque entre el doctor y sus métodos de choque para curar la mudez y Gordon Olivier comentando que a los hombres les gusta ver llorar a las mujeres y llamando "anormales" a las personas con discapacidad, es mejor no escoger a ninguno.

Un clásico que merece la pena revisitar.

La huella (1972) ★★★½

Un excéntrico escritor de novelas policíacas propone un trato al amante de su esposa en beneficio de ambos.

Esta película es la adaptación de una obra de teatro y, por lo tanto, su puesta en escena es sencilla. Laurence Olivier y Michael Caine juegan al gato y al ratón durante más de dos horas en una mansión. Esa es la película. Nada más ni nada menos. Salvo que, por alguna inexplicable razón, te atraigan los juguetes animatrónicos espeluznantes, el mayor aliciente para verla es la actuación de las dos estrellas protagonistas, y si esta propuesta no te interesa, será mejor que pases de largo.

La huella es un whodunit extraño, divertido la mayor parte del tiempo, pero también lo bastante intenso como para perturbarte ocasionalmente, y que, pese a lo rocambolesco de su propuesta y su ritmo pausado, consigue mantenerte atento hasta el final, haciéndote especular a menudo sobre a dónde te conducirá.

Eso sí, cuando la película termina, es casi inevitable sentirse defraudado, porque realmente no hay tanta madeja por desenredar y todo lo que ocurre es predecible. Si eres un iluso como yo, mientras la ves intentarás convencerte de que se te está escapando algo, de que las soluciones no pueden ser tan evidentes y de que al final habrá un giro que te dejará patidifuso; pero solo te estarás engañando a ti mismo. Desde el momento en que la película apela a tus carencias visuales y auditivas para mantenerte inmerso en el misterio en lugar de hacerte cómplice de su juego, fracasa estrepitosamente.

Tampoco es que eso haga de la experiencia una pérdida de tiempo, porque las interpretaciones de Olivier y Caine sostienen la película por sí solas. Ambos sacan el máximo partido a los diálogos del libreto de Anthony Shaffer, convirtiendo lo obvio en un producto con ingenio suficiente para hacerte pensar lo contrario.

Color Out of Space (2019) ★★★

La apacible vida de una familia que se mudó al campo se ve perturbada por el color que un meteorito trae del espacio.

Admito que me esperaba más de esta moderna adaptación de El color que cayó del cielo, que al menos tiene el valor de mantener el título del relato original. Sin embargo, y a pesar de los intentos de la voz en off por acercarnos al mundo de los mitos con dos citas contadas, la psicodelia purpúrea digital no es sustitutiva del horror cósmico indescriptible sobre el que escribió Lovecraft ni, no nos engañemos, genera la misma desazón. Hay algunos monstruos alienígenas de pesadilla que gustarán a los aficionados al body horror, pero si eso es lo que estáis buscando, Rob Bottin ya hizo mejor trabajo en La cosa, de John Carpenter, hace casi cuarenta años.

No obstante, la película es entretenida, hace buen uso de los efectos especiales y tiene una cinematografía vistosa . Además, lo que no consigue trasladar de la obra literaria a la pantalla lo compensa soltando la correa a Nicolas Cage en los momentos apropiados, ya sea para que muerda melocotones asquerosos y haga mates con ellos en la basura, cante ópera sin motivo, le sacuda porrazos al coche cuando no arranca o, sencillamente, sea él mismo.

Y tampoco perdamos de vista que nada hace más justicia al legado de H. P. Lovecraft que la comedia con alpacas.

8 comentarios

  1. 48 horas más es una de esas películas de los 80 que siempre te quedas mirándola hasta el final cuando la ponen en TV. A pesar de tenerla en la estantería de DVDs y Blu-rays.

    El problema está en esos actores encasquillados en tu cabeza por papeles en otras películas. Como Sony Landham, el Indio de malas pulgas... allá donde interprete algún papel, siempre será Billy. Más concretamente ¡Billy! resonando en la cabeza con la voz del doblador de Schwarzenegger en Predator.

    O David Patrick Kelly, te pasas la película esperando a que Schwarzenegger lo tire por un acantilado de L.A. mientras dice "Te he mentido" pero eso es en Commando.

    Bueno, qué decir de Brion James, el replicante.

    Hill dirigió también Danko y 48 horas más, también películas de "enganche al sofá". Y reciclaba a los actores.

    Claro, en 48 horas más salía Ed O'Ross, y automáticamente sonaba "Víktor Rostav" con ese acento ruso impostado del doblador de Schwarzenegger en mi cabeza.

    A la inversa también me pasa, cuando en un revisionado de Danko descubres que el malo malote es el padre de Dexter lo flipas y lógicamente cuando ves a Jonathan Banks en cualquier película de los 80 ves a Ehrmantraut de joven... o Morpheo siempre es Morpheo.

    Cosas de friki terminal, ya sabes.

    La Huella me gustó mucho de niño, siempre la he querido volver a ver pero nunca encuentro el momento, no sé si me desilusionaría verla de nuevo. El muñeco lo confundo en mi mente con el de The Game con Michael Douglas, un peliculón.

    Saludos

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    1. Qué manera de unir puntos. Me inclino ante vos.

      The Game tengo ganas de volver a verla y creo que la subían a Filmin este mismo mes. Ojalá no me acordase del girito.

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  2. Estuve a punto de ver Color Out of Space, luego lo pensé mejor y no lo hice por qué no me gusta el terror, no me gustan las películas lisérgicas y no me gusta el Nicolas Cage de los últimos años.

    El resto de films ni los he visto ni había oído a hablar de ellos, menos el de limite 48 horas que no es mi tipo de película. O sea que ya lo ves, tenemos gustos diferentes, pero no te preocupes, me sigues cayendo bien.

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    1. Pero ¿cómo estás tan seguro de que tenemos gustos diferentes si hay ahí nueve películas que no has visto y, por tanto, no sabes si te gustarán en la misma medida que a mí? Ahora tendrás que verlas para confirmarlo. ¡JA!

      Recomiéndame alguna del tipo que te guste, ya que estamos. Andaaa...

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    2. Snatch. Cerdos y diamantes, El club de la lucha, Terminator 2: El juicio final, Indiana Jones y la última cruzada,La princesa prometida, La cabaña en el bosque, Django desencadenado, Malditos bastardos, El caballero oscuro,Saw 1, El señor de los anillos, Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra, Amélie, Gladiator, Falsas apariencias, Una terapia peligrosa, American Beauty, Matrix, Salvar al soldado Ryan, El quinto elemento, Cube, Braveheart, Seven, Cadena perpetua, Atrapado en el tiempo, La lista de Schindler, podria seguir pero me da pereza. Supongo que ya las habrás visto, son casi todos clásicos.

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    3. Sí, todas esas las tengo vistas (¡menos una!) y me gustan, algunas una barbaridad. Eso sí, desde hace algún tiempo procuro dar prioridad a películas que no haya visto antes o que tenga olvidadas. ¡Hay mucho cine que ver!

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  3. La del Crack la tengo en pendientes hace tiempo y tu reseña me ha picado la curiosidad, esta semana le pego un tiento.

    Hablando de Miyazaki, no sé si lo has probado pero jugar al "Arise: a simple story" con los auriculares puestos es como estar en una película suya, te lo recomiendo mucho.

    Color out of space me dio Cage, alpacas y látex, tampoco le pido más a la vida para ser feliz.

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    1. No había oído ni hablar de ese videojuego, pero acabo de ver un tráiler y es rebonico. Tendré en cuenta tu recomendación.

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