25 de mayo de 2021

Reseñas de libros: enero-abril 2021

A continuación tenéis las reseñas de las novelas que he leído este primer cuatrimestre de 2021 (los librojuegos no cuentan, aunque me he leído unos cuantos). Para ir al día con mis lecturas y ser testigos de mis altibajos como lector, recordad que podéis seguirme en Goodreads Twitter.

Han Solo at Stars' End (1979) ★★

Sinopsis: Han Solo y Chewbacca sufren algunas dificultades técnicas con el Halcón Milenario, este problema les conduce a otro peor y acaban metidos en un fregado con la Autoridad del Sector Corporativo.

Reseña: Leer novelas tempranas de Star Wars siempre me produce una sensación peculiar. Para empezar, son poco exigentes con el fan casual, el que no va a los estrenos disfrazado de mamarracho ni llama Grogu a su hijo. Con esto quiero decir que, para entenderlas y sacarles el máximo partido, no hace falta que consumas previamente tropecientos productos de la franquicia, ya sean otras novelas, cómics, videojuegos, series de televisión o el texto impreso en las cajas de los muñecos. Las únicas referencias que necesitas son las propias películas (en este caso, la primera, porque no había más cuando se escribió y publicó), y es liberador poder pasar de página habiéndolo entendido todo y sin tener que preocuparte por si te habrás perdido algo importante.

Además, los autores de estas primeras novelas de la saga podían enriquecer el universo creado por George Lucas sin estar tan encorsetados. Tenían menos material con el que jugar y que despertase su imaginación, pero las únicas reglas eran las que tenía en ese momento el propio Lucas en la cabeza, no necesitaban una interminable enciclopedia de conocimientos ni un equipo de revisores detrás para evitar cagarla.

Todo eso está bien. La contrapartida de esta novela, anterior incluso a El Imperio contraataca, es que apenas se parece al Star Wars que conocemos. Te convences a ti mismo de que es un libro de Star Wars porque el protagonista se llama Han Solo y porque también salen Chewbacca y el Halcón Milenario; pero, por lo demás, podría ser una novela de fantasía espacial cualquiera. La historia se sitúa cronológicamente dos años antes de la batalla de Yavin (el "antes de Cristo" del universo Star Wars), los malos no son el Imperio, a los rebeldes no se les ve el pelo, y de la Fuerza no se dice ni mu. Se mencionan de pasada, eso sí, las Guerras Clon, lo cual me hace mucha gracia, porque no hay una referencia que haya perdido más misterio tras la trilogía original que las Guerras Clon.

Sentada esa base, para mí la novela tiene dos partes bien diferenciadas: la parte tan aburrida que mi cerebro desconectaba mientras leía y no me estaba enterando de nada, y la parte que comienza cuando Han y sus aliados (dos felinos humanoides —madre e hijo— y dos androides) llegan a la prisión que da nombre al título del libro para ejecutar una operación de rescate. Esta segunda parte es entretenida y, por tanto, salvable; pero más de una vez por el camino pensé en desistir y llegar hasta ese punto exige paciencia.

Me lo pensaré dos veces antes de leerme la segunda parte de las viejas aventuras de Han Solo.

Conan el Triunfador (1983) ★★★

Sinopsis: Conan el cimmerio, capitán de una banda de mercenarios, se ve mezclado en la conjura de una sacerdotisa que pretende liberar a un dios demoníaco de la lujuria.

Reseña: Si algo tengo claro, es que el Robert Jordan que escribía novelas de Conan en la década de 1980 no es el mismo Robert Jordan que años más tarde escribiría la saga de La rueda del tiempo. O sea, era la misma persona; no es que lo sustituyera un doppelgänger (que yo sepa). Lo que quiero decir es uno no puede leerse sus pastiches, que, como todos los pastiches de espada y brujería, son puro pulp, esperando el mismo nivel de calidad con el que que nos deslumbraría en su obra más célebre. A pesar de ello, las novelas de Conan de Jordan tienen un plus de calidad respecto de las firmadas por otros autores, sobre todo si las comparamos con las de Sprague de Camp.

Es verdad que el Conan de Robert Jordan no es el Conan de Robert E. Howard. Pero sí es quizá el que más se le parece. Al menos, su Conan no hace nada que esté absolutamente fuera de lugar para el personaje o su mundo, como practicar buceo con una bombona de oxígeno en plena era hiboria.

En cualquier caso, esta es la novela de Conan más entretenida que he leído desde que terminé con los relatos canónicos escritos por el propio Howard. Los elementos que uno espera de una historia de Conan están presentes, la acción es constante y, en compensación por una prosa menos evocadora, el ritmo es envidiable.

Como curiosidad, el erotismo es más descarado que de costumbre, lo cual es significativo en un subgénero en el que, por lo general, todas las mujeres son hermosas y visten menos tela de la necesaria para hacerse un pañuelo.

De hecho, en esta ocasión, Conan se cruza no con una, ni con dos, ¡sino con tres mujeres! (las tres de busto generoso, talle estrecho y culo redondo, por supuesto). La primera es la antagonista de la historia, Sinelle, una mujer de alta cuna que, harta de que solo los hombres puedan gobernar, decide invocar a un dios maligno y pegarle así un empujoncito a la igualdad de oportunidades. La segunda es Karela, el Halcón Rojo, una impetuosa bandida que mantiene una confusa y peligrosa relación de amor-odio con el cimmerio y que ya había aparecido en novelas anteriores de Jordan. Y la tercera y última es Julia, una muchacha noble venida a menos a la que Conan se encuentra ejerciendo de prostituta primeriza y saca de esa situación con la caballerosidad que le caracteriza. Una de ellas incluso da una descripción cómicamente detallada de cómo se siente después de haber pasado una noche con el cimmerio y que incluye la frase "no poder sentarse sin dar un respingo".

Ojalá el Conan literario apócrifo fuera siempre así. O mejor. Pero nunca peor.

Cuentos de brujas de escritoras victorianas (1839-1915) ★★

Esta antología ofrece un recorrido por crónicas y leyendas inglesas sobre brujería, seguido de relatos de brujas de autoras victorianas. También incluye algunos pasajes dedicados a posesiones demoníacas y fantasmas, pero son anecdóticos. Cada capítulo viene precedido de una introducción del editor, que contextualiza mínimamente los escritos seleccionados.

Los textos recogen una visión de la superchería y el fanatismo desde la perspectiva femenina de la época, y se hacen eco de las atrocidades e injusticias cometidas. El contenido es heterogéneo y adolece de grandes altibajos. La primera parte, aunque repleta de curiosidades y sucesos "pintorescos", es quizá la más difícil de digerir, ya que carece de la estructura propia de la ficción, y hay páginas enteras sobre los juicios de brujas que leí con la cabeza en otra parte. Los relatos, en cambio, me resultaron más entretenidos, aunque ninguno me pareció memorable o siquiera destacable, y a solo tres días de haberme terminado el libro, apenas recuerdo un par de ellos. 

Para disfrutarlo, te tienen que gustar mucho estos temas.

Swan Song (1987) ★★★★

Sinopsis: Los Estados Unidos y la Unión Soviética intercambian pepinazos, y el mundo acaba hecho unos zorros. Un exluchador con un corazón de oro y una niña con un don sobrenatural, una vagabunda a la que un misterioso cristal muestra visiones, y un rey y su leal caballero tratan de sobrevivir a las secuelas de esta hecatombe. Todos desempeñarán un papel crucial en la batalla que decidirá el destino de la humanidad. Pero en este páramo postnuclear, oscuro y desprovisto de vida, vaga también un mal antiguo y multiforme que quiere acabar con todo vestigio de esperanza. 

Reseña: Como aficionado a las novelas de Stephen King, me es imposible hablar de este tomo de épica apocalíptica y no mencionar The Stand. No por las obvias similitudes entre ambas historias y los temas que tratan, sino por su tremenda ambición. Este es uno de esos libros que da la impresión de que nunca vas a acabar y, aun así, sabes que antes o después llegarás al final y tendrás que separarte de él con cierta tristeza.

McCammon te presenta a los protagonistas en el momento mismo en el que el mundo se va al cuerno, como testigos y víctimas del horror, y durante la primera mitad de la novela los acompañas en su largo y peligroso viaje por una América devastada. Cada grupo recorre una senda diferente, marcada por vaticinios y profecías, hasta que, al cabo de siete años, esas sendas se cruzan y chocan en la inevitable confrontación entre el bien y el mal, la cual se desarrolla en la segunda parte del libro.

No sé si es una opinión generalizada, pero creo que la primera mitad es claramente superior a la segunda. Hay un punto de inflexión en que toda novela, sobre todo si es tan larga como esta, ya no puede seguir viviendo de las rentas generadas por su premisa; y si para entonces no ha conseguido cautivar al lector de otro modo, lo tiene complicado para salir airosa. Swan Song se libra de torcerse porque tiene muchos elementos jugando a su favor: sus tramas son sólidas, los elementos fantásticos funcionan y el ritmo narrativo es bueno; pero, aun así, falla en algo que para mí es esencial: no consigue que conecte al cien por cien con sus personajes. Estos están bien definidos, crecen y sirven a un propósito; pero les falta profundidad para sentirse reales y apenas tienen gancho emocional. Incluso a medida que me acercaba al desenlace de la historia, sabía que pasara lo que les pasara, no me iba a afectar ni una minúscula parte de lo que debería, ni para bien ni para mal. Es duro decir eso de unos personajes con los que has vivido incontables experiencias a lo largo de casi mil páginas, pero es la verdad y hay que encajarla. Tampoco puedo decir que no sintiese nada en absoluto al terminar el último capítulo, pero me conozco: soy un llorica y no haber soltado ni una lagrimilla es una mala señal.

Lo anterior no quita para que esta sea una gran novela de género. Solo le falta ese detalle para ser sensacional.

Light of the Jedi (2021) ★

Sinopsis: Doscientos años antes del Imperio, la República Galáctica vive su época de mayor esplendor. La inauguración de una nueva estación espacial en el Borde Exterior servirá de símbolo de bienestar y esperanza, y facilitará los viajes interplanetarios. Pero entonces ocurre una catástrofe de mil pares de narices y los jedi tienen que ponerse las pilas para que el horror no se repita.

Reseña: Voy a empezar por decir algo bueno antes de calentarme, porque esta novela ha conseguido hincharme las narices. Va a ser esa clase de reseña.

El comienzo es bueno, incluso prometedor. El "gran desastre" con el que arranca la historia capta tu interés desde el primerísimo capítulo y te mete de lleno en la acción con un ritmo sobresaliente. 

Pero tan pronto como termina ese acto y la situación se relaja cual esfínter de sarlacc, la novela se vuelve una castaña pilonga. Es verdad que en ese instante, como el libro aún no ha pisoteado tus expectativas y vienes engañado e ilusionado por su excelente carta de presentación, no eres consciente de lo que se avecina y le das un poco de margen. Pero no tardas mucho en darte cuenta de que hay algo que chirría, y cuantas más páginas pasas, más fácil es que veas su principal problema.

La novela no tiene !@#$%&  protagonistas.

Oh, sí, hay un elenco de personajes que desempeñan un papel en la acción, pero también desempeñaba un papel en la acción el camarero de la cantina de Mos Eisley en La guerra galaxias y nadie lo llamaría protagonista. Tampoco ayuda que todos los personajes tengan la profundidad de un plato de caldo dagobahno y ni una pizca de su sabor. 

Se supone que los jedi son los héroes de la novela, y todos sin excepción son olvidables, puro cartón. La descripción de su carácter cabría en la esquina de una servilleta, y si crees haber visto algún atisbo de desarrollo o crecimiento en ellos a lo largo de la historia, lo más probable es que hayas fumado más especia de la cuenta.

A lo anterior hay que añadir que si, como autor, presentas a tropecientos personajes de golpe y saltas de unos a otros entre un capítulo y el siguiente sin ton ni son, lo único que consigues es provocar frustración. Avar Kriss, Loden Greatstorm, Bell Zettiffar, Burryaga Agaburry, Estala Maru, Yarael Poof, Jora Malli, Elzar Mann... ¡La lista es interminable, monada! Y, por supuesto, he tenido que consultarla en la Wookiepedia.

Eso sí, si pretendían que distinguir a un jedi de otro fuera un reto, lo han conseguido. Lo único que puedes hacer para diferenciarlos es intentar memorizar su nombre (o anotarlo en una libreta, si eres ese tipo de persona) y asociarlo a algún rasgo físico y a su rango en la orden (por ejemplo, el padawan con rastas), porque como pretendas distinguirlos por su personalidad, vas listo.

Y lo más triste es que ni siquiera merece la pena hacer el esfuerzo de recordar quién es quién, porque ningún personaje importa y todos son intercambiables.

No sé qué pensarán otros fans de Star Wars de este esperpento, pero yo cuando leo un libro de aventuras, sea o no de Star Wars, espero empatizar con los protagonistas, comprender sus motivaciones y sentimientos, alegrarme de sus triunfos, sufrir con sus fracasos y, en definitiva, sentirme parte de su viaje. Por lo tanto, que en este caso mi máxima preocupación fuera aprenderme algunos nombres hace que me preocupe por el futuro de esta colección. También sube mis niveles de bilis hasta extremos insospechados, pero esa es otra cuestión.

¿Era mucho pedir que hubiera al menos un personaje con el que pudiera establecer una mínima conexión?

Recordemos que Star Wars tiene personajes increíbles a puñados. Ni siquiera hace falta remontarse a la trilogía original para encontrarlos. El mandaloriano lleva casco y apenas habla, y, aun así, lo conoces mejor desde el primer capítulo de la serie que a cualquiera de los personajes de esta novela después de habértela acabado. No diré que los jedi de la Alta República sean tan descafeinados como los de La amenaza fantasma, o sea, no son anodinos bloques de carbonita; pero poco les falta.  

El nuevo gran enemigo de la República también es de guasa, una panda de saqueadores que merodean por el Borde Exterior sembrando el caos y que Lucasfilm define como "anarquistas". La clase de anarquistas que no solo tienen líderes que toman todas las decisiones, sino que están organizados en una jerarquía perfectamente definida. Alguien debería haber buscado la palabra anarquista en el diccionario.

Del villano de la función, el gran enemigo de esta nueva saga, todo lo que puedo decir de él es que es malo. Pero estad tranquilos, seguro que en alguno de los cientos de libros y cómics que hay anunciados de aquí al fin de los tiempos, acabaremos sabiendo hasta cuál es su marca favorita de desodorante.

Por último, en cuanto a la historia, antes he mencionado que pierde fuelle tras el gran desastre. Pues bien, a partir de ahí pasan cosas que ya he olvidado y, al final, la situación se resuelve de una manera nunca vista antes: con una gran batalla espacial. No me importaría lo simple ni predecible que es la trama, si no fuera por la ausencia total de personajes que dejen impronta. Y esto nos devuelve al punto de partida y nos conduce a la conclusión de esta reseña.

Pensaba que distanciarse del universo conocido de Star Wars nos devolvería lo mejor del antiguo universo expandido: la sensación de crecimiento y falta de ataduras. Lo que no sabía es que el precio a pagar sería tener otro producto más concebido desde el diseño para ser presentado en un Power Point y aprobado por un comité de ejecutivos al que solo le importan las cifras. 

Tarzan of the Apes (1912) ★★★★

Sinopsis: En la jungla africana, un bebé huérfano criado por gorilas crece hasta convertirse en su rey. Luego viene una historia de amor. Entre humanos.

Reseña: A pesar de que he leído tres veces esta novela, siempre me olvido de lo entretenida y pulp que es. Tengo en la cabeza tantas versiones cinematográficas de la historia de Tarzán, todas edulcoradas en mayor o menor medida, que no suele pasar mucho tiempo antes de que se me borre el recuerdo de lo brutal que llega a ser este superhombre de la jungla en su versión literaria. Y es que Tarzán es, sin duda, más parecido al Conan de Howard que al Mowgli de Kipling. Estamos hablando de un tipo al que le das un cuchillo y una cuerda, y te apiola un león para la cena; al que un gorila le arranca media cara a mordiscos y se cura sin asistencia médica.

Pero Tarzán no es un hombre adoptado por gorilas cualquiera. También se adapta rápidamente a las normas de la sociedad civilizada y se comporta como un caballero cuando la ocasión lo requiere, porque procede de una familia de aristócratas y, como todo el mundo sabe, la clase está en la sangre. Tarzán no solo es un prodigio físico, el epítome de la belleza masculina, sino que su intelecto es superior; su moral, intachable. Podría incluso pasar por francés. No como los caníbales que tiene por vecinos, poco menos que bestias. Darwinismo social a tope.

Es evidente que una novela con más de cien años escrita por un señor que halló en la literatura una forma de escapismo a su vida mediocre no va a ofrecer una visión políticamente correcta del África negra (ni tampoco del papel de la mujer en la sociedad, por mencionar otro tema delicado), así que no me sorprende que Tarzán de los monos haya sido una víctima más de la cultura de la cancelación en los últimos años.

Pero, para quien sepa contextualizar y le guste el género de aventuras, este libro es un clásico merecido, ligero y disfrutable de principio a fin. La acción es emocionante y violenta; el amor, repentino y apasionado; y los taparrabos, coloridos y escuetos.

De entre todos los imitadores que le salieron tras escribir El libro de la selva, Kipling consideraba a Burroughs el más espabilado. Sobre él y su célebre novela dijo lo siguiente: "He wanted to find out how bad a book he could write and ‘get away with’, which is a legitimate ambition". No es la mejor cita que podía haber escogido, pero sí la más graciosa.

Ciertamente, habrá quien cuestione la calidad de la obra de Burroughs, pero es difícil ignorar el tremendo gancho que tiene. Burroughs escribe de forma directa y funcional, por lo que su estilo aguanta mejor el paso del tiempo que el de muchos de sus contemporáneos, y además era un maestro del cliffhanger. ¿Dices que no te vas a leer El regreso de Tarzán? Ya te digo yo que sí. 

Later (2021) ★★★★★

Sinopsis: La vida de un chaval que puede ver a los muertos se complica cuando la novia de su madre lo involucra en el caso de un asesino en serie que pretendía cometer un crimen póstumo.

Reseña: Sí, ya sé, un crío que ve muertos. Qué original. Pero esta no es la película de M. Night Shyamalan, sino una novela policíaca del maestro del terror Stephen King, y obviando esa similitud tan evidente que hasta el propio protagonista la menciona con sorna, no hay otros parecidos.

Lo que tenemos aquí es una novela de pequeña escala, intimista incluso, escrita por King jugando en dificultad fácil, sin complicarse la vida con tramas ambiciosas ni docenas de personajes de los que acabas conociendo hasta la talla de ropa interior, pero haciendo gala, no obstante, de un dominio pleno de la narrativa.

Aunque la historia de Later es sencilla (con giros a la vuelta de cada esquina, pero libre de enredos), y apenas hay cinco personajes con peso en la trama, el libro no necesita más para mantenerte enganchado Y por muchas veces que King demuestre lo bien que se le da contar historias, nunca dejará de sorprenderme. La velocidad con la que consigue que conectes con los personajes es portentosa y maneja las tramas con una pericia asquerosamente envidiable. Cada final de capítulo te deja con ganas de leer el siguiente, y todos son tan cortos que es difícil encontrar el momento para parar de leer. De hecho, si no fuera porque procuro acostarme a una hora prudente cuando tengo que madrugar, me habría terminado este libro del tirón en la primera sentada. En lugar de eso, y por aquello de disfrutarlo algunos días más y amortizar la inversión, hice lo posible por espaciar su lectura e intercalarla con la de otras novelas. Aun así, el libro es tan corto (sobre todo comparado con los mamotretos a los que nos tiene acostumbrados este simpático señor de Maine) que en siete sentadas lo había finiquitado. Al hacerlo, me quedé mirando un rato la magnífica portada de Paul Mann con cara triste.

Para los seguidores del escritor, en estilo y tono compararía esta novela con Joyland, con la que comparte la habitual temática del "viaje hacia la madurez", aunque Later es menos sentimental y tiene un elemento sobrenatural mucho más pronunciado.

Me ha gustado tanto que la leería una segunda vez sin dudarlo. Pero no voy a hacerlo. Esperaré a la película o miniserie.

Six of Crows (2015) ★★★

Sinopsis: El líder de una banda callejera reúne a un equipo para dar un golpe que parece imposible: rescatar a un prisionero de una prisión de máxima seguridad. Si lo consigue, todos serán más ricos de lo que jamás han soñado. Si fracasan..., mal asunto.

Reseña: De todas las novelas de fantasía juveniles que he leído a lo largo de mi vida, esta es de lejos la menos condescendiente. Los protagonistas son chavales de entre dieciséis y dieciocho años, pero, si te despistas un poco, ni te das cuenta. Ninguno se comporta como un adolescente (no escuchan reguetón ni tienen broncas recurrentes con sus padres, aunque alguno sí experimenta con las drogas) y, si no mencionaran expresamente su edad ni se refiriesen a ellos de vez en cuando como críos, podrían pasar por adultos de veintipico o treinta y pocos años. Por un lado, lo prefiero, porque no soy el público objetivo de la novela y yo no necesito dramas adolescentes en mi literatura fantástica (compré el libro sin saber nada de él, salvo que estaba barato y tenía buenas valoraciones en Goodreads). Por otro lado, sin embargo, me genera una disonancia perceptiva tremenda. Los personajes tienen mucha calle, son experimentados en distintos campos útiles para su profesión, y todos sin excepción cargan un pasado trágico; pero nada de eso encaja con la edad que presuntamente tienen. No digo que, en el mundo de fantasía en el que se desarrolla la historia, sea inverosímil, solo que chirría.

Dejando eso de lado, los personajes están lo bastante definidos para que te interesen a título individual, pero ninguno me enamora. Son como los arquetipos de un juego de rol, cada uno con su especialidad: el experto en cerraduras, el pistolero, la "maga", el guerrero... Si tuviera que quedarme con uno, elegiría a Inej, pero solo porque es la pícara asesina, justo la clase de personaje que suelo elegir en esa clase de juegos desde que dejó de parecerme divertido machacar cráneos a espadazos. Odio haber cambiado.

La historia, sin haberme sorprendido en ningún momento, es entretenida. Quitando el primer capítulo, que me sobra al nivel de la mayonesa en la tortilla, todo lo que tiene que ver con el golpe, desde que se plantea hasta que se ejecuta, está bien construido. Los personajes trazan un plan que se tuerce cada dos por tres y les obliga a improvisar sobre la marcha, hay varios giros argumentales y no todos son previsibles, y la acción está salpimentada con generosas dosis de romance. La parte propia del género fantástico es mínima, aunque relevante para la trama, y el desarrollo de mundos, superficial en el mejor de los casos.

A modo de advertencia, y sumando a la poca idea que tenía acerca de la novela antes de empezar a leer, este es el primer volumen de una dilogía y no ofrece una desenlace concluyente. Empecé a escamarme hacia el final, cuando vi que no quedaban suficientes páginas para cerrar satisfactoriamente los puntos inconclusos de la historia. Y claro que no se cierran. Tampoco penséis que la trama principal se queda abierta, pero el último capítulo te deja ese sabor agridulce propio del final de El Imperio contraataca, así que si la novela no te entusiasma o, peor, te decepciona, pero tu TOC te exige leerte el siguiente volumen, estás jorobado.

El problema de la paz (La era de la locura #2) (2020) ★★★★★

Sinopsis: En la Unión reina el descontento y la paz no dura para siempre. ¿Queréis más detalles? ¡Leeos el resumen de la contraportada, corcho!

Reseña: El primer volumen de La era de la locura nos presentaba a los personajes de la última trilogía del mundo de la Primera Ley, y, a través de sus ojos, nos hacía partícipes de la situación política y social que serviría de marco a la historia. Le di cuatro estrellas, pero no pasaba gran cosa. Este segundo volumen se mete en arena y te hunde en ella. El ritmo calculado y ascendente ya venía de la novela anterior, pero aquí nos arrastra sin remedio hasta un nuevo punto de inflexión e incide a saco en uno de los mensajes recurrentes del autor: la guerra no trae nada bueno, así que mejor quédate en tu casa tranquilito.

Las tres grandes bazas de la novela son los personajes, la acción y los giros argumentales. Esto no sorprenderá a los seguidores de la obra de Abercrombie (el autor, no la marca de ropa), pero no quiero dar nada por supuesto. En esos tres aspectos, sus libros, incluso los destinados al público juvenil, están por encima de muchos otros del género. También es cierto que yo leo muchos pastiches de Conan, así que cualquier atisbo de calidad me deslumbra.

Todos los personajes son diferentes y no hay uno solo de ellos con el que no quieras reencontrarte al terminar un capítulo, siempre tienes ganas de más. Esto es predicable tanto de los protagonistas (la ambiciosa Savine, el valiente Leo, el pragmático Orso y la astuta Rikke), como de los secundarios (no voy a mencionarlos a todos, pero sí a la inquisidora Vik, porque es mi favorita). Empatizas con todos ellos, simpatizas con la mayoría y, de propina, te generan conflictos como lector ajenos a los suyos propios, sobre todo cuando los ves tomar decisiones que sabes que perjudicarán a otros personajes con los que también te has encariñado. Aquí no hay bandos buenos y malos, solo muchas tonalidades de gris que acaban teñidas de rojo.

Además, en esta novela, Abercrombie lleva a sus personajes a situaciones límite, disyuntivas que no son moco de pavo y en las que es difícil averiguar qué camino tomarán. Sus historias individuales te mantienen enganchadísimo y te preocupa qué será de ellos hasta el final. 

El cúmulo de circunstancias que rodea a esos personajes desemboca en una batalla inevitable y, al llegar a ella, Abercrombie da el do de pecho. Tres cuartas partes del libro son negocios y tejemanejes fruto de la ambición y la frustración, pero la cuarta parte, oh, sí, la cuarta parte ¡es la guerra! ¡Más madera! Parte de esa lucha brutal, descarnada y sin sentido, se narra desde la perspectiva de hombres y mujeres anónimos, brincando de un punto de vista a otro a medida que se desarrolla la batalla, un recurso que el autor no solo domina y vimos ya en Los héroes, sino que afila con cada nuevo libro que publica. La narración adquiere tal ritmazo a partir del instante en que se disparan los cañones, que ya no pude dejar de leer hasta terminarme el libro. Dormí dos horas menos de lo habitual por su culpa y ahora no soy capaz de hilar tres palabras sin pensar, pero no me arrepiento.

Los giros gordos están reservados para los capítulos finales y el epílogo, en los que tenemos una sucesión de clímax tremendamente potentes, decisivos para muchos personajes, y donde por fin salta la chispa que debería prender el conflicto principal para el cierre de esta trilogía, el cual lleva fraguándose desde la primera parte y que parece que ahora explosionará a gran escala.

Lo peor que se puede decir de los libros de la Primera Ley es que, en esencia, no en los detalles, todos vienen a darte lo mismo; pero lo que te dan es tan bueno que te trae sin cuidado. Además, es fácil recomendarlos: si gozaste uno, raro será que no disfrutes también del resto; y si no has leído ninguno y te gusta la fantasía heroica, ¿a qué narices esperas? ¿A que vaya a tu casa y te tire mi ejemplar de La voz de las espadas a la cara? ¿Tú sabes lo que duele eso?

Drácula: El origen (2018) ★★★

Sinopsis: Bram Stoker es un niño enfermizo que apenas sale de casa, pero tiene la suerte de contar con una niñera muy especial, que, aunque no se llame Mary Poppins, cuida muy bien de él. La niñera en cuestión podría o no dormir en un ataúd lleno de tierra y beber sangre directamente del "grifo". Tal vez incluso sea una vieja conocida de cierto conde transilvano.

Reseña: No me esperaba gran cosa de una precuela de Drácula coescrita por el bisnieto de Bram Stoker y un autor del que jamás había oído hablar (ignorancia mía, probablemente sea conocido), porque tenía toda la pinta de ser un burdo intento de exprimir la franquicia del abuelo; pero estaba equivocado. Es eso y también una novela entretenida de misterio con ambiente de terror gótico.

La historia comienza en el "ahora", con Bram Stoker atrincherado y luchando contra el sopor en una habitación que ha llenado de espejos con cruces claveteadas, a la espera de que un mal sobrenatural derribe la puerta que está vigilando. De ahí pasamos a la narración en primera persona de la niñez de Bram, en el transcurso de la cual él y su hermana pequeña Matilda intentarán descubrir quién y qué es su querida nana Ellen, un enigma que abordarán con una perspicacia y soltura increíbles para su corta edad. Literalmente increíbles, quiero decir. Los niños pequeños no hablan ni se comportan así, ni en la actualidad ni en la Irlanda asolada por la pobreza de mediados del siglo XIX.

La novela alterna entre ambos momentos temporales, con las partes del presente sirviendo de breves paréntesis a la chicha del pasado, hasta que un salto de varios calendarios nos conduce a los meses previos al infausto ahora y, finalmente, alcanzamos el instante de partida. A partir de ese capítulo, la historia continúa por una única línea temporal hasta su desenlace. 

El grueso del relato está contado a través de las notas del cuaderno de Bram; sin embargo, al igual que en Drácula, no es el único punto de vista que se nos ofrece, y aquel se complementa con cartas de su hermana Matilda a Ellen, el diario de su hermano mayor Thornley y algunos apuntes ajenos. A la gente decimonónica le pirraba escribir.

Para construir la historia, los autores se han basado en viejas notas del propio Stoker y en su manuscrito El no muerto (en posesión, según cuentan, de Paul Allen, cofundador de Microsoft), una primera versión de Drácula y que, aparentemente, tenía ciento y una páginas más que la novela publicada en 1897, todas ellas desaparecidas. La idea que pretenden vendernos es que los vampiros son reales y que Stoker quería advertir al mundo de su existencia, pero su editor no le vio tirón comercial y le obligó a aligerar el libro y meterle algunos cambios. Las drogas bien, ¿no?

Dejando esa curiosidad al margen, si os atraen las novelas góticas y los vampiros (incomprendidas criaturas del mal ), esta tiene su punto. También podéis esperar a la película, porque Paramount ya compró los derechos.

4 comentarios

  1. Podría mentir para quedar bien y decir que me parecen todos muy interesantes, pero para qué? Para quedar bien? Yo no soy así. Para ser sincero ninguno de la lista me ha llamado la atención. Salvo el de Abercrombie, por supuesto, que como ya té comenté esperaré hasta que publique The Wisdom of Crowds para empezar la trilogía de la edad de la locura, me pone muy nervioso empezar sagas de libros que no tienen fin, y no miro a nadie señor R.R. Martin.

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    1. ¿Se necesita más que un apocalipsis, chavales que hablan con los muertos o vampiros para llamar tu atención? Qué exigente te pones.

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  2. Abercrombie for the win!

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