19 de julio de 2022

Jugad conmigo a 'Deathtrap Dungeon' ('Laberinto Mortal') (20)

Veinte entradas ya. Veinte entradas que cubren cuarenta secciones de las cuatrocientas que tiene este librojuego. No está nada mal, pero que nada mal. Yo mismo he tenido primeros intentos mucho peores.

La cuestión es: ¿cuántas entradas más aguantaréis antes de doblar el petate? ¿O quizá aspiráis todavía a ser los primeros contendientes en sobrevivir a la Prueba de los Campeones?

En la entrada anterior, escogisteis el camino de la violencia. Y lo hicisteis a sabiendas de que vuestra victoria en combate significaría la orfandad para Olorcitos y un centenar de larvas inocentes. Veamos cómo se resuelve el encuentro.

En el plano terrenal se halla el planeta Titán. Si nos acercamos a él, veremos cuatro grandes masas de tierra, continentes. Uno de esos continentes, ubicado en el hemisferio norte, es Allansia. Al noroeste de Allansia se encuentra el principado de Chiang Mai, cuya capital es la ciudad de Fang. Una de sus calles conduce a una colina en la que se abre la boca de un túnel...

Nos adentramos en el Laberinto Mortal, un mundo de tinieblas y atracciones turísticas letales. Tras franquear la entrada, avanzamos recto en dirección norte hasta llegar a una bifurcación. Giramos a la derecha, hacia el este; luego vamos al norte y después al oeste por el único camino posible. En la segunda bifurcación, continuamos en dirección norte, dejamos atrás una gran estatua de bronce y seguimos avanzando, sin pausa. Casi al fondo del siguiente túnel, a mano derecha, hay una puerta de piedra entreabierta. Nos detenemos delante de ella. Al otro lado se libra un combate encarnizado. Los ecos de la batalla resuenan más allá del umbral: un grito de guerra, un zumbido atronador, el silbido del acero, un aullido de dolor, gorgoteos... Hasta que se hace el silencio.

Pocos minutos después, una figura jadeante emerge de la abertura. Está cubierta de los pies a la cabeza de un líquido espeso y amarillento, y tiene el lado izquierdo de la cara bañado en sangre.

¿A qué no adivináis quién es?

¡Sois vosotros!

Tiráis de la manilla para cerrar la puerta. Estáis cansados y el bloque de piedra pesa una barbaridad, así que os lleva su tiempo arrastrarlo hasta su posición original; pero no tenéis ninguna prisa. Luego echáis el pestillo.

"Ay", decís. Es más un lamento que una expresión de dolor.

Apoyáis la espalda en la puerta y os deslizáis por ella hasta que vuestras mullidas posaderas tocan el suelo.

Bum-bum, bum-bum, bum-bum...

Sentís palpitaciones y pinchazos en vuestra oreja izquierda. O, para ser precisos, en lo que queda de ella.

"Ay", repetís.

Creo que sé por qué tenéis el morro torcido. No ha ido tan bien cómo esperabais ahí dentro, ¿verdad? Pero, sed sinceros conmigo, ¿cómo pensabais que reaccionaría Olorcitos cuando la emprendieseis a espadazos con su progenitora? ¿Acaso esperabais que se quedara quietecita en vuestro hombro mientras abríais a mamá mosca en canal y redecorabais la caverna con sus vísceras? Vistas las ganas con las que os enganchó la oreja, Mordisquitos habría sido un nombre más apropiado.

O al menos lo habría sido hace un rato.

Contempláis los restos viscosos que tenéis pegados a la suela de la bota. Ahora el nombre más apropiado sería Pulpita.

La verdad es esta: si hubieseis tomado las de Villadiego, ahora Olorcitos y su madre seguirían vivitas y coleando, y no habría cien larvas huérfanas encerradas en una caverna.

Sí, es deprimente.

Ahora bien, mirándolo por el lado bueno, salvo por ese colgajo sanguinolento que antes fue vuestra oreja (lo que os resta 2 puntos de Resistencia), no tenéis ningún rasguño que no tuvierais ya antes de enzarzaros en una lucha a muerte con la madre de todos los moscardones. Y a mí no me culpéis, porque una tirada mala de cinco la tiene cualquiera.

Así están vuestros atributos:

  • Destreza: 12
  • Resistencia: 17 11 15 13
  • Suerte: 9 8 7

¿Habéis ganado algo por matar a la mosca gigante? A no ser que queráis que a partir de ahora os llame el Azote de las Moscas, no.

"Pero ¿y los puntos de experiencia?", podría preguntarse algún lector despistado.

En los librojuegos de Lucha-Ficción no hay puntos de experiencia. Os puedo dar 90 si queréis, pero no os van a servir ni para cambiarlos por descuentos en los supermercados locales. Escapando habríais conseguido el mismo resultado con menos bajas.

Pero a lo hecho, pecho.

Os limpiáis la herida como buenamente podéis y consumís otro paquete de provisiones para recobrar fuerzas. Os quedan 6 paquetes de los 10 con los que entrasteis en el Laberinto, pero gracias a las propiedades curativas de los ositos de gominola y las ciruelas pasas, volvéis a tener la Resistencia a tope.

  • Destreza: 12
  • Resistencia: 17
  • Suerte: 9 8 7

Sin embargo, no os vayáis a pensar que vuestra oreja se ha reconstruido mágicamente. Si queréis que os crezca el cacho que falta, tendréis que buscaros un clérigo que preste esa clase de servicio. Yo en vuestro lugar me conformaría con desinfectar la herida antes de que acabe el día. Además, una oreja mutilada da carácter.

Os ponéis en pie y reemprendéis la marcha. Solo hay un camino que seguir: todo recto hacia el norte.

Os recordáis a vosotros mismos el chiste del cura y el leproso para animaros. Contra todo pronóstico, funciona. Os reís por lo bajini.

El túnel acaba en una bifurcación. Echáis un vistazo a un lado y a otro, izquierda y derecha. Parafraseando al autor, ambos pasadizos son estrechos y se pierden en la oscuridad. También apostaría mi colección de cromos de Los aurones a que ambos conducen a nuevos desafíos con los que poneros en evidencia.

Eso es todo lo que puedo deciros. Livingstone no arroja ninguna luz sobre los peligros o tesoros que os esperan en cada pasadizo. He probado distintas rutas para llegar a este mismo punto y no hay ninguna información extra que podáis valorar para elegir una alternativa u otra, ni siquiera marcas confusas de pisadas en el suelo. Nada. Nothing. Nichts.

"¡Esto es un ultraje!", exclamáis.

Os doy la razón. No es justo que tengáis que tomar una decisión de vida o muerte al azar. Por suerte, yo puedo cambiar eso. Así se hace la magia:

¡Abracadabra, pata de cabra!

Anda, si resulta que había una flecha de madera claveteada en la pared. Apunta al camino de la derecha, en dirección este.

¿Qué queréis hacer?

  1. Continuar por el pasillo de la izquierda: no os fiais de mí. La mayoría de vosotros no me conoce en persona, y, hasta donde sabéis, podría ser una inteligencia artificial desarrollada para maximizar vuestro sufrimiento, con 2048 GB de mala leche y ninguna restricción ética ni legal en su programación.
  2. Continuar por el pasillo de la derecha: os fiais de mí. ¿Qué motivo podría tener para engañaros? Es cierto que escribir en el blog me quita buena parte del tiempo libre que tengo a cambio de una compensación económica inexistente, pero eso no significa que no me muera de ganas de seguir haciéndolo. Al fin y al cabo, también escribo sobre Marmalade Boy.

Tenéis hasta el jueves 21 a las 12:00 CEST para votar. En Twitter podéis hacerlo aquí.

36 comentarios

  1. Por supuesto que me fio de ti, por ti pondría la mano en... en un cubo de agua tibia. Además, hace poco te has tomado una semana de descanso, y has vuelto con la tarea en vez de huir. Pasillo de la derecha.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Necesitaba esa semana libre para no darme de cabezazos contra el teclado. Solo es un indicio de mi instinto de supervivencia.

      Eliminar
  2. Nooooooooooooooooooooooooooooooo, Olorcitos..... nooooooooooooooo!!! Que entrada más cruel, creo que no nos repondremos de esto. La más cruel que recuerdo....

    - Continuar por el pasillo de la derecha: os fiais de mí.
    Seguiremos confiando en nuestro narrador. Nada puede ser más cruel que esto...ni un minuto de silencio, ni un funeral. ni un clip de todos nuestros mejores momentos juntos...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una entrada bastante cruel, sí. La idea del clip me parece buena. Consolémonos pensando que pudisteis revivir esos segundos felices al son de alguna melodía ñoña de Enya.

      Eliminar
  3. ¿Una flecha que me indica el camino a seguir dentro de un Laberinto Mortal®? Mi buen juicio hace que perciba dentro de mi cabeza un zumbido arácnido de peligro... aunque quizá solo sean las secuelas en mi oído de La Última Carga de Olorcitos (q.e.p.d.). Bien mirado, si hemos llegado aquí no ha sido por nuestro buen juicio, así que, una vez más, apago el cerebro y sigo la flecha. Un tipo que esgrime una brocha con tanto desparpajo parece de fiar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Soy de fiar. Y la gente que dice que es de fiar SIEMPRE es de fiar, eso lo sabe cualquiera.

      Eliminar
  4. ¿Una flecha que me indica el camino a seguir dentro de un Laberinto Mortal™? Pues decido confiar plenamente y sin ambages en Don Brocha... y lanzo una moneda para ver por dónde seguimos. Ok, no, directo a por la derecha, que la última flecha que seguimos hasta nos fue bien y eso.

    Y estoy seguro que en un planeta como Titán debe ser étnicamente diverso como que haya alguna cultura en la que comernos a nuestros oponentes sea un signo de respeto o búsqueda de absorber su poder, ¿quizás? ¿Al menos limpiarnos la bota con la mano y chuparnos los dedos? Ok, mejor lo dejo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Comerse al oponente se considera una señal de respeto en cualquier cultura, pero es una cochinada.

      Eliminar
  5. Au idò! (ignota exclamación ubícua en Mallorca que viene a significar "Pongámonos en marcha" o algo similar. Yo la digo cuando me consigo levantar del sofá sin que se me escape un gruñido) Sigamos la flecha como buenos ciudadanos, que si no nos suspenderán el carnet de conducir. En nuestro narrador/master confiamos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me sentiría halagado por la confianza que depositáis en mí, sino fuera porque me frustra que tengáis tan claro que os he dirigido a la opción menos inmediatamente letal posible.

      Eliminar
  6. No es que no me fie del narrador, al fin y al cabo ¿sería capaz de llevarnos por el camino que nos interna por las profundidades del laberinto plagado de trampas y montruos, mientras el camino de la izquierda lleva directamente a la salida? Sí, efectivamente. Sin embargo, puede que sea cierto que esta vez nos esté dando una mano con su pase mágico, asi que me voy por la derecha.

    PD: Olorcitos se merecía que la usara como carnada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La salida queda muy, pero que muy lejos. Por eso no os preocupéis. Además, recordad que para ganar es condición indispensable recoger unos trastos indeterminados.

      Eliminar
  7. Rebolo McAnónimez19/7/22 15:26

    Mejor un Olorcitos en 2D que un Olorcitos 3D rencoroso que pueda crecer y buscar una venganza más contundente que una oreja. Arrastramos el pie varias veces por el suelo para limpiárnoslo y seguimos nuestro camino con una lágrima no derramada.

    Sin ningún tipo de duda continuamos por el pasillo de la derecha. Sólo una persona con desconfianza patológica o un usuario de Twitter con poco gusto por leer antes de votar optaría por la izquierda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojalá se me hubiera ocurrido a mí el detalle de arrastrar el pie. Voy a considerarlo parte del canon.

      Eliminar
  8. Guardemos un femtosegundo de silencio por Olorcitos y a seguir al lio, voy a elegir fiarme del señor Brochez y tirar por la derecha, al fin y al cabo, si morimos tendria que ponerse de nuevo con las entradas del witcherino ademas de la segunda parte de la amenaza fantasma, todo de golpe, y me imagino que muchas ganas no tendrá.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no te creas que no tengo ganas de retomar las entradas de The Witcher, pero no lo haré, porque el público manda (hasta cierto punto) y nadie parece interesado en leer sobre esa serie excelsa que salvará a Netflix de su desaparición.

      Eliminar
    2. Ojalá haber conseguido el anillo de los deseos reservado a quienes no son unos lamebotas para desear muy fuerte que la popularidad de nuestro amigo Gerardo el Brujero aumente, y con ella el interés por sus andanzas, para no perdernos tan magnifica crónica brocheril. Si en algún momento volviera o volviese por azares de la vida, aquí hay un rendido admirador.

      Eliminar
  9. Voto por ir a la derecha, como propone el Tipo de la Brocha. Y no lo hago a ciegas, sino que tomo esta decisión por tres motivos lógicos, a saber:

    Primero, porque después de escribir veinte entradas sobre el Laberinto Mortal dudo que quiera tirar todo el trabajo realizado por la borda por una decisión tomada lanzando una moneda al aire.

    Segundo, porque a pesar de todo el cansancio acumulado, no creo que esté harto de escribir estas entradas, ya que se ha pegado una semana enterita de vacaciones en las que su carcelero le ha permitido salir del zulo en el que lo tenía preso, así que lo más probable es que haya vuelto a su cautiverio con las pilas cargadas al máximo.

    Y tercero, porque en el fondo y a pesar de sus continuas quejas, Bróchez no quiere que esto acabe. Con sólo hacer un repaso rápido al sórdido contenido de su blog, resulta obvio que el Señor Brocha es adicto a escribir entradas sobre productos nostálgicos de negable calidad que sólo leerán una veintena de lectores casi tan enfermos como él. Vamos, que es lo que se dice un masoquista, sólo que sin la parte sexual.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He sido yo quien ha escrito este comentario, Señor Brocha. No quiero que el maldito Anónimo, ladrón de copyright por excelencia, se apropie también de mi comentario.

      Eliminar
    2. Estas entradas tienen algo más de veinte lectores o, para ser precisos, visitantes. De media te diría que entre veinte y veinticinco veces esa cantidad (y subiendo, porque siempre llega gente nueva que se lee entradas anteriores). Eso significa que tenéis muchos compañeros silenciosos o que entráis más veces de las que son saludables en cada entrada. De todos modos, son cifras que están muy por debajo de las entradas más visitadas del blog; las tres primeras superan las 24.000 visitas, y el récord lo tengo en 78.500. Es una barbaridad.

      Eliminar
    3. Pues me alegro de que seamos más. Yo mismo soy uno de esos lectores silenciosos que se leen todas las entradas pero raramente dicen nada. Si me animo a escribir en los artículos sobre librojuegos es porque mis decisiones afectan el rumbo de la historia (bueno, al menos la mitad de las veces...) y porque más me vale contestar pronto si quiero que mi voto cuente.

      Eliminar
  10. Aninimo le fantastique19/7/22 23:03

    Saludos Sir brocha y miembros de la mente colmena.
    El asunto con Olorcitos y con su mamá a sido un tanto desafortunado, aunque es justo recordar que tomasemos la decisión que tomasemos, la mamá mosca nos quitaría dos puntos de resistencia.
    Lo que demuestra que el autor del libro es sumamente arbitrario. No hay más lógica en el camino a seguir que el capricho del autor. Pero en fin dejemos los lamentos para mejor ocasión y recapacitemos.
    Tenemos dos caminos sin ninguna característica que los diferencie.
    Sir brocha a tenido la "generosidad" de inventar una flecha marcando un camino.
    La duda es ¿Sir brocha es de fiar?.
    La respuesta es sencilla. Si como sostengo Sir brocha está poseído por Sir Terry prattchet, eso lo convierte automáticamente en un caballero por lo que sería cualquier cosa menos confiable.
    Así que sospecho que la flecha es su venganza por el éxito de sus artículos sobre marmaladeboy y que si la seguimos caeremos en un surrealista pozo lleno de arcoiris , corazones rosas flotando en todas direcciones y moriremos ahogados en un charco de algodón de azúcar.
    Así pues escojo tomar el camino de la izquierda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con la opción de combatir podríais no haber perdido ningún punto, pero perdí una de las rondas del combate y me he tomado la libertad de darle protagonismo a Olorcitos. Huir era la puerta que teníais para garantizar la supervivencia de vuestra nueva mascota o, como la llaman más abajo, comida de emergencia.

      Eliminar
  11. Como es posible que no le pagaremos a olorcitos con su propia moneda!!! Con lo nutritivas que son las larvas, fijo que nos habría ahorrado un osito de gominola y además nuestro aliento fétido de después de tal suculento manjar nos serviría también como arma.
    Yo tenía claro que nuestra comida de emergencia... Perdón, olorcitos moriría de una forma cruel cuando menos se lo esperara así que no le cogí demasiado cariño.
    Si un ser superior con 2 teras de memoria nos pone una flecha a seguir creo que lo mínimo 1ue tenemos que hacer es tomar el camino que nos indica aunque sea hacia una muerte segura. Así que para la derecha.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vale, me has convencido. Tú en particular te quitas la bota y lames los restos de Olorcitos. Sabe a bilis y no recuperas ningún punto de Resistencia, pero en unas pocas horas sufrirás unos retortijones de aúpa.

      Eliminar
  12. agente_naranja20/7/22 11:27

    Las orejas están sobrevaloradas. Hasta cuando se cocinan a la plancha.

    Pues... la verdad es que me da un poco igual, pero bueno. Mi instinto me dice que siempre izquierda, por eso del rojismo y tal. Pero bah, demos un paseo por el lado ojjjjcuro y fiémonos de la flechita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sé si la ideología política de cada uno es un buen criterio para tomar este tipo de decisiones, pero es un criterio.

      Eliminar
  13. Por fin llego a tiempo a alguna votación. Si bien en la anterior no participamos y no pude apoyar la decisión de masacrar a ese asqueroso insecto alado, me alegro de que saliese esa opción. Sí, incluso si no nos ha aportado nada. Y también me alegro de que haya muerto Olorcitos. ¡Maldito bichejo repugnante! ¡Por su culpa ya no podremos ponernos un bonito par de pendientes nunca más! Sólo me arrepiento de habernos ido sin cargarnos al resto de sus hermanitos.

    Para olvidar este desafortunado incidente e intentar mantener la cordura/esperanza, sugiero concentrarnos de nuevo unos segundos en un lugar feliz. Diría una playa paradisíaca, aunque a estas alturas ya hasta que nos pegasen un manguerazo en un garaje lleno de trastos y nos diesen una pastilla de jabón hecha con los restos manoseados de otras pastillas de jabón se antoja lo suficientemente agradable como para hacernos soñar despiertos. Entre los bichos y la mugre que llevamos encima, confieso que esta aventura se me está haciendo un poco cuesta arriba. Brocha, sabes que lo estamos pasando mal. La flecha la has puesto porque nos lleva al lugar donde podremos gastar nuestros doblones, ¿no? Como un spa con peluquería, ¿verdad? Como un restaurante asiático típico de la zona o un local de masaje tailandés, ¿no es así? Con peceras de ésas donde metes los pies y pescaditos de colores te mordisquean las pieles muertas, ¿me equivoco?

    Sé que me equivoco, pero aún así, yo digo que sigamos la flecha, que para algo la has puesto (ya veremos para qué). Cerdito Malva se fía de ti y dice que vota igualmente el camino de la flecha.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni me acordaba de los doblones, pero he consultado a la pitonisa de Fang y no ve ningún spa, restaurante o local de masaje en vuestro futuro próximo. Lo que sí ve es color y frescura. ¿O eran dolor y negrura? No sé, no estaba prestando atención.

      Eliminar
  14. Esto se vuelve cada vez más meta. Un blog en el que el autor opina sobre cosas se convierte en un elige tú aventura en el que los lectores deben opinar sobre el autor. ¡Pues voto por la confianza! Si al final el camino de la derecha es el malo ya ajustaremos cuentas en la próxima Brocha-Con.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Celebraré la Brocha-Con tan pronto como termine de escribir mi recapitulación de La amenaza fantasma. Y solo se podrá entrar disfrazado.

      Eliminar
  15. Pues justo antes de que apareciera como por arte de magia la señal con la flecha a la derecha estaba pensando que camino escoger y me decantaba por la izquierda. No es por llevar la contraria al Sr Brocha, pero en la anterior señal ya voté por seguir el camino opuesto al indicado, así que me voy a mantener en la misma línea de llevar la contraria a las señales y voto por seguir el camino de la izquierda (seguramente a la muerte).

    ResponderEliminar
  16. ¡Continuar por el pasillo de la derecha!😂 me encanta que escribas sobre Marmalade Boy😚

    ResponderEliminar

LEE ESTO ANTES DE COMENTAR: Al autor del blog le chifla recibir comentarios, pero todo tiene un límite. Con carácter general, los siguientes comentarios se eliminarán de la faz de la red: 1) los que no tengan un carajo que ver con la entrada, 2) los que falten el respeto sin ninguna gracia ni elegancia, y 3) los que puedan considerarse spam o sean más largos que un día sin pan (en principio, los que superen 300 palabras, ya sea individualmente o de forma concatenada).