13 de mayo de 2023

Dragonlance, la etapa clásica: reseñas y orden de lectura recomendado

¿Sabéis esas personas que se engañan cada año proponiéndose nuevas metas y objetivos? Pues yo no soy esa clase de persona. Prefiero improvisar sobre la marcha y decepcionarme también sobre la marcha. Sin embargo, tampoco estoy del todo bien de la cabeza y, en un arrebato de insensatez, decidí que este año me leería todas las novelas troncales de la Dragonlance. Si nunca habéis oído hablar de esta saga de fantasía, podéis informaros consultando la entrada que dediqué al volumen I de las Crónicas o la Wikipedia. O podéis no hacerlo, a mí me da igual. No soy vuestro padre.

La lista que elaboré incluye poco más de treinta libros, aunque el número varía en función de si hablamos de las ediciones originales o de las españolas. A lo mejor os parecen muchos libros para una misma saga, incluso si en ella han participado distintos autores; pero lo cierto es que representan un porcentaje pequeño dentro de una colección que supera ya los doscientos volúmenes. Sabiendo que calidad y cantidad suelen estar reñidos, no cuesta imaginar lo buenos que son la mayoría de ellos.

A principios de este mes, terminé de leerme los libros que forman parte de la llamada etapa clásica de la colección, cuyos pilares son dos trilogías: las Crónicas y las Leyendas. Como no tengo claro que nadie se lea lo que escribo fuera del blog y, además, apoyo firmemente el reciclaje, he recuperado las reseñas que he escrito en Goodreads para incluirlas todas en un mismo lugar. Ese lugar es la entrada que estáis leyendo en este momento. Fascinante, ¿verdad?

Por supuesto, siendo la clase de persona que soy, o sea, un lunático insatisfecho, no me he limitado a copiar las reseñas sin más, sino que las he revisado para asegurarme de que cumplieran unos estándares mínimos de calidad. No sé cuáles son esos estándares, pero hay que tener en cuenta que las reseñas de Goodreads suelo escribirlas en el momento (el mismo día que me acabo el libro o al siguiente a más tardar) y no doy tiempo a que el texto respire, así que algunas las he tenido que cambiar de arriba a abajo para no morirme de vergüenza al releerlas. En el caso de las reseñas de las dos primeras trilogías, también he escrito contenido adicional para darles más empaque (en realidad no me ha quedado más remedio que hacerlo, porque, si no ampliaba el texto, las imágenes de las portadas se me amontonaban).

También he reorganizado las reseñas según el orden de lectura que recomiendo seguir a cualquiera lo bastante inconsciente como para adentrarse en el mundo de la Dragonlance. Ese orden no es el que yo seguí, pero es el que el equipo de expertos que he consultado considera más coherente. Puede que el equipo de expertos solo exista en mi cabeza.

Si ese orden atenta contra vuestros principios lógicos, otra alternativa es que os leáis los libros según la fecha en la que se publicaron. Al fin y al cabo, esa es la forma en la que los leímos en su día. Ahora bien, debo advertir que, si queréis que la historia tenga cierta continuidad, no es la mejor opción (por ejemplo, leer las Crónicas Perdidas después de La segunda generación y El ocaso de los dragones supone dar un paso atrás).

Lo que sí desaconsejo firmemente es leer las novelas por orden cronológico. Las historias no se concibieron en ese orden y algunas de las sorpresas de las dos primeras trilogías dejan de serlo si uno se las salta para leer, por ejemplo, la forja de un Túnica Negra o las Crónicas Perdidas. Ese orden solo deberían seguirlo las personas que ya estén familiarizadas con los intríngulis de la saga y no corran el riesgo de destriparse la historia a sí mismos, o los que quieran rebelarse contra el sistema. ¿Qué sistema? Ni idea. Llevo un rato escribiendo sin pensar.

Las Crónicas

I. El retorno de los dragones

Título originalDragons of Autumn Twilight.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 1984.

Reseña: "¡Gracias, Mario! ¡Pero nuestra princesa está en otro castillo!".

En 2018 le dediqué una entrada completa a esta novela. Si le restáis una pizca de mala leche, mi opinión apenas ha cambiado desde entonces, así que podría remitiros a ella y quedarme tan ancho.

No obstante, después de haberme leído los trece libros que conforman el núcleo de la etapa clásica (dieciséis y pico, en las ediciones españolas), es verdad que tengo una perspectiva más amplia y equilibrada de la que tenía cuando me releí El retorno de los dragones hace cinco años. Por lo tanto, ahora es cuando puedo afirmar con fundamento... exactamente lo mismo que dije entonces: no es una buena novela.

El retorno de los dragones se escribió al mismo tiempo que se producían los primeros módulos del juego de la Dragonlance de TSR. Tracy Hickman llevaba trabajando como diseñador para esta compañía desde 1982 y, como no era novelista, pensaba que "el libro debía escribirse conforme al diseño del juego y reflejar los acontecimientos tal como los representábamos en este". Esta dependencia se traduce en protagonistas tan planos como sus fichas de personaje, mazmorras sacadas directamente de los módulos del juego, y conflictos que parecen resolverse a golpe de dado.

A menos que seas un chaval al que le entusiasmen las dragonadas o un adulto incapaz de reconocer la falta de calidad literaria ni aunque se le siente en la cara, abordar este libro sin tener en cuenta de dónde viene y cuándo se escribió, solo puede traer pesar y decepción. Pero si conoces sus raíces y te liberas de prejuicios, las aventuras de los Héroes de la Lanza son disfrutables por lo que son: un divertimento poco exigente.

Valoración: ★★★

II. La tumba de Huma

Título originalDragons of Winter Night.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 1985.

Reseña: Como el propio Hickman dice en la introducción de la edición anotada de esta trilogía, lo primero que aprendieron de la experiencia de escribir El retorno de los dragones fue que "los juegos son divertidos, pero no dan lugar a buenas historias".

Por eso, el argumento de La tumba de Huma es más ambicioso que el del volumen I de las Crónicas y su desarrollo ya no recuerda tanto a una partida de rol entre amigos.

Ciertamente, debido a la inexperiencia de los autores, la novela no termina de alcanzar las cotas de épica que requiere la mayor ambición de sus tramas, pero hay buenas escenas repartidas entre sus páginas (mi favorita es la secuencia onírica en la que los personajes se enfrentan a los muertos y vislumbran su futuro), y el desenlace consigue dar a la historia una pátina de mito.

Además, las segundas partes de las trilogías son son fáciles de escribir, y, aunque todavía eran unos pimpollos, Weis y Hickman supieron construir un puente sólido entre el mundo más pequeño y sencillo de El retorno de los dragones y el mundo más grande y complejo de La Reina de la Oscuridad. Eso merece cierto reconocimiento. O una chapita con un cara sonriente al menos.

Valoración: ★★★

III. La Reina de la Oscuridad

Título originalDragons of Spring Dawning.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 1985.

Reseña: Si algo demuestra el cierre de la primera trilogía de la Dragonlance, es que de la experiencia se aprende. Este volumen no solo perfecciona los mejores elementos de las dos novelas anteriores y evita o disimula la mayoría de sus errores, sino que además culmina con un tercer acto impecable.

El mundo de Krynn crece en torno a la historia, volviéndose más rico y complejo, y se nota que Weis y Hickman estaban disfrutando más que nunca de unos personajes a los que, capítulo a capítulo, libro a libro, habían dotado de una tridimensionalidad de la que inicialmente carecían.

En el curso de la historia incluso se plantean reflexiones moderadamente interesantes sobre el Bien™ y el Mal™, como si los autores quisieran contarnos algo y no solo vender libros para pagar las letras del coche nuevo.

La conclusión de las Crónicas es uno de los puntos álgidos de la saga, y si esta novela no termina de engancharte a la Dragonlance, es mejor que no sigas intentándolo. No a todos nos tiene que gustar lo mismo. De lo contrario nadie habría probado la pizza con piña o dado una oportunidad a Nirvana.

Valoración: ★★★★

Las Leyendas

I. El Templo de Istar

Título original: Time of the Twins.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 1986.

Reseña: El Templo de lstar es el primer libro de la Dragonlance que se siente como una novela de fantasía propiamente dicha en lugar de la novelización de un módulo de Dungeons & Dragons (aunque, muy de vez en cuando, si prestas atención, aún se oye el eco lejano de los dados). Es más, el argumento difícilmente sería trasladable a una partida de rol, porque apenas hay acción y los jugadores se pasarían la mayor parte del tiempo picoteando porquerías mientras el Dungeon Master les da la matraca.

Lo que sí aporta esta novela es una caracterización más compleja de los personajes, más digresiones sobre el Bien™ y el Mal™, y un viaje al pasado que podría cambiar el curso de la historia. ¡Ah, y no olvidemos las luchas de gladiadores sexis! Los gladiadores sexis son esenciales.

Como mero pasatiempo, el primer tomo de las Leyendas es inferior a la trilogía de las Crónicas. En cambio, como obra literaria es indudablemente superior. El estilo de Weis y Hickman no cambia mucho de una trilogía a otra (entre ambas no hay tiempo suficiente para que se produzca una evolución notable), pero al menos aquí ya eran conscientes de que no podían escribir una obra de fantasía en condiciones si se dejaban encorsetar por las reglas de un juego de rol. La saga salió ganando con esta revelación, y los lectores con ella.

Valoración: ★★★★

II. La guerra de los enanos

Título originalWar of the Twins.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 1986.

Reseña: Tiene buen desarrollo de personajes y algunas escenas memorables (por ejemplo, la mascletà que celebra Raistlin en un pueblo asolado por la plaga), pero adolece de un ritmo irregular y su nudo roza lo deslavazado. 

No quisiera insinuar que escribir tres libros de cuatrocientas páginas en nueve meses afectase negativamente a la calidad de este volumen, pero es como si los autores no hubieran tenido tiempo suficiente para pensar en la estructura y directamente hubieran empezado a darle a la tecla sin tener claro el mapa de ruta. ¿Creéis que eso es posible? Yo lo doy por cierto.

Sea como fuere, hasta el último tramo de la novela, hubo pocos capítulos que me dejasen con ganas de seguir leyendo, que es lo peor que se puede decir de un libro sin meterse con su madre.

El desenlace, en cambio, no solo invita a leer el siguiente volumen de las Leyendas, sino que conmina a ello. El hecho de que la historia se corte en el punto de máximo interés podría tener algo que ver con esa sensación. Los cliffhangers entre novelas deberían estar prohibidos por los Convenios de Ginebra. 

Valoración: ★★★

III. El umbral del poder

Título originalTest of the Twins.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 1986.

Reseña: Como desenlace, no ya de una, sino de dos trilogías, El umbral del poder me parece una novela redonda. A los libros troncales de la Dragonlance, y especialmente, a las Crónicas, se les pueden echar en cara el sobreúso de clichés y algunos problemas de estilo; pero es innegable que Weis y Hickman sabían a dónde se dirigían, tenían claro de qué querían hablar y sentían apego por sus personajes. Y estos tres factores, en los que no reparé (al menos no de forma consciente) hace treinta años, son los que me están permitiendo disfrutar a día de hoy de unas obras ya superadas dentro del género fantástico.

Además, no puedo evitar sentir afinidad por un libro que consigue conmoverme, y este último volumen lo hizo.

«De nuevo se agolparon los recuerdos, el de aquel brazo inconmensurable que le rodeaba y ceñía, o la mano que, recortada sobre un fondo plateado, reproducía animales a la manera de las sombras chinescas, mientras, apenas audible, una voz murmuraba: "Mira, Raistlin, conejos". Y él sonreía, vencido el susto. Caramon estaba allí».

Malditos conejitos.

Valoración: ★★★★

La forja de un Túnica Negra

I. Raistlin, el aprendiz de mago / Raistlin, crisol de la magia

Título original: The Soulforge.

Autor: Margaret Weis.

Año de publicación: 1998.

Reseña: Si preguntáis a cualquier fan de la Dragonlance por sus personajes favoritos de la saga, me sorprendería que no mencionase entre ellos a Raistlin Majere. Pero afirmar que Raistlin es uno de los personajes más interesantes y complejos de la Dragonlance es una perogrullada, porque muchos de esos personajes tienen la misma profundidad que un recortable de cartón. No obstante, las comparaciones son odiosas, y Raistlin es un buen personaje al margen de con quién lo comparemos. Frágil, poderoso, inteligente, taimado, compasivo, ambicioso, cruel… Cuando está bien escrito (y Margatet Weis lo escribe de fábula), es un gran exponente de la naturaleza contradictoria del ser humano.

Pues bien, esta novela nos cuenta su historia de origen. Otra vez. Porque ya nos lo habían contado antes. Al menos un par de veces, de hecho. Pero esta historia es la auténtica, la canónica. El resto son leyendas y murmuraciones. O merchandising, en términos comerciales.

A lo largo de este relato, el lector acompaña a Raistlin durante varios años de su infancia y juventud, desde que un mago itinerante descubre en él un talento innato para la magia hasta que se somete a la Prueba en la Torre de la Alta Hechicería para sacarse el carné de mago (y entre medias, casi de propina, tenemos la primera aventura de los Compañeros).

¿Hacía falta contar esta historia para entender al personaje? No. Ya teníamos la información que necesitábamos en las Crónicas y las Leyendas. Pero ¿acaso eso detuvo a George Lucas cuando escribió las precuelas de Star Wars? ¡Por supuesto que no! Pues esto es lo mismo, pero mejor desarrollado. No es una historia indispensable dentro de la saga, pero cuenta una parte de la vida de Raistlin que lo definirá en su vida adulta y además la cuenta bien, con sencillez y buen ritmo. Si te gusta el personaje, te gustará la novela. Si no, a lo mejor también.

Nota al margen: La primera edición española de The Soulforge, publicada por Timun Mas, se dividió en dos volúmenes: La forja de un Túnica Negra I: Raistlin, el aprendiz de mago y La forja de un Túnica Negra II: Raistlin, crisol de la magia. Y el corte entre ambos no podría ser más abrupto. Un timo.

Valoración: ★★★★

II. Raistlin, mago guerrero / Raistlin, el túnica roja

Título original: Brothers in Arms.

Autores: Margaret Weis y Don Perrin.

Año de publicación: 1999.

Reseña: Había dos motivos para escribir una novela sobre el pasado militar de los hermanos Majere: ahondar un poco más en su dañina relación de codependencia, y explicar cómo, "[a] pesar de ser tan diferentes como la luz y la sombra, […] peleaban bien cuando estaban juntos". A pesar de que no son motivos ambiciosos, la novela fracasa en ambos frentes.

Esta historia ni siquiera es un buen puente entre The Soulforge y la trilogía de Crónicas, porque, a diferencia del volumen anterior, cuya trama transcurre a lo largo de varios años, esta segunda parte únicamente relata los inicios de la carrera de los gemelos como mercenarios.

Sigue siendo una lectura ligera, pero lo que cuenta resulta demasiado simple incluso para los estándares de la saga. Si tuviera que calificarla en una sola palabra, sería prescindible.

Nota al margen: La primera edición española de Brothers in Arms, publicada por Timun Mas, se dividió en dos volúmenes: La forja de un Túnica Negra III: Raistlin, mago guerrero y La forja de un Túnica Negra IV: Raistlin, el túnica roja. Para sorpresa de nadie, dos novelas anodinas no son mejores que una.

Valoración: ★★

Las Crónicas Perdidas

I. El Mazo de Kharas

Título originalDragons of the Dwarven Depths.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 2006.

Reseña: Cuando uno lee por primera vez las Crónicas de la Dragonlance, al pasar del primer volumen al segundo, es probable que bizquee y sacuda la cabeza con desconcierto, porque en ese momento caerá en la cuenta de que le han sisado una parte de la historia. ¡Qué desvergüenza!

El primer volumen de las Crónicas Perdidas cubre ese hueco con una aventura en la que los compañeros emprenden una doble misión: conducir al grupo de refugiados con el que huyeron de Pax Tharkas a un lugar seguro, y encontrar el legendario Mazo de Kharas para poder forjar las Dragonlances. Y al final de esta aventura, los héroes suben de nivel.

Al ser un relato de relleno entre dos volúmenes, hay inconvenientes que van de suyo: en primer lugar, no te pierdes nada por no leerlo; y, en segundo lugar, si ya has leído la trilogía de las Crónicas (y deberías haberla leído), intuyes que los héroes que están vivitos y coleando en La tumba de Huma no van a espichar en este libro. Dicho esto, la historia está lo bastante bien planteada como para satisfacer a cualquier aficionado que se conforme con una aventura ligera protagonizada por los Héroes de la Lanza en su etapa más inocente, antes de que el tono de la serie se volviese más sombrío y melodramático.

Por otro lado, como Weis y Hickman escribieron este libro más de veinte años después del primer volumen de las Crónicas, se nota una importante diferencia de calidad respecto de la trilogía original. El estilo sigue siendo sencillo, ideal para una lectura rápida, pero ya no peca del emperifollamiento presuntuoso de la primera incursión de esta pareja de autores en el género fantástico. Si acaso, le sobran algunas páginas.

Los fans de la etapa clásica de la Dragonlance no deberían perdérselo.

Nota al margen: La reedición publicada recientemente por Minotauro es nefasta. Unas pocas erratas siempre son disculpables, pero en este libro hay fácilmente más de un centenar de saltos de línea que, o bien no deberían existir (por ejemplo, cuando la narración interrumpe un diálogo que continúa inmediatamente después), o bien faltan (por ejemplo, al terminar un diálogo y continuar la narración). Y es un error recurrente a lo largo de toda la novela. Es imposible que alguien haya leído las galeradas sin verlo, así que solo puedo concluir que nadie ha revisado el texto antes de pasarlo a impresión. No hay excusa que valga.

Valoración: ★★★

II. El Orbe de los Dragones

Título originalDragons of the Highlord Skies.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 2007.

Reseña: A diferencia del primer volumen de las Crónicas Perdidas, cuya historia transcurre en el lapso de tiempo que hay entre los dos primeros volúmenes de la trilogía original, El Orbe de los Dragones corre en paralelo al primer tercio de La tumba de Huma. El grueso de lo que nos cuentan es original, pero Weis y Hickman aprovechan puntualmente esta circunstancia para revisitar, desde el punto de vista de otros personajes, sucesos que el lector ya leyó en el volumen II de las Crónicas (o que debería haber leído, si su alineación caótica malvada no le azuza a leer esta saga sin orden ni concierto).

La novela también desarrolla la aventura del Castillo del Muro del Hielo que se resumía en el poema titulado La canción del Quebrantador de Hielo al comienzo de La tumba de Huma. Es discutible si esta forma reiterativa de abordar la saga es fruto del ingenio o del apoltronamiento, pero probablemente la Dragonlance no tendría un millón de libros si los autores no hubieran aprovechado hasta las elipsis de los trabajos precedentes para rellenar huecos en la cronología y seguir contando historias en el mundo de Krynn.

En este caso concreto, el gran acierto de Weis y Hickman es que la citada aventura antártica es solo una parte de lo que ocurre en el libro. Es más, los Héroes de la Lanza a los que se refiere la citada canción ni siquiera son los protagonistas de este volumen de las Crónicas Perdidas. Los Compañeros, en especial Laurana y Tas, juegan un papel determinante en los acontecimientos de la novela, pero los personajes principales, a los que acompañamos la mayor parte del tiempo, son la Señora del Dragón Kitiara Uth Matar (malvada, ambiciosa, sexualmente hiperactiva) y el Caballero de Solamnia Brian Dormer (buenazo, bienqueda, el único amigo del impopular Derek Crownguard).

Los capítulos narrados desde el punto de Kit, que ocupan la mayor parte del libro, siguen sus propios derroteros y no son mero fruto del reciclaje; y los capítulos de Brian, aunque más apegados en su contenido a los hechos relatados en La tumba de Huma, están lo suficientemente remozados como para resultar interesantes. En ambos casos, el desenlace lo conoces de antemano; pero el camino que conduce hasta allí es satisfactorio.

Nota al margen: Minotauro sigue sin dar pie con bola, porque su reedición de El Orbe de los Dragones es todavía peor que la de El Mazo de Kharas. No solo los saltos de línea ligados a los diálogos son una lotería, sino que, como todo es susceptible de empeorar, el número de erratas pasa de ser desdeñable a considerable. ¿Conocéis el verbo "giravolverse"? Yo tampoco.

Pero para mí la gota que colmó el vaso, lo que me confirmó que no había nadie al volante con un mínimo de profesionalidad, responsabilidad o sentido ético a cargo de esta colección, es que cuando, al final del libro, anuncian el tercer y último volumen de las Crónicas Perdidas, se refieren a él como Relojes de arena, lo que vendría a ser una traducción guarrindonga del título original en inglés Dragons of the Hourglass Mage. Y el problema no es la traducción. El problema es que, en España, el libro se titula y se lleva titulando La Torre de Wayreth desde la primera edición publicada en 2010. Y, por si os estáis preguntando si no le habrán cambiado el título en esta reedición, la respuesta es "no"; solamente son así de negligentes.

Valoración: ★★★

III. La Torre de Wayreth

Título originalDragons of the Hourglass Mage.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 2009.

Reseña: No descarto que haberme leído dieciséis novelas de la Dragonlance en lo que va de año me haya provocado algo parecido al síndrome de Estocolmo, pero prefiero pensar que el cariño que siento por los personajes se debe también al mérito de sus creadores.

En este sentido, el tercer y último volumen de las Crónicas Perdidas parte con la ventaja de estar protagonizado por mi personaje favorito de la saga: Raistlin Majere. Además, a diferencia de los dos libros anteriores, este ya no trata sobre misiones secundarias en busca de nuevos PJ o ítems mágicos, sino que resuelve incógnitas relevantes del volumen III de las Crónicas y a la vez tiende un puente al camino de ambición y corrupción que emprende Raistlin en el volumen I de las Leyendas. Es un eslabón prescindible, pero que refuerza la cadena.

A lo anterior se suma que la escritura de Weis y Hickman suele mejorar cuando se aleja de los aspectos mundanos y se adentra en el terreno de lo mitológico, y el viaje que narran aquí les da la excusa perfecta para hacerlo. Hablar del olor a repollo tiene su gracia, pero son frases como "Miró fijamente la oscuridad. Y le pareció que la oscuridad parpadeaba" las que realmente aportan valor dentro del género fantástico. Además, sin ánimo de menospreciar los momentos de mayor humanidad, el mejor Raistlin siempre ha sido aquel que apuesta alto y se enfrenta a fuerzas divinas y mágicas que lo sobrepasan, no el que prepara infusiones o discute con un tintorero.

En contra de la novela juega que el clímax de la historia está en otro libro. No bromeo. La Torre de Wayreth no tiene un final propiamente dicho, sino que se corta en el momento en el que Raistlin entra en escena en uno de los capítulos postreros de La Reina de la Oscuridad. Tiene una introducción y un nudo, pero no un desenlace. Y este carácter marcadamente complementario provoca que la novela, por sí misma, resulte menos satisfactoria que El Mazo de Kharas o El Orbe de los Dragones.

A salvo de ese inconveniente, es una novela similar a las anteriores: sencilla, directa y de ritmo ágil. Si eres fan de la Dragonlance, el tiempo que le dediques te merecerá la pena.

Nota al margen: La reedición de Minotauro no es el cataclismo de saltos de línea aleatorios de los dos volúmenes anteriores. Las únicas erratas que detecté durante la lectura (un "Tanis" que debería ser un "Berem" y un "Majere" que debería ser un "Neraka") probablemente sean herencia de la edición original de Timun Mas, ya que la traducción es la misma.

Valoración: ★★★

La segunda generación

Título originalThe Second Generation.

Autores: Margaret Weis, Tracy Hickman y Dezra Despain.

Año de publicación: 1995.

Reseña: Las cinco novelas cortas que componen esta antología son historias sencillas, de lectura ligera, que conectan los dos grandes arcos argumentales narrados en las trilogías fundacionales de la saga ―las Crónicas y las Leyendas― con El ocaso de los dragones. Su pretensión no es otra que dar algunas pinceladas de contexto y presentar a los personajes que protagonizarán las aventuras venideras.

Sabiendo lo condescendientes que suelen ser Weis y Hickman con los lectores recién llegados, incluso antes de leerme el libro, ya me olía que podría habérmelo saltado sin problemas. Y, en efecto, toda la información relevante se repite en El ocaso de los dragones. Sin embargo, ya sabía dónde me metía cuando retomé la Dragonlance, y al menos estas cinco historias son entretenidas y variadas. Mi favorita es ¿Qué te apuestas?, cuya estupidez intencionada me parece refrescante, muy distinta de todo lo anterior.

Ni siquiera comparto las efusivas quejas que suelen suscitar estos relatos en torno a la continuidad retroactiva de la saga. Y no lo digo porque quienes las manifiestan no lleven razón (que, en general, la llevan), sino porque los personajes afectados nunca me han importado tanto como para que me moleste lo que los autores decidan hacer con ellos a toro pasado. Además, pretender que una saga de fantasía tan prolija como esta no caiga en contradicciones me parece de un optimismo insensato. Para disfrutar de la Dragonlance, nueve de cada diez lectores recomiendan mantener el listón saludablemente bajo.

Nota al margen: De las cinco historias que contiene la edición original en inglés, tres se habían publicado previamente dentro del volumen I de la trilogía Tales (Cuentos, en español). Sin embargo, las ediciones españolas, tanto la publicada por Timun Mas como la más reciente de Minotauro, solo incluyen las dos historias que se escribieron específicamente para este título. En el caso de la edición de Timun Mas, las historias restantes están repartidas en los tres tomos de Cuentos I, cuya reedición Minotauro aún no ha anunciado a la fecha de esta entrada. En otras palabras: para leerse en español todo el contenido de la edición original, hay que acudir a CUATRO libros distintos. Café para muy cafeteros.

Valoración: ★★★

El ocaso de los dragones

Título originalDragons of Summer Flame.

Autores: Margaret Weis y Tracy Hickman.

Año de publicación: 1995.

Reseña: Hasta que esta dilogía llegó recientemente a mis manos, no me había leído ninguna novela de Dragonlance que no perteneciera al núcleo duro la época clásica, con la excepción de las trilogías de los Héroes y los Cuentos. Aunque de chaval me pirraba por la fantasía, llegó un momento en el que empecé a cansarme de la saga. Me dio la impresión de que las historias siempre volvían sobre lo mismo y pasé el relevo a mi hermano pequeño.

Por lo tanto, a pesar de que la reticencia al cambio es una tendencia natural, entiendo perfectamente lo que Weis y Hickman quisieron hacer con El ocaso de los dragones. Toda gran saga de fantasía necesita avanzar para crecer, y no hay duda de que esta en concreto, con más de cincuenta libros publicados a mediados de los noventa, estaba estancada. Había que ventilar el armario. Y ya no bastaba con colgar un ambientador del perchero. Había que sacar la ropa vieja y renovar el vestuario. Es más, lo mejor que podía hacerse era destrozar el armario, tirarlo a un vertedero y comprar uno nuevo. En otras palabras, había que romper el mundo de Krynn que conocíamos y llevarlo a una nueva era, con nuevos personajes y nuevos desafíos (con libros mejor escritos ya habría sido mucho pedir).

En ese sentido, y guste más o menos, El ocaso de los dragones cumple su propósito, porque cuenta una historia de cambio y además lo hace con la escala que el lector se espera de una novela de alta fantasía.

Funciona especialmente bien cuando reconstruye su propia mitología y también cuando busca la épica y la emoción (a excepción, como siempre, de los enamoriscamientos instantáneos). En cambio, no funciona cuando resta fuerza a sucesos pasados (el final de las Leyendas sale terriblemente perjudicado) ni cuando pasa de puntillas por ciertos acontecimientos y apresura su desenlace.

Ya sea por esas razones u otras, no suele haber medias tintas con esta novela. A algunos aficionados les encanta, y otros la odian. Yo, por encima de todo, aprecio que los autores decidieran correr el riesgo de hacer algo diferente con la saga, aun a riesgo de alienar a buena parte de su público.

Nota al margen: Aunque El ocaso de los dragones consta de un solo volumen en la edición original, Timun Mas dividió la novela en dos libros: Los Caballeros de Takhisis y La guerra de los dioses. La reedición de Minotauro ha mantenido esa separación. Está feo, pero es lo que hay.

Valoración: ★★★

30 comentarios

  1. Pues muchas gracias por tomarte la molestia de escribir esta guía de lectura, ahora ya tengo por donde empezar a leer esta saga. Te sigo en tuiter y lo de las erratas y errores de maquetación es muy lamentable. Pues lo dicho muchas gracias.

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    1. No soy el único que se ha quejado del problema (que afecta a estas y otras publicaciones), así que espero que Minotauro haya tomado nota y enderece el rumbo. Con excepción de la trilogía nueva, todo lo que había previsto leerme de la Dragonlance lo tengo ya; pero si publican alguna novela interesante que me falte y no es un desastre de edición, podría plantearme comprarla.

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  2. Que dedicación a la dragonlance, yo lo deje en el primero de las Leyendas, después de las crónicas. Eso si me lei otras sagas de Weis y HIckman como El ciclo de la puerta de la muerte o la Espada de Joram.

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    1. Le tengo muchas ganas a El Ciclo de la Puerta de la Muerte. Por lo que he oído, está mejor escrita y es más interesante que la Dragonlance.

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  3. Cuantos recuerdos! En su momento leí y disfruté las dos trilogías iniciales. Luego segí con alguno de los que has reseñado, pero, como tú, me fui cansando progresivamente hasta abandonar la colección. Ahora que mi hijo de 13 años ha comenzado a dirigir D&D a sus amigos quiero intentar que este verano se lea la primera trilogía que es pura partida.

    Aprovecho para recomendaros las dos primeras trilogías de Battletech, "El Sol y la Espada" y "La sangre de Kerensky". Robots gigantes, traiciones, imperios estelares, dramas familiares, hijos ilegítimos, espías...
    Tampoco es alta literatura, pero entretiene y divierte.

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    1. Trece años es una buena edad para disfrutar de la Dragonlance. ¡Gracias por la recomendación!

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  4. Muchas gracias por esta guía de lectura. Ando leyendo La guerra de los espíritus y mola ver a otros lunáticos frikis que escriben sobre el tema!

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    1. Yo me acerco poco a poco a la Guerra de los Espíritus. De momento estoy con la trilogía de la Quinta Era y después quiero leerme la de Dhamon. ¿La Guerra de los Espíritus está bien?

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  5. He ido siguiendo con una mezcla entre la admiración, el guiño cómplice, la incomprensión y el estupor tus recorrido por estos libros en Goodreds.
    Por un lado, es muy probable que aquellos fuesen los primeros "libros largos" que leí durante mi adolescencia. Por otro, el suplemento de Dragonlance para AD&D primera fue una de las primeras cosas que dirigí de manera "seguida" allá por finales de los ochenta (la primera cosa que dirigí fue Toon, pero esa es otra historia).
    Recuerdo con cariño "La leyenda de Huma", con cierto afecto las Crónicas, y con una mezcla de decepción e indiferencia no haber sido capaz de terminar con el primero de Leyendas.

    Después de leer la entrada del tirón saco un par de conclusiones:
    -Probablemente, de haberlos leído con otra edad, el orden de afectos sería otro y mi relación con Leyendas habría sido algo menos amarga.
    -Pese a no ser un fan de su obra, tras llevar más de treinta años escribiendo movidas sobre mi propio universo de ficción nacido como ambientación rolera, no puedo dejar de sentir una cierta afinidad por Weis y Hickman.

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    1. Crear un universo de ficción siempre tiene mérito. Ese es uno de los grandes valores que le veo a la Dragonlance, aunque no lo mencione en mis reseñas.

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    2. Crear un universo de ficción siempre resulta algo complicado, más aún según vas creciendo y tus intereses van haciéndose más diversos.
      Supongo que se habrán visto en más de una ocasión inmersos en conflictos entre quienes eran cuando empezaron a escribir y quienes han ido siendo mientras avanzaban en el proceso. Problemas que, a buen seguro, se habrán visto incrementados por "presiones" de fans y editores para mantener una cierta coherencia con lo ya escrito (tanto por ellos como por el resto de autores que han publicado algo de la Dragonlance).

      Me da la impresión de el "Ciclo de la puerta de la muerte" pudo ser un intento de escapar de ese bucle, aunque lo cierto es que no llegué a terminar el primer libro tras llegar a la "Máquina Tumpa-Chumpa" (que, vista con la perspectiva de alguien más leído, ahora mismo me trae reminiscencias a la "Máquina del mundo" de los enanos gloranthianos).

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  6. Tremendo currazo te has pegado, enhorabuena.

    Como al autor del comentario anterior, considero estos libros mi iniciación en la lectura "adulta" ("No tienen dibujos", me advirtieron mis padres cuando elegí "El retorno de los dragones" en mi turno de compra del Círculo de lectores), con lo que siempre los recordaré con mucho cariño. Con la reedición de Planeta me estaba planteando revisitarlos, pero los errores de edición me echan para atrás...

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    1. Los próximos lanzamientos los han retrasado. A lo mejor ha sido para hacer correcciones. Cruzaré los dedos.

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  7. Ya releí la entrada original papá, ahora ¿cuándo regresas a casa después de ir a comprar la leche?

    Y allí mismo ya hice un comentario sobre mis impresiones de lo que conozco de la saga. Supongo que podría copiar y pegarlo aquí, editando un poco para que parezca contenido nuevo, pero ¿quién haría eso?

    Si bien hubo tiempo en que consideré darle una oportunidad al menos a los títulos considerados troncales de la historia, al final decidí que no hay suficiente vida para dedicarse a series con cantidades exageradas de volúmenes. Así que comencé "La Rueda del Tiempo".

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    1. Yo empecé a leer la Rueda del Tiempo, pero me retiré pronto. Y más pronto aún me retire de la serie de Amazon. ¿Las novelas merecen la pena? Quizá retome esta saga en el futuro.

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    2. Pues igual y no soy el mejor para decirlo, porque apenas he leído los primeros 3 libros, aunque el cuarto ya va para la cola de lectura. Por el momento me parecen que aguantan bien, tienen buen ritmo y el mundo es interesante. Por lo que entiendo son los libros intermedios/finales del autor original en donde la saga decae bastante, hasta que Brandon Sanderson toma la batuta por la muerte del autor. Y aparentemente Sanderson hizo un trabajo notablemente bueno atando los numerosos cabos sueltos y dando un cierre satisfactorio a todo el tinglado. Al menos más me vale que así sea si voy a echarme los 14 libros.

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  8. Vaya… Nunca había escuchado ni leído sobre esta saga literaria, la verdad es que estoy muy enganchado con la sala canción de hielo y fuego ya que ha empezado a leerla, después de la asqueroso y repugnante final de la serie y que nadie en su sano juicio se atreva a consecutívamelo, que estoy muy loco! Ja ja ja pero en serio fue una miércoles.

    Me voy a apuntar esta saga literaria, tal vez tenga momentos que me dejen la boca abierta como cuando Daenerys despertaba sus huevos de dragón, en el libro es precioso, obviamente creo que esta saga será más de buenos contra malos y no tantos grises, pero me gusta saber de esta saga.

    Y ante todo lo que siempre me encanta de una buena historia es que esté bien construida y si hay dragones muchísimo mejor… Los dragones son lo máximo!!!

    por último Lord brocha lamento mucho mi brusquedad el anterior artículo, no quería obligarte a nada, simplemente es que me habría encantado leerte con la reseña de la casa del dragón pero entiendo que a lo mejor no tengas ganas, lo respeto profundamente.

    Pero si te interesa leer algunas reseñas muy divertidas y con gran crítica al folklore de los libros, este blog que creo que ya lo visitaste hizo unas pequeñas muy buenas http://laluzdevalinor.blogspot.com/2022/08/critica-de-la-casa-del-dragon-primer.html?m=1

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    1. La Dragonlance no alcanza la altura literaria de la obra de George R. R. Martin. Lo he dicho en alguna otra parte y lo repito aquí: comparada con las grandes sagas de fantasía, la Dragonlance es el McDonald's del género. Hay que gestionar expectativas.

      Ese blog lo sigo. No comparto muchas de sus opiniones, pero la autora sabe argumentar y tiene gracia.

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  9. Yo tenía muchas ganas de leer los libros pero como no tenía tiempo ni un blog que los reseñara y recomendase el orden de lectura apropiado, al final me compré los cómics. El problema es que hice lo mismo con los de Reinos Olvidados y Warcraft y los leí todos seguidos. Ahora las historias se me entremezclan y no distingo cuál es cuál :(

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    1. A mí eso me pasó cuando tuve la "brillante" idea de leer al mismo tiempo varios clásicos del género policíaco. Nunca más.

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  10. Últimamente, estoy leyendo demasiadas sagas de fantasía, no tengo ganas de ponerme con una que no es lo bastante buena, que además ha envejecido regular-mal y que está destinada a un público juvenil. Recomienda algo de ciencia ficción, a este género sí que estoy abierto, pero de verdad, nada de Star Wars.
    Creo que me ha quedado el comentario un poco gruñón, pero bueno, es mejor esto que ningún comentario, no?

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    1. Tranquilo, para mí Star Wars no es ciencia ficción. Pero si eres un habitual del género, no creo que pueda recomendarte nada que no hayas leído.

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  11. Que buen recuerdo! Para mi la trilogia básica fue mi primera saga de fantasía literaria.
    Recuerdo empezar a leer sobre como se van reuniendo los viejos amigos en la posada y estar implicado en la lectura
    Después descubrí que en Krynn no hay orcos y me decepcione!
    En su momento era muy fan del Warcraft II jejeje
    Insisto, que recuerdos...
    De hecho, por estas cosas de críos, yo 'era' de la Drsgonlamce y pasé de leerme nada de Reinos olvidados! Hasta mucho más tarde, con la trilogia del elfo oscuro.
    Por cierto, creo que fue en este blog cuando descubrí que los traductores se habían inventado ompletamente los títulos, que decepcion
    En fin, brochas, gracias

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    1. Orcos no hay, no. Pero sí goblins y hobgoblins. Se ve que los orcos eran demasiado mainstream.

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  12. Yo me leí las dos primeras trilogías en su edición primigenia: sobrecubiertas negras para la primera y rojas para la segunda con ilustraciones bastante pobres todo hay que decirlo. Para un crío de diez años, era lo mejor que había leído en mi vida. Lo mejor. Y luego, le di también a algunos librojuegos que había sobre el tema (en concreto uno sobre el origen de Raistlin). Desde entonces no las he vuelto a leer. Sé que no es una buena idea volver a un lugar donde fuiste feliz. Aún así les tengo mucho cariño porque, para lo bueno y para lo malo, fueron parte de mi educación sentimental.

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    1. Esas mismas ediciones feúchas tengo yo. Luego me compré las ediciones anotadas, que recomiendo a cualquiera al que que le interesen los entresijos de la saga.

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  13. Más de un mes sin ninguna publicación. Soy lector habitual, pero poco comento. ¿Está todo bien Sr Brocha?

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    1. Estupendamente. Mucho más zen ahora que solo escribo cuando me apetece.

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    2. Pues genial. Me tenía preocupado con su ausencia prolongada, pero si es por elección propia, me alegro por usted.

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    3. ¡Gracias! Si me echas horriblemente de menos, en Goodreads y Letterboxd sigo escribiendo reseñas. No puede decirse que sea el usuario más activo del mundo, pero soy más constante allí que aquí.

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