12 de marzo de 2017

Tygra: Hielo y fuego

En aquellos tiempos, cuando el cine de animación estaba en declive y las novelas de espada y brujería caían poco a poco en el olvido, hubo una época increíble en la que Ralph Bakshi, un cineasta que pensaba que la idea de que hombres adultos dibujasen mariposillas y florecillas mientras los aviones estadounidenses bombardeaban Vietnam era absurda, decidió que ya estaba frito de hacer dibujos animados para niños y se volcó en el cine de animación para adultos, utilizando técnicas poco convencionales como la rotoscopia para darles un aspecto único no apto para todos los gustos.

Su primer filme fue una adaptación del cómic Fritz el gato, aunque, de entre sus películas, la más conocida es probablemente la primera adaptación cinematográfica de El señor de los anillos, que con el tiempo se convertiría en una película de culto, pero que, cuando se estrenó en 1978, tuvo más o menos la misma acogida que el sida. Habrá incluso a quien le guste Cool World, si es un depravado con muy mal gusto.

A la vista del éxito de la película de Conan el bárbaro, protagonizada por el entonces desconocido austríaco Arnold Schwarzenegger, Bakshi quiso probar suerte adaptando las clásicas novelas pulp de espada y brujería, así que buscó a uno de los artistas más renombrados del género para crear el aspecto visual de la película, el mismo hombre que, con sus evocadoras portadas, alzó a Conan a una nueva era de popularidad en los años setenta: el ilustrador Frank Frazetta.

Nadie dibujaba mejor que Frazetta tiarrones garañones de piel aceitosa en taparrabos, mujeres voluptuosas semidesnudas y terribles bestias de tiempos remotos. Contratarlo para ilustrar una novela patatera o el cartel de una película de serie B era una buena manera de convertir esos productos mediocres en una trampa para incautos.

A principios de los ochenta, estas dos colosales fuerzas creativas se unieron para crear la historia, los personajes y el diseño artístico que sirvieron de base al guion que escribirían Gerry Conway y Roy Thomas, viejos conocidos de los lectores de los cómics del Conan de Marvel.

La película se tituló Tygra: Hielo y fuego, sobre la que os adelanto que es muy difícil encontrar información en internet sin que te salgan cientos de resultados sobre la popular saga literaria de George R. R. Martin, especialmente si buscáis por el título original en inglés (Fire and Ice).

Por ilustraciones chulas que no quede.

La cinta comienza con una sucesión de créditos sobre un fondo negro que dura la friolera de dos minutos y medio. Lo único que ameniza la espera al espectador es la banda sonora de William Kraft, que para su obertura tomó prestadas algunas notas de la partitura de... ¿Tiburón? Sí, nada dice espada y brujería como un escualo de siete metros acechando bañistas para darse una merendola.

Persistiendo en su parsimonia, la película continúa con una narración en off de otro minuto y medio para ponernos en contexto. Al menos, esta vez el fondo negro se sustituye por ilustraciones del propio Frazetta, evitando así que la verborrea desate un coma colectivo entre el público.

La narradora dice que al final de la última película de Ice Age, un tiempo remoto en el que los grandes saurios aún caminaban por la tierra y el cante flamenco estaba de moda, apareció en el Norte una poderosa reina llamada Juliana. Sí, Juliana, como la sopa. Esta es una historia de espada y brujería, no de alta fantasía. Cualquier nombre es válido.

La reina Juliana, enseñando cacha. Di que sí, tú que puedes.

Juliana deseaba extender sus dominios a todos los terrenos y fincas rústicas del Norte, para poder cobrar copiosas comisiones por intermediar en los contratos de obras públicas y forrarse sin pegar un palo al agua. Con tal fin, la reina reclutó un ejército de subhumanos y tuvo un hijo, Nekron, al que enseñó los secretos de la magia, los poderes de la mente y a no hurgarse la nariz en público. Del padre no sabemos nada, pero como ella es bastante malvada y frígida, vamos a suponer que el tipo desapareció en misteriosas circunstancias. O quizá salió un día a por tabaco y no regresó jamás.

Juntos, madre e hijo conquistaron el País de los Hielos, un páramo de hielo, nieve y rocas en el que nadie que no fuera un pingüino o una foca ártica querría vivir.

Cegados por su afán expansionista, Juliana y Nekron enviaron al sur un glaciar morrocotudo que lo arrasaba todo a su paso, obligando a los pueblos a elegir entre darse el piro hacia el sur, o permanecer en sus hogares y convertirse en polos humanos.

Los supervivientes se instalaron en la región rodeada de volcanes gobernada por el rey Harold, un buen hombre que velaba por el bienestar y la paz de sus súbditos desde el Guardián del Fuego, su imponente castillo con calefacción central.

Harold y sus hijos, Taro y Teegra. A su esposa se la comió un dinosaurio.

Un geógrafo, esto es, alguien que sepa más sobre glaciares que lo necesario para servirse una bebida fría, podría deciros que estas grandes masas de hielo rara vez avanzan más de veinte centímetros al día. Siendo optimistas, eso quiere decir que un glaciar tarda más de trece años en recorrer un solo kilómetro.

Por lo tanto, para cuando el glaciar de Nekron llegue al Guardián del Fuego, los tataranietos del rey Harold probablemente estén jugando al tute en una residencia geriátrica.

Además, ¿no debería el hielo derretirse a medida que se adentra en terrenos más cálidos?

La respuesta a cualquier duda que podamos plantearnos a lo largo de esta película es la misma: lo hizo un mago. Concretamente, lo hizo Nekron, que mueve el glaciar desde su trono en el Pico Helado con los "poderes de la mente". Por favor, haced el esfuerzo de creéroslo, que si no, no avanzamos.

Nekron, resacoso por abusar de los poderes de la mente.

La acción comienza con este glaciar tan motivado, empujado por un Nekron a caballo entre la cefalea aguda y el estreñimiento crónico, arribando al Pueblo del Norte, una aldea formada por quince chozas mal contadas, desparramadas por el valle sin orden ni concierto, y habitada por clones de los miembros de la banda Manowar. 

La única película en la que he visto tantos culos de tíos juntos es Danko: Calor rojo.

Los hombres de la aldea pretenden frenar el glaciar con garrotes, lanzas y una endeble empalizada de madera; pero la idea no tiene visos de prosperar.

—No podemos detenerlo —dice el jefe de la tribu.

¿TÚ CREES?

Quizá si reforzasen la empalizada con escupitajos y mocos...

Larn, un joven rubio con pinta de surfista, que no desentonaría vendiendo collares de conchas en la playa, se encarama a la empalizada cuando el glaciar se cierne ya sobre ellos.

Él es el héroe de la película y, a riesgo de resultar monotemático, diré que se parece mucho a He-Man. Pero no me refiero al vigoroso y broncíneo campeón de Eternia con el pelo cortado al estilo paje de la serie de Filmation ni al bárbaro selvático de los primeros minicómics, sino al He-Man enclenque y con coleta de la futurista Las nuevas aventuras de He-Man, la serie de los Masters del Universo que a nadie le gustaba, pero que hoy ya hay quien reivindica.

Más curioso aún es que el actor de doblaje de Larn en España fuera Eduardo Jover, ¡el mismo intérprete que doblaba al auténtico He-Man en la serie de Filmation! Una elección que te sirve para un roto y para un descosido, acertada tanto para héroes de recia musculatura, como para desempleados neuróticos, calvos, gruesos y bajitos como George Constanza.

Salvo que pretendan desgastar el glaciar de tanto mirarlo, no creo que lo detengan.

Desde lo alto de un risco, una oscura figura observa cómo el glaciar arrasa este poblado de chabolas.

A lo mejor no os habéis fijado, pero podéis ver a la oscura figura en la misma imagen en la que Larn le echa "un serio" al glaciar. Sí, la tenéis encima de esta mismas líneas. ¿Necesitáis una flecha o qué? Es verdad que, vista de lejos, la silueta podría pertenecer a un hombre a caballo o a los Trotamúsicos puestos uno de encima de otro; pero no os preocupéis, porque pronto pasaremos a un plano general del risco para evitar las suposiciones absurdas y pintorescas.

Y aunque aún quedan varias escenas antes de que nos presenten al misterioso testigo de este apocalipsis glacial, os adelanto que no es ningún sicario trabajando a tiempo completo para los villanos. ¡Es Lobo Oscuro!, un bigardo enmascarado que patea culos desde que desayuna hasta que se acuesta y que, por motivos que solo a él le conciernen, ha jurado apear de la vida a Nekron y a su madre.

Los motivos son que le caen gordos.

Sin embargo, todavía no ha llegado el momento de ver a Lobo Oscuro en acción. Lo bueno siempre se hace esperar. Y, por suerte, aquí la espera está amenizada con mucha violencia, mozos recios y mozas exuberantes.

Es tan misterioso que su nombre solo figura en los créditos.

A todo esto, casi se me olvida decir que la imagen del jinete sombrío es un guiño al icónico cuadro Death Dealer, que Frank Frazzeta pintó en 1973 y que es una de las obras más reconocidas y reconocibles del autor.

Es una ilustración icónica, oscura, impresionante... ¡puro heavy metal!

Si no la habéis visto nunca antes, abrid bien los ojos y maravillaos:

Maravillados quedáis.

Cerramos este paréntesis de apreciación por el arte de Frazetta para contemplar el destino fatal del pueblo norteño. El panorama es desolador. No queda ni una sola casa en pie y docenas de muertos yacen desperdigados entre los vestigios de la aldea. ¿Mereció la pena quedarse a luchar en lugar de huir en busca de un nuevo hogar? Cualquiera que haya hecho una mudanza sabe que sí. ¿Habéis ayudado alguna vez a subir un sofá por unas escaleras? La muerte no suena tan mal después de haberlo hecho. Descanso eterno, luz perpetua, amén.

Una horda de neandertales de piel grisácea, los llamados subhumanos (oiga, sin insultar, eh), carga contra las ruinas de la aldea y persigue a los pocos norteños que han sobrevivido al paso del glaciar para darles matarile.

Los únicos que se libran de ingresar en las necrológicas, al menos de momento, son una figurante de Los vigilantes de la playa a la que los subhumanos capturan con ánimos mancellosos (ya no volveremos a verla después de esta escena) y Larn, que está tendido en el suelo, completamente grogui y con la cabeza recostada a escasos centímetros de las nalgas desnudas de un paisano.

¿Quién no se ha despertado así algún fin de semana?

En el Pico Helado, el Rey Hielo planea capturar a la princesa Chicle y convertirla en su esposa.

Esperad... Me parece que estoy mezclando la película de Bakshi con la serie Hora de aventuras. A veces se parecen tanto que me cuesta discernirlas. Las coincidencias podrían ser casuales, pero, como decía cierto dramaturgo alemán, "no existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas".

¿No estáis convencidos?

Mirad, por ejemplo, estas pantallas de título de la serie de Pendleton Ward:

Creo que estoy detrás de algo serio...

En fin, en el País de los Hielos, Juliana felicita a su hijo por el genocidio y le dice que ahora solo la Gran Llanura se interpone entre ellos y el Guardián del Fuego. Nekron, que ha quedado hecho un estropajo tras el esfuerzo, no es tan optimista y replica que el Guardián del Fuego sigue estando en el quinto pino y que cómo se nota que no es ella la que arrima el hombro para mover el glaciar de marras.

Su madre le contesta que quizá no tengan que recorrer toda esa distancia, porque va a enviar a tres emisarios supersiniestros al rey Harold con nuevas exigencias. Nekron, que le ha salido contestón, le dice que el viejo rey no se rendirá. Pero los planes de Juliana no van por ahí. Como descubriremos más adelante, piensa raptar a la hija de Harold y desposarla con su hijo.

No voy a fingir que entiendo su plan. ¿Es un caso de simple coacción y Juliana confía en que el rey Harold se rinda cuando tenga a su hija en su poder? ¿Supone eso una amenaza mayor que ver todo su reino arrasado por un cubito de hielo gigante? ¿O es que casar a la princesa con Nekron obliga al rey Harold a aliarse del País de los Hielos por mandato de alguna ley arcaica que nadie se acordó de derogar? ¿Y cuánto arroz hay que echar por persona en una paella?

Tantas preguntas y tan pocas respuestas...

Uy, qué sonrisa de mala. Esta señora no trama nada bueno. 

Al rato, Larn recupera el conocimiento y ve a uno de los subhumanos rapiñando a su vera.

Cualquier persona con dos dedos de frente que estuviera en su lugar se habría hecho el muerto y esperado hasta que no hubiera moros en la costa para escabullirse. Incluso los perros pueden aprender a hacerse el muerto, y tengamos presente que los perros se huelen el culo los unos a los otros para empezar a conocerse.

Pero Larn no es ningún perro, sino un norteño orgulloso, o sea, un hombre que se dejó el sentido común en el otro taparrabos, el que llevó a la tintorería. Por eso, en cuanto el subhumano le da la espalda, le arrea en todo el morro con un mangual que había por ahí tirado, justo al alcance de su mano.

Espero que tenga seguro dental.

Como era de esperar, el ataque llama la atención de otros subhumanos, que, rabiosos, se unen para jugar con Larn al corre que te pillo.

Tras sufrir un par de bajas a causa de una lanza clavada en el páncreas y un hacha incrustada en el esternón (eso es lo que pasa cuando dejas las armas por ahí tiradas), el grupo de cavernícolas furibundos consigue acorralar a Larn en la copa de un árbol. La situación solo podría empeorar si el árbol hubiera tenido el capricho de crecer al borde de un barranco.

Oh, vaya, lo ha hecho. Ya no puede uno confiar ni en las plantas crezcan en lugares que no propicien un crescendo de tensión.

¿Saldrá Larn de esta situación? ¿Será este el espantoso final de nuestro intrépido héroe? Respuestas... justo a continuación.

Larn mira hacia abajo, sonríe confiado a sus perseguidores y se arroja al vacío.

Si su plan consiste en que un pterodáctilo lo cace al vuelo y luego lo deposite suavemente en el suelo, lo apruebo, aunque no deja de parecerme arriesgado.

Por desgracia para él, los pterodáctilos están muy ocupados preparándose para su papel en Yor, el cazador que vino del futuro, y Larn cae a plomo. Cien metros de altura, todos para abajo.

Lejos de convertirse en una papilla sanguinolenta irreconocible, nuestro héroe sobrevive sin un solo rasguño gracias a unas lianas muy majas que frenan su caída y le evitan sacudirse la morrada padre.

No soy médico, pero creo que las lianas deberían haberle partido la columna vertebral.

En la sala del trono del Guardián del Fuego, el rey Harold y su hijo Taro reciben a los siniestros emisarios de Juliana, que exigen su rendición incondicional en nombre de Nekron. Ahora bien, los emisarios prefieren utilizar el término "alianza" y no rendición incondicional.

—¡Yo lo llamo chantaje! —exclama Taro—. ¡Al diablo Nekron y su oferta! Somos hombres libres y no esclavos.

Tecnicismos. Por eso yo nunca firmo nada sin que mi abogado esté presente.

Por cierto, ¿he mencionado ya que mi abogado es una marioneta de la rana Gustavo que compré en las tiendas libres de impuestos del aeropuerto? Mucho ojo conmigo.

Si querían recibir una oferta mejor, al menos deberían haber sacado algo para picar.

El portavoz de los emisarios pide al rey que sea sensato, que no está el horno para bollos; pero el rey apoya a su hijo.

—Mi hijo Taro habla más con el corazón que con la cabeza, pero habla en nombre de todos.

—No puede haber alianza —sentencia Taro—. Os combatiremos hasta la muerte.

Dicho de otro modo: que les den morcilla a Nekron y su madre.

Mientras los hombres discuten sobre política, la hija de Harold, la voluptuosa princesa Teegra, estudia en sus aposentos con su tutora. Y por estudiar me refiero a posar sensualmente con su minibikini violeta sobre un diván a cuyos pies descansa una pantera.

No hace falta que os hagáis una imagen mental. Ya os ayudo yo:

Nada como hacer bicicleta para mantener el abdomen tonificado.

Tres subhumanos con sorprendentes poderes arácnidos trepan por la torre en la que se encuentra el dormitorio de Teegra y se cuelan por su balcón cual versión prehistórica de don Juan Tenorio, el burlador de Sevilla.

A cámara lenta (un recurso del que la película abusa para dar mayor dramatismo a las escenas, pero que a mí me provoca somnolencia), el cabecilla del grupo mata a la pantera, noquea a la tutora de un sopapo y se echa a Teegra sobre los hombros como si fuera un saco de patatas. O más bien como si fuera un saco de implantes de silicona. Sí, quizá esa sea la comparación más apropiada.

"Adoro mi trabajo, o sea, ¡uk-uk!".

La princesa, indefensa pero no amordazada, pega un alarido decibélico que la convierte en la próxima aspirante a salir en la portada de la revista Scream Queens Illustrated.

Nada más oír el grito de Teegra, el rey Harold y Taro caen en la cuenta de que Juliana se la quería dar con queso e inmediatamente proceden a escabechar a los emisarios.

—¡Dirigíos al glaciar con los dragones-halcones! ¡Deprisa! ¡Deprisa! —ordena el príncipe Taro a sus hombres, sin perder un segundo.

¡Alto! ¡Echad el freno! ¿A dónde ha dicho Taro que manda a sus hombres exactamente?, ¿al glaciar? ¿Para qué?, ¿para que busquen a su hermana? ¡Si no hace ni un minuto de reloj que la secuestraron! ¡Sus captores aún deberían estar descendiendo con ella por la torre!

Yo sugiero que les esperen abajo armados con cachiporras.

Ya sospechaba yo que esos emisarios de piel verdosa, ojos cetrinos y túnicas oscuras no eran de fiar.

Los secuestradores arrastran a la princesa a la jungla colindante y se alejan del Guardián del Fuego a la carrera, como si les fuera la vida en ello. Es evidente que no se han dado cuenta de que los hombres de Taro los adelantaron al vuelo y están ya en la Conchinchina.

Al rato, agotados por toda esta actividad física incoherente, los subhumanos se detienen para recuperar el resuello junto a una charca inmunda. Teegra, altiva y desafiante, contempla asqueada a sus congéneres menos evolucionados mientras sacian su sed en este vivero de gérmenes patógenos. Curiosamente, los gestos de desprecio no son muy populares entre los cavernícolas facinerosos que trabajan para brujos malvados, y uno de ellos empuja a la princesa al agua.

Sus compañeros, que saben apreciar el humor inteligente y sutil, se tronchan de risa; pero al reparar en que su prisionera es de una beldad ideal, fascinante y etérea (dicho de otro modo: es un pibón), dejan de reírse y empiezan a actuar como cualquier poeta romántico ante semejante panorama: babeando y haciendo gestos obscenos.

Unga, unga. Unga.

Teegra, hecha una sopa pero con un plan en mente, se las apaña para sonreír, se sumerge de nuevo y, al cabo de unos segundos, emerge cual Venus de Botticelli, solo que tres veces más jamona, y cautiva a sus secuestradores con un baño sensual de magnitud 8 en la escala Kelly LeBrock.

Antes de que alguno de sus admiradores se ofrezca cortésmente a enjabonarle la espalda, la princesa vuelve a sumergirse, dejando a los excitados subhumanos pegados a la orilla, ansiosos por ver el siguiente pase del espectáculo acuático.

Pero pueden esperar sentados, porque Teegra aprovecha la ocasión para bucear hasta el otro lado de la charca y huir hacia la espesura. ¡Ja! ¡Chupaos esa, pringados subdesarrollados!

Habría comparado a Teegra con la sirenita de Disney, pero Ariel es pelirroja y no gasta una talla 110 de conchas marinas.

Pasados unos instantes, y pese a su idiotez congénita, los subhumanos se dan cuenta de que la princesa les ha tomado el pelo y emprenden la cacería.

Teegra, habiendo agotado ya la carta de su sensualidad, se esconde en un tronco hueco y reza para que sus perseguidores pasen de largo. Por desgracia, los trogloditas saben que su presa no ha podido ir muy lejos sin un sujetador deportivo que contenga el bamboleo de sus atributos femeninos, así que se detienen para rastrear la zona meticulosamente. Uno de ellos, algo despistado, mete la mano en un tronco hueco distinto del que sirve de escondite a nuestra heroína y saca un ciempiés sobrealimentado y muy cariñoso que intenta aparearse con su brazo.

Después de ensañarse con el miriópodo hasta convertirlo en pulpa para salvar a su congénere, los subhumanos, asustados, llevan su búsqueda a otra parte.

Teegra abandona su escondrijo y respira aliviada. Ahora solo tiene que regresar a casa a través de una jungla antediluviana repleta de peligros mientras evita que sus enemigos la encuentren. Está chupado.

A ti te llamaré Mordiscos.

Larn, entre tanto, está echando una siestecita sobre la rama de un árbol, planificando sin duda su venganza, cuando le despiertan los mismos adefesios que secuestraron a la princesa. Nuestro héroe coge a uno de ellos desprevenido, lo deja K.O. fuera de cámara para ahorrar unos dólares en animación y le birla la lanza.

Decidido a matar al brujo que destruyó a su tribu y convirtió su poblado en una pista de patinaje barata, Larn echa a caminar, escupe al suelo y sigue caminando.

No veía nada tan trepidante desde que puse toda mi ropa interior en la lavadora y me quedé tres minutos mirando cómo giraba. ¡Espada y brujería!

El primer caso de teabagging registrado en la historia del cine.

De vuelta con Teegra, la muchacha se las ha ingeniado para cruzar un lago utilizando un tronco a modo de balsa y, agotada, se tumba en la orilla para recuperar fuerzas. No me extraña que necesite tomarse un respiro. Correr sin el calzado adecuado por medio de la jungla deja a cualquiera molido. Y no hablemos ya de las ampollas. Debe de tener las plantas de los pies como la espalda de un disciplinante.

Sin embargo, la princesa no es consciente de que sus perseguidores han seguido su rastro hasta allí y que están a punto de encontrarla. Por suerte para ella, una lagartija prehistórica y con muy mala baba se interpone entre los cazadores y su presa.

El enorme saurio arrolla, araña, aplasta, muerde y devora sin piedad a los asustadizos macacos, que caen como moscas a su paso.

Quizá los subhumanos deberían plantearse una alternativa profesional más saludable a la caza de princesas nudistas, como, por ejemplo, desactivar explosivos en operaciones militares en Oriente Medio.

¿Ya han vuelto a fallar las alambradas de Parque Jurásico?

Uno de los trogloditas sobrevive al encuentro con el lagarto terribilis y, pese a estar hecho puré, consigue alcanzar la orilla en la que se encuentra descansando la princesa, a la que ataca con un hacha rudimentaria. Creía que su misión era capturarla, no hacerla rodajitas; pero supongo que después de que una lagartija gigante mate a todo tu clan, estás de vuelta de todo.

Teegra titubea un instante, pero finalmente se arma de valor y le clava una estaca en el corazón a su grotesco agresor, por si además de troglodita también era un vampiro.

Nos hemos convertido en locos de Dios.

Otros miembros del clan del oso cavernario que estaban dándose un garbeo por ahí se topan con los despojos de sus compañeros y deciden informar a la reina Juliana de la situación. Como los teléfonos móviles aún no se han inventado, el subhumano al mando arroja lo que parece un trozo de hielo al fuego y de él asciende una lengua de fuego helado que habla con la voz de Juliana.

—¿Habéis hecho lo que os ordené? —pregunta.

Teniendo en cuenta la mala uva que se gasta la bruja, quizá esta llamada a larga distancia no haya sido una buena idea; pero, de todas formas, el macaco opta por ser sincero y admitir que la han pifiado. O al menos eso es lo que yo interpreto de sus balbuceos incomprensibles.

—¡Has cometido un error, repugnante criatura! —exclama Juliana, estrangulando a su siervo con un tentáculo de hielo.

El bestiajo que raptó a Teegra en el Guardián del Fuego ocupa la vacante al frente del grupo. Ser el jefe de una banda de brutos desarrapados no es el sueño de mi vida, pero a él le hace ilusión. Quizá le da derecho a usar un taparrabos sin liendres.

Darth Vader aprueba los ascensos profesionales motivados por bajas permanentes.

Continuando su camino hacia el Pico Helado, Larn se adentra un cementerio de dinosaurios, donde una osamenta gigante es todo lo que queda de la madre de Piecito.

De pronto, el joven se detiene. O bien presiente algún peligro, o bien le han entrado ganas de mear. Con tanto trajín, es normal que los riñones vayan a mil por hora. Yo soy el primero que no para de ir al baño cuando está nervioso. Eso sí, un cementerio de dinosaurios no sería el primer lugar que escogería para detenerme y cambiarle el agua al canario.

En todo caso, Larn no se estaba haciendo pis, aunque quizá pronto se lo haga.

Cuatro lobos de pelaje negro, todo fauces y saliva, salen a recibirle. Sus ojos están inyectados en sangre y el vello de su lomo se eriza al ver al humano.

No pretendo encariñarme con estos animales, pero les llamaré Lassie, Niebla, Pluto y Snoopy.

Soplaré, soplaré... y te arrancaré la laringe a dentelladas.

La primera bestia ataca sin previo aviso, pero Larn arroja su lanza con fuerza y la punta acerada perfora al animal. Pluto cae fulminado.

Sin perder ni un instante, nuestro héroe agarra una pértiga que había dejado por allí tirada el equipo local de atletismo y la utiliza para saltar por encima de las otras tres bestias, echando a correr hacia la espesura con las fieras pisándole los talones. Pero es demasiado lento. Lassie salta con las fauces abiertas hacia el trasero de Larn y... una flecha hiende el aire y lo deja seco.

Esto tiene que ser obra de Lobo Oscuro, cuya entrada en escena solo podría mejorar si viniera acompañada del tema de Shaft. No creo que sea legal molar tanto. Tendré que consultarlo con mi abogado de felpa.

♫ ¿Quién es el guerrero moreno y misterioso
que es una máquina de matar para todo ser tenebroso?
(¡Lobo Oscuro!)
You're damn right ♫

A la vista de que han dejado de tenerlas todas consigo, Niebla y Snoopy se lo piensan mejor y hacen mutis por el foro. Larn relaja nalgada y continúa su periplo sin haber conocido todavía a su reservado benefactor, que vuelve a esfumarse como quien no quiere la cosa. ¿Podría ser Lobo Oscuro un antepasado de Batman? Podría.

Larn llega a las ruinas de una antigua ciudad que ha sido engullida por la maleza. El escenario me recuerda al área temática de México de PortAventura, pero sin los gritos de los que se montan en el Tren de la Mina ni las colas desesperantes.

Larn contempla absorto un gran busto esculpido en la roca. Es una efigie de Lobo Oscuro, y bajo ella hay una inscripción que dice: "Prohibido pisar el césped".

Vale, puede que no diga eso. Nunca se me han dado bien las lenguas antiguas.

Pero ¿quién es realmente Lobo Oscuro? ¿Es un hombre de carne y hueso o el tótem de una tribu extinta? ¿Qué le motiva a ayudar a Larn? ¿Y por qué sabemos cómo se llama si nadie menciona su nombre en toda la película?

Pues bien, según el contenido extra de una de las ediciones más completas de la película en DVD, en el guion original había escenas que daban a entender que Lobo Oscuro era el padre de Nekron. Sin embargo, al eliminarse esas escenas, vuestras suposiciones son tan válidas como las mías. Podría ser un semidiós prehistórico o un fan de Pantera Negra y del Hombre Enmascarado que ha llevado su pasión por los cómics demasiado lejos.

Made in Taiwan.

Al anochecer, Larn se está poniendo morado con un steak tartar de gorrino mutante cuando presiente que alguien le está observando. Astuto como un zorro, el muchacho se hace el dormido, y sorprende a la hambrienta Teegra intentando robarle un muslo de la pieza que ha cazado. Esas curvas no se mantienen solas, eso está claro.

—Si lo quieres, cógelo —dice Larn.

—Yo no soy una ladrona —replica ella, orgullosa.

Pues qué bien lo disimulas, maja.

Teegra sale corriendo sin mucho entusiasmo y Larn la persigue. El romance surge de forma natural. Ella le da unas bayas, él le enseña a cazar ratas mutantes, y, como los dos tienen tipazo, se enamoran.

Es una historia preciosa. ¿Falta mucho para que salga otro monstruo o Lobo Oscuro apiole a alguien?

"Estoy hasta las narices del frío".
"Estoy hasta las narices de la cerveza de raíz".

A la mañana siguiente, después de la que imagino habrá sido una noche toledana (¿bayas y carne de rata poco hecha?, diarrea garantizada), Teegra reemprende la marcha y le dice a Larn que se dirige al sur, con su gente. Nuestro héroe responde que él también va hacia el sur, aunque su gente está criando malvas.

—Entonces puedes venir conmigo —le dice ella—, si te portas bien.

—¿Si me porto bien? —replica Larn, jocoso.

Los tortolitos tontean y, por tontos, acaban cayéndose a un lago.

Los rituales de apareamiento apenas han cambiado desde que el mundo es mundo.

Ambos se las dan muy felices y disfrutan del chapuzón, porque son jóvenes y llevar todo el día el culo al aire seguramente te acaba volviendo imprudente; pero ignoran que un terror tentacular que habita en las profundidades del lago los acecha.

Un pulpo gigante atrapa a Larn con uno de sus tentáculos y lo arrastra hacia su jardín a la sombra, para que repose la cabeza en el fondo del lago. Y si ahora mismo estáis pensando en cierta canción de los Beatles, tenéis toda mi admiración.

Nuestra huidiza heroína, que no es la clase de persona que te gustaría tener cerca en momentos de vida o muerte, nada hacia la superficie mientras Larn lucha por liberarse del monstruo y se replantea si echarse novia fue una buena idea.

Me ha entrado antojo de pulpo a la gallega.

A punto ya de convertirse en el entremés del horrendo octópodo, Larn hiere a la criatura en su único ojo con una costilla gigante que rescata del lecho del lago. El pulpo emerge chillando de rabia y dolor, consciente de que ya nunca podrá terminar de ver sus series favoritas, y arroja a Larn a la jungla.

Creyendo que el rubiales es pasto de los peces, Teegra se lamenta. Quizá debería habérselo pensado dos veces antes de dejarle tirado con el pulpo gigante, ¿no?

Los subhumanos encuentran a la princesa llorando a moco tendido junto al lago y la capturan. Tengo la sensación de que película camina hacia atrás, como los cangrejos. Ahora bien, como no es ovípara ni tiene pinzas, ahí acaba mi comparación. Estoy poco inspirado.

Amanece, que no es poco.

Algún tiempo después, Larn recupera la consciencia y se descubre a sí mismo maniatado a una rudimentaria camilla . A su lado, una figura de aspecto amenazador armada con un hacha lo observa fijamente. Es Lobo Oscuro.

—Me habéis capturado, pero jamás podréis entregarme a Nekron —dice Larn—. Antes tendréis que matarme.

Una frase bastante estúpida, en mi opinión, teniendo en cuenta que está indefenso y no puede hacer nada para liberarse.

—No busques la muerte, muchacho —responde Lobo Oscuro al mismo tiempo que corta las ligaduras con su hacha—. Ya se encarga ella de buscarnos.

Oírle hablar me pone la piel de gallina. Y no es para menos, porque en la versión española su voz es la de Manuel Cano, el actor de doblaje que interpretó a Hannibal en el Equipo A y también a Clint Eastwood antes de que Constantino Romero se hiciera con el papel. Vamos, un grande.

"Genial, un chalado enmascarado. ¿Por qué no puedo despertarme nunca en la cama, como las personas normales?".

Lobo Oscuro explica a Larn que él también lucha contra Nekron y su madre, a la que se refiere como "esa loba llamada Juliana".

Uy, qué resquemor. Se nota a la legua que entre esos dos hubo lío.

Pero antes de resolver viejas rencillas, deben rescatar a Teegra de "los perros de Nekron", como les llama Lobo Oscuro. Por suerte para ambos, el misterioso vengador es un experto siguiendo rastros, y los subhumanos huelen a una mezcla entre jaula de chimpancé y dormitorio de quinceañero. Debería ser pan comido dar con ellos.

"Han ido hacia el oeste. Y ahora, Larn, tírame del dedo. Ya verás qué risa".

Esta vez los brutales cavernícolas han aprendido de sus errores, y para evitar que la princesa salga pitando a la primera de cambio y vuelva a producirse una rotación forzosa de personal, la han encadenado a uno de ellos.

Mientras todos duermen, Teegra se hace con un cuchillo para untar la mantequilla e intenta cortar con él los eslabones que la unen a su carcelero in itinere. Por alguna razón inexplicable, el roce del metal contra el metal y los incesantes tirones de la cadena acaban por despertar a su compañero de grilletes, y la princesa se ve obligada a hacerle un ombligo nuevo para evitar que dé la voz de alarma.

Teegra se aleja del campamento arrastrando el pesado cadáver al que está encadenada y, por no mirar donde pisa, acaba cayéndose por un barranco. Podéis imitar el meme del capitán Picard llevándose la mano a la cara. Es apropiado.

Tendría que haber comprado aquel juego de cuchillos de la Teletienda.

Una niebla espesa envuelve el campamento de los subhumanos y crea la atmósfera adecuada para la siguiente escena...

Lobo Oscuro ha localizado a sus enemigos y sugiere a Larn que rescate a la chica mientras él distrae a los perros de Nekron.

—Deben de ser unos cincuenta —dice Larn, inquieto.

—Será muy interesante —comenta Lobo Oscuro, encogiéndose de hombros.

Le hago la ola a este hombre desde el sofá.

Al llegar al campamento, Larn no ve a Teegra por ningún lado y comienza a preocuparse. ¿Cómo va él a sospechar que la chica tiene complejo de lemming? Mientras tanto, Lobo Oscuro, concentrado en su trabajo, demuestra que es el mejor en lo que hace, y lo que hace no es muy agradable.

Eso va a dejar marca.

Ahora bien, aunque el misterioso guerrero parece más que capaz de extinguir una subespecie entera a hachazos, Larn no consigue encontrar a Teegra, así que deciden marcharse con la idea de alejar a algunos de los trogloditas del campamento para volver más tarde a por la princesa.

¿Y por qué no ahora?, me pregunto yo. Lobo Oscuro ha matado él solo a una cuarta parte de los esbirros de Nekron en apenas dos minutos y ni siquiera está sudando. Si esto fuera un beat 'em up, le bastaría una moneda para llegar al final del juego.

Además, ya llevamos más de la mitad de la película. Es hora de ir cortando, ¿no?

"Podríamos hacerlo de la manera fácil o a mí manera, que es más difícil, pero el doble de fardón".

A estas alturas de la cinta, pensaba que nadie podía competir con Larn en despertares pésimos, pero Teegra se lleva la palma cuando abre los ojos y ve de pie frente a ella, observándola, a un cavernícola grandullón y melenudo con cara de faltarle un verano. Podría ser André el Gigante, pero su nombre es el Gran Otwa.

Con sus manos desnudas,el Gran Otwa rompe la cadena que une a la princesa al difunto subhumano y se la lleva en brazos.

¿Recordáis cuando pensábamos que secuestrar princesas nunca pasaría de moda? Esta película sin duda pertenece a esa época.

"Uy, qué mozo tan bien plantado. ¿Tocas en algún grupo?".

En el Guardián del Fuego, el rey Harold se ha cansado de esperar noticias de su hija y decide enviar a Taro a negociar con Nekron, para ver si les da un poco de cancha.

—Nadie es totalmente malo —dice Harold, no muy convencido—. Tiene que haber alguna manera de conmoverle.

¿Han probado en atizarle fuertemente con un palo? Diría que eso suele funcionar.

El príncipe Taro está seguro de que si se acerca al Pico Helado en son de paz, no volverá a ver a sus series favoritas en la televisión; pero su padre le dice que tendrá que correr ese riesgo. O, fijaos qué locura, podría no hacerlo. Pero, claro, esto es una película y de algún rincón hay que sacar el drama. En ese sentido, las ideas de bombero son una fuente inagotable de conflicto.

Taro reúne a sus hombres y parte a caballo hacia una muerte garantizada.

"Esto es por haberme llevado tu pterodáctilo sin permiso cuando tenía trece años, ¿verdad?".

El Gran Otwa lleva a Teegra hasta una choza perdida en mitad del bosque, donde les recibe una mujer pelirroja, sensual y más lesbiana que la tortilla.

—Yo soy Roleil y estos bosques son mi hogar —dice la mujer, dando la bienvenida a la princesa a sus dominios.

Desde el primer momento, intuimos que Roleil no es de fiar, porque lo único más revelador que su vestido es la banda sonora de William Kraft, y no creo que la música inquietante sea para despistar.

La dama colma a Teegra de caricias y atenciones, todo al límite del acoso sexual, y le ofrece un bebedizo que huele a sapos y culebras. En cuanto Teegra se queda dormida por efecto del brebaje, la bruja le arranca un pelo y lo echa a su marmita, averiguando por arte de brujería que Nekron va tras la muchacha.

Temiendo que los subhumanos le hagan una visita y dejen la choza hecha un estercolero, la bruja manda al Gran Otwa, su hijo, a buscarlos con una oferta: les entregará a la princesa a cambio de un "buen precio". El precio, por supuesto, es inespecífico, como tantas otras cosas en esta película.

"¿Tienes sed? Observarás que no salen vapores con forma de calavera de esta copa que te ofrezco".

Cerca de allí, en lo alto de un peñasco, Larn y Lobo Oscuro arrojan pedrusco tras pedrusco contra las hordas de engendros cavernícolas. Pero la minúscula cima no es una cantera macaelense, y nuestros héroes no tardan en quedarse sin proyectiles. Los subhumanos, rabiosos, los señalan con el dedo y se reagrupan para atacar.

Lobo Oscuro apremia a Larn para que se marche de aquí y busque a Teegra, antes de que sus enemigos ataquen de nuevo; pero el muchacho tiene la cabeza llena de palabras como honor, lealtad y esternocleidomastoideo, así se niega a dejar solo a su compañero. Lobo Oscuro no pierde el tiempo discutiendo.

—Te irás de aquí —sentencia con firmeza, y agarra a Larn por el cogote y lo tira del peñasco.

Los trogloditas comienzan a trepar a cámara lenta por la pendiente con cara de pocos amigos. Lobo Oscuro aprieta los dientes, extiende los brazos a la altura de los hombros con el hacha en alto y lanza un grito de guerra que provoca que el cielo se tiña de rojo y que todo el que se encuentra en un radio de veinte metros se cague encima.

"¿Queréis bronca conmigo? ¡Os la habéis ganado!".

El Gran Otwa regresa al hogar de su madre con una lanza asomándole por el lomo y se desploma según pone un pie en la puerta. Tras él entra el jefe de los subhumanos, puñal en mano.

Roleil, enajenada por la pérdida de su hijo, se arroja estúpidamente sobre el puñal.

Para ser adivina, la tipa ha demostrado una falta de previsión alarmante. Es menos fiable que una galleta de la fortuna.

Teegra, aún adormilada, pero también hastiada de estar siempre en apuros, apenas opone resistencia y se deja secuestrar por cuarta vez en lo que va de semana. ¡Y aún estamos a miércoles!

Antes de abandonar la choza, el troglodita pega una patada a un brasero y el fuego comienza a arder. Ya nadie respeta las regulaciones de seguridad contra incendios.

"¿Un paquete de Amazon? No, lo siento, se ha equivocado de piso".

Larn ve la columna de humo y la sigue hasta llegar a la choza, de la que ya quedan poco más que rescoldos. Los cadáveres requemados de Roleil y su hijo yacen entre las cenizas.

Nuestro héroe investiga el lugar, sin tener ni pajolera idea de qué hacer a continuación, hasta que el cuerpo de la bruja se incorpora y le da palique.

—¿Por qué turban los vivos el sueño de los muertos? —pregunta el cadáver.

No lo sé. ¿Por aburrimiento?

Larn, tan tranquilo como si hablase con una muerta cenicienta todos los días, le responde que busca a una chica, Teegra, y que si le ayuda a encontrarla, él la vengará por lo que le ha hecho Nekron.

Indudablemente, la difunta Rolei jamás perdonará al hechicero que quemase su colección de vinilos de Gloria Gaynor, y le revela que se han llevado a la princesa a Akatar. Luego se desintegra. Cenizas a las cenizas, polvo al polvo, etc.

Me encanta lo que te has hecho en el pelo, chica. Y se te ha quedado un tipín...

Desafortunadamente, cuando Larn llega a Akatar, la reina Juliana ya ha partido con su prisionera hacia el País de los Hielos. Dicho de otra manera: gracias, pero la princesa está en otro castillo.

Sin embargo, la suerte no da la espalda a nuestro heróe, porque el príncipe Taro y sus hombres acaban de llegar a la ciudad y han fletado un navío con el mismo destino.

En lugar de acercarse a los jinetes y compartir su historia, Larn se cuela a bordo como polizón. No es que tengan intereses comunes por los que luchar unidos, ¿verdad?

Sensual obra de arte.

En la escena siguiente (reíos vosotros de las elipsis viajeras de Juego de Tronos), Juliana llega al Pico Helado y presenta a Teegra a su hijo.

Nekron no parece entusiasmado con el regalo de su madre y contempla a la princesa sin ocultar su repugnancia.

—¿Por qué me has traído... esto? —pregunta.

Empiezo a sospechar que a este tipo no le atraen las mujeres.

"Madre, tengo algo que confesarte: soy más gay que una manada de unicornios trotando sobre el arcoíris".

Cuando Juliana especifica un poco más y le dice que Teegra será su esposa y la madre de sus hijos, Nekron reacciona poniendo cara de haber olido leche agriada. Esto no está saliendo como Juliana planeaba, pero ¿cómo iba a suponer que a su hijo no coleccionaba películas de gladiadores por su rigor histórico?

Para salvar la situación, y haciendo gala de una competencia discursiva acorde a su educación, Teegra ofrece a Nekron lo único que no tiene y que puede curar su desesperación, algo que solo puede encontrar en el pueblo del Guardián del Fuego:

—La paz.

Creía que iba a ofrecerle el peluche original de Teddy Ruxpin con sus casetes cuentacuentos, pero supongo que la paz también puede valer.

La princesa tiende su mano para sellar la amistad entre sus pueblos y Nekron se queda mirándola como si fuera una atracción de circo. Al rato, el brujo menea la cabeza y se parte de risa en su cara hasta que prácticamente le falta el aliento. Cuando por fin consigue calmarse, le dice:

—Yo escupo a la paz. Y te escupo a ti.

Qué guarrería. Deberían ponerle una multa por eso.

Dicho esto, Nekron amenaza a su madre con aplastarla como una chinche si vuelve a traerle otra "basura" como esta.

Si yo tuviera una basura como Teegra, nunca sacaría la basura; pero Nekron opina de manera diferente.

Supongo que esto significa que la boda se cancela. ¿Pero qué pasa con todos los subhumanos que murieron para traer a Teegra hasta aquí? ¿Es que nadie piensa en los subhumanos?

No se reía tanto desde que terminó Las chicas de oro.

El barco del príncipe Taro arriba al País de los Hielos y los hombres desembarcan. Larn, que se ha pasado toda la travesía colgado como un koala del castillo de popa, se deja caer antes de que lo descubran.

El príncipe y sus guerreros montan a caballo e inician un penoso ascenso hacia el Pico Helado. Desde las cumbres de cristal, cientos de subhumanos gritan y agitan sus lanzas como locos. Deben de aburrirse un montón cuando no están masacrando aldeas o persiguiendo princesas culonas.

—No mires —dice Taro a uno de sus soldados—. Somos los jinetes del Guardián del Fuego. Nosotros no conocemos el miedo.

Pues si no lo conocían, me da la impresión de que acaban de presentárselo y les ha estrechado la mano. Hasta les ha dejado su tarjeta de visita.

Aunque es un detalle irrelevante, entre el escandaloso comité de bienvenida también se encuentra una buena señora con media cara pintada de blanco que no sé qué narices pinta en la película. Imagino que a Frazetta le sobraban diseños de personaje y los iba regalando.

¿Y tú de dónde has salido, hermana?

En el salón del trono, Taro ofrece a Nekron la paz a cambio del cese de las hostilidades y de la libertad de su hermana.

—Temo, buen príncipe, no poder ofrecer la paz a un pueblo que se niega a proclamarme como su único soberano —responde el brujo—. En cuanto a tu hermana, bien, debo confesar que hasta este momento, la idea de emparejarme con ella me era odiosa. Tal vez deba reflexionar. Después de todo, la chica tiene cierto atractivo... como animal inferior.

El príncipe se caga en la leche, desenvaina su espada y carga contra Nekron.

No sé si Taro puso una vela a San Cipriano antes de salir de casa; pero si lo hizo, debería haberle puesto dos. El brujo utiliza el Lado Oscuro de la Fuerza para controlar a Taro y a sus hombres como marionetas y les obliga a luchar entre ellos hasta que todos yacen en el suelo, más muertos que el pollo frito.

Deberían haberle traído una botella de vino.

Viendo cómo se las gasta el amigo de piel violácea, Larn opta por una estrategia menos convencional, incluso poco heroica, que consiste en esperar a que el brujo está distraído para dispararle una flecha en la rabadilla.

Nekron presiente el ataque gracias a su sentido de brujo (¯\_(ツ)_/¯), y el dardo mortal apenas llega a rozarle.

—Muy interesante —dice con una sonrisa, sensual e intrigado.

A Teegra no la miraba con esos ojitos.

¿Crees en el amor a primera vista? ¿Has sentido el flechazo?

Los guardias subhumanos agarran a Larn y lo arrastran hasta su amo. Nekron, al verlo tan rubio y tan atlético, ordena que lo suelten. Incluso le permite recoger su espada. 

El brujo se quita la túnica, deleitándonos con unos cuantos planos de su culo flacucho, y desafía a su nuevo huésped a un duelo de espadas, que, a todos los efectos, viene a ser lo mismo que invitarle a la sauna a hablar sobre ostras y caracoles.

Nekron juega con Larn como el gato con el ratón y disfruta del combate hasta que nuestro héroe consigue engañarle con una finta y hacerle el primer trazo de la "Z" del Zorro en el torso. Herido en su orgullo (y en el pecho, sobre todo en el pecho), el brujo se deja de gansadas y utiliza su poder abracadabrante para sacudir a Larn contra una pared.

Fin del combate.

Mucho brujo, pero poca chicha. Mi abuela lo hubiera puesto a dieta de canelones, chuletas y croquetas durante un mes.

Nekron ordena a sus involucionados guardianes que encierren al inconsciente Larn al calabozo.

—Aún le quedan ganas de lucha —comenta para sí mismo.

Es evidente que está coladito por él. Qué bonito es el amor.

Teegra, que al parecer puede pasear a sus anchas por el castillo, se acerca al calabozo y promete a su novio de un día que buscará la forma de sacarlo de allí. Él le dice que huya, pero ella se niega. Ya sabéis cómo son estas macizorras en bikini... ¿No? Yo tampoco, la verdad. Pero espero enterarme algún día.

Permitidme que dude que la chica lleve una ganzúa encima.

De todos modos, Larn no necesita ninguna ayuda, porque, al cabo de un minuto, llega un guardia para ofrecerle el menú del día y el chaval le da una somanta de palos y se escabulle. ¿Quién necesita planes de fuga cuando tiene un par de puños?

Larn abandona el Pico Helado a la carrera. Varios subhumanos lo persiguen, pero el muchacho corre que se las pela y lleva ventaja.

Nekron, riéndose desde su castillo, desata una tormenta de nieve, y el esfuerzo finalmente supera a nuestro héroe, que se derrumba como un tronco.

Uno de los subhumanos se dispone a convertir al abatido Larn en un pincho moruno cuando dos flechas se clavan en su pecho, salvando al muchacho de una muerte segura.

Solo un hombre tiene tanta puntería y velocidad con el arco. Bueno, dos si contamos a Robin Hood. ¡Lobo Oscuro!

El guerrero invencible salta de su caballo y, esgrimiendo su hacha como un dios del metal desatado, despacha al resto de trogloditas en un pispás.

"¿Qué?, ¿echando una cabezadita? Menudo zángano estás tú hecho".

Si os estáis preguntando cómo ha llegado Lobo Oscuro hasta el País de los Hielos o cómo es posible que en la escena inmediatamente siguiente Larn y él estén en el Guardián del Fuego hablando con el rey Harold, tengo que advertiros que esta película no es de las que se disfrutan haciéndose ese tipo de preguntas.

Lobo Oscuro explica que el glaciar lleva tres días avanzando sin parar y ha matado a miles de hombres. Ya no pueden esperar más tiempo, tienen que atacar. Y para eso, necesitan los dragones-halcones. Con que un solo hombre consiga superar las defensas del Pico Helado, al menos ese hombre tendrá la oportunidad de matar a Nekron, explica el guerrero enmascarado. Y aunque todos sabemos quiénes tienen más posibilidades de sobrevivir en un último ataque desesperado, evitaremos mencionar nombres para que los figurantes no se depriman. Todo ejército necesita carne de cañón.

Harold concede a Lobo Oscuro lo que pide, porque es la única posibilidad de salvar a su hija. Además, cualquiera le dice que no. Pero si el glaciar llega al río, el rey advierte que soltará la lava, y entonces todos los que estén en el País de los Hielos morirán. ¿Y no podría haber hecho eso antes?

Ah, sí. Nada de preguntas.

Los majestuosos dragones-halcones alzan el vuelo hacia el Pico Helado. "¿Quién puede vivir eternamente?", decía Vultan en la película de Flash Gordon.

Suena música de Queen.

El ejército alado penetra en los estrechos túneles del Pico Helado y los subhumanos lo reciben con fuertes lluvias de rocas y flechas. Es una auténtica escabechina, y solo Larn y Lobo Oscuro sobreviven al penoso ataque. Los demás no sé ni para qué se esfuerzan.

Larn, con su acostumbrada mala pata, realiza un aterrizaje forzoso sobre el Pico Helado, mientras que Lobo Oscuro logra llevar a su dragón-halcón hasta las mismas puertas del salón del trono, por las que entra dando un espectacular salto desde su montura después de que a esta le claven trescientas flechas y la conviertan en un alfiletero.

¡A cámara lenta! ¡Superlenta!

Esta sería la imagen que poblaría las pesadillas de sus enemigos, si dejara a alguno vivo.

Que no os confunda la imagen anterior. Aunque a ratos se mueva a cámara lenta, el oscuro vengador no pierde el tiempo. Nada más poner los pies en el suelo, empieza a repartir hachazos a diestro y siniestro entre el comité de bienvenida, ejecutando una cruenta danza de metal y sangre a la que ninguno de los brutales subhumanos sobrevive.

Siete cadáveres en diez segundos. Es menos tiempo del que he tardado yo en escribir estos dos párrafos. Lobo Oscuro es la máquina de matar definitiva.

Llevar la cuenta de muertes de Lobo Oscuro es como calcular decimales de pi.

Mientras Larn rescata a Teegra de las garras de Juliana, Lobo Oscuro asciende hasta la cima del Pico Helado, donde encuentra a Nekron riendo y bailando como si estuviera en medio del festival de Jaca, entusiasmado con su glaciar deslizante.

Pero, a pesar de su actitud despreocupada, el brujo no es tan imbécil como para pensar que puede derrotar a Lobo Oscuro en un combate cuerpo a cuerpo, así que utiliza su poder de control mental para inmovilizarlo y evitar que lo despiece con su poderoso giro de cintura.

Pero nuestro enigmático vengador no es un guerrero cualquiera. Él lleva la piel de un animal muerto como si fuera un gorro, y eso tiene que significar algo. Entre otras cosas, que si no la ha limpiado bien, probablemente tenga al quinto de infantería parasitaria haciendo maniobras en su cabellera.

"¡Gñ! ¿No podemos ser amigos?".
"¡Gñ! ¡No!".

Tras debatirse durante lo que parece una eternidad en una lucha de voluntades tan emocionante y épica como una partida de ajedrez de doscientos movimientos, Lobo Oscuro consigue liberarse del influjo de Nekron con la fuerza pura de su virilidad y hunde su hacha debajo del sobaco del brujo, ¡su punto débil!

Juliana llega en ese instante y, al ver a su hijo tendido en el suelo con un inesperado complemento afilado incrustado en el costado, suelta un grito de dolor la mar de cantarín que provoca más risa que lástima. Algo así como "¡¡EeeeeEEEaaeeAaaaAAAaaaAAAAAAaaaaAAAAaa!!". Supongo que hay que escucharlo para pillarle la gracia.

Sin prestar más atención a los alaridos desconsolados de Juliana que a los piojos que corretean ufanos por su taparrabos, Lobo Oscuro recupera el hacha del costado de Nekron, la alza por encima de su cabeza doblando de tal forma los brazos que su filo trasero llega casi se le clava en la rabadilla, y traza un arco descendente para rematar al semidifunto villano, todo ello a cámara tan lenta como para que Nekron vea pasar toda su vida por delante de sus ojos treinta veces y muera de puro hastío un segundo antes de que el hacha le tronche el esternón.

No hay piedad para los malvados.

Sed pacientes con este gif, por favor. Está en ello.

A la muerte de Nekron, el glaciar, en lugar de desmoronarse siguiendo las reglas de la fantasía heroica, continúa avanzando tan campante, que es la forma que tiene el hielo de decirle al mundo "Que te den". Ante esta catástrofe, el rey Harold se ve forzado a abrir las esclusas del Guardián del Fuego.

La lava incandescente desciende desde el castillo formando una gran ola que arrasa a su paso media selva (incluyendo a una familia de monos que no había hecho daño a nadie), alcanza el glaciar, y no contenta con eso, continúa hasta el País de los Hielos, recalificándolo como suelo urbanizable y provocando la caída del Pico Helado (si vierais el resultado que obtuvo el edificio en la última inspección técnica, no os sorprendería; en el ayuntamiento estaban que trinaban con este tema).

Los subhumanos y Juliana mueren en el caos y destrucción subsecuentes, porque no está la cosa como para perder el tiempo.

Próximamente en Discovery Channel... ¡Cuando la lava ataca!

Larn y Teegra se suben apresuradamente a lomos de un dragón-halcón espontáneo y ponen tierra de por medio, salvándose por los pelos. En cuanto a Lobo Oscuro, a pesar de que la última vez que lo vimos estaba en la cima del Pico Helado, lejos de cualquier salida de incendios, nadie duda que habrá sobrevivido. ¡Es Lobo Oscuro!, un tipo tan duro que ni siquiera necesita una marca registrada para proteger su nombre.

En tierra, Larn echa un vistazo a su alrededor y ve a su misterioso benefactor montado a caballo, observándolos desde lo alto de una colina con la adustez propia de alguien que se oculta tras un antifaz de pantera y se toma la vida en serio. Lobo Oscuro sonríe a la feliz pareja antes de esfumarse en pos de más gente a la que cortar y tronchar. Años después, abriría un negocio de hostelería en Zamora.

Larn y Teegra, felices de estar juntos de nuevo, se besan apasionadamente. Es fácil dar rienda suelta al romanticismo cuando todos los cadáveres que has dejado a tu paso han quedado sepultados bajo cientos de toneladas de hielo y lava y no tienes que ver cómo se pudren.

Fin.

¿Acaso esperabais al cerdito Porky?

¿Qué más puedo añadir? El argumento de esta película es una sucesión de clichés de novelas de espada y brujería, sin sorpresas ni giros narrativos, y los personajes son estereotipos con patas. Lo único destacable es el apartado artístico, pero, pese a la superlativa labor de Frazetta, ni siquiera este es tan bueno como para suplir la simplicidad del guion.

Ahora bien, si sois seguidores de los trabajos de Ralph Bakshi o, sencillamente, gozáis de cualquier historia de fantasía protagonizada bárbaros heroicos, brujos perversos y mujeres ligeritas de ropa, esta película está entre lo mejor que ha dado el género de la espada y brujería en el ámbito audiovisual.

38 comentarios

  1. En su momento me gustó bastante, probablemente porque era niño y la animación salía de los "canones" clásicos de las caricaturas (más violencia, senos, asesinatos con saña...).
    Desafortunadamente en México transmitían este tipo de pelis en canales "culturales" a altas horas de la noche o en la madrugada; aunque existía piratería, no se interesaban por este tipo de peliculas y era un logro encontrarlas en tiendas de autoservicio o videoclub's.

    Excelente reseña, valió la pena la espera. Avisa cuando ya esté tu libro.

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    1. En España no las daban en mejores condiciones: en un canal minoritario como "La 2" y a altas horas de madrugada en días laborales. Más de una vez fui al instituto con los ojos pegados por quedarme a ver películas de Bakshi, Heavy metal, Liquid television, cosas de la Troma...

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    2. Los buenos viejos tiempos. Sobre todo porque éramos jóvenes.

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  2. Tras ver este artículo me han entrado ganas de jugar al Age of Barbarian, una peli entretenida tendrían que hacer un remake en imagen real dirigido por Tarantino.

    Una de las cosas buenas del género de la espada y brujería es no hace falta mucha imaginación para montar una historia, los clichés están tan arraigados y sus personajes son tan arquetípicos (el bárbaro cachas y violento, la buenorra con carácter, el subhumano...) que basta ha bastado con coger a Conan y ponerle una máscara para tener a uno de los personajes principales ya desarrollados.

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    1. Se nota que descendemos del mono, porque es increíble que algo tan primitivo como la espada y brujería siga funcionado.

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  3. Estupenda reseña de esta cinta de animación que me apetecía ver, pero creo que tras esto, me voy a plantear si verla. Echaba en falta este tipo de artículos que te desgranan una peli completa, pero entiendo que lleva su tiempo escribirlos, así que era normal que en estos últimos meses no hubieran tantos o ninguno. En fin, que te ha quedado un post fenomenal. Uno cada dos o tres semanas estaría bien, pero ya como tu puedas. Un saludo!!!

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    1. Estas entradas hipotecan fines de semana enteros. Hasta elegir y editar las imágenes son montones de horas. Pero vosotros sois quienes mejor podéis juzgar el resultado de ese esfuerzo.

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  4. Gran reseña! me habia olvidado de su existencia, toca realizar la busqueda de la misma.

    +1 a Cool World, ya somos dos depravados de mal gusto, no se si servira de algo esa estadistica

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    1. Tan obsesionado estaba yo con Cool World en su día que casi me compré del videojuego de SNES.

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  5. Cumpple su función, de entertainment. De criajo cosas así me llamaban la atención aunque fuera por el diseño y da igual que sean historias parecidísimas, todo lo que se asemeje al Golden Axe en algo bienvenido sea.

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    1. No hay tanta espada y brujería como para hacerle ascos a la que hay, y, como dices, el apartado artístico ya hace que merezca la pena.

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  6. No sabía que existía este mundo de fantasía y no sabía lo bien que le queda a Frazetta la ausencia de pudor.
    Como bien dice algún compañero veo mucho estilismo al estilo del Golden Axe, que nos trae gratos recuerdos de las recreativas y consolas.

    Muchas gracias por dedicarnos tantos minutos a este artículo.

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    1. Muchos "denadas" por dedicar tiempo a leerlo y a comentarlo.

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  7. Que bueno el artículo,de verdad que me da pena que no continúes el blog,ojalá te vaya tan bien en la vida que puedas volver...
    Buahhhh! U|U
    Estúpido!!
    *Salgo corriendo*

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Genial la reseña, yo la vi de nano y ya me pareció algo aburridilla (me gustó más, sin salirnos de Bakshi, "Wizards, los hechiceros de la guerra".

    Lo que me dejó impresionado fue la, ejem, contundencia del personaje femenino, y más cuando leí que la película estaba hecha a base de pintar encima de la imagen real. Estaba deseando ver alguna foto de la modelo utilizada, y ahora que gracias a internet eso es posible... pues veo que a la hora de dibujar los fotogramas se tomaron muchas, pero que muuuuchas licencias:

    http://adventuresinnerdliness.blogspot.com.es/2014/02/ngon-155-cynthia-leake.html

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    1. El lema al pasar del metraje con actores a la animación era "pon más chicha".

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  10. Genial reseña. Si al final te animas a sacar un libro por aquí tienes otro comprador, me gusta mucho cómo escribes.

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  11. Me alegra verte por aquí, tú estando medio retirado publicas con más frecuencia y calidad que otros que en principio aún siguen en activo y encima van pidiendo dinero para poder seguir.

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    1. En ritmo no creo que gane, pero en extensión me tengo que llevar la palma.

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  12. Gran articulo un besazo sin lengua ^^.

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  13. Pa ti seño brocha.

    http://orig03.deviantart.net/ed98/f/2009/300/9/4/god_panther_tygra_fire_n___ice_by_nachomolina.jpg

    http://nachomolina.deviantart.com/art/GOD-PANTHER-Tygra-Fire-n-Ice-141624640

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  14. Una película muy entretenida e hija de su época de y de sus padres Bakshi y Frazetta. Grande para mí. Si además disponéis del dvd podéis disfrutar con el mejor documental sobre la vida y obra del gran Frank Frazetta.

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    1. A ver si sale alguna edición buena en Blu-ray que no sea pirata.

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  15. Anónimo7/7/17 14:43

    Habría estado mas interesante una película con las aventuras de la Pamela Anderson cavernícola. Qué pasó con ella?

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    1. Voy a asumir que que acabó casándose con uno de los subhumanos y fueron felices y comieron perdices.

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  16. Esta película siempre lo asimilaba con la canción de Bythor y Snow dog de la badna de Rush, siempre cuando salía la brutalidad epica de Darkwolf siempre recordaba ese belleza de hard rock progresivo como su tema oficial

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  17. No lo conocía y es genial leerte así que aquí estamos

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    1. Ahora puedes ver la película y juzgarla por ti misma. O no hacerlo, claro. Yo con que te hayas pasado por aquí ya estoy contento.

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  18. He venido a parar aquí por la recomendación del último episodio de Marmalade Boy y estoy muy satisfecho con el resultado.

    ¿Títulos de crédito completos antes de empezar la película? ¿Pero qué es esto? ¿Estamos en los 80 o qué? Ah, pues sí.

    El castillo de Harold tendrá calefacción central, pero por la ilustración, muchas sillas no tiene.

    ¿Los poderes de la mente de Nekron también justifican que tenga un mono en el respaldo de su trono? ¿Realmente como detienes un glaciar? ¿Con otro glaciar más grande en sentido contrario? ¿Con un radiador gigante? Ah, con los poderes de la mente, claro, lo has dicho antes. ¿Pero como detendría un glaciar George Constanza? Quejándose al ayuntamiento seguramente. Entiendo que una casa no se puede apartar del glaciar, pero un humano con piernas sí que puede, ¿no?

    Una cosa es hielo y fuego y la otra es fuego y hielo, absolutamente nada que ver, olvida tu teoría sobre hora de aventuras.

    Lo de la paella me lo sé "un puñado" es la medida estándar del sistema internacional, totalmente precisa y exacta.

    Es un hecho que, sin lianas o toldos, las películas de acción serían mucho más cortas y con finales más tristes.

    Muy contento que uses palabras como miriópodo para evitar repetir la palabra ciempiés. ¡Lo que estoy aprendiendo hoy!

    Seamos realistas, que puede hacer una joven princesa voluptuosa contra un pulpo gigante aparte de huir? Ni que fuera Xena.

    "En es sentido, las ideas de bombero..." creo que debería ser "En esE" pero el artista eres tú, tú decides.

    Pues el hijo (Gran Otwa) no se parece mucho a la madre. ¿Donde está el padre? ¿Es otro padre ausente como el de Nekron?

    "extiende los brazos a a la altura" Muchas "a" veo yo, pero vale más que sobre que falte.

    Para ser el País de los Hielos no hay nadie que vaya abrigado. Deberían estar todos muertos de una pulmonía.

    A lo mejor Zack Snyder tomó apuntes de esta película con tanta cámara lenta.

    Es muy roja brillante esta lava, ¿no será salsa de tomate? ¿No había la posibilidad de abrir solo un poquito la compuerta de la lava y volver a cerrar?

    Como decía al principio, he disfrutado de la recapitulación, gracias.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias a ti por caer en la trampa y también por la corrección de erratas (estoy ciego a ellas hasta que pasa un tiempo prudente que no he dejado pasar), pero por favor léete las reglas sobre los comentarios, que no quiero tener que borrártelos. 😭

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    2. Ya me había leído las reglas, y estoy totalmente de acuerdo con las dos primeras, pero la tercera me parece un poco arbitraria limitar a 300 palabras cuando se habla del tema que toca. De todas maneras pensaba que no había llegado al límite, pero veo que sí. Como te caigo superbién, mi límite personal pasa a ser 400 palabras, ok?

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    3. ¿Un poco arbitraria? ¡Es totalmente arbitraria! Pero piensa en la gente con tendinitis. Hacer tanto scroll no puede ser bueno. Además, 300 palabras son un montón. He visto blogs con entradas más cortas.

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