29 de julio de 2011

Respiro veraniego


Tranquilos, malandrines, que no voy a retirarme a una cueva este verano y dejaros sin vuestra dosis semanal de artículos brocheros. Pero sí que voy a bajar el ritmo de publicación hasta septiembre. Esto se traduce en una sola entrada a la semana durante el mes de agosto.

No es me vaya por ahí de viaje y no pueda seguir escribiendo, pero necesito algún tiempo para reponer existencias. Además, mientras que muchos afortunados tenéis por delante hasta dos meses de vacaciones, yo tengo que rogar para conseguir quince días libres en agosto. ¡Y sin que nada me salve de las inoportunas llamadas y los condenados e-mails! (La puta tecnología de los cojones. Ya me gustaría ver cómo me localizaban con señales de humo...)

Por otro lado, sed sinceros, ¿cuántos de vosotros vais a visitar el blog durante estas vacaciones, cuando podéis estar bebiendo mojitos en la playa o lo que sea que hace uno en la montaña para relajarse cuando no está oliendo mierda de vaca o rozándose con ortigas? Pues eso, que vais servidos.

26 de julio de 2011

Cometieron dos errores (1968)

Cometieron dos errores es el título español de Hang 'Em High, el primer western norteamericano de Clint Eastwood tras curtirse como el Hombre Sin Nombre en la trilogía del dólar de Sergio Leone.

Los dos errores a los que hace referencia el título son, en primer lugar, que colgaron al hombre equivocado, y segundo lugar, que no terminaron el trabajo. Y ojalá fueran solo dos errores los que se cometieron al rodar esta película... Pero empecemos por el principio.

Jed Cooper (Clint Eastwood) es un vaquero licenciado en Derecho (¿?) al que una cuadrilla de vigilantes confunde con un cuatrero y asesino, a pesar de que: 1) Cooper no huye al verlos; 2) les cuenta una historia plausible; y 3) tiene un recibo por la compra de las reses. Los justicieros lo ahorcan y, creyéndole muerto, lo abandonan a los buitres. Cooper sobrevive milagrosamente y, una vez absuelto del crimen por el que casi lo matan, acepta el trabajo de comisario que le ofrece el juez Fenton (Pat Hingle) para perseguir a los nueve tipos que lo lincharon.

23 de julio de 2011

Gusiluz

Escribir un artículo sobre el Gusiluz. A eso le llamo yo paleontología popcultural. Lo entenderías mejor si vierais el estado en el que estaba mi Gusiluz el día que mis padres lo tiraron a la basura. Se han encontrado mapaches atropellados mejor conservados que aquel desgraciado peluche.

Por si algún despistado no sabe de lo que hablo, el Gusiluz es un gusano de peluche vestido con ropa de cama al que se le ilumina la cabeza cuando lo abrazas con el propósito de ayudar a los peques a conciliar el sueño. Él solito mantiene a raya a las chinches, al Coco y al Hombre del Saco. ¿Cómo logra enfrentarse un gusano a tanta monstruosidad? No se sabe. Pero afortunadamente los niños son tontos y no necesitan saberlo.

En los años ochenta, el mercado de los peluches estaba saturado de muñecos de trapo y ositos de felpa, pero, gracias a este novedoso producto, Hasbro se hizo un hueco y logró introducir con gran éxito su simpático gusano en las cunas y camas de niños de todo el mundo.

Eso último ha sonado mucho peor de lo que me esperaba.

19 de julio de 2011

Despilfarrando, que es gerundio: Llaveros, Estela Plateada, Batman, Mazinger Z y Mass Effect 2

Con esta entrada, inauguro una nueva sección en el blog dedicada a mi creciente colección de chismes que me acabarán echando de casa por falta de espacio y sobre los que no me apetece escribir un artículo más largo, o quizá sí, pero todavía no. Para abreviar, la llamaré "Disputas tusculanas". O "Comprando en la Fnac", si prometen hacerme un generoso descuento en mi próxima visita. Supongo que lo del título lo decidiré justa antes de pulsar el botón "Publicar". No es lo más importante.

¿Y qué podéis esperar de entradas como esta? Principalmente dos cosas: comentarios de un servidor más breves de lo acostumbrado y las peores fotografías que se han publicado jamás en Internet. Es lo que tiene ser autodidacta.

La frecuencia de publicación dependerá de que haga o no compras más o menos interesantes, y de lo bien o mal que respondáis a esta chorrada. En otras palabras: según me venga en gana.

16 de julio de 2011

Hector: Badge of Carnage

Aventura gráfica de apuntar y clicar. Gran sentido del humor. Políticamente incorrecta. Dos pegas: su abuso de la jerga británica dificulta su comprensión y es muy corto. Cortísimo de hecho. Siete euros por unas dos o tres horas de juego es algo que echará atrás a más de uno, y con razón. Ahí tenéis mi opinión. Casi cabe en un tweet.

Desarrollado por la compañía irlandesa Straandlooper Animation y distribuido por Telltale Games, Hector: Badge of Carnage nos pone en la piel de Hector, un inspector de policía de la ciudad inglesa de Clappers Wreake que bien podría ser pariente foráneo de nuestro José Luis Torrente. Alcohólico, violento, corrupto, promiscuo, vulgar... Despertarse una mañana sin una gachí gorda a su lado es un avance para él.

12 de julio de 2011

Chincheando de MB

Antes de empezar a desbarrar sobre esta tontería de juego que imagino que todo el mundo conoce y del que se ya habrán escrito veinte mil artículos en Internet, tengo una pregunta que haceros: ¿De verdad se llamaba Chincheando en España? ¿Seguro que no tenía otro nombre? No se me ocurren otros, pero Chincheando me parece un poco soso y no me suena de nada.

En cambio, recuerdo perfectamente haberlo jugado varias veces en casa de un amigo y a su madre entrando en la habitación para preguntarnos educadamente si, por favor, podíamos hacer un poco menos de ruido porque molestábamos a los vecinos, aunque sospecho que lo que realmente quería decir era "¡Parad de una puta vez! ¡Me estáis volviendo loca!".

MB: causa de disputa en innumerables hogares desde 1860.

9 de julio de 2011

Herman Düne: Strange Moosic

Pues nada, que paseándome por la sección de discos de la Fnac, me hizo gracia el mini-Chewbacca de la carátula de este Strange Moosic de Herman Düne y, ni corto ni perezoso, me compré la edición limitada exclusiva, que viene acompañada de un libro que acabaré utilizando como mantel y posavasos.

Vamos, que si hoy día ya es extraño que alguien se compre música en formato analógico en lugar de bajársela gratis de Internet, ni os cuento lo extravagante que es comprársela en su edición chachiguay basándose únicamente en la carátula del álbum y sin haber oído hablar jamás del grupo en cuestión. Lo cierto es que no hacía semejante tontería desde que elegía videojuegos para la NES.

Por suerte, el disco ha resultado ser algo más que pasable. No es la clase de música que suelo escuchar (el redoble de los tambores, el repicar de los cascos de los caballos y los gritos desconsolados de las viudas), pero me gusta. Tiene ese sabor clásico del country folk de la América sureña. Solo que el grupo es francés, el vocalista/guitarrista nació en Israel y tanto éste como el batería dicen que lo que a ellos les gusta es el rock and roll. Ahora estoy confundido.

Putos hippies.

5 de julio de 2011

Transformers: El lado oscuro de la Luna (2011)

A ver, ¿por dónde empiezo? ¿Suelto a lo bestia lo condenadamente mala que es Transformers 3 o cuento una anécdota que tiene poco o nada que ver con la película? Creo que como lo primero acabo de hacerlo sin querer, seguiré con la anécdota.

En la sala de cine, y ya desde los tráileres, tuve la suerte de sentarme al lado de un chaval que comentaba todas las escenas que le llamaban mínimamente la atención, igual que haría cualquiera de vosotros en el salón de su casa si estuviera con sus amigos. Sólo que este chaval había venido solo y no estaba en su casa. ¡Hablaba con la puñetera pantalla! En cierto modo, me recordaba a mi abuela, que se quedó afónica viendo Air Force One de tanto advertir a Harrison Ford que tuviera cuidado con los terroristas. Pero creo que entre una mujer que creció sin televisor y un crío imberbe hay más de una diferencia.

La lección cívica de hoy, por tanto, es que cuando vayáis al cine tengáis la puta boca cerrada o habléis bajito con el compañero de al lado, porque hasta la paciencia de un fan del Duke Nukem Forever tiene un límite. Yastabienombre.

A pesar de todo, el comentarista espontáneo fue lo mejor de la sesión. Tened mucho miedo.

2 de julio de 2011

Xena vs. El Ejército de las Tinieblas

Después de Batman / Aliens y Star TreX, vuelvo a la carga con un crossover solo un poco mejor que los dos anteriores e igualmente disparatado. Hoy nuestra batidora bloguera será el recipiente para Xena: La Princesa Guerrera, la popular serie televisiva de los noventa, y El Ejército de las Tinieblas, la tercera parte de la trilogía cinematográfica de culto iniciada con Posesión Infernal.

Al menos esta vez nuestros títulos tienen un par de puntos en común: el productor de Xena era el director de la trilogía de Posesión Infernal, Sam Raimi, y además Bruce Campbell actuó en ambas producciones, en la primera como secundario esporádico, y en la segunda como protagonista. Por lo demás, es como juntar a Batman con Jerry Lewis, o al Castigador con Eminem. Obviamente estos crossovers también existen, porque el mundo es un lugar raro y maravilloso.

Y ahora, veamos cómo se las ingenió nuestro intrépido guionista John Layman para unir las cronológicamente desatinadas aventuras de Xena con el terror de serie B salpicado de comedia de El Ejército de las Tinieblas.