No os lo vais a creer, pero Sailor Moon tiene episodios de relleno.
"¡No puede ser! ¿La adaptación de un manga tiene episodios de relleno? ¡Eso es imposible! ¡Ridículo! ¡Absurdo!", exclamará, sorprendido, nadie en absoluto.
Pero no penséis que cuando escribo este tipo de entradas a mí me preocupa que un episodio sea o no de relleno. Es más, me importa un bledo. Lo único que me preocupa, por mi propia salud mental, es lo disfrutable o vituperable que sea el episodio, y si da más o menos juego. Sin embargo, no mucho después de recapitular el primer episodio de Sailor Moon, me di cuenta de que, a diferencia de lo que ocurre en el manga, que va a toda pastilla, en el anime la siguiente guerrero del escuadrón de marineritas no sale hasta el episodio 8. Esto significa que, si solo recapitulase un episodio por año, llegaríamos a ese momento en 2030. Y la quinta chica guerrero no se incorpora a la serie hasta el episodio 33. Eso nos situaría en... Veamos... Sumo ocho, me llevo tres... ¡En el año 2055!
Soy una persona paciente, pero incluso a mí me parece excesivo. De hecho, veo bastante probable que nos extingamos antes como especie. Y, después de todo, la gracia de la serie es ver a un escuadrón de superchicas en minifalda trabajando en equipo para derrotar a los malvados, no a una pringada en minifalda trabajando en solitario.
Además, ni siquiera soy una persona paciente. Os he mentido.
En consecuencia, y por abreviar, solo recapitularé a conciencia y con todo lujo de detalles los episodios que sean adaptaciones más o menos libres del manga de Naoko Takeuchi. El resto los iré resumiendo de forma más concisa en entradas como esta. Os advierto que la concisión no es mi fuerte, así que esta decisión juega en mi contra.
Hecha esta introducción, y por si nunca habéis visto Sailor Moon y sois demasiado vagos para leeros la recapitulación que hice del primer episodio, no pasa nada, porque la protagonista nos pone en situación al comienzo de cada capítulo: "Me llamo Bunny Tsukino, tengo catorce años, y estoy en segundo de secundaria. Mi signo es cáncer, y mi tipo de sangre es cero positivo. Tengo la cabeza de chorlito y lloro con mucha facilidad. Un día, un extraño gato llamado Luna vino, me convirtió en guerrero, y dijo que tenía que luchar contra los villanos. Supongo que podré arreglármelas".
Qué duda cabe de que nos acercamos al fin de los tiempos.