La mayoría de novelas de
Star Wars son malillas. Esto era así cuando el antiguo universo expandido (ahora
Star Wars Legends) era canon, es así con la nueva hornada de novelas publicadas bajo el sello Disney, y será así cuando Google adquiera la franquicia en el siglo XXIII. Y cuando digo que son malillas es porque hoy me siento dulce por dentro y suave por fuera, como un ewok relleno de chocolate con leche. En cambio, si tuviera un mal día, ni me molestaría en calificarlas y directamente les pegaría un tiro. Con el láser de la
Estrella de la Muerte.
Lo cierto es que muy pocas de estas novelas aspiran a algo más que hacer pasar un rato ameno al lector y permitir al escritor comprarse su marca de tabaco favorita en lugar de esa barata que provoca cáncer solo con mirar el paquete, y ni siquiera todas son capaces de cumplir ese objetivo; pero las hay que son entretenidas, incluso muy entretenidas, y
Los Lores Sith (
Lords of the Sith en el original) es una de ellas. ¡Y mirad qué portada!
En la nueva cronología canónica de la saga, la novela se sitúa entre la película
La venganza de los Sith, de la que suele decirse que no podía ser peor que las dos anteriores, y la serie
Rebels, que dejé a medias en la primera temporada porque me aburría y que retomé cuando me enteré de que en la segunda temporada aparecía Ahsoka Tano, porque aunque siempre tengo que consultar dónde va la "h" de su nombre, soy muy fan de Ahsoka. Y eso que tuvo una presentación patética en la película
The Clone Wars.