30 de abril de 2011

'Mortal Kombat', la película (1995)

No sé qué opinaréis vosotros sobre el nuevo Mortal Kombat para Xbox 360 y PlayStation 3; pero lo que es yo, me da la impresión de que puede volverse monótono en un pispás. ¿Cuántas veces puede ser divertido ver cómo Sub-Zero le congela y revienta el hígado a Scorpion para después fracturarle el cráneo de un cabezazo? ¿Dos? ¿Tres? Hablo en cientos, por supuesto.

Lo importante es que su lanzamiento hace que este sea un momento inmejorable para recapitular la primera película basada en esta serie de videojuegos, cuya primera entrega comenté en ion litio hace casi un año. Menudas tonterías decía entonces, ¿verdad?

Paul W.S. Anderson, más conocido como el tipo con suerte que se tira a Milla Jovovich (no confundir con el otro Paul Anderson, el que me cae bien), dirigió Mortal Kombat con bastante acierto y fidelidad al videojuego, del que tomó más elementos de lo que suele ser habitual en este tipo de adaptaciones. No olvidemos que Super Mario Bros. se había estrenado apenas dos años antes y, como sabéis, cualquier parecido entre esta cinta y el juego que catapultó a la fama al fontanero bigotudo es pura coincidencia.

Por lo tanto, aunque Mortal Kombat no es un clásico del cine de acción y ciertamente prescindió de las sangrías propias del arcade de Midway, sí que es una película entretenida, involuntariamente graciosa a veces, y con una gran ambientación. Habrá quien la califique de horrible engendro pseudo-cinematográfico, pero no seré yo.

27 de abril de 2011

El nuevo disco de The Baseballs: Strings 'n' Stripes

Para mí, hablar de música es como levantarse de la cama en domingo: un reto cuya superación posiblemente no merece la pena. Podría comentar las letras del vinilo Espinete y sus amigos y todos nos reiríamos un rato (le gusta el mogollón, ¡drojas! ¡JAJAAJAJAAJ!), pero mi padre tiró el disco hace tiempo y a mí me da pereza buscarlo por ahí. Y lo peor es que cualquier cosa que no sea de por sí absurda o extravagante me supone un quebradero de cabeza. Por esa razón, creé la categoría de música en el blog: para obligarme a escribir sobre ella.

¿O era porque soy idiota? Sinceramente no me acuerdo.

Hay personas que piensan que saben hablar de música y, sin embargo, sus aportaciones a cualquier conversación acerca de la materia se reducirán a "Es un disco magnífico", "Qué temazos" o "Está a la altura de [Elemento de comparación que puede o no venir a cuento]".

Cuando tienes un blog, sucede algo parecido; pero además cometes faltas de ortografía y añades vídeos de YouTube. Yo estoy dentro de este grupo tan lamentable, así que una reseña breve es todo lo que se puede permitir mi cerebro.

¿Y qué toca hoy? El nuevo LP de The Baseballs, un terceto berlinés que hace versiones rockabilly de canciones de actualidad. Pero esto ya lo sabíais, ¿verdad?

23 de abril de 2011

If Chins Could Kill: La biografía de Bruce Campbell

Aunque antes era más de leer novelas, últimamente me ha dado por comprar libros sobre cine y, en particular, biografías: Clint Eastwood, Errol Flynn, John Wayne... Por eso, me toca las narices que solo las biografías de los actores más famosos se publiquen en España, mientras que libros como Behind The Bell se quedan al otro lado del charco.

Soy perro viejo, y cuando quiero comprarme un libro, voy a la librería, busco un tomo que esté poco manoseado, me leo la contraportada, lo hojeo rápidamente para comprobar que no tenga páginas arrugadas o mocos pegados, y luego me lo llevo a casa. A veces, incluso pago.

Por lo tanto, tener que comprarme la autobiografía de Bruce Campbell en Amazon rompió todos mis esquemas. Pero no puedo quejarme. Llegó en buen estado y no tuve problemas con el pago.

El libro, por supuesto, está en inglés, porque si bien If Chins Could Kill: Confessions of a B Movie Actor estuvo entre los más vendidos del New York Times, ninguna editorial española daría un duro por distribuirlo en nuestro idioma. Tampoco me extraña. La mayoría de nosotros esperaría a descargárselo gratis de Internet.

20 de abril de 2011

Juego de Tronos: Se acerca el invierno

Punto 1: Aún no me he leído ninguno de los libros de la saga de Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin.

Punto 2: Pienso hacerlo un día de estos.

Punto 4: No me puedo creer que un libro de tapa rústica cueste casi 30 euros. ¡30 euros!

Punto 5: ¿Alguien sabe dónde se ha metido el punto 3?

Oh, está ahí debajo.

Punto 3: M-me he perdido...

Tranquilo, ya estoy contigo. Te llevaré con tu mamá.

Disculpad que se me vaya la pinza. Es que llevo varios días durmiendo fatal por culpa de una pesadilla recurrente sobre unos marcianos que me abducen para venderme cubos de Rubik con todos los cuadrados del mismo color. Luego me invitan a esquiar y aquel monstruo de Los aurones que vivía en una ciénaga se me zampa de un bocado. Tengo que dejar de aprovechar las ofertas de Telepizza para cenar.

Juego de Tronos. A estas alturas, supongo que al menos los que leáis la prensa digital sabréis que el primer episodio de la nueva serie de HBO se emitió el pasado 17 de abril en los Estados Unidos, prácticamente al comienzo de la primavera, lo cual, si lo pensáis bien, es paradójico, y si lo pensáis un poco mejor, una tontería. Justo como lo que acabo de escribir.

Yo me enteré de que la serie se había estrenado visitando el blog Mi universo es azul, y debo confesar que a la vista de que la serie no se emitiría en España hasta mayo, pequé de impaciente y recurrí a métodos reprensibles para ver el primer episodio. Sí, efectivamente, retrocedí en el tiempo hasta el 16 de abril y tomé el primer vuelo a los Estados Unidos para alojarme en un hotel con televisor, violando así el artículo 7 del Código Gale-Zemeckis.

La Policía de Punxsutawney puede caer sobre mí en cualquier momento.

17 de abril de 2011

Marmalade Boy: Quiero enamorarme. Es guapo, pero no lo soporto


¿Habéis oído ese "clonc"? He sido yo tocando fondo. Pero tenía que llegar ahí abajo. Era un reto personal. Ahora resurgiré cual ave fénix de mis cenizas y podré tragarme cualquier cosa que pasen por televisión.

En cuanto a vosotros, no sé si el título de hoy os sonará de algo o solo habéis empezado a leer porque os ha podido la curiosidad, en cuyo caso quizá os interese saber que La familia crece (Marmalade Boy en el japonés original) es un manga shojo, o, lo que es lo mismo, un cómic concebido para niñas pubescentes.

Como ocurre con todos los mangas de éxito, la serie se adaptó a la televisión, y en España, La 2 la emitió a finales de los noventa.

¿Y qué hago yo hablando de esto? Muy sencillo. Perdí una apuesta en Twitter.

Con todos vosotros, el primer episodio de La familia creceQuiero enamorarme. Es guapo, pero no lo soporto.

Ay...

13 de abril de 2011

La prueba del tiempo: mis juegos de NES


El otro día estaba paseando tranquilamente por la calle, pensando en cómo revolucionar la industria de los castillos hinchables, cuando la siguiente frase llegó a mis oídos:

Los videojuegos de antes eran mucho mejores que los de ahora.

Yo soy goma, tú eres cola. Vale, seguro que el Pac-Man de toda la vida le da mil vueltas al Hannah Montana de Nintendo DS, aunque solo sea porque el primero no provoca hipoxia cerebral; pero, por favor, que nadie me diga que el Street Fighter II es superior al Street Fighter IV sin haber jugado a ambos juegos en fechas recientes, porque la nostalgia confunde los recuerdos.

El caso es que a raíz de aquello me pregunté: ¿Qué tal habrán aguantado mis viejos cartuchos de NES el paso de los años?, ¿seguirán siendo igual de divertidos o serán prácticamente injugables? ¿Existe la palabra injugables? El diccionario de la RAE dice que no.

Con estas dudas rondándome la cabeza, me dije que podía comprobar todo eso por mí mismo y, además, escribir un artículo sobre el tema. He aquí el resultado.

10 de abril de 2011

Batgirl: El episodio piloto que jamás vio la luz

Finales de 1967. La segunda temporada de la teleserie Batman está terminando y los índices de audiencia son cada vez más bajos. Según parece, los niños adoran a sus héroes, pero los adultos comienzan a cansarse de esta sátira psicodélica sacada de las páginas de un cómic. Así pues, el estudio se enfrenta a una terrible disyuntiva: o bien encuentran ideas frescas para la tercera temporada, o bien la cadena cancelará la serie.

¿La solución? ¡BATGIRL!

Con ella, el estudio pretendía atraer a las televidentes más jóvenes y, de paso, recuperar al público masculino. Al menos en lo que se refiere al segundo grupo, era difícil equivocarse con la curvilínea y sensual Yvonne Craig.

Tras el salto, comentamos el piloto de siete minutos y medio en el que debutó la Chica Murciélago y que convenció a la ABC para aprobar la tercera temporada de Batman. El vídeo jamás se emitió, porque era para promoción interna; pero, gracias a la magia de Internet, nosotros podemos verlo hoy, cuarenta y cuatro años después.

6 de abril de 2011

Tiny Barbarian: Conan el Bárbaro Diminuto


Desde que escribí mi artículo sobre Conan el Bárbaro en ion litio, ha llovido mucho; pero mi devoción por el personaje creado por el escritor Robert E. Howard, al igual que mi afición por las pizzas del Dr. Oetker, solo ha crecido desde entonces. Creo que, en el fondo, todos queremos ser como Conan, un tiarrón que siempre anda metido entre las sábanas de las gachíes más espectaculares y que puede soltarle un puñetazo a un camello sin que PETA se atreva a chistarle.

Por eso, me fastidia que haya tan pocos videojuegos de Conan y que los pocos que hay se merezcan un simple "Bueh... no está mal" o sean directamente calamitosos. En serio, probad el Conan: The Mysteries of Time de NES y luego me contáis lo bien que os lo habéis pasado.

Por suerte, he encontrado un videojuego de Conan que se adapta perfectamente a lo que buscaba: es corto, sencillo y divertido, y, lo que es casi tan importante, no cuesta ni un solo céntimo. Se llama Tiny Barbarian y, como podéis apreciar en la imagen de arriba, luce un estilo retrospritero estupendo.

3 de abril de 2011

NumeRobots

"¡De número a robot, de robot a número!", así decía el eslogan de este juguete español, digno del departamento de márketing menos original de la historia.

Fabricados por la empresa vitoriana Inovac-Rima, los NumeRobots eran los primos lejanos de los Transformers, o, dicho de otra forma, una versión pobretona y cutre del producto estrella de Hasbro. Pero que fueran cutres no era un problema para nosotros cuando eramos pequeños. Cualquier crío puede entretenerse durante semanas hasta con el juguete más tonto de un Happy Meal. Lo malo es que los NumeRobots eran educativos. Y no hay una sola palabra en todo el diccionario que me disguste más que esa. Salvo incontinencia urinaria. Y eso son dos palabras.