"¿SOPA DE QUÉ?", se preguntará el lector inconformista, decepcionado al encontrarse con semejante título después de esperar tres semanas a que me dé por publicar una entrada nueva. "No fastidies que esta es
otra de esas reseñas de una novela de un autor novel que
jamás voy a leer". ¿Sabes qué?, vete al cuerno, lector inconformista.
Si lleváis algún tiempo metidos en el mundo de los blogs y de los podcasts en español, aunque solo sea como lectores u oyentes, es probable que tengáis la intensa vida social de un asceta persa y también que conozcáis al autor de
Sopa de elegidos, aunque seguramente no será por su verdadero nombre, sino por el pseudónimo de
Wally Week; antiguo colaborador de
Viruete.com, redactor del difunto blog
Pyajamarama!, guionista de la serie
Qué vida más triste, y locutor de
Vuelo 180. Con semejante currículo, ¿cómo perderse su primera novela? Básicamente no leyéndola, pero era una pregunta retórica.
De hecho, admito que para mí esta ha sido la novela más esperada del año, no solo porque su autor me parezca la monda y haga referencias a dos de mis aficiones favoritas en casi todos los programas en los que participa (las aventuras gráficas de LucasArts y los Masters del Universo) , sino porque no estaba esperando ninguna otra. ¿
Vientos de invierno decís? Tal vez en 2018...
En cualquier caso, y como viene siendo habitual cuando me da por apoyar a autores cuyo reconocido prestigio está por llegar, me comprometí conmigo mismo a escribir una reseña tan pronto como terminase de leer la novela del señor Week, así que pese a que ya no le dedico al blog ni una quinta parte del tiempo que le dedicaba antes, aquí estoy. Además, y por encima de todo, no soporto buscar "reseña novela sopa de elegidos" en Google y que el primer resultado me lleve a una reseña sobre
Sopa de miso, de Ryu Murakami. El único Ryu que merece mi respeto lleva un
dogi andrajoso y se lía a golpes con coches y barriles en las fases de bonus.