Olvidad lo último que he dicho.
Como RoboCop es un icono de la cultura popular, en cuanto se anunció el remake del clásico de 1987, muchos fans de la película original se rasgaron las vestiduras, temiéndose una violación de su memoria cinéfila antes siquiera de que saliera a la luz el primer póster promocional, que por cierto era horrible. Aunque no soy partidario de formarse una opinión sin conocer algo a fondo, he de romper una lanza a favor de estos enajenados, porque a la vista de los pocos remakes que merecen la pena, las estadísticas jugaban en contra de la película. Supongo que esas personas serán, por tanto, las primeras sorprendidas de que la nueva película de RoboCop no sea un truño.
En efecto, la película dirigida por el brasileño José Padilha, llamémosla RoboCop 2014 porque es el espantoso título que aparece en pantalla, es, para sorpresa de propios y extraños, una buena película de acción y ciencia ficción. No tanto como para tirar cohetes, pero sí lo suficiente como para que los fanpesaos no den mucho el coñazo, aunque las comparaciones con el clásico de 1987 sean inevitables.