1 de abril de 2024

La trilogía de Han Solo, de Ann C. Crispin

Nunca he dejado de leer novelas de la Guerra de las Galaxias. Aunque aquellos veranos de adolescencia desaprovechada en los que leía un título de la saga tras otro quedan ya muy lejos, no recuerdo ninguna etapa de mi vida en la que me haya olvidado totalmente de esa pata de la franquicia. Incluso en los periodos en los que he preferido invertir mi tiempo en otras aficiones, he picoteado aquí y allá según me apetecía, con moderación, pero de manera más o menos constante. Es más, a diferencia de muchos fans ya mayorcitos que incluso hoy siguen protestando por el rumbo que tomó la saga después de que Disney fagocitase Lucasfilm, yo seguí fiel a esas lecturas. Ni siquiera me importó que el Universo Expandido se rebautizara como "Leyendas" y dejase de considerarse canon. Mis hobbies no necesitan el sello del conglomerado multinacional más grande del mundo, gracias.

Y así fueron más o menos las cosas hasta que leí la primera novela de la Alta República: Luz de los Jedi, publicada en 2021 y que, más que una novela, es una herramienta de mercadotecnia milimétricamente estudiada y diseñada para abrir las puertas a una miríada de productos de la franquicia. Puede que se hayan contado buenas historias después de esa novela, pero, si en algún momento he sentido la convicción de que había llegado el momento de bajarme del carro, fue ese. Desde entonces, ya no me he leído ninguna novela nueva.

Eso no quita para que siga gustándome la Guerra de las Galaxias. Y como en el fondo soy un nostálgico, el año pasado decidí que había llegado la hora de releerme algunas novelas del antiguo Universo Expandido. Podría hacer cosas peores con mi tiempo libre, pero no se me ocurren muchas, y la primera de la lista es escribir sobre esas novelas en mi blog después de leérmelas. Por lo tanto, imaginaos lo arrepentido que estoy en este momento.

La hoja de ruta que tracé empieza por la trilogía de Han Solo, de Ann C. Crispin, y termina con Crisol, de Troy Denning. Y por si os lo estáis preguntando, no, ni siquiera se me pasó por la cabeza releer las novelas de la época de las precuelas. Dejadme ser viejo y rancio para las cosas que no importan.

Aquella decisión, como muchas otras decisiones en mi vida, fue acompañada de otra peor: hacer una encuesta para determinar si ceñirme a escribir reseñas como hice con la Dragonlance el año pasado o, además, resumir cada novela. Al parecer, sentís el mismo desprecio por mi tiempo de ocio y mi salud mental que yo mismo, porque elegisteis la segunda opción.

Esto nos lleva a la entrada de hoy, en la que repasaré las novelas que componen la trilogía de Han Solo y examinaré sus virtudes y defectos, al mismo tiempo que me replanteo todas las malas decisiones que me han conducido a este momento.

Para los que no estéis por la labor de que os destripe estas novelas y prefiráis acudir vírgenes a la cita, solo diré que la trilogía de Han Solo está entre lo mejorcito que uno se puede encontrar en la parcela literaria de la franquicia. Sobre eso, a diferencia de todo lo que vino después de El Imperio contraataca, hay unanimidad.

11 de marzo de 2024

'Masters of the Universe: Super Adventure', la aventura conversacional

Voy a empezar este artículo con una pregunta imposible de contestar: ¿Es Masters of the Universe: Super Adventure el peor videojuego de los Masters del Universo que existe?

Y por supuesto la respuesta es… que no puedo asegurarlo. Os esperabais algo más tajante, ¿verdad? Bien, pues yo me esperaba un videojuego decente, así que ya somos al menos dos los que estamos decepcionados.

Aunque mi umbral de dolor es alto, no lo es tanto como para jugar a todos los videojuegos de los Masters del Universo que han salido desde el nacimiento de la franquicia. Y no es que sean muchos. Es que la competencia es durísima. The Power of He-Man (1983) y The Arcade Game (1987) son aberraciones de la era de los 8 bits que deberían quedar relegadas al olvido; los gráficos de Power of Grayskull (2002) y Defender of Grayskull (2005) me producen urticaria en los nervios ópticos; y Tappers of Grayskull (2016) le hizo un parco favor a mi tendinitis crónica.

Podría citar algunos ejemplos más, porque el máximo galardón al que aspiran los videojuegos de los Masters del Universo es la mediocridad; pero no creo que esté preparado para desbloquear tantos traumas de golpe.

La clave aquí es que todos ellos, por reguleros o malos que sean, comparten un acierto clave: son juegos de acción.

Todos... menos uno.

14 de febrero de 2024

Marmalade Boy: Capacidad para amar. Tú no le convienes a Yuu

¿Qué probabilidades diríais que hay de que viva más de cien años? Lo digo porque, en este preciso momento, a 14 de febrero de 2024, necesitaría vivir sesenta y dos años más para terminar de recapitular Marmalade Boy. Y eso suponiendo que no se me pudra antes el cerebro, lo cual es inevitable si sigo viendo esta serie. ¿Debería hacer como el difunto Robert Jordan con La rueda del tiempo y empezar a buscar a alguien que continúe mi labor? No sé si odio tanto a nadie como para hacerle eso, la verdad.

Sea como fuere, seguidme en redes sociales y manteneos atentos para obtener respuestas a estos interrogantes. Las tendréis antes del día de San Valentín del año 2086.

Hoy nos toca repasar el decimocuarto episodio de la serie, titulado Capacidad para amar. Tú no le convienes a Yuu. Lo poco que recuerdo claramente del episodio anterior es que Ginta confesó a Miki que su noviazgo con Arimi era un embuste para provocarle celos. También recuerdo que, después de verlo, tuve que bajar a comprar paracetamol y que luego lloré desconsoladamente en la ducha. Pero eso no es relevante, sino rutinario. Hace mucho tiempo que acepté el riesgo que esta serie (o sucesión de imágenes sacadas del catálogo de mis peores pesadillas) conlleva para mi salud mental. En cierta manera, podría decirse que soy un héroe.

No, héroe no. La palabra que buscaba era mentecato. Eso es, mentecato. También me valen cretino, necio, zote, lerdo... Pero será mejor que no malgaste mi repertorio de insultos antes de recapitular, que seguro que al final me faltan.

6 de febrero de 2024

'Conan: The Shadow of Vengeance', de Scott Oden (2023)

El cuarto relato de Conan de Leyendas Heroicas (The Heroic Legends) es el segundo de esta serie que no es una novedad. El anterior fue Black Starlight, de John C. Hocking. En el mundo editorial, reciclar es esencial por muchas razones, entre otras ahorrar todo el dinero posible. Y si algo demuestran las portadas repetidas, es que Titan Books no ha venido aquí a derrochar.

The Shadow of Vengeance se publicó por primera vez en los cómics de La espada salvaje de Conan en 2019 (al menos en la edición estadounidense; no tengo ni idea de si la grapa española los incluyó o no, porque yo coleccioné la original y, como de costumbre, mi labor de documentación en estas reseñas se reduce al mínimo). Aquella serie de tebeos tuvo solo doce números, muy alejados de los 235 que alcanzó la colección homónima de 1974; pero bastaron para publicar los doce capítulos que conforman este relato.

30 de enero de 2024

'Conan: The Child', de Brian D. Anderson (2023)

Que no os confunda la portada, aunque ya la hayáis visto dos veces en este mismo blog con el fondo de otro color. The Child es el tercer relato de Conan publicado por Titan Books dentro de la serie Leyendas Heroicas (The Heroic Legends), que empezó a publicarse en septiembre del año pasado y que, presumiblemente, continuará publicándose a lo largo de este año. Escribí sobre los dos relatos anteriores de la colección aquí y acá.

El autor de esta nueva entrega, Brian D. Anderson, cuyo nombre que me cuesta no confundir con el de Brandon Sanderson, sobre todo desde que me enteré de que la "D." responde a "Don". Anderson es un melenudo de barba poblada que pasaría desapercibido entre los protagonistas de Hijos de la anarquía y que, a pesar de sus sueños de convertirse en estrella del rocanrol, acabó escribiendo novelas y relatos de fantasía para ganarse el pan. Entre sus obras más populares está la trilogía de The Sorcerer's Song, que no he leído, pero aparece destacada en Amazon y tiene buenas valoraciones. Espero que no pensaseis que mi labor de documentación llegaría más lejos para reseñar un relato corto que a la mayoría de vosotros os trae sin cuidado. Admitidlo, no pasa nada.

16 de enero de 2024

'Conan: Black Starlight', de John C. Hocking (2023)

No me gusta comparar una obra con otra si es para tratar a la más floja como un felpudo, pero, después de lo que escribí sobre el primer volumen de la serie The Heroic Legends (Lord of the Mount, de Stephen Graham Jones), no me queda más remedio que hacerlo de alguna manera, porque me temía que las siguientes entregas de la colección fueran otra castaña pilonga y, sin embargo, el salto cualitativo es tan grande como la montaña desde la que Crom nos observa a todos con indiferencia. ¿Es Crom Papá Noel? Podría ser.

Originalmente, Black Starlight, el segundo volumen de esta colección, se publicó por entregas en las doce primeras grapas del cómic Conan el bárbaro, de Jason Aaron y Mahmud Asrar, editado por Marvel entre 2019 y 2020. Titan Books la ha reeditado ahora en formato electrónico y repitiendo la portada del volumen anterior, pero ahora con fondo azul. De hecho, la ilustración de la portada, de E. M. Gist, viene del número 13 de esa colección de cómics. A diferencia del dueño de Parque Jurásico, Titan Books ha reparado en gastos. Pero no vamos a juzgar un libro por su portada, ¿verdad?

John C. Hocking, el autor, también ha escrito otras dos novelas protagonizadas por el cimmerio: Conan and the Emerald Lotus, que es el mejor pastiche del personaje que he leído junto a Conan the Rogue, y Conan and the Living Plague, que lleva desde 2019 en barbecho, pero que presumiblemente se publicará dentro del tomo Conan in the City of the Dead a mediados de este año.

9 de enero de 2024

7 villanos olvidados de los cómics de Masters del Universo

Cuarenta años de historia de los Masters del Universo son una pechada de años, más que suficientes para crear un sinfín de personajes. Tantos como para llenar enciclopedias con ellos. Lo sé porque tengo una. De todos estos personajes, probablemente todos estemos de acuerdo en que los más reconocibles son aquellos que formaron parte de la primera línea de juguetes de Mattel, ya nacieran directamente como muñecos o se incorporasen más tarde a la línea tras su aparición en la serie de dibujos animados de Filmation. Desde aquellos primeros y toscos moldes que Mattel fabricó para promocionar su producto entre las jugueterías, esos personajes han sido objeto de incontables reinvenciones y versiones, y, a día de hoy, incluso muñecos de distribución limitada y desconocidos en su época, como es el caso de los gigantes Tytus y Megator, han alcanzado cierta fama dentro del folclore de los Masters del Universo.

Por otro lado, también hay personajes menos conocidos, pero que, de un modo u otro, han encontrado la forma de resistir al paso del tiempo y reencontrarse con los aficionados. Me refiero, por ejemplo, a aquellos personajes secundarios de las series de animación que, años más tarde, reaparecieron en forma de figura de acción (como Evil Seed o Carnivus), o a personajes que, por azares del destino, pasaron de ser el antagonista de un audiocuento alemán que conocían cuatro gatos a uno de los villanos más notorios de la franquicia (Anti He-Man, te elijo a ti).

Pues bien, por debajo de todos esos personajes, con un nivel de reconocimiento tan escaso que incluso a los fans de toda la vida podrían desconocer quiénes son, están los siete fulanos de los que hablaré hoy. Siete villanos que se crearon en los cómics de los Masters del Universo y que, a pesar de tener un papel relevante en sus propias historietas, no han vuelto a aparecer en ningún producto oficial de Mattel, ni en forma de muñeco, ni en series de animación ni en ninguna otra parte. Y por eso precisamente quiero recordarlos.

4 de enero de 2024

'Conan: Lord of the Mount', de Stephen Graham Jones (2023)

A mediados de 2021, Titan Books, que, si lo decís muy rápido, suena como Titanlux, anunció su colaboración con Conan Properties International para publicar una nueva serie de obras basadas en los personajes de Robert E. Howard, incluidos Kull, Solomon Kane, Agnes la Negra y, cómo no, la estrella de la ficción howardiana: Conan el bárbaro.

Dos años y pico más tarde, en septiembre de 2023, la editorial británica, en colaboración con Heroic Signatures, inició la publicación, en formato digital y con periodicidad mensual, de relatos cortos protagonizados por dichos personajes bajo el sello "Leyendas Heroicas" (The Heroic Legends). El primero de esos relatos es Conan: El señor de la montaña (en el inglés original, Conan: Lord of the Mount), de Stephen Graham Jones.

Según afirma la propia editorial, esta colección pretende capturar la "energía electrizante" de las historias cortas de Robert E. Howard. Sin embargo, si este relato fuera representativo de lo que puede ofrecer la colección, me temo que esta apenas captaría los rasgos más superficiales de los relatos que escribió Howard. Por suerte, no es así, ya que hay más energía electrizante en un calcetín recién salido de la secadora que en este relato.