Lo cierto es que los RPG son un rollo. Siempre ofrecen más de lo mismo y abusan de los clichés hasta la náusea. Ni siquiera hace falta ser bueno jugando para pasárselos, solo tener paciencia. Y os lo digo a pesar de que era uno de mis géneros favoritos. Sencillamente es que cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de que perdí una barbaridad de horas aburriéndome como una ostra. Cuando has encontrado a toda la familia de Mukumuku en el Suikoden II, sabes que has desperdiciado buena parte de tu vida.
En resumen, este artículo es mi sentido homenaje a los peores momentos de Final Fantasy y al tedio.