21 de mayo de 2011

Vampiros mutantes (2005)

Si me seguíais en ion litio, recordaréis mi recapitulación de Tarántula. Y si no, pasad de ella, porque hoy hablaré de otra de esas películas en las que el hombre se enfrenta a la naturaleza, y en esta ocasión sustituiremos a los arácnidos por murciélagos vampiros mutantes. Sí, lo sé, tiene esa sonoridad característica del cine de serie B. Apenas puedo disimular la emoción.

Y si para combatir a una turba de arañas asesinas era necesaria la intervención del capitán del Enterprise, los vampiros mutantes no podían ser menos. Por eso, la protagonista de esta cinta es la actriz neozelandesa Lucy Lawless, más conocida por su papel televisivo de Xena, la Princesa Guerrera. Sí, habéis leído bien. ¡Xena contra vampiros mutantes! ¿Cómo perdérselo?

La película comienza con un enfoque sutil, con la cámara colgada boca abajo para mostrar la verja y el letrero del cementerio de Mercier Town. Muy agudo, sí, aunque, ¿quién sabe?, con un título tan críptico, quizá estemos viendo un filme sobre abejas asesinas o cocodrilos gigantes. Colgados boca abajo.

Pasamos al interior de una capilla abandonada con el techo abarrotado de murciélagos, principales afectados de la burbuja inmobiliaria. De pronto, en un esfuerzo por captar a los espectadores creando falsas expectativas, uno de los bichos se lanza en picado hacia la cámara emitiendo un agudo "¡SQUEEEEK!", que, por si no lo sabíais, es el sonido que hacen los murciélagos allí de donde yo vengo.

Aunque los efectos especiales por ordenador son de lo mejorcito que he visto en una TV movie, siguen cantando más que Pedobear en una convención sobre los derechos del niño.

Cortamos al instituto local. Tres chavales modernos y súper enrollados acaban de salir de clase y están hablando de las típicas tonterías que hablan los chavales modernos y súper enrollados. Es una suposición, claro, porque yo me crié en los ochenta y soy demasiado carroza como para entender de estas cosas. Por ejemplo, ¿se sigue diciendo aquello de "¿Quién fuera rayo de luna para entrar en tu ventana?" o ahora es más en plan "¡Con ese culo te invito a cagar en mi casa!"? Sólo pregunto.

Chico #1: Joder, qué calor.
Chico #2: ¿Quieres decir caliente como Eden? Está cachonda.

Eden es la chica que acompaña a estos dos fenómenos. Y sí, está "cachonda"; pero también desesperada. O eso, o tiene una halitosis de buitre y estos tipos son los mejores amigos que ha podido encontrar. El caso es que con ese nombre tan peculiar se me ocurren montones de bromas inapropiadas sobre... jardines, así que será mejor que me dé una ducha fría antes de continuar. Al menos, Jessica Stroup ya era mayor de edad cuando rodó está película y no tendré que sentirme mal por lo que estoy pensando ahora mismo.

Mmm... Con frambuesa.

Escena eliminada de Dragonball: Evolution.

Por la noche, los tres "masqueperros" asisten a una fiesta clandestina. Clandestina porque doscientos zagales de juerga escuchando música a todo trapo pasarán fácilmente desapercibidos en una pequeña comunidad de Louisiana.

Allí, uno de los organizadores del sarao vacía disimuladamente una bolsa de polvo blanco en el ponche (supongo que es éxtasis, porque tal cantidad de azúcar sin duda estropearía la bebida), y nuestros tres amigos acaban paseando colocados por el bosque hasta que el Chico #1 se pierde por el camino y se convierte en la primera víctima mortal de los vampiros mutantes. Para ahorrar costes, la muerte ocurre fuera de pantalla. Empezamos mal.

¿Dónde está Jason Voorhees cuando más lo necesitas?

A la mañana siguiente, asistimos a una escena cotidiana protagonizada por dos de los profesores del instituto, Maddie Rierdon (Lucy Lawless) y su marido Dan Dryer (Dylan Neal), que ya combatieron contra langostas alteradas genéticamente en Plaga letal y que, por supuesto, también son guapos, modernos y súper enrollados.

La ciencia ficción tiene un límite y aquí es donde lo rebasamos. ¿Langostas alteradas genéticamente? Sí. ¿Vampiros mutantes? Vale. ¿Profesores "guays"? Asimov + Lucy in the Sky with Diamonds.

Demasiadas bromas con plátanos como para escoger una.

A causa de su atractivo irresistible, el aula en la que Dan "doctor Jones" Dryer imparte sus clases está abarrotada de alumnas en celo. De hecho, solo hay un chico en el aula, y mi teoría es que o bien es gay, o bien el heterosexual más espabilado del instituto.

Una de las alumnas incluso coquetea con Dan descaradamente, para regocijo de sus compañeras.

Dan: ¿Preguntas?
Alumna: Sí. ¿Sale con alguien?
Dan: Bien. Pues, en realidad, estoy casado y tengo dos niñas.
Alumna: Pues qué pena, ¿no?

Esto se llama acoso sexual, pero los hombres, a diferencia de las empleadas de hotel guineanas afincadas en Nueva York, no denunciamos a nadie por estas menudencias. (Blogger no modera los artículos de este blog y no responderá de cualesquiera reclamaciones judiciales o extrajudiciales derivadas de los mismos.)

Quiero ser profesor.

De todos modos, no os hablaría de esta escena, que no aporta absolutamente nada a la trama, si no fuera porque esta rubita descarada (la del polo rosa en la imagen superior) también acaba sufriendo la mordedura de los vampiros. Ocurre más o menos a la media hora de película, cuando su novio la deja borracha como una cuba en su residencia y ella se echa en la cama con la ventana abierta. Y en ropa interior, como no podía ser de otra manera.

Tristemente, tampoco vemos este ataque y los vampiros ni siquiera llegan a matar a la chica. ¿Por qué? Bueno, quizá no se esperaban que su cóctel de plasma y hematíes estuviera mezclado con tres litros de gin tonic.

La rubia ni se entera de lo que ha sucedido, y al día siguiente, se presenta en el instituto como si nada. Pero todos deducen que algo malo le pasa cuando empieza a echar espumarajos blancos por la boca como si estuviera poseída. Eso no suele ocurrir hasta la cuarta hora de clase.

En el mundo real, los síntomas de la rabia suelen tardar más en manifestarse; pero como se trata de vampiros mutantes, no seré demasiado quisquilloso. Lo que es seguro es que cuando los síntomas aparecen, ya te pueden ir expidiendo un certificado de defunción, porque la rabia únicamente tiene cura durante el periodo de incubación. A pesar de ello, la chica se salva.

Exacto, esta es una película de terror que ni siquiera castiga la promiscuidad y la embriaguez. Qué vergüenza.

Mi pasión por la enseñanza me obligaría a impartir clases particulares.

Después de encontrar el cadáver de la primera víctima, el sheriff del pueblo se presenta en el instituto para detener a Eden y al Chico #2 e interrogarlos como sospechosos de asesinato.

Casualmente, los tres chavales eran alumnos de Maddie, y ésta no cree que Eden y el Chico #2 hayan sido capaces de matar a su mejor amigo, así que suspende la clase para ir a la oficina del sheriff y convencerle de su inocencia. Recordad que todo esto es ciencia ficción. Hoy día, ningún profesor daría un duro por la inocencia de sus alumnos. Y sus padres tampoco. ¿Tenéis ya un buen plan de pensiones?

-Y la carta de "Salga de la cárcel" en los otros pantalones. ¡Mierda!

El sheriff y el alcalde le explican a Maddie que tienen pruebas que incriminan a los chicos. Entre ellas, la más concluyente es que en su ropa han encontrado sangre de la víctima.

Antes de explicaros por qué leches había sangre en la ropa de estos dos pipiolos, permitidme que elogie la eficiencia de la policía científica de este pueblo marginal de Lousiana. En cuestión de minutos, a lo sumo un par de horas, han interrogado a los chicos, conseguido pruebas suficientes para incriminarlos y realizado una prueba de ADN con la ropa que llevaban en la fiesta. Para que luego no os creáis lo de Bin Laden.

En cuanto a la verdadera razón por la que había sangre de la víctima en la ropa de sus amigos es porque esa noche había muchos mosquitos. ¿Todavía no veis por dónde van los tiros? Pues es bastante obvio: los mosquitos se cebaron con el Chico #1, y Eden y el Chico #2 los aplastaron a manotazos y después se limpiaron las manos en su propia ropa. ¿Traído por los pelos? Qué va.

Desconfiando de las improvisadas hipótesis del sheriff sobre un asesinato ritual, Maddie, que es doctora en biología y conducta animal, se ofrece voluntaria para examinar el cadáver. ¡Al Xenamóvil!

-Disculpe, señorita, ¿puedo hacerle una foto? La enfermera dijo que tenía que llenar todo el frasco.

En la morgue, la propia jueza de instrucción dice que las mordeduras no son humanas, y aunque Maddie no está muy segura de qué animal pudo hacerlas, confirma los hechos.

A pesar de todo, el sheriff no libera a los chavales. ¿Cómo?, ¿fiarse de la causa de la muerte cuando ya ha sido científicamente demostrada? ¿Para qué? Ni siquiera cuando sus hombres encuentran los cuerpos cubiertos de guano de dos pescadores que no fueron lo suficientemente listos como para echarse al agua ni lo bastante torpes como para caerse del bote cuando les atacaron los murciélagos, se convence de que los chicos son inocentes. Imagino que estará esperando a que le llegue una confesión firmada por la comunidad de vampiros mutantes de Mercier Town.

Para empeorar todavía más la situación y alargar la lista de tópicos, el alcalde se niega a alertar a los vecinos. Y gracias a películas como Tiburón y Tarántula, ya sabemos en qué suelen acabar estas decisiones.

-La culpa la tiene Crepúsculo.

Con todo, Mercier debe de ser el lugar más jaranero de toda Lousiana porque, a pesar de la sucesión de muertes violentas y misteriosas, esa misma noche se celebran otras dos fiestas: una para profesores, en un yate privado, y otra para estudiantes, en una fábrica abandonada.

¿Profesores de fiesta en un yate? Sí, no solo son guapos, modernos y enrollados, sino que también son millonarios. Desde luego es a la conclusión que me conduce esta película, porque más tarde dos alumnos se cuelan en la casa de un profesor de economía que se ha tomado un año sabático y el muy caradura no solo puede permitirse el año de excedencia, sino que también tiene una maldita piscina particular. Quizá sea como en uno de esos relatos de The Twilight Zone en los que la historia se desarrolla en un universo paralelo al nuestro.

¡Magisterio, allá voy!

Comparada con la fiesta del yate, la de la fábrica incluso parece verosímil, a pesar de que en ésta tenemos que hacer el esfuerzo de creernos que entre tres chavales han conseguido montar una auténtica discoteca, con equipo de música, bafles, mesa de mezclas, focos, sofás... en solo unas horas.

Ahora bien, aparte de un elevado margen de surrealismo, estas fiestas tienen otro elemento en común mucho más importante: en ambas hay vampiros mutantes; unos están debajo del muelle y otros, en el techo de la fábrica. Por supuesto, ningún murciélago, sea mutante o no, se echaría a dormir debajo de un muelle; pero lo más increíble es que el tipo que instaló los focos en la fábrica ¡no vio a los vampiros del techo! O quizá los vio y escurrió el bulto. Sí, mejor que se ocupe otro.

-Esta noche pillamos teta.

En definitiva, cientos de posibles víctimas y dos hervideros de vampiros mutantes. Sí, a la vista de las circunstancias, esta debería ser la gran escena de la película. ¿Por qué será entonces que no me sorprende que haya una sola muerte? ¡Una! ¡Y de un yonki! ¡Solo diez segundos de seudo-gore en una película que dura hora y media! Me siento estafado.

Al menos, los vampiros de esta secuencia son marionetas bastante resultonas y no dibujitos hechos por ordenador. No es que quiera volver a los tiempos de los muñecos de goma colgados de una caña de pescar, pero cuando veo películas como Avatar, solo puedo pensar en figuritas de Play-Doh.

-¡ÑAM, ÑAM, ÑAM, ÑAM! ¿Queréis un poco? ¡ÑAM, ÑAM, ÑAM, ÑAM!

Después del ataque cruzado, el alcalde impone el toque de queda. Qué tontería. Viendo lo selectivos que son los vampiros mutantes con sus presas, a lo sumo limpiarán el pueblo de indigentes y así no tendrán que recurrir a la mafia rusa.

De todas formas, el toque de queda es provisional y el alcalde tiene claro que hay que exterminar a los murciélagos. El jefe de guardabosques propone envenenarlos. Para ello, solo tienen que cazar a unos pocos, rociar sus alas con veneno y luego, cuando éstos vuelvan a sus guaridas, el veneno hará el resto, porque los murciélagos se limpian entre ellos a lametones, como los hippies en sus comunas. (Sorprendentemente, este método de exterminio se utiliza en la vida real y no solo en el marco extradimensional en el que viene desarrollándose la película.)

Maddie se ofrece voluntaria para capturar algunos especímenes, porque quiere estudiarlos y averiguar la causa de los ataques. Sus alumnos se ofrecen a acompañarla; pero ella se niega porque podrían contraer la rabia. Ni cortos ni perezosos, los alumnos se vacunan ese mismo día, y al caer la noche, se presentan con los certificados de vacunación en ese lugar donde no habían quedado con Maddie, para echarle una mano.

Ahora mismo no sé si a Maddie le tocó el doctorado en una tómbola, o si simplemente los chavales le importan una mierda, porque desde luego la antirrábica no va a generar ningún efecto preventivo en cuestión de horas. Es más, sería igual de eficiente que se la suministraran después de que les hayan mordido. En resumen: Maddie no tiene ni puta idea.

-Y están compulsados.

Usando una cabra como señuelo (Welcome to Jurassic Park) y una red pegajosa que sabe Dios de dónde habrán sacado, Maddie y los chicos atrapan varios murciélagos.

Tras el examen pertinente, la profesora observa que estos especímenes tienen más colmillos de lo normal, que necesitan alimentarse con mayor frecuencia y que en los primeros planos parecen marionetas. Por lo tanto, deben ser mutantes. Pero, ¿cuál es la causa de su mutación? ¿Será obra de Shredder y el moco verde o algo más siniestro?

Mientras Maddie encauza su investigación hacia la causa, el jefe de guardabosques coloca dispositivos de seguimiento a tres de los animales capturados, los rocía con veneno y los suelta para que regresen a su guarida.

Con una facilidad casi insultante, Maddie y sus alumnos descubren que la incineradora de basuras local está vertiendo residuos en el río de forma ilegal (ni que fuera difícil conseguir una licencia, que diría el jefe Wiggum), intoxicando así las fuentes de alimento de los murciélagos. ¿Quién habrá hecho la vista gorda para que esto suceda? ¿El alcalde, el sheriff o tal vez el tipo que debería vigilar que estas cosas no sucedan? Hagan sus apuestas.

¿Experiencia o juventud? ¡Os elijo a ambas!

El jefe de guardabosques y Maddie, ahora armada con una escoba (¿?), rastrean uno de los dispositivos de seguimiento hasta una residencia abandonada, donde encuentran un montón de vampiros muertos por envenenamiento.

Sin embargo, la posterior aparición de nuevas víctimas descarta que esa fuera su única guarida. ¡Hay más murciélagos! Umm... Tal vez debieron molestarse en rastrear los otros dos jodidos dispositivos de seguimiento. ¿Os dais cuenta del nivel de incompetencia que tengo que soportar?

Como el suelo de mi casa, pero con más alas y menos movimiento.

Los alumnos idean un plan consistente en atraer a los murciélagos con música hasta los túneles de vapor que hay cerca de la universidad y cocerlos vivos. No sé qué decir. Original es, pero lo del veneno parecía funcionar bastante bien. Será por no repetirse.

Por la noche, mientras los chicos coordinan la operación desde la superficie, el jefe de guardabosques instala unos altavoces de los túneles. Como está tardando mucho, Maddie baja a ayudarle, escoba en mano. Por favor, si alguien sabe qué tiene esta mujer con las escobas, que me lo explique. ¿Es alguna clase de chiste? ¿Se supone que tiene gracia? No lo pillo.

Hablando con el guardabosques, Maddie se da cuenta de que es el responsable de que se hayan permitido los vertidos ilegales, y pone la típica cara de "Sé que fuiste tú". El guardabosques, que no es ciego, decide deshacerse de la profesora de la forma más tonta imaginable: utilizando sus esposas para encadenarla en los túneles a la espera de que el vapor, los vampiros mutantes o una combinación de ambas la maten.

El método será todo lo efectivo que quiera, pero, sinceramente, ¿no cree que cuando encuentren a Maddie cocida y vean que lleva sus esposas sospecharán un poquito de él, habida cuenta de que, además, él sería la última persona en haberla visto con vida?

-¡Eh! ¡Dormirse mientras explico mi plan diabólico es de mala educación!

Da igual, porque Maddie deja K.O. al guardabosques con su fiel escoba y huye justo a tiempo de salvarse. Los vampiros mutantes mueren, el jefe de guardabosques también y el resto del reparto vive feliz para siempre. Es más, para convencernos de que es así, la película avanza tres meses de golpe y nos muestra a Maddie y a su marido disfrutando con sus hijas de un día estupendo en el final más superfluo de la historia de la televisión.

A modo de conclusión, diré que es sorprendente lo bien que se conserva Lucy Lawless desde que terminó Xena allá por 2001. Incluso en la más reciente Espartaco: Sangre y arena estaba estupenda. ¡Y pasa ya de los cuarenta tacos! El maquillaje seguro que hace su parte, pero... ¡guau! MQMF hasta no poder más.

Y sí, la peli es mala, pero puede ayudar a conciliar la siesta una tarde del domingo. Otras ni eso.

9 comentarios

  1. ¡Vampiros mutantes! ¡Bieeeeeeeeeeeeeeeen! Espera... ¿sólo pasan la rabia? Xena, me decepcionas.

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  2. LacraESECEFE21/5/11 16:00

    ¡El link a tarántulas (artículo que leí en su momento por ser fiel seguidor de Ion Litio y del Tipo de la Brocha) está equivocado!

    Gran reseña, me hubiese gustado ver un poco más de carne despechugada.

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  3. Xena contra los vampiros mutantes?, quien lo habría pensado?

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  4. LacraESECEFE21/5/11 19:05

    ¡Ya está arreglado! ¿O nunca estuvo mal? Malditas drogas.

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  5. Quizas hoy no se acabo el mundo, pero si me he descojonado de la risacon este articulo! La verdad es que eso de un maestro bien pagado hace a la pelicula más que terror comedia xD

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  6. @Tempus Frangit: Y ni siquiera una rabia como Dios manda, sino una más fácil de curar. ¡Terrorífico!

    @LacraESECEFE: El link estaba mal. Gracias por el aviso.

    @The Wolfclaw: La respuesta es Doug Prochilo, guionista de Plaga letal y de un episodio de Entre fantasmas. Ahí acaba su currículo como guionista.

    @Gabriel: Hay que verlo para creerlo.

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  7. Lo mejor ha sido como se han comentado los fallos del guión.

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  8. Como siempre, estás hecho un genio y me encanta leerte n____________n

    Me he partido con la foto de la rubia en la cama xD sí, sí, residencia de estudiantes...

    Odio cuando ponen a dos rebeldes/heavys/góticos/de subculturas parecidas como protagonistas que terminan siendo buenos. Lo odio, pero me encanta como topicazo.


    PD: yo nunca conseguía la dichosa cartita, siempre me pudría en la cárcel mientras mi hermano se quedaba con todas las calles...

    PD2: creo que sé lo de la escoba. Mucha gente piensa que un murciélago es un roedor (¡NO! No lo es), y como las mujeres matamos a los roedores con escobas (me excluyo. En lo de matar roedores con escobas, no en lo de ser mujer), pues ale, ya tienes tu explicación xD

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  9. @Ínfila: Genial poco, pero tengo un lado tarambana muy aplicado.

    Me gusta tu explicación sobre la escoba. Tiene cierto sentido. Supongo.

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