No se me ocurre ninguna franquicia con más productos licenciados que la Guerra de las Galaxias (o Star Wars, que le dicen los modernos), y esto es tan evidente ahora, con la primera parte de una nueva trilogía a menos de tres semanas de su estreno, como en 1999, cuando salió La amenaza fantasma. Sin embargo, esto no siempre fue así, y hacia mediados de la década de 1980, la gente empezaba a olvidarse de El retorno del Jedi y eran tiempos de sequía para aquellos fans de la saga galáctica que no se conformaban con los tetraplégicos muñecos de Kenner o los "bizarros" cómics de Marvel.
Lucasfilm intentó reanimar el interés por la franquicia marcándose como objetivo a los peques de la casa, más influenciables que sus padres (y, sobre todo, más irritantes y pesados cuando quieren algo); y de ahí los dos telefilmes de los ewoks de 1984 y 1985, así como las series de dibujos animados Star Wars: Ewoks y Star Wars: Droids, que en España emitió TVE1. La primera de estas series estaba dedicada a las aventuras de Wicket y sus amigos en la luna de Endor, y la segunda, a C-3PO y R2-D2. No recuerdo ningún episodio porque no eran mis series favoritas ni de lejos, pero nunca podré olvidar aquel estribillo tan pegadizo de "Somos los e-e-e-e-eeeewoks", ni el tema musical de Droids, que suena a algo que podría haber cantado Phil Collins estando descompuesto.