Rara vez pensamos en la ingente cantidad de películas que se han hecho. Y dado que es imposible verlas todas, lo ideal sería reservar nuestro tiempo para aquellas que realmente merecen la pena y aportan algo a nuestras vidas. Eso es lo que haría un auténtico cinéfilo.
Dicho esto, hoy quiero hablaros de El desafío de Hércules, un telefilme de tarde de producción italo-americana que tomó un género acabado como era el peplum y lo llevó literalmente a las estrellas. ¡Con Lou "El Increíble Hulk" Ferrigno en el papel del semidiós griego!
No pretendo engañar a nadie. El desafío de Hércules es pura serie B italiana, una producción de Golan y Globus escrita y dirigida por Luigi Cozzi. Tres de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Esto quiere decir que lo mejor que salió de ella fue el póster que veis sobre estas líneas. ¿Sus famosos doce trabajos? Aquí hace uno de ellos. Dos, si tenemos manga ancha.
Y aunque en la mediocridad del filme está también su mayor virtud, el que os riáis como hienas o caigáis en el sopor más profundo al verla dependerá de vuestro estado de ánimo. En un buen día, con palomitas, refrescos y amigos que sepan lo que van a ver, la experiencia puede ser hilarante hasta el punto de rodar llorando por el suelo. En un mal día…
En cualquier caso, me apetecía comentar una película igual de vieja que yo, así que os la resumo.