Voy a decir que esta película es de 6 sobre 10 solo porque soy un gran aficionado a los relatos y cómics de Conan... y porque le iba a dar un 5 pero se me ha escurrido el dedo sobre el teclado. Y aun así, estoy siendo generoso. Muy generoso. Demasiado generoso. He bebido antes de empezar a escribir. Por si os interesa, ha sido un cóctel de ron, azúcar y zumo de naranja servido en una jarra de medio litro adornada con un gajo de limón y una sombrillita. Buenísimo y refrescante. Todo lo contrario que esta película. Su espectacularidad insulsa y frívola me recordó al remake de Furia de Titanes y me dejó el mismo sabor amargo de boca.
Claramente, la estructura deslavazada de esta reseña responde al caos de este mediocre reboot.