29 de agosto de 2011

Conan el bárbaro (2011)

Una marca potente, una mitología rica y profunda, cientos de historias en las que inspirarse, tres guionistas y me salen con un subproducto que no querría ni ver por televisión un domingo por la tarde. Está claro que en lo que al cine se refiere, el género de espada y brujería está acabado, y si no lo está, Conan el bárbaro acaba de dejarlo K.O. de un derechazo, derribándolo sobre la lona con la mandíbula rota y una conmoción cerebral. Probablemente, La Comunidad del Anillo fue la última incursión cinematográfica decente en el mundo de la fantasía heroica. Antes de eso tuvimos, ¿qué?, ¿Dragonheart? Puf...

Voy a decir que esta película es de 6 sobre 10 solo porque soy un gran aficionado a los relatos y cómics de Conan... y porque le iba a dar un 5 pero se me ha escurrido el dedo sobre el teclado. Y aun así, estoy siendo generoso. Muy generoso. Demasiado generoso. He bebido antes de empezar a escribir. Por si os interesa, ha sido un cóctel de ron, azúcar y zumo de naranja servido en una jarra de medio litro adornada con un gajo de limón y una sombrillita. Buenísimo y refrescante. Todo lo contrario que esta película. Su espectacularidad insulsa y frívola me recordó al remake de Furia de Titanes y me dejó el mismo sabor amargo de boca.

Claramente, la estructura deslavazada de esta reseña responde al caos de este mediocre reboot.

22 de agosto de 2011

Deathstalker: El último guerrero (1983)

Hay dos cosas de las que estoy seguro ahora mismo. La primera, que no me voy a enorgullecer de la segunda; y la segunda, que he visto más películas de espada y brujería que la mayoría de mis lectores.

Ator el Poderoso, Hundra, La conquista de la Tierra Perdida, La Espada Invencible... Casi todas estas películas pertenecen a la década de los ochenta, que, como sabéis, fue especialmente generosa con la clase de producciones que solo pueden disfrutarse con una cerveza en una mano y una porción de pizza en la otra.

La película que os traigo hoy, Deathstalker: El último guerrero, se estrenó solo un año más tarde que la ambiciosa Conan el Bárbaro de John Milius (1982), y, como casi todas las producciones que llevan el sello de Roger Corman, es mala con ansia. Prácticamente nada de lo que ocurre en sus ochenta minutos de metraje tiene sentido o viene a cuento. El guión es solo un conjunto de ideas no-tan-malas que Howard R. Cohen fue escribiendo a medida que tiraba del rollo de papel higiénico.

Pero hay sangre y desnudos a cascoporro, y lo que no consigue vender una sola entrada de cine aún puede convertirse en la cinta más alquilada del videoclub con ayuda de una buena carátula.

15 de agosto de 2011

The very best of David Hasselhoff

La mayoría de vosotros sabréis quién es David Hasselhoff por series como El Coche Fantástico y Los vigilantes de la playa, el programa America's Got Talent, o aquel vergonzante episodio etílico con una hamburguesa en el que traumatizó a sus hijas de por vida. Sin embargo, no todo el mundo conoce su faceta como cantante, y menos aún que la verdadera razón por la que cayó el Muro de Berlín fue porque nadie quería perderse a The Hoff cantando Looking For Freedom en Año Nuevo. ¡Es tan cierto como que me lo he inventado!

Pero más sorprendente todavía es que Hasselhoff haya sacado suficientes discos como para llenar un very best of. ¿Os lo podéis creer? ¿Y que yo me lo haya comprado? La monda, ¿no? Vamos a reírnos todos. Ji, ji, ja, ja. ¿Qué pasa? Seguro que cuando Hasselhoff vuelva al Cielo para ocupar el lugar que "Dios" lleva guardándole desde que descendió a la Tierra allá por julio de 1952, el disco lo peta y no paran de poner sus temas por la radio.

¿Desconfiáis de su talento musical? Dejad entonces que os hable de cada una de las canciones de este maravilloso disco.

8 de agosto de 2011

The Legend of Zelda (NES)


Del redactor de un artículo más largo que un día sin pan sobre el primer Castlevania y otro montón de memeces que os importan tres puñetas, llega a vuestras pantallas el análisis más completo jamás escrito* sobre la aventura más GRANDE y ÉPICA jamás programada para la 8 bits de Nintendo: La Leyenda de Zelda, inspirada en una idea original del gurú de los videojuegos Shigeru Miyamoto y con música del aclamado compositor Koji Kondo (in stereo where available). ¡El primer juego de videconsola que permitía guardar la partida!

*No se garantiza que este análisis sea el más completo sobre el tema.

1 de agosto de 2011

Capitán América (1990)

Corría el año 1990. El italiano Marco Giovanetti ganaba la Vuelta ciclista a España, Nintendo batía récords de ventas con Super Mario Bros. 3 y Will Smith comenzaba su carrera televisiva en El príncipe de Bel-Air. Por aquel entonces, también disfrutábamos del mejor cine de acción que se ha hecho jamás, y las películas de superhéroes no eran una novedad. El Superman de Donner y el Batman de Burton, personajes insignia de DC Comics, habían cosechado un éxito tremendo entre el público, y en marzo de 1990, las Tortugas Ninja arrasaban en las salas de cine con una película "de puta madre".

Aunque sin la suerte de su principal competidora en el mercado de los tebeos, Marvel Comics también había hecho sus pinitos en la pequeña y la gran pantalla con algunos largometrajes de ínfima calidad, como Howard, un nuevo héroe o El Vengador. Sin embargo, la Casa de las Ideas aún se encontraba a años luz de arrasar en taquilla con títulos como Spider-Man o X-Men.

Así las cosas, alguna mente privilegiada pensó que una película mediocre más no hundiría a la empresa, y decidió conmemorar los cincuenta añazos del Capitán América con un filme que haría llorar al niño Jesús.