A estas alturas de la vida, superada ya la barrera de los treinta, pensaba que un cómic en el que la tripulación original de la USS Enterprise y la Patrulla-X se unían para combatir contra un enemigo común sería el crossover de Star Trek más raro que leería en mi vida, y, felizmente, estaba en lo cierto. Ni siquiera el más reciente cruce de Kirk y Spock con Charlton Heston y el doctor Zaius en el planeta de los simios llega a esa nivel de extravagancia.
Sin embargo, este otro cómic, que empezó a publicarse en mayo de 2012, resulta sorprendente dentro del ámbito de lo plausible. Star TreX era una sandez que nadie en su sano juicio querría tener en su estantería o, en el peor de los casos, guardado en una funda de plástico y metido en una caja de cartón dentro de un armario ignífugo controlado las veinticuatro horas del día por un sistema de videovigilancia. Por el contrario, Star Trek: La nueva generación/Doctor Who: Asimilación2 (alguien debería dar con unas buenas siglas para este título) intenta dar sentido al que sin duda es el cóctel definitivo para trekkies y whovians. ¿Lo consigue? No lo sé, porque ni siquiera he llegado al final de la colección; pero, a juzgar por los dos primeros números, al menos se esfuerza.
Por eso, en cierto modo, es un lástima que lo único que sepa de la serie de Doctor Who es lo poco que cuenta este cómic en el reverso de la portada y alguna cosa más que he visto en internet, a saber: que se trata de una serie familiar que lleva la tira de tiempo en antena y que el Doctor es un alienígena que viaja a través del tiempo y el espacio armado solo con su increíble inteligencia y su destornillador sónico. Lo del destornillador tiene que ser una errata.
No obstante, estoy dispuesto a ver algún episodio entero un día de estos. Solo tengo que sacar tiempo entre el trabajo, el blog, las carreras de cuadrigas y mi nueva serie de televisión favorita: Madres forzosas.
En cualquier caso, y a pesar de mi falta de conocimiento sobre el universo del Doctor, como buen seguidor de las dos primeras series de Star Trek que soy, puedo aseguraros que si los guionistas Scott y David Tipton y el dibujante J.K. Woodward demuestran en este cómic el mismo cariño por Doctor Who que por Star Trek y la misma fidelidad hacia los personajes, los whovians pueden respirar tranquilos. Esta es una obra hecha por fans para fans, y supongo que si os entusiasman ambas series, os podríamos llamar, en un ejercicio léxico sin precedentes, "trevians" o "whokkies", lo que suene más a virgen hasta los cuarenta.
Como el primer número de la colección no tiene mucha chicha y se centra casi exclusivamente en el Doctor, comentaré los dos primeros números de una sentada.