¿Quién hablaba de The Witcher a mediados de enero? Casi nadie. ¿Quién habla hoy de ella? Menos que nadie. El silencio es tan rotundo que, en un dislate propio de la ciencia ficción más chusca (véase Star Trek y Alex Kurtzman), el vacío sonoro ha roto la barrera del tiempo y afectado al pasado. Ya no se trata de que no se hable de la segunda temporada de The Witcher, sino que nunca nadie habló jamás de ella. Por lo tanto, si veis una entrada anterior a esta recapitulando el primer episodio de la temporada, no es porque yo haya perdido definitivamente el norte, sino porque os habéis quedado atrapados en la línea temporal original. Intentad sacarle provecho antes de que la línea temporal desde la que publico esta entrada os arrolle.
Y el párrafo anterior es lo que pasa cuando uno escribe sin supervisión.