Sí, ya sé que también dije que hacía mucho calor cuando publiqué la recapitulación del quinto episodio, y eso que entonces solo estábamos a 30 ºC. Pero es que estas nuevas máximas de 41 ºC me están friendo las ideas. Solo tengo que echarme un pañuelo a la cabeza y pasearme por un parque de arena con aires amanerados para sentirme como Lawrence de Arabia en el desierto de Nefud. No creo que las madres tardasen mucho en llamar a la policía.
Mientras yo me aso en mi propio jugo y el resto del mundo celebra que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha dado luz verde a los matrimonios homosexuales (todo lo que traiga consigo ventajas fiscales es digno de celebración), vosotros podéis ir leyendo esta entrada.