30 de agosto de 2015

'John Rockman and the Trials of Galactar', de Ron Jockman

Supongo que algunos de vosotros, al igual que un servidor (ese soy yo), seguiréis la cuenta @AwfulFantasy en Twitter. Para los que no lo hagáis o estéis pensando ahora mismo "¿Twi-tter?", Awful Fantasy es una fuente diaria de extractos literarios de fantasía y ciencia ficción en tono de parodia.

En fin, como hoy estoy un poco espeso y me explico como un chino tartamudo en una reunión de rusos sordomudos, os pongo un ejemplo de la clase de tweets que publica la cuenta para que lo entendáis mejor: "Jo tropezó y cayó a la fosa de Haku, la Bestia Serpiente, aterrizando con fuerza. Haku golpeó rápido, perforando el cadáver de Jo (murió de la caída)".

Las personas al timón de Awful Fantasy son los hermanos Justin y Mitchell Lucas, que, bajo el seudónimo de Ron Jockman (un hombre inculto, misógino y fascista, escritor mediocre, que, sin embargo, está convencido de que su prosa es un regalo para el mundo), han escrito dos novelas de la peor ciencia ficción que habéis leído nunca: The Trials of Galactar y The Cosmic Brain of Corruption, ambas protagonizadas por el héroe intergaláctico y epítome de la virilidad espacial John Rockman.

Hoy os hablaré de la primera de estas novelas, obras abismo de la literatura universal.

23 de agosto de 2015

Dragon Ball Super: ¿Para quién será el premio de la paz de 100 millones de zenis?

Para la mayoría de los que nacimos en la década de 1980, Dragon Ball fue el aperitivo con el que abrimos el apetito para el gran bufé de la animación japonesa, y por eso siempre merecerá un lugar destacado en el panteón de nuestros dibujos animados favoritos. Por lo tanto, cuando anunciaron que Toei iba a producir una nueva serie que se desarrollaría tras la saga de Bu, olvidando Dragon Ball GT y contando con la estrecha colaboración del sexagenario Akira Toriyama, muchos de sus seguidores nos pusimos más contentos que unas castañuelas. Por mi parte, no es que confiase ciegamente en que fuera a ser una serie espectacular, pero a veces tomo demasiado azúcar.

Echando la vista atrás y siendo honesto conmigo mismo, creo que Dragon Ball fue tan buena serie de televisión como manga y tuvo momentos memorables (repasé algunos aquí y aquí), pero en realidad lo que más me atrajo de ella fue su novedad, lo diferente que era de otras series de dibujos animados que había visto hasta entonces, como David el Gnomo o He-Man y los Masters del Universo. Sin embargo, en frío, y si tenemos en cuenta los estándares actuales de animación (no necesariamente la japonesa), hay que admitir que muchos episodios eran una mierda pinchada en un palo. Y no me refiero a una de esas cacas rositas y sonrientes con las que jugaba Arale en Villa Pingüino.

Pero la pregunta que me hacía para mis adentros, cuando conseguía relegar la nostalgia y ser realista, no era si esta nueva serie con título de juego de Super Nintendo me gustaría tanto como la original o me decepcionaría, sino si sería peor que Dragon Ball GT. Decidí responderme que no y me bastó con eso.

Hoy repasaremos su primer episodio, titulado ¿Para quién será el premio de la paz de 100 millones de zenis? A los japoneses les gustan los títulos largos más que a un tonto un lápiz.

9 de agosto de 2015

Telepizza Nacho's, la nueva Telepizza que se dipea


"Y luego de la Pizzalada, fue la Telepizza Nacho's, y el hombre supo que su imaginación era grande" (Dálmatas 4:6).

Otra cosa no, pero cada vez que llega el verano el equipo de marketing de Telepizza hace lo imposible por llamar nuestra atención. Y por imposible me refiero, por un lado, a añadir a la pizza ingredientes que a nadie en su sano juicio se le ocurriría añadir (salvo cuando estás muerto de hambre, en un estado alterado de consciencia y no encuentras una alternativa mejor en el frigorífico; así inventé yo la pizza de galletas de dinosaurios), y, por otro lado, a jugar a ser dios y alterar la apariencia misma de la pizza, desfigurando su masa más allá de lo que permiten las leyes de la naturaleza  para convertirla en el receptáculo de sus perversas ocurrencias.

Ahora bien, aunque es cierto Telepizza podría limitarse a mejorar sus ofertas a domicilio en lugar de espantarnos a todos con sus abortos culinarios, sabe que eso no capta la atención del consumidor de la misma forma que un monstruo de Frankenstein con base de harina, tomate y queso. El boca a boca es esencial, y nadie va contando por ahí que se ha tomado una pizza de jamón y aceitunas negras como si fuera la cosa más especial del mundo.

Por eso, a pesar de que Telepizza es perfectamente consciente de que estas mutaciones gastronómicas están abocadas a la extinción una vez dejan de ser novedosas, sigue asombrándonos con ellas. ¡El verano es la era de maravilla de la comida basura!

2 de agosto de 2015

'Un hechizo para Camaleón', de Piers Anthony

Hay muchas clases de novela de fantasía y las hay para todos los gustos. La mayoría son pastiches que viven a la sombra de la trilogía de El Señor de los Anillos, con sus humanos, elfos, enanos y orcos; todo épica, prosopopeya y largas descripciones acerca del musgo que crece en los árboles. Pero también están las que tienen un enfoque más realista, de ambientación generalmente medieval, donde lo fantástico es excepcional y secundario, y los hombres, y no las criaturas de leyenda, son los protagonistas. ¿Y qué me decís de las novelas de fantasía que se desarrollan en mundos decadentes y oscuros, a veces aterradores, con sus nigromantes, súcubos y momias revividas? Podría pasarme todo el día enumerando subgéneros si no fuera porque tengo mejores cosas que hacer, como procurar no morir deshidratado por culpa de esta maldita di... alteración intestinal.

La saga de Xanth, de Piers Anthony, podría ser una categoría en sí misma, ya que es poco probable que hayáis leído algo similar antes; pero si tuviera que compararla con otras series más populares, diría que guarda bastantes puntos en común con libros como El mago de Oz o Alicia en el País de las Maravillas, ya que en ella la magia empapa cada rincón del mundo y no solo a los personajes y criaturas que lo habitan.

La colección  empezó a publicarse en 1977, el mismo año que El Silmarillion, La Espada de Shannara y Un puente hacia Terabithia. Desde entonces, Piers Anthony ha escrito otros treinta y nueve libros sobre el mundo de Xanth, ¡más de los que aprendimos a contar con Barrio Sésamo!, lo que convierte esta saga fantástica en una de las más prolijas y combadoras de estanterías que existen.