Brütal Legend es el mejor título de la historia de los videojuegos desde que Thomas T. Goldsmith Jr. y Estle Ray Mann inventaron el "dispositivo de entretenimiento de tubos de rayos catódicos" en 1947. Y, por supuesto, me refiero al nombre del videojuego, no al videojuego en sí.
Es verdad que varias décadas de historia dan para muchos títulos memorables (Diosas de Cuero de Phobos 2: Las tres empleadas de la gasolinera encuentran al tentáculo palpitante del Planeta X, por ejemplo, desborda encanto por los cuatro costados), pero las palabras "brutal" y "legend", en satánica comunión, resuenan con la fuerza y ferocidad de una canción de Pantera rugiendo en una docena de altavoces Omnitronic de 2.000 vatios.
Además, el uso gratuito de la diéresis sobre la "u" le añade un plus de atractivo, y es que este signo ortográfico tan pronto se utiliza para escribir palabras divertidas como "sinvergüenza" o "pingüino", como sirve de recurso estético a las bandas de hard rock y heavy metal que quieren que su nombre resalte en las carátulas de sus discos. Lo utilizan Motörhead, Mötley Crüe y Mägo de Oz, por mencionar unos pocos, y de rompedor no tiene nada, pero funciona. Lo contrario podría decirse de Brütal Legend.