9 de marzo de 2015

Ponte en forma con Arnold Schwarzenegger ('Shape Up with Arnold') (1982)


Este fin de semana se ha celebrado en Columbus el Arnold Sports Festival, una competición anual de cruasanes aceitosos que lleva el nombre del que fue siete veces Mr. Olimpia y tres veces Mr. Universo: el incomparable e incombustible Arnold Schwarzenegger. Qué fácil y previsible sería aprovechar esta ocasión para hablar de alguna de sus mejores películas o incluso de alguna de la malas. Sin embargo, me gustan los retos, así que hoy vamos a entrar en un terreno desconocido para todos aquellos de vosotros que rara vez movéis el culo del asiento: los vídeos de ejercicios.

¿Os imagináis a Arnold Schwarzenegger haciendo de monitor de aeróbic en plan Jane Fonda? Pues no hace falta que os imaginéis nada, porque el vídeo existe. Gracias a la United American Video, que distribuyó esta cinta en 1989, y a la gente que sube los vídeos más insospechados a internet, todos, hombres y mujeres por igual, podemos disfrutar de una hora y media de técnicas gimnásticas y ejercicios de musculación de la mano del mismísimo Terminator.

Pero antes, os presentaré a nuestros tres protagonistas y compañeros de fatigas.


Un reparto de lujo


Que levante la mano el que no sepa quién es Arnold Schwarzenegger. Campeón de culturismo, estrella del cine de acción, gobernador de California... Es la viva imagen del sueño americano ¡EN ESTEROIDES! Sin embargo, no está de más detenerse un instante para ver en qué momento de su vida se encontraba este ahora sexagenario actor cuando se le ocurrió participar en un vídeo de fitness.

A principios de la década de 1980, después de haber dado a conocer el fisioculturismo al mundo en los años setenta y haber ganado más de una veintena de títulos, el Roble Austríaco había dejado atrás definitivamente su carrera de musculitos y aspiraba a ser un famoso de Hollywood. Pero aunque habí hecho sus pinitos en la televisión a mediados de los setenta, el celuloide se le resistía. Como explica Arnold en su autobiografía, tenía un acento que asustaba a la gente, un cuerpo demasiado grande y un apellido que no cabía en los carteles. Aun así, él quería ser algo más que el nuevo George Reeves, quería estar a la altura de un Jack Nicholson o un Warren Beatty, y se esforzó al máximo para alcanzar esa meta. Por aquella época fumaba marihuana.

Después de conseguir algunos papeles menores en películas que pasaron sin pena ni gloria por las salas de cine o que, en el caso de Hércules en Nueva York, ni siquiera pasaron, en 1982 Arnold protagonizó su primera gran producción: Conan el Bárbaro, de John Millius. El éxito de la cinta fue arrollador y dos años después se estrenaba su secuela, Conan el Destructor, que sin ser ni la mitad de buena que su predecesora, al menos sirvió para mantener al austriaco en el candelero. Mientras tanto, James Cameron lo había escogido ya para dar vida a un cyborg asesino del futuro en una de las mejores producciones de acción y ciencia ficción de la serie B americana: Terminator. El estrellato le esperaba con los brazos abiertos.

Volviendo a 1982, cuando Arnold aceptó el papel de instructor en un vídeo de ejercicios, aún era más famoso como culturista que como actor, lo que significa que para el gran público solo era un poco más conocido que cuando apareció en la carátula del doble disco de vinilo Rock Buster en 1970. Aún tenía que sudar mucho para ganarse los garbanzos.


La chica de la carátula del VHS es Rachel McLish. Eso sí, con esa melena negra y ese cuerpo de amazona, podría ser la Mujer Maravilla. No le falta ni la tiara.

Rachel nació Raquel Livia Elizondo en Harlingen, Texas. Su padre era de ascendencia española, lo que significa que entre la caterva de ladrones, violadores y timadores que navegó desde el reino de España a las Américas en el siglo XVI, debía de haber un tipo con muy buena planta.

En 1980, Rachel ganó el primer Ms. Olympia celebrado por la International Federation of Bodybuilding and Fitness, cuando el culturismo aún era un "no" rotundo para las mujeres. Compitió por el título tres veces más, y volvió a conseguir el primer puesto en 1982. Las revistas de fitness se la rifaban para tenerla en sus portadas y, por lo tanto, no es de extrañar que la contratasen para hacer este vídeo de ejercicios. Ahora bien, para evitar robarle protagonismo a Arnold, en el vídeo interpreta el papel de una amateur a la que el austríaco prácticamente tiene que enseñarle cómo atarse los cordones.

Después de una breve carrera deportiva, Rachel participó en tres o cuatro películas que nunca salieron del videoclub y en 1987 apareció en el frontal de una máquina de pinball de la que se produjeron 2.000 unidades. Casi podría decirse que este vídeo fue la cúspide de su vida profesional.


El otro tiarrón que sale en el vídeo es Roger Menache, uno de los hombres de Khan en Star Trek II: La ira de Khan (no acreditado).

Cada minuto que Arnold le dedica es un minuto en el que no estamos viendo a la preciosa Rachel y sus piernas de vértigo, así que a partir de ahora lo odiamos, ¿entendido?


Ya conocemos a los protagonistas. Es hora de pasar a la acción.


Introducción


El vídeo comienza con varios planos de un gimnasio que parece haber sido vomitado dentro de un garaje. La sala es pequeña y todos los aparatos están tan pegados los unos a los otros que es imposible no oler los calcetines sudados del vecino. Da la impresión de que hubieran montado este decorado en un par de horas. Probablemente fuera así.

La música, que no para de sonar ni un instante, es del tipo que uno suele asociar con el soft porn de los años ochenta. Te pone a tono, pero no está claro el tono en el que te pone. Además, el volumen está tan alto en comparación con las voces que a veces cuesta escuchar las sandeces que dicen Arnold y sus amigos.

La cámara alterna varios primeros planos de mujeres sonrientes inhalando y exhalando, preciosas todas ellas, con otros de tíos cachas sudorosos con los dientes apretados y las venas de los bíceps a punto de estallar. Supongo que las mujeres sonríen en lugar de sufrir porque los productores no querían dar la impresión de que si una mujer seguía el vídeo al pie de la letra acabaría con este careto:

¡Gñ!

A continuación, la cámara pasa a un plano general, subrayando así lo minúsculo que es el cuarto, y vemos a Arnold sentado en una de las máquinas. Lleva una camiseta roja de tirantes ajustada que me recuerda a la que llevaba en El último héroe y pantalones cortos negros. Se le ve cachas, pero no tan enorme como en Conan o Terminator, y ni de lejos tan hinchado como en el campeonato de Mr. Olympia de 1980.

El Roble Austríaco se levanta como quien no quiere la cosa y rompe la cuarta pared para dirigirse a nosotros y convencernos de lo beneficioso que es el ejercicio con peso, tanto para hombres, como para mujeres. Eso sí, presupone que si somos mujeres y hemos comprado este vídeo, lo que queremos es quitarnos algunos centímetros de las cadera y tener un vientre plano, mientras que si somos hombres, nuestra meta será convertirnos en la Masa para ligar en la playa.

-Y lo más importante de todo: no me hinchéis las narices.


Parte 1: Rutina para novatos


Los primeros cuatro minutos del vídeo están dedicados al calentamiento. Hasta un deportista de tres al cuarto sabe que es importante estirar los músculos para evitar lesiones. ¿Os suena Stephen Hawking? No estiraba.

Los estiramientos que ejecuta nuestro trío protagonistas son parecidos a una danza primitiva destinada a aplacar la ira de un dios vengativo que exige sacrificios humanos el primer jueves de cada mes. Ciertamente, contemplar a Jane Fonda o a Cindy Crawford meneando las caderas y poniendo el culete en pompa es una experiencia que eleva el espíritu; pero quizá se os caiga un mito cuando veáis lo flexible que es Arnold. Yo por si acaso os recomiendo que os fijéis en Rachel. Tiene una sonrisa que rompe corazones y unos muslos entre los que se podrían cascar nueces.

¿Vergüenza ajena? No hemos hecho más que empezar.

El primer ejercicio de verdad es el press de hombros en máquina, con su correspondiente alternativa con barra para los que estén dispuestos a gastarse dinero en esta clase de trastos o pagar la cuota del gimnasio al que irán una vez en toda su vida.

Arnold aprovecha ya para transmitirnos uno de los pilares de su filosofía como culturista, el cual apenas repite 3.264 veces a lo largo del vídeo: tenemos que concentrarnos en el músculo que estamos tonificando, visualizarlo con el ojo de nuestra mente, notar cómo trabaja, conectar mentalmente con él... Arnold es el maestro Yoda del culturismo.

El Roble Austríaco destaca también el aspecto motivacional de hacer ejercicio con otras personas. No se refiere tanto a lo mucho que anima tener a una macizorra como Rachel al lado, sino a que alguien esté pendiente de que no hagas trampas y completes las repeticiones. Él desde luego no perdona una.

El siguiente ejercicio es el press de banca, con barra o con máquina. Arnold nos advierte que hagamos uno u otro, no los dos; de lo contrario, imagino que nos reventarían los pectorales. Lo gracioso es que no predica con el ejemplo, y al desgraciado Roger le obliga a hacer los dos ejercicios de corrido, a pesar de que puede oírle respirar como un estibador valenciano en plena faena. Sospecho que quiere librarse de Roger para quedarse a solas con Rachel.

-Respira, Roger. Este ejercicio es estupendo para echar los pulmones por la boca.

Después de torturar otro poco a Roger en la máquina de pull-down (si desconocéis la terminología gimnástica, buscad imágenes en internet), Arnold pasa a hacer curl de bíceps con barra. Su voz en off se dirige a las mujeres para decirles que no se preocupen, que él les garantiza que no se les pondrá un brazo como el suyo. No sin consumir anabolizantes, claro.

Esta vez le toca a Rachel imitar a su instructor y, o bien le cuesta realmente levantar ese peso ridículo que carga, o bien el productor le dijo que pusiera cara de concentración y esfuerzo porque así venderían más cintas.

-Os garantizo que tampoco lograréis estar tan buenas como Rachel.

Inmediatamente después pasan a hacer extensiones de tríceps con barra y, de nuevo, Roger se convierte en el blanco de una burla implícita, ya que Arnold dice que este ejercicio es bueno para las mujeres, ayudando a eliminar la carne fofa que hay debajo del brazo.

Pero Arnold no solo pone en entredicho la virilidad de Roger, sino que le obliga a hacer el ejercicio con más peso del que probablemente le corresponde, porque el pobre tipo ni siquiera es capaz de terminar los movimientos.

El Roble Austríaco se ríe de él en su cara mientras le dice que no haga trampas.

Roger, herido en su orgullo, se sale del papel y nada más terminar de hacer el número de repeticiones que le exige Arnold, dice que hará una más a pesar de que no puede con su alma.

Rachel no puede evitar soltar una carcajada. Pueden ser los nervios.

Arnold le deja hacerse el chulo y luego le exige otra repetición más. ¿No querías caldo? Pues toma dos tazas.

-¡Piltrafilla, que te vas a hacer daño!

Después toca hacer ejercicio de antebrazos con barra, una cosa que no había visto en la vida, pero que me parece la forma más rápida de conseguir al mismo tiempo los brazos de Popeye y que tus muñecas suenen como una hormigonera. El ejercicio consiste en sentarse a horcajadas con los brazos entre las piernas y los antebrazos apoyados en el banco, con las manos por fuera, y levantar la barra solo con movimientos de muñeca.

Tiene pinta de ser doloroso porque Rachel niega rotundamente con la cabeza en cuanto empieza a hacerlo.

El público no se queja tanto porque desde su sofá tiene una buena perspectiva del canalillo de Ms. Olympia 1982.

-¿Qué color de pintauñas es ese? ¿Kitten Heel o Pink Daisy?

Continuando con la tabla de ejercicios, Arnold asegura que las sentadillas con barra son un ejercicio excelente para que las mujeres consigan unas piernas bien formadas y sexis. Según parece, la parte "sexi" también pasa por depilarse y conseguir un buen bronceado; pero esto es algo que Arnold no menciona. En su pueblo natal en Austria, el concepto de cera caliente solo existía para referirse a las velas que ponían al santo Jacob.

Y de ahí pasamos a los curls de pierna en banco, que sirven para fortalecer la parte posterior del muslo, a la que Arnold se refiere como "bíceps de pierna", porque la palabra femoral debe de resultarle muy difícil de pronunciar.

¡Agh! Roger, por favor, deja de poner el culo en pompa, ya sabemos todos cuál es tu rollo.


En la misma máquina, Arnold también ofrece una alternativa a las sentadillas para las personas con lesiones en las rodillas: extensiones de pierna.

Ya no tenéis excusa para no tener las piernas de una diosa, así que chicas, poneos las pilas. Y, chicos, no sé, poneos las botas.

Acto seguido, en lo que constituye una prueba irrefutable de la existencia de un ser superior, atemporal y todopoderoso, asistimos al mejor ejercicio de de gemelos del mundo:

¿Aún quedan agnósticos o ateos en el mundo?

Aunque poco probable, si sois gente deportista, ya sabréis que los ejercicios de abdominales no son complicados. Los abdominales son músculos agradecidos y crecen y se recuperan rápido, así que entrenarlos no exige gran esfuerzo. Lo que es difícil es convertir una panza cervecera en una tableta de chocolate, porque eso exige deshacerse previamente de los michelines quemando grasa a lo loco.

Sin embargo, Arnold, al que hacer abdominales debería costarle menos que pestañear, pone una cara espantosa a causa del esfuerzo. Espantosa en plan aberración lovecraftiana, la segunda cara más horrenda que le he visto poner (la primera es la que pone en la escena de Desafío total en la que se se saca un chirimbolo por la nariz).

Traed el lanzallamas.

Los siguientes ejercicios son de caderas y piernas, y ningún hombre sobre la faz de la Tierra o Rigel VII, puede hacerlos sin ver seriamente mermada su virilidad, ni siquiera el adúltero Arnold. ¿Cuándo fue la última vez que oísteis a un hombre decir "Me gustaría tener un culo redondo, firme y sexy", o "Eh, mira hasta dónde puedo levantar la pierna"?

Press banca, bien. Abdominales, bien. Reventar latas de birra estampándotelas en la cabeza, bien. El puente, gaaaaay.


Rachel, en cambio, gana puntos de sensualidad con estos ejercicios. No sé si su ejecución exige que ponga cara de estar haciendo el amor, pero no seré yo quien se queje.

-¿Cómo va eso?

El trío cierra la rutina estirando músculos. Recordad que no queréis acabar como Stephen Hawking.


Entrenando sin pesos


Arnold es un tipo comprensivo y entiende que nosotros, pobres piltrafillas, no podamos ir al gimnasio todos los días. Todos tenemos otras cosas que hacer, como, por ejemplo, ver Gran Hermano VIP o ¿Quién quiere casarse con mi hijo? Él nos asegura que tiene el mismo problema, pero lo que no dice es que también tiene su propia cadena de gimnasios y dinero de sobra para tener todos los aparatos que quiera en su propia casa. Incluso antes de alcanzar la fama como actor, ya se codeaba con los Kennedy y había hecho su primer millón de dólares gracias al negocio inmobiliario.

De todo modos, no poder ir al gimnasio no es excusa para no entrenar. Flexiones de brazos y de piernas, zancadas, abdominales de todo tipo, fondos... No necesitamos trabajar con peso. Cualquiera puede apañarse con un par de metros cuadrados de suelo por los que se haya pasado la aspiradora recientemente y un par de sillas de confianza (de confianza porque si se rompen al apoyarnos en ellas, el costalazo va a ser de padre y muy señor mío).

Eso sí, al no utilizar pesos, es necesario que aumentemos el número de repeticiones hasta que cada ejercicio nos mate de aburrimiento.

Espera un momento, Arnold, ¿el problema no era el tiempo?

Sillas, la máquina de ejercicio definitiva.


Parte 2: Programa avanzado para mujeres. Lunes y jueves


Ah, Rachel, Rachel... ¿Por qué no protagonizarías ninguna película de espada y brujería como La reina de Barbaria o Hundra, alimentando así las fantasías de cientos de miles de adolescentes? No tienes talento interpretativo, pero naciste para vestir cuero ajustado y pieles de conejo.

En fin...

El primer ejercicio del programa avanzado para señoritas es el pull-down con polea. Rachel se viene arriba en cuanto empieza a hacer el ejercicio y pone la típica cara de goce y disfrute con visos de tendencias masoquistas. Pensándolo bien, "típica" quizá sea una palabra muy fuerte.

Esto explica el boom de inscripciones en gimnasios de la década de 1980.

Por cierto, cuando Arnold dice "two more" suena igual que si dijera "tumor". No es importante, pero a mí me hace gracia. Continuemos.

El ejercicio de remo con barra y el tronco inclinado 45º me disgusta, porque entraña el riesgo de que a Rachel se le escape un pedo y agujeree sus preciosas mallas compresoras. Además, en el mundo de fantasía e ilusión en el que vivo, Rachel no se tira pedos; cuando ella sale del baño, huele a pétalos de rosa y jazmín.

Después pasamos al press de banca, seguido de aperturas con mancuernas. En este último ejercicio, Arnold recomienda a Rachel que se imagine que está abrazando un árbol. Había oído alguna vez aquello de imaginarse que estás abrazando un tonel, pero no un árbol. Supongo que ya entonces estaba muy concienciado con el medio ambiente. O quizá vaya con segundas. Recordemos que le apodaban el Roble Austríaco. Guiño, guiño.

-Imagínate que estás abrazando a un inmigrante austríaco campeón de culturismo y actor en ciernes.

Después de hacer pull-over con una mancuerna meneando la pelvis como Elvis, se suceden varios ejercicios de máquina que no voy a entrar a enumerar. Apenas hay cambios respecto del programa para novatos, excepto por la diferencia en los pesos.

Más importante es, en cambio, la ausencia de Roger, porque permite a Arnold tomarse más libertades con Rachel. Mi momento favorito es cuando Rachel se prepara para hacer el curl de piernas y antes se saca la malla de la raja del culo. Ahora puedo aseguraros que su bronceado no es tan completo como ella quisiera.

He creado un gif animado para inmortalizar el momento:


Ya me daréis luego las gracias.

El siguiente ejercicio es el levantamiento de pierna con polea baja, que te hace un culín estupendo. Ver a Arnold ponerse morado toqueteando las nalgas a Rachel puede llevar a más de uno a querer abandonar sus estudios o su trabajo y hacerse instructor, pero una cosa es estar en buena forma y otra muy distinta que te paguen por aparecer sin camiseta en la portada de Men's Health. Un hombre debe ser realista.

En este ejercicio, sorprende lo mucho que insiste Arnold en que notemos cómo se quema la grasa, a pesar de que la única grasa que tiene Rachel en el cuerpo es la que se le acumula en el pelo cuando no se lo lava. Cosa que nunca sucede, porque Rachel es una mujer limpia y perfecta.

También es verdad que si Arnold hubiera escogido como compañera de ejercicios a una madre de cuarenta años con algunos de kilos de más, ninguna mujer se animaría a ir al gimnasio después de ver este vídeo. ¿Sexista? Sí, pero también pura estadística. En cualquier caso, si no pasáis cuatro horas diarias en las máquinas, jamás tendréis el cuerpo de Ms. Olympia. El spa no vale para nada.

Sí, ahí está su culo. No tiene pérdida.

Después de hacer varias chorradas con las piernas que no valen para nada, acaba esta parte del programa. Arnold nos dice que estemos orgullosas de nosotras mismas, así que estadlo.


Parte 2: Programa avanzado para mujeres. Martes y viernes


El programa avanzado para señoritas comienza con varios ejercicios de hombros, pero nada que nos sorprenda a estas alturas. Hasta que, de repente, ocurre esto:

Acoso avanzado.

Viendo estas imágenes, tengo que preguntarme si Arnold era consciente de que la cámara seguía grabando. Y la cosa ni siquiera acaba ahí, porque cuando Rachel termina el ejercicio, Arnold le pregunta si "lo sentiste ahí atrás" (¡!), a lo que ella le responde algo que podría traducirse como "Ya te digo".

Lo que me extraña es que el único hijo bastardo de Arnold sea el que tuvo con aquella sirvienta guatemalteca que le costó su matrimonio con Maria Shriver. Por fuerza tiene que haber más Arnolditos no reconocidos pululando por el mundo.

Pero cambiemos de tema, no quiero que me demanden por atentar contra el honor de un famoso al que admiro. ¿Creéis que Arnold no sabe actuar? Pues os sorprenderá su excelente imitación de de Malcolm McDowell interpretando a Alex en La naranja mecánica. Es para quitarse el bombín.

El pensar es para los atristos.

El Roble Austríaco dice que el curl con mancuernas es el único ejercicio de bíceps que necesitan hacer las mujeres, porque las mujeres no quieren que se les ponga el brazo como una joroba de dromedario. Rachel le da la razón. Pero eso era hace treinta años. En la actualidad, en cambio, las participantes de Ms. Olympia son grotescas pesadillas de músculos mórbidos forjados en gimnasios impíos donde hiede a sudor y azufre. Buscad fotos en Google, si tenéis valor.

Mi siguiente ejercicio favorito no necesita pesas, solo un palo; de fregona mismamente. Se trata de hacer giros de cintura cómodamente sentados, lo que ayuda a quemar esas antiestéticas lorzas. Cualquiera de vosotros podéis hacerlo mientras leéis mis artículos (advertencia: puede causar contracturas en el cuello y pérdida de orina).

Que el único flotador que llevéis a la playa sea hinchable y tenga cabeza de pato.

El programa termina nuevamente haciendo el tonto en el suelo, estirando y flexionando las piernas y toda esa gimnasia aeróbica que a Rachel se le da tan bien.

Pero ahora tenemos que despedirnos de ella, porque ha llegado el momento de hacer ejercicio de verdad y demostrar lo machos que somos. Solo dadme un momento para que cierre los poros abiertos de mi cara con papaya.


Parte 3: Programa avanzado para hombres. Lunes y jueves


¿Cuarenta minutos sin Rachel y viendo a Arnold torturar a ese pobre gallito llamado Roger? Esto es más de lo que puedo soportar, así que iré rápido.

Para demostrar que hemos pasado al modo hardcore, nada mejor que empezar con las populares dominadas, el ejercicio ideal para presumir de músculos delante de las nenas o, si eres un flojucho, quedar en ridículo delante de todo el que esté allí para verte. No lo dudéis: si veis un smartphone cerca, vuestra risible estampa probablemente acabará colgada en 9GAG o formando parte del famoso email del viernes, y ya nunca podréis mirar a la gente a la cara sin sentir vergüenza. Mi recomendación es que si sois incapaces de pasar la barbilla por encima de la barra, gruñáis en el momento en que os fallen las fuerzas, os soltéis con un gesto de dolor y rabia apenas contenida, os llevéis una mano a la muñeca como si la tuvierais lastimada y neguéis con la cabeza apretando los dientes. Fingir que una lesión nos impide hacer ejercicio es una buena forma de evitar hacer el ridículo.

-8... 9... ¡y 1.000!

A partir de aquí, la sucesión de levantamientos de barra, ejercicios con mancuernas y máquinas es interminable. El pelagatos de Roger respira como una parturienta y gruñe como un troglodita durante todo el programa, intentando poner buena cara sin éxito y soportando las correcciones constantes de Arnold. Y es que el T-800 no perdona una: junta más las piernas, no dobles las rodillas, mantén las manos pegadas a los muslos... Fuera de contexto parecen las indicaciones que daría el director de una peli porno a sus actores.

Justo después de someter a Roger "Gruñidos" Menache a los horrores del press de banca inclinado, Arnold nos da un consejo que quizá debería habernos dado al principio del programa, cuando aún era útil y podíamos escuchar algo de lo que decía por encima de nuestra respiración sofocada: cada vez que terminemos un ejercicio, debemos flexionar los músculos que hayamos entrenado para que la sangre fluya. Esto es lo que en el argot culturista se conoce como parecer un auténtico gilipollas.

Gana puntos de gilipollez extra haciéndolo delante del espejo.

La primera parte de tabla de abdominales, que no es distinta de la que vimos en el programa de novatos (excepto por el número de repeticiones), nos lleva a una nueva sucesión de caras de esfuerzo espeluznantes. Cada primer plano de Rachel destilaba sensualidad y erotismo. Cada primer plano de Arnold y Roger te obliga a apartar la mirada tan rápido como para provocarte una contractura cervical.

Cuando Roger termina la segunda tanda de abdominales, Arnold le dice que se ha ganado una tarta de queso extra. Sin duda, uno de los mayores beneficios de matarse a hacer deporte es que luego puedes comer prácticamente todo lo que le apetezca sin engordar ni un gramo. O al menos así es hasta los veinticinco años. Luego hay que currárselo cada vez más, y a partir de los cuarenta, el declive es tan pronunciado que más te vale tener ya pareja o ser multimillonario.

-¿Notas esta protuberancia en tu abdomen? Enhorabuena, es una hernia.

El programa avanzado de lunes y miércoles se cierra cosiendo el aire a patadas, igual que terminaba el de las mujeres. La única diferencia es que Arnold y Roger no son Rachel, y el mundo es un poco más gris.


Parte 4: Programa avanzado para hombres. Martes y viernes


Si alguien pensaba que la parte anterior del programa era dura, la siguiente es infernal. Los ejercicios con pesas de estas dos sesiones son de los que te hacen apretar la mandíbula en las subidas, y resoplar inflando los carrillos en las bajadas. Las personas que nunca han hecho ejercicio con peso suelen pensar que los gruñidos y los bufidos se hacen solo para llamar la atención, pero os aseguro que no es teatro. Hay un momento en el que tu músculo no puede más y te dice: "¿Nos hemos vuelto locos o qué?". Y cuando dice eso, se acabó. Ni toda la fuerza de voluntad del mundo conseguirá sacarle una repetición más.

Arnold les llama super-sets y consisten en ejercitar distintos grupos de músculos sin ningún descanso entre medias. En otras palabras: conoceréis el dolor. Y el dolor os invitará a su casa. No os sentiréis cómodos y querréis marcharos, pero no sabréis que excusa ponerle. El dolor os preguntará si queréis más café. Le diréis que no. Entonces os sacará el álbum de fotos y desearéis estar muertos.

Y hay otros riesgos a tener en cuenta, claro.

-¿Demasiado cansado para correr, Roger?

Es evidente que Roger le falta fuerza y, tras un par de repeticiones de cada ejercicio, el pobre pierde fuelle; pero a su favor diré que no tira la toalla ni siquiera cuando Arnold tiene que sujetarle los brazos para que no se le partan en dos y asome el hueso.

El problema de Roger es que no hay forma de que mantenga las posturas correctas y es un pésimo modelo a seguir. Arnold le obliga a hacer los ejercicios con el mismo peso que él, probablemente para demostrar quién de los dos es el gorila de lomo plateado, y Roger no puede cargar tanto peso, por lo que remenea la espalda, separa los brazos del cuerpo y, en definitiva, hace todo lo que uno debe evitar hacer si quiere que el ejercicio sea provechoso y no le lleve directamente a la consulta del traumatólogo.

Nenaza.

Estoy convencido de que, desde los ochenta, se han diseñado mejores ejercicios para fortalecer las lumbares que el que nos enseña Arnold.

O al menos no tan surrealistas.

No tratéis de ajustar vuestras pantallas.

Arnold demuestra obsesión por las tartas de queso cuando, en mitad de una rotación de cintura, le dice a Roger que piense en la cantidad de tartas de queso que estará quemando con este ejercicio. Siendo austríaco, sería mucho más apropiado que hablara de apfelstrudel, un delicioso hojaldre relleno de compota de manzana; pero supongo que no es el mejor momento para hacer publicidad de la gastronomía de su patria. En cualquier caso, está consiguiendo que me entren muchas ganas de comer tarta, y no creo que esa sea la intención del vídeo.

Al terminar el programa, Arnold nos da la enhorabuena, y nos dice que recordemos que ponerse en forma es un modo de vida; si somos positivos, alcanzaremos las metas que nos propongamos. ¿No os lo creéis? Fijaos en él, un inmigrante que se convirtió en campeón de fisioculturismo, estrella de Hollywood y gobernador de California. Como diría el propio Arnold: Give me tumor.

15 comentarios

  1. Si yo hubiese sido Arnold, le hubiera dicho a ella: «Rachel, corazón, no te preocupes, nos encanta ese medio bronceado que portas. No debes ocultarlo». Qué glorioso es ese GIF.
    Indudablemente me ha sorprendido su elección de artículo y me parecen ejercicios dignos de anotar para cuando vaya al gimnasio… en un universo alterno y otra línea temporal cuando el médico me diga que no tengo otra opción y las prótesis tipo Terminator todavía no existan.
    En fin, ojalá exista otro video de Rachel haciendo ejercicios sola.

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  2. Estimado señor Brocha, me descubro el sombrero ante usted.
    Se ha tragado la hora y media aproximada que debe de durar el vídeo y todavía le quedan fuerzas para poder escribir un artículo medio en el blog.

    Yo más que hablar del apfelstrudel creo que a Arnold le pega más mencionar el exceso de consumo de las Käsekrainer, esto es, la salchicha vienesa rellena de queso que hace las delicias de la juventud occidental. En aquella época se llevaba mucho la frase de "Lo que se come, se cría"

    Impagable el momento de tapar la piel poco morena de Rachel. En aquella época la edición de los vídeos vhs para el hogar no se prodigaba por eliminar escenas impúdicas.

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  3. "... conoceréis el dolor. Y el dolor os invitará a su casa. No os sentiréis cómodos y querréis marcharos, pero no sabréis que excusa ponerle. El dolor os preguntará si queréis más café. Le diréis que no. Entonces os sacará el álbum de fotos y desearéis estar muertos. ...", esta frase me la guardo.

    Pobre Roger, como se pasan con él. Me extraña que no hayan incluido a un gordito gracioso y que al acabar el video estuviera cachas (tras indicar que han pasado varias semanas)

    Me he atrevido a hacer la busqueda sobre Miss Olympia. ¿Cómo es que pasó de ser un concurso de tias buenas en buena forma a 'eso'? Parece que los cuerpos de los participantes de su contrapartida masculina y les añaden tops y cabezas de mujer con Photoshop.

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  4. Precisamente hace poco acabo de volver a ver ese capitulo de Seinfeld (el 4x17).

    Por otra parte genial la reseña de esta obra de Arnold que yo jamas vería y de la cual no he entendido ni la mitad del lenguaje de ejercicios.

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  5. Un buen argumento a favor del ateísmo es que el instante de ver la retaguardia de Rachel sea seguido por una eternidad de ver a todo el ser de Roger...

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  6. Genial entrada. No creo que nadie más haya tenido el valor (y el cuajo) de, si quiera, pensar en hacerla.
    Realmente cierto lo del ejericio y la edad. A partir de los 25 ya se empieza a acumular un airbag (solo que no es aire) en la tripita y como que no quiere irse...

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  7. Solo una persona como tú puede hacer un ¿"review"? de un video de ejercicios y hacerme reir tanto. Te pasaré la factura del arreglo de la laptop, que la he bañado con capuccino mientras leía la nota.

    Saludos desde Argentina

    P.D: Para tener mas efecto, lean la nota escuchando Maximum Potential de Power Glove (en loop porque no alcanza el tema entero) y despues me cuentan. Les va a crecer los músculos a medida que avanzan con el post!

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  8. LacraESECEFE: Si encuentras un vídeo de ejercicios de Rachel en solitario (o acompañada de otras mujeres macizas de piel broncínea), dímelo. Por favor.

    Doctor Müller: No quieras saber cuánto he tardado en escribir esta entrada, porque ha sido mucho más de lo que pienso reconocer.

    Anonimatus: Lo de Miss Olympia es un crimen. Y todo crimen tiene un culpable. Habría que encontrarlo.

    Vladek: Seinfeld es un peligro. Habré visto la serie completa cinco veces y corro el riesgo de citarla en cada entrada que escribo.

    Domingo: Venga, reconoce que Roger te hace tilín. ¿A quién puede no gustarle un morenazo recio y garañón?.

    Victor: "Cuajo" es mi segundo nombre. "De" el primero

    Bizarro: Puede que esta entrada sea única en el mundo. Y así lo espero.

    La factura puedes mandársela a mi secretaria. Es una manopla con ojos saltones que usa pintalabios.

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  9. Cada vez que mencionabas a Arnold diciendo algo,me lo imaginaba con la voz que le ponían en el Informal, el Chuache Aragonés.

    Desde luego estos vídeos son fascinantes, ya que permiten analizar el comportamiento humano. Arnold seria el macho alfa, el pobre Roger el beta y Rachel la hembra macizorra que todos desearían ligarse. Por la forma de comportarse de Arnie frente a la fémina, continuamente toqueteandola y lanzandole dobles sentidos muestra el mas que evidente interés del austriaco por encamarsela y como usa un gran despliegue de varoniles tácticas para ello. En cambio, con Roger es mas despiadado, tratando de minar su ya de por si baja autoestima, en un claro intento de hacer que se retire para tener a Rachel para el solo. Curiosamente, que le vídeo concluya con Arnold acompañado del gañan, me da a entender que no triunfo o que yo ando equivocado y Arnie es tan macho que se lía hasta con hombres.

    Y ya para terminar, acabo con un tópico, algunas maquinas de gimnasio parecen artilugios de tortura medieval. De hecho, siempre he creído que la Inquisición Española se ha reconvertido en una franquicia de gimnasios.

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    1. "Arnie es tan macho que se lía hasta con hombres". Me encanta esta frase. Puede que la reutilice.

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  10. Illo, se ha muerto el de mundo disco.Terry DEP

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    1. Creo que podía enterarme de la noticia sin necesidad de que quede recogida como comentario en una entrada que no guarda relación alguna con el tema. Pero el "illo" me ha hecho gracia, maldito.

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  11. La camiseta del tal Roger es la que lleva en la portada Arnie,como se come eso?

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    1. No sé cómo se come y espero que nadie coma nada de lo que luego pueda arrepentirse. Dios nos pille confesados.

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  12. De las mejores entradas que he leído en tu blog por hacerme llorar como nunca de la risa y por el maravilloso y algo picantón gif de las piernas de la señorita McLish.

    "..nos lleva a una nueva sucesión de caras de esfuerzo espeluznantes. Cada primer plano de Rachel destilaba sensualidad y erotismo. Cada primer plano de Arnold y Roger te obliga a apartar la mirada tan rápido como para provocarte una contractura cervical." Casi me caigo de la risa por estas líneas... y he llorado más por ello que por cualquier cosa triste que debiera hacerme llorar, como gatitos abandonados y cosas de esas XD.

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