24 de septiembre de 2012

Double Dragon (NES)

No sé cuántas horas pude echarle al Double Dragon de la NES, pero seguro que fueron casi tantas como al Teenage Mutan Hero Turles 2, es decir, muchas. Jugando era un desastre con patas y jamás llegué más lejos de la parejita de Abobos de la tercera fase, pero aun así, me encantaba. Fue mi primer "yo contra el barrio", y aunque me diesen hasta en el carné de identidad, jugarlo era premio suficiente para mí. Sí, entre los ochenta y principios de los noventa, no tenías por qué ser capaz de pasarte un juego para disfrutarlo. De hecho, no recuerdo haberme terminado más juegos que los tres primeros Super Mario Bros. y el Chip 'n Dale. Ahora, en cambio, si me atasco diez minutos en un videojuego, me cago en Satanás.

El Double Dragon de NES salió en 1988, casualmente el mismo año que Los gemelos golpean dos veces de Ivan Reitman (¿solo yo veo la relación?),  y a salvo de la falta de un modo cooperativo para dos jugadores, era una versión más que decente del Arcade. Todo lo contrario de lo que parece la novia de Billy, como pronto veréis.

Otros pegas que suelen ponérsele al conversión de Technos para la 8 bits de Nintendo son que los enemigos sufren el síndrome de Homer Simpson, lo que significa que nunca se quedan groguis por mucho que los golpeemos, y que tenemos que aprender ataques a base de vapulear a nuestros rivales hasta la muerte en lugar de ser unos expertos en artes marciales desde el principio de la partida (cada corazoncito que ganamos poniendo ojos morados representa un nuevo ataque). Por lo demás, es un juegazo. Es más, es tan bueno que me he vuelto loco y he acabado escribiendo una guía completa.

20 de septiembre de 2012

Dragon Ball Z: Combat Cards de Panini

Diría que me sorprende que dos de las entradas más visitadas del blog sean mis recopilaciones de momentos memorables de Dragon Ball y Dragon Ball Z, pero la nariz me crecería de aquí a la Luna. Lo que me sorprende es abrir un depósito en el banco, que la persona que me atiende no sepa dónde está la arroba en el teclado y que esa persona sea el director de la oficina. Así va el país.

Retomando el tema, hoy dejaré a un lado el manga y el anime para hablar de otra vertiente de la franquicia: el merchandising; y concretamente de las Combats Cards de Panini, que fueron la segunda serie de trading cards de Dragon Ball que se editó en España tras el éxito de los cromos de Ediciones Este.

Aunque el salto de calidad entre una colección y otra salta a la vista, debemos tener claro que no era difícil superar el listón marcado por los cromos de Ediciones Este. Éstos no eran más que un aborto creativo al nivel de la restauración del Ecce Homo con el que esta empresa catalana pretendía aprovecharse del tirón comercial de Dragon Ball a costa de calcar incluso dibujos de Spider-Man. Por lo tanto, para Panini fue como competir contra una de esas falsificaciones chinas de las que tanto saben en Costreando! No había color.

En mi colegio, donde, como en tantos otros lugares, Dragon Ball causaba furor, esta colección de cartas fue bastante popular, así que me extraña que nadie le haya dedicado todavía un artículo en Internet. No es que pueda afirmar esto último con una convicción a prueba de balas, pero si algo así no aparece en la primera página de resultados de Google, para mí no existe.

17 de septiembre de 2012

Masters of the Universe #3 - Battle Cat

Llega un lunes más y con él otro repaso de las nuevas historietas de los Masters del Universo. ¡Edición digital! ¡0,99$ el número! ¡Corred a vuestra tienda on-line más cercana antes de que se agoten!

En esta ocasión, el escritor Mike Costa, más que contarnos una historia a través de los ojos de un personaje como en los dos números anteriores, se centra en definir su naturaleza, presentándolo a una nueva generación de lectores a través de una secuencia de acción que juega como telón de fondo y da pie a un interesante flashback sobre su origen. La estrella de la función es el compañero más fiel de He-Man: Battle Cat, o, como algunos también lo conocimos, Tigre de Combate. Es verde, grande y tiene muy malas pulgas. Como la Masa, pero a cuatro patas y con más pelo.

El dibujo de Jheremy Raapack puede dar pie a pocas pegas y la composición de las viñetas espectacular. A ello hay que añadir que los colores son vivos y no temen ser llamativos incluso en aquellos momentos que no deberían serlo, lo que le da ese tono impactante y espectacular de los viejos cómics de superhéroes.

Todo ello y algún detalle más hacen de este número mi favorito hasta la fecha.

13 de septiembre de 2012

Patatas fritas San Nicasio


¿A quién no le gustan las patatas fritas? A nadie que yo conozca. Todo el mundo disfruta comiendo patatuelas, ya sea en una terracita acompañadas de unos boquerones y una caña bien fresquita, o en el salón de casa con la tele encendida y una mano metida en el pantalón.

Es más, si conocéis a alguien al que no le gusten, mucho cuidado con él, porque probablemente forme parte de una avanzadilla belatriciana enviada desde Gamma Orionis para explorar nuestro planeta antes de iniciar su colonización. (La parte de la exploración es muy importante, porque luego te sucede lo mismo que a los extraterrestres de la película Señales y, de la noche a la mañana, tu especie alienígena temida en todo el universo se convierte en el hazmerreír de un planeta de segunda regional por no haberte documentado debidamente.)

Patatas fritas, decía. Aunque mi búsqueda del snack perfecto terminó el día en que Matutano sacó la Pandilla Drakis, este hallazgo no disminuyó en lo más mínimo mi interés por este campo tan variopinto de la gastronomía, que me ha llevado a probar desde rarezas como las Lay's con sabor a cheeseburger y gambas al ajillo, hasta patatas de corte más artesanal como las elaboradas por la compañía cordobesa San Nicasio, que serán el objeto de nuestra entrada de hoy.

Antes de entrar al fondo del asunto, me gustaría dejaros con unas palabras de nuestro patrocinador. Pero no tenemos patrocinador. Ni siquiera sé por qué hablo de un nosotros. Enviadme dinero.

10 de septiembre de 2012

Star Trek: El cerebro de Spock


Este sábado pasado fue el 46º aniversario de Star Trek. De no ser por el correspondiente Doodle de Google, no me hubiera enterado, porque se me dan fatal las fechas; pero siendo fan de la serie original y ahora precisamente que también estoy viendo La nueva generación, me sabría mal no hacerle un pequeño homenaje a aquella magnífica serie, aunque la cifra del aniversario no sea redonda. Hoy incluso he vuelto a ver la primera y soporífera incursión cinematográfica de la franquicia. Por eso, y a pesar de mi falta galopante de sueño, he decidido recapitular otro episodio más para mi archivo personal, el tercero después de La trampa humana y La arena.

Y creedme, no es un episodio cualquiera. Si todos los trekkies votasen para decidir cuáles son los peores episodios de la serie original, el capítulo de hoy alcanzaría sin problemas el primer o segundo puesto. Es ridículo, machista y una verdadera colonoscopia para el sentido común, y lo lamentable es que fue la premiere de la tercera temporada. No me extraña que ese mismo año cancelaran la serie.

Fecha de emisión: 20 de septiembre de 1968.

3 de septiembre de 2012

Little Tokyo: Ataque Frontal (1991)

Little Tokyo: Ataque frontal es lo menos que podíamos esperar del director de Commando: una cinta de acción típica de los noventa, con peleas y desnudos a cascoporro y nada de relleno, solo artes marciales, tiroteos y frases ingeniosas; el tipo de producto que uno ve y disfruta procurando no hacerse muchas preguntas, sobre todo preguntas acerca de cuán gays eran las pelis de acción de los años ochenta y noventa.

También es una cinta indispensable para los fans de Dolph Lundgren y Brandon Lee, que aquí interpretan a dos policías de Los Ángeles enfrentados a la yakuza. Y el lobo feroz no es otro que Cary-Hiroyuki Tagawa, al que en mi casa siempre recordaremos por su papel de Shang Tsung en Mortal Kombat y por haber participado en un lamentable episodio de Sabrina, la bruja adolescente. ¡Vuestras almas son mías!

Oh, ¿y he mencionado ya que Tia Carrere, la cazatesoros que se enfrenta a Schwarzenegger en Mentiras arriesgadas, sale en bolas? En realidad, es una doble de cuerpo, pero jamás me oiréis protestar por ese motivo. Un buen culo es un buen culo, pertenezca a quien pertenezca.

Con actores de semejante calibre y Mark L. Lester sentado en la silla del director, solo nos queda esperar hora y cuarto de grandiosidad y épica en formato de serie B.