
Dicho esto, hay unas pocas películas de este género por las que siento debilidad. Una de ellas es El desafío de las águilas (Where Eagles Dare, 1968), basada en la novela homónima del aquí también guionista Alistair MacLean y dirigida por Brian G. Hutton, que coincidiría nuevamente con Eastwood en Los héroes de Kelly.
La trama se desarrolla durante la II Guerra Mundial y trata sobre un equipo de agentes británicos liderado por el flemático mayor Smith (Richard Burton) que vuela al sur de Bavaria acompañado por un teniente norteamericano (Clint Eastwood) con la misión de infiltrarse en el Castillo de las Águilas, una fortaleza casi inexpugnable. Allí deben rescatar a un compatriota del teniente antes de que los nazis le sonsaquen información sobre el desembarco de Normandía. Pero el mayor Smith sospecha que puede haber un infiltrado en su equipo. Y eso es solo la punta del iceberg.