Mundodisco es el primero de una corta serie de videojuegos inspirados en las novelas del mismo título del escritor británico Terry Pratchett. ¿Y en qué género encajarían mejor estas sátiras fantásticas plagadas de diálogos ingeniosos que en una aventura gráfica? En ninguno. Bueno, tal vez en un "yo contra el barrio" protagonizado por Cohen el Bárbaro y la Horda de Plata, pero dudo que ninguna compañía quisiera invertir su dinero en eso.
Para aquellos que no estéis familiarizados con el Mundodisco... lo siento, pero que os den por saco. Este no va a ser uno de esos artículos con introducciones superfluas que solo ayudan a los lectores que han llegado hasta aquí por casualidad. Si habéis encontrado este blog buscando información sobre cómo mantener relaciones sexuales con un pulpo, tendréis que continuar vuestra búsqueda en otra parte. Luego podéis volver y comentarnos qué habéis encontrado. Porque nos pica la curiosidad, claro.
El juego nos pone en la piel del mago más inepto y cobarde del Disco, Rincewind, al que el Archicanciller de la Universidad Invisible asigna la difícil y potencialmente mortal misión de dar con el paradero de un dragón antes de que algún héroe acabe con la criatura y los ciudadanos de Ankh-Morpork empiecen a pensar que los magos no sirven para nada.
Por desgracia, lo único que Rincewind tiene de mago es un sombrero con la palabra "Echicero" bordada con lentejuelas, y eso solo le hace parecer un lapicero particularmente grande. Por lo tanto, para cumplir su misión, Rincewind tendrá que confiar en su perspicacia y, sobre todo, en su aptitud para desentrañar acertijos absurdos. Y cuando digo "su", me refiero a "nuestra".
Rincewind y el Equipaje. |
Me vais a perdonar la frase hecha, pero Mundodisco es una aventura gráfica de las de toda la vida. Pertenezco a aquella generación que apenas conoció las aventuras textuales y se destetó con los juegos de LucasArts y Sierra. Lo mío era indicar al personaje dónde dirigirse con el cursor, hablar con la gente y recoger objetos para usarlos con otros objetos. En este aspecto, Mundodisco no ofrece nada nuevo. Lo más original es tal vez el uso de dos inventarios distintos: el del propio Rincewind, sin más capacidad que la de sus bolsillos; y el del Equipaje, un baúl con muchos piececitos y un estómago sin fondo que sigue al patético mago a todas partes.
Sin embargo, lo que distingue Mundodisco de otras aventuras gráficas de la época, y la razón por la que estoy hablando hoy de él en lugar de recapitular alguna película espantosa, no es su mecánica de juego, sino la conjunción de estos tres factores: humor británico, gráficos estilo cartoon y puzzles puñeteramente difíciles.
¿Red Sonja? |
De los gráficos no tiene sentido hablar, porque para eso están el vídeo y las capturas de pantalla, y tampoco es cuestión de que haga un top 10 de los diálogos más hilarantes del juego, porque esto último exigiría una cantidad moderada de trabajo y me he levantado pensando en cuándo llegará la hora de la siesta; pero recuerdo demasiado bien la frustración que sentíamos mi amigo de la infancia y yo después de pasar tardes enteras atascados, sin conseguir resolver ni un solo puzle, como para no dedicar unas pocas palabras a la dificultad del juego.
Dado que los subproductos televisivos ya proliferaban por aquel entonces, no descarto que mi amigo y yo nos hubiéramos quedado medio idiotas por culpa de la televisión (veíamos Padres forzosos, por el amor de Dios); pero lo cierto es que tratándose del Mundodisco la mayoría de las veces no sabíamos por qué hacíamos lo que hacíamos ni, lo que es peor, por qué narices había funcionado lo que ya habíamos hecho. Pocas cosas tenían sentido, y si lo tenían, se debía probablemente a algún juego de palabras en inglés. La mitad de los acertijos eran como el "usar Jojo con bomba" del Monkey Island 2.
Además, a mediados de los noventa no podíamos simplemente escribir "mundodisco guía" en Google o, todavía mejor, "discworld playthrough" en YouTube, y salir del apuro. ¡No teníamos Internet!
El dragón no es una metáfora. |
A pesar de todo, casi nos terminamos el juego con ayuda de una guía que fotocopié de la Micromanía de un compañero del colegio. Y digo "casi" porque un glitch incomprensible con uno de los dragones de Lady Ramkin nos impidió resolver el penúltimo acertijo. No hace falta que os diga que pasó una buena temporada antes de que se nos ocurriera volver a tocar el juego.
Pero nos gustaba Mundodisco y, en el fondo, incluso disfrutábamos de sus desafíos ilógicos. Es más, ahora que estoy pasándomelo de nuevo solo por el placer de disfrutar de sus situaciones disparatadas y de los mordaces comentarios de Rincewind (doblado por el Monty Python Eric Idle), comprendo que es una aventura inteligente y compleja, con un guión muy trabajado y divertido, y, lo que es más importante, una excelente adaptación del universo "pratchettiano". ¿Desesperante? Sí. ¿Una de las aventuras gráficas más graciosas a las que he jugado? También.
Si buscáis un reto, animaos a probarlo.
No me funciona en ningún prostituto sistema operativo que he intentado: estoy pensando seriamente en rearmar el esqueleto de un antetorregemelino pentium uno e instalarle el Win98... o el w95 si es preciso, caramba.
ResponderEliminar¡PERO LO JUGARÉ!
He dicho.
vamo a ver colega... no vayas tan lejos hombre. usa el scummvm, o simplemente el dosbox. lo tienes portable si no quieres instalkarlo en portableapps.com
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