El autor de esta nueva entrega, Brian D. Anderson, cuyo nombre que me cuesta no confundir con el de Brandon Sanderson, sobre todo desde que me enteré de que la "D." responde a "Don". Anderson es un melenudo de barba poblada que pasaría desapercibido entre los protagonistas de Hijos de la anarquía y que, a pesar de sus sueños de convertirse en estrella del rocanrol, acabó escribiendo novelas y relatos de fantasía para ganarse el pan. Entre sus obras más populares está la trilogía de The Sorcerer's Song, que no he leído, pero aparece destacada en Amazon y tiene buenas valoraciones. Espero que no pensaseis que mi labor de documentación llegaría más lejos para reseñar un relato corto que a la mayoría de vosotros os trae sin cuidado. Admitidlo, no pasa nada.
En esta historia, tenemos a un Conan que rondará los veintipocos ganándose el jornal en la oscura Estigia como "héroe de alquiler". La edad del cimmerio no se especifica ni se insinúa en ningún momento, pero se le nota bregado en la delicada tarea de enfrentarse a lo sobrenatural y sabemos que ya ha pasado por Zamora (la ciudad donde se alzaba la Torre del Elefante, no la provincia española famosa por su sus monumentos románicos y su chorizo).
Incluso si no estáis familiarizados con el personaje, su presentación da buena idea de quién es y en qué mundo vive. El relato no solo comienza con una escena de acción efectista, sino que la caracterización del cimmerio es adecuada. Conan demuestra la fuerza y destreza que le son propias, pero también hace gala de su particular sentido del humor, ausente en la mayoría de pastiches. Ya desde este momento cabe intuir que Anderson pertenece al grupo de escritores que no confunde al Conan de Robert E. Howard con el bárbaro gañán interpretado por Arnold Schwarzenegger en la película de John Milius, y eso está bien.
Tras esta introducción, Conan recibe de un noble el encargo de buscar y rescatar a su esposa y a su hijo, a los que ha secuestrado una supuesta bruja que estaba al servicio de la mujer. Naturalmente, las cosas no son lo que parecen, y Conan resuelve el asunto a su manera, manteniendo ese difícil equilibrio entre cumplir su palabra y hacer lo correcto. Y, si por el camino, hay que desenvainar la espada y cortar algunas cabezas, pues así son las cosas en la era hyboria. No esperaríais que Conan se pusiera a recoger flores, ¿verdad? Desde luego no en mitad del desierto.
La historia es sencilla y de lectura rápida, y Anderson usa los tropos de la espada y brujería de manera consciente para favorecer ese dinamismo, sin ninguna pretensión de subvertirlos ni trascenderlos. Eso sí, su estilo literario no se parece en nada al de Howard, sino que es puramente contemporáneo. Es probable que los aficionados al grimdark incluso encuentren trazas de este subgénero tan popular en el panorama del fantástico actual.
La mayor pega que puede ponérsele al relato es que el desenlace, aunque coherente con la trama y con el código de honor de Conan, es anticlimático y poco satisfactorio. Se nota abrupto e incluso precipitado, y te deja con la sensación de que podría haber habido fácilmente un par de capítulos más. En una hipotética adaptación al cómic firmada por Roy Thomas u otra pluma agraciada de Marvel, estoy convencido de que, como poco, se le añadiría una gran escena de acción al final, con un monstruo horripilante y alguna muchacha semidesnuda. Músculos, mujeres y monstruos: ese es el secreto del acero. No obstante, el formato es el que es, y hay que tener en cuenta sus limitaciones. Las páginas casi se deshacen en tus manos.
Por lo demás, espero que Titan Books continúe publicando esta serie durante mucho tiempo y que dé la oportunidad a diferentes autores de aportar su granito de arena al mundo hyborio. Para un fan de Conan, The Heroic Legends es lo más cercano que ha habido a las publicaciones originales de revistas como la famosa Weird Tales desde la muerte de Howard, y eso es algo que los seguidores del autor texano deberían ser capaces de apreciar. Y si no lo aprecian, ¡que se vayan al infierno!
En esta historia, tenemos a un Conan que rondará los veintipocos ganándose el jornal en la oscura Estigia como "héroe de alquiler".
ResponderEliminar¿Pero esto que es? , ¿esto que es?
MERCENARIO, o ESPADA A SUELDO, por Crom, que esto es la era hiboria .
A Johnny de Cobra Kai , que vas.
Ahora en serio, lo de las portadas repetidas es tacañeria de un prestamista de los hijos de Shem.
Que mala suerte esta teniendo el bárbaro en el siglo XXI.
Por si te tranquiliza, lo de "héroe de alquiler" es cosa mía, no del relato. Siempre me gustaron los cómics de Luke Cage y Puño de Hierro.
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