
En cambio, recuerdo perfectamente haberlo jugado varias veces en casa de un amigo y a su madre entrando en la habitación para preguntarnos educadamente si, por favor, podíamos hacer un poco menos de ruido porque molestábamos a los vecinos, aunque sospecho que lo que realmente quería decir era "¡Parad de una puta vez! ¡Me estáis volviendo loca!".
MB: causa de disputa en innumerables hogares desde 1860.
Chincheando (si es que ese es su verdadero nombre) era lo que en mi casa se viene conociendo como juguete "tocacojones" o "estropeasiestas". Al ruido que hacen normalmente los críos cuando juegan, poco menos que comparable con el de las hordas germanas en sus asaltos a los asentamientos romanos, había que sumar el del motorcillo de marras, que ensordecía las turbinas de un Boeing 767 a pleno rendimiento.
El motor, sin embargo, era una pieza imprescindible, ya que hacía vibrar la cama de cartón sobre la que se desarrollaba el juego, provocando que las chinches de plástico que se colocaban encima saltasen y brincasen de un lado para otro.
El objetivo de los jugadores (hasta cuatro a la vez, de 5 a 10 años y borrachos de 18 para arriba) era atrapar con ayuda de unas pinzas todas las chinches de un mismo color, a elegir entre amarillo, verde, rojo y azul. Si jamás habéis probado este juego y os apañáis comiendo con palillos chinos, os parecerá una gilipollez; pero os aseguro que era complicado hasta la exasperación. No solo costaba horrores cazar las chinches, sino que además muchas preferían ir a darse un garbeo fuera de la cama, en plan explorador, antes que quedarse esperando a que las capturasen y condujesen al campo de exterminio.
Se supone que el juego era educativo porque te ayudaba a asociar colores y adquirir destreza manual; pero eso son soplapolleces. La única lección que uno aprendía es que da igual cuanto te esfuerces en la vida, porque vas a fracasar igualmente. No dije que no fuera una lección importante.
Para crear este juguete, parece que MB se inspiró en la popular frase "Que no te coman las chinches", que las madres de clase media-alta norteamericanas dicen a sus hijos después de arroparlos. En España, siempre hemos sido más de "Que sueñes con los angelitos", lo que daba pie a sustituir los insulsos angelitos por lo que a uno más le gustase, como vaqueros espaciales o dinosaurios con armas láser.
Pero el tema tiene un lado oscuro. Aunque es cierto que las chinches multicolores del tamaño de un botón no existen, las chinches de cama no son un animal imaginario como los unicornios o los pingüinos, sino que forman parte de la vida de muchas personas.
![]() |
Un monstruo bien feo. |
Las chinches se ocultan durante el día y atacan por la noche. Saben dónde estamos porque detectan el dióxido de carbono que exhalamos, y también saben dónde clavarnos su proboscis, porque sus antenas perciben el calor. ¿Habéis oído hablar de los Predators? Son chinches que consumen esteroides. En grupos numerosos te pueden dejar más chupetones en una sola noche que tu novia a los quince años.
Por lo tanto, si tenéis de estos bichos en casa, ya sabéis a quién llamar.
A un especialista en control de plagas, naturalmente. ¿En quién cojones estabais pensando?
como olvidarlo, yo queria el traga bolas y me compraron este xd me gustaba coger las chinches con las pinzas aunque agujereara la cama tablero xd
ResponderEliminar¿A quién vamos a llamar? ¡¡¡¡¡A la Masa, a la Masa, a la Masa!!!!!
ResponderEliminar@ Sereldotar: A los Cazafantasmas!! Siempre a los Cazafantasmas...
ResponderEliminarQue recuerdos. No se ahi en españa pero en America latian (o por lo menos en uruguay) se llama Pulgas locas.
ResponderEliminar@ Dsanzi no has visto Cazafantasmas 2? :-)
ResponderEliminarPor cierto, Tipo de la Brocha, un análisis de alguna de ellas estaría genial!
1 - yo no conocía el juego
ResponderEliminar2 - es el primer artículo que leo sobre él. Y me alegro de que hayas sido tú.
3 - en la imagen de cabecera tienes el verdadero nombre: BedBugs (espero que hicieras aposta eso de no saber su auténtico nombre xD)
4 - Yo no las veo tan horribles. Como Final Boss, un poco mutado, puede colar.
@elaine: A mí me gustaba más el Tragabolas, pero armaba todavía más ruido.
ResponderEliminar@Eduardo: Pues me gusta más lo de Pulgas Locas. Un punto para los distribuidores uruguayos.
@Ínfila: No, no, si me refería al nombre en España, no al original. Éste lo tengo muy claro.
Y debo añadir que muchas mujeres se alegran de que yo sea el primero en descubrirles algo... como, por ejemplo, el método para conseguir dinero fácil en Internet. ¿A alguien le interesa? Casi no es una estafa.
¡Es cierto que las chinches se iban a tomar por culo cuando se enchufaba!
ResponderEliminarDe haberlo tenido hubiera cambiado las chinches por pochoclo, la competencia sería menos educativa pero más interesante.
ResponderEliminarPor cierto, los pingüinos sí existen, los he visto pasar volando a la salida del bar.
la ultima frase me ha matado jajajaja
ResponderEliminarPerturbador el giro que toma el último tramo del artículo e hilarante el gag final (un cierre perfecto como el de Con faldas y a lo loco).
ResponderEliminarA mí siempre me ha atraído más el Tragabolas (que como no te eduque para formarte como chapero... menudo nombrecito visto ahora).
Saludetes
Acá en México también se llamaron pulgas locas, solo jugué una vez en casa de un amigo, es un monstruo para el estrés infantil!!! Saludos XD
ResponderEliminar