30 de julio de 2012

Mundodisco: Dinero a mansalva

Para cambiar un poco de tercio después de un mes plagado de entradas sobre superhéroes, hoy os traigo una breve reseña sobre la segunda novela de la serie de Mundodisco protagonizada por Húmedo von Mustachen, el estafador con más carisma del peculiar universo literario creado por Terry Pratchett.

En Cartas en el asunto, y a "petición" de Lord Vetinari (las comillas son esenciales tratándose del patricio), Húmedo dio un giro a su vida de embaucador al ocupar el puesto de director de la Oficina de Correos de Ankh-Morpork, modernizando una institución centenaria cuyo funcionamiento dejaba mucho que desear.

Sin embargo, desde que una intervención divina con muy poco de deus ex machina le sacó del apuro en el que estaba metido en la novela anterior, Húmedo se aburre enormemente. La Oficina de Correos ya no funciona como una administración pública, sino que las cartas se entregan a tiempo. Su trabajo se ha vuelto monótono, y el grave caso de culoinquituditis que padece le lleva a realizar expediciones nocturnas muy poco apropiadas para un cargo de su importancia, sobre todo cuando su prometida Adora Belle está fuera de la ciudad.

Por lo tanto, y aunque no le gusta que jueguen con él como si fuera una ficha más en el tablero de la ciudad, Húmedo es incapaz de rechazar la nueva oferta de Vetinari, que ahora le necesita para reorganizar otra institución ruinosa y anclada en las viejas costumbres: la Real Casa de la Moneda de Ankh-Morpork, donde acuñar un penique cuesta más de un penique.

Y, naturalmente, poner a un timador al cargo de un banco es una gran idea; en España es prácticamente una tradición.

La novela se enmarca dentro de la serie conocida como la Revolución Industrial, probablemente la que más interés suscita en este momento entre los lectores de la saga de Mundodisco; y si no eres uno de ellos, me gustaría saber a qué esperas.

No, en serio, ¿cuál es tú excusa? Las ediciones de bolsillo están tiradas de precio, y seguro que conoces alguna librería que esté cerca de tu casa, colegio, universidad, trabajo o centro de detención de inmigrantes. Y si sufres agorafobia o eres un niño-burbuja, cómpralos por internet y que te los lleven a domicilio.

Una vez más, Pratchett nos ofrece una visión mordaz y satírica de una de las instituciones principales de nuestra cultura: el sistema bancario; y lo hace con el acierto y la suspicacia a las que nos tiene tan mal acostumbrados. Su análisis acerca del verdadero valor del dinero está muy bien traído y plantea algunos interrogantes muy interesantes sobre el tema. Y si bien es cierto que las parte más sesudas de la novela pueden pasar desapercibidas en una lectura ligera, sobre todo cuando empiezas a leer a la una de la madrugada y los únicos sonidos que consiguen mantenerte despierto son los del motor del camión de la basura y los zumbidos de los mosquitos, siempre estarán ahí para volver sobre ellas.

Por supuesto, tampoco faltan los gags visuales marca de la casa, que quizá pequen de excesivos en algunos puntos, como, por ejemplo, cuando el presidente del Banco, al que hay que sacar a pasear a diario, se hace con un peculiar juguetito vibrador. Son escenas que parecen pensadas para arrancar algunas risas fáciles en una eventual adaptación televisiva, de las que las cadenas británicas ya han producido varias; pero también es verdad que Pratchett siempre ha sido muy teatral en la concepción de sus novelas. Y los juegos de palabras siguen siendo de primera categoría, incluso en la traducción española.

Junto a Húmedo y su punzante prometida, repiten también otros habituales del Mundodisco, entre los que cobra especial peso Vetinari, un tirano ya tremendamente diluido con una comprensión sin igual de la naturaleza humana y de la historia que preferiría no repetir los errores del pasado.

Pratchett tampoco renuncia a ampliar el dramatis personae de la saga y sigue sorprendiéndonos con nuevos y maravillosos secundarios, a los que dota de personalidad y singular encanto en apenas unos pocos párrafos. Destaca en este caso el señor Doblado, cajero jefe del Banco, que no ve con buenos ojos los cambios que suceden al nombramiento de Húmedo como vicepresidente. El señor Doblado (me resultaría extraño no referirme a él sin usar ese término de cortesía) es una institución en sí mismo, un oficinista sin una sonrisa amable y con una cabeza prodigiosa para los números que personifica los viejos valores de un sistema que ya no funciona y que, sin embargo, se aferra a esos valores como si de ello dependiera su cordura; cosa que, en muchos aspectos, es verdad.

Los antagonistas de la novela son la familia Espléndido, y, en particular, el trastornado Cosmo y su oronda hermana Pucci, consejeros del Banco. Quizá el mayor defecto de la novela sea precisamente que hay muy pocos pasajes en los que dé la sensación de que los Espléndido puedan suponer una verdadera amenaza para nuestro protagonista, al que siempre se le ocurre la solución más adecuada para salir no solo triunfante, sino fortalecido de los distintos trances que debe superar. Hacia la mitad del libro, una figura del pasado de Húmedo con una dentadura inquietante viene a cambiar este panorama ligeramente, pero al final da menos juego del que podría haber dado.

En Dinero a mansalva, la magia y lo fantástico siguen mezclándose con el cómo funcionan las cosas en el mundo real, y el resultado destila humor y perspicacia por los cuatro costados. Es asombroso que el autor aún sea capaz de superarse a sí mismo después de brindarnos tantos títulos sobresalientes pero lo hace. Una novela, por tanto, que recomiendo sin vacilar. Además, habida cuenta de cómo esta el patio, es un libro de rabiosa actualidad.

Por último, me gustaría saber si soy el único que tenía metida en la cabeza una imagen del Banco de Inglaterra de la película Mary Poppins durante toda la lectura. Creo que es una conexión lógica y evidente, pero me gustaría no estar solo en esto. ¿Alguien?

10 comentarios

  1. Mixtli198430/7/12 00:39

    No he leido ninguno de los libros de Pratchett, siempre me ha dado pereza empezar aunque he leido tantos elogios que tendré que empezar. Me ha gustado la reseña pero, se puede empezar por este? O hay que leerlos en orden?

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    1. Es mejor leerlos en orden. Los primeros son algo flojos, porque Pratchett se inclinaba más por la parodia que por la sátira; pero mejoran rápidamente.

      Si no quieres empezar de cero, te recomiendo Mort o ¡Guardias! ¿Guardias?

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  2. Estoy leyendo la saga en orden cronológico de salida (aunque muchas veces no sea necesario, pero así sigo los arcos argumentales) y voy por la mitad así que lógicamente aún no he hincado el diente a éste, así que probablemente cuando llegue tendré inculcada la imagen de Mary Poppins... Bueno, podría ser peor, como por ejemplo imaginarme a Botín nadando a lo Tío Gilito en una bóveda del Santander llena de oro.

    En cuanto a Mundodisco según mi gusto y salvo altibajos los libros van mejorando con los años, aunque no me explico ese ritmo de publicación a no ser que Pratchett directamente no tenga vida o tenga muchos negros :)

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  3. Por cierto, ¿desde cuando los que traducen las títulos de las películas en España se dedican a traducir también los de los libros? De 'Making Money' a 'Dinero a mansalva'... un poco más y lo llaman 'Dinero de Pelotas'... y porque 'Estafa como puedas' ya existe...

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  4. ¡Me encanta Mundodisco! Para mí, Pratchett es uno de los mejores autores vivos, sea en el género que sea, y eso que no me he leído ni cinco libros de Mundodisco (siempre falta tiempo). Aún así, es de mis sagas favoritas.

    Tipo de la Brocha, ¿has leído Buenos Presagios, de Pratchett y Neil Gaiman? Si no, te recomiendo que lo cojas, me da en la nariz que te gustaría mucho.

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  5. "Los primeros son algo flojos"... NO TE LO PERMITO!!! Te hablo desde Argentina donde se consigue (y en un todo por 2$) el 1er y 2do libro y a duras penas el Mort, y ¡Guardias! ¿Guardias?. Gracias a mi ebook he podido leer mucho de la saga del Mundodisco, y sigo pensando que "El color de la magia" fue uno de los mejores libros que lei. He dicho!

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  6. A mi no terminó de gustarme el final... todo el jaleo con los golems es muy raro (y me encantan los Golems, una de mis novelas favoritas de la serie es "Pies de Barro") y como dices se echa en falta un enemigo final que de la sensación de verdadero peligro... porque ni los Esplendido ni Cribbins terminan de llenar ese hueco.

    La segunda mitad me parece algo floja para el nivel de Pratchett en los últimos libros... eso si, el juicio es memorable.

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  7. No sé por qué aun no leo estos libros... no me lo explico.

    Pero eso si, por los momentos la única opción es leerlo de forma digital.

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  8. Wally: La imagen mental de Botín me fascina. El título español no me parece malo, solo diferente, aunque suene a comedia americana de los ochenta.

    Tempus Frangit: Mira, ese sí que lo leí. Recuerdo que me gustó, aunque también que no era el tipo de novela que yo me esperaba.

    Bizarro: Quería decir que son más flojos que los más recientes, no que fueran malos.

    eter: En realidad, hay pocos libros de Mundodisco que sean excelentes de principio a fin, pero las partes buenas lo son tanto que se le perdonan las "menos buenas".

    José Correa: ¿Por qué disfrutas leyéndolos? Ideas tontas que se me ocurren, ya ves.

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  9. No me gusta el nuevo estilo de Terry Prachet. Está perdiendo mucho de su humor y de su surrealismo.

    Cartas en el asunto me parecio un libro redondo, de los mejores que ha escrito Terry Prachet. Tenia un toque mistico, heroico y una gran cantidad de personajes a cada cual mas raro.

    En esta intenta repetir la misma formula...pero hay demasiado. Todo ocurre alrededor de Humedo, el casi no puede hacer nada y como lector, no te ves muy implicado. Ocurren demasiadas cosas a la vez, no es paulatino.

    El malo, comparado al de cartas en el asunto, es de risa. No hay una sensacion de peligro, es probablemente el villano mas lamentable de Mundodisco.

    Y por ultimo, todo lo de las estatuillas de barro y tal, me da la impresion de que sobraba, teniendo en cuenta el guirigay que se habia montado.

    Eso si: El señor doblado es LA POLLA.

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