24 de diciembre de 2019

The Witcher: El principio del fin


El viernes pasado, Netflix estrenó la primera temporada de The Witcher, la serie más esperada desde... la que fuera la serie más esperada del mes pasado.

Como todos los episodios se subieron a la plataforma de este gigante del streaming al mismo tiempo, imagino que la mayoría de los que leáis esto ya habréis visto todos o casi todos. Aun así, me gustaría plantearos la posibilidad de repasar conmigo un episodio a la semana e intercambiar opiniones en un entorno afable, distendido y libre de actos viles que clamen venganza, es decir, como si esto no fuera una red social. Creo de verdad que las series no se disfrutan de la misma manera pegándose un atracón que racionándolas para tener tiempo de digerir lo que sucede o escribiendo artículos de 3.000 a 4.000 palabras repletos de sandeces.

En cualquier caso, de la respuesta que deis a cada una de estas entradas dependerá que continúe escribiendo sobre la serie. La elección es vuestra, pero Stregobor y Renfri dirían que el mal menor es que comentéis.

Yo aún estoy lejos de terminar la serie; pero puedo adelantaros que estoy muy contento con lo que he visto hasta la fecha. Es una serie entretenida de espada y brujería que adapta de forma bastante fiel los libros, aunque no los siga al pie de la letra, con personajes bien caracterizados, interpretaciones excelentes, coreografías de lucha que quitan el hipo, monstruitos pavorosos y una banda sonora bella y espectacular. A la producción no le vendría mal una inyección extra de dólares, pero los recursos están bien aprovechados.

En cuanto a la historia, no sé si el mundo del brujo se entenderá igual de bien sin conocer los libros de Andrzej Sapkowski o los videojuegos de CD Projekt Red, pero a mí la serie me ha convencido de que tiene futuro con el público general. No soy adivino, así que a lo mejor la cancelan después de la segunda temporada.

Como solía hacer con Juego de Tronos, procuraré recapitular los episodios cubriendo cada trama de forma continuada en lugar intercalar unas y otras. En la medida de lo posible también indicaré dónde se desarrolla cada escena y, como novedad del formato, cuándo, porque los caminos de los tres protagonistas discurren por líneas temporales diferentes (presente en el caso Ciri, pasado en el caso de Geral y pasado más pasado en el caso de Yennefer). Ya tendrán tiempo de arrejuntarse luego.



Año 1231. En un pántano a las afueras de Blaviken


El episodio comienza en un pantano oscuro, siniestro y probablemente pestilente; más ciénaga que pantano, de hecho (lo he consultado con un reconocido experto en ecosistemas de la Universidad de Túnez). Da repelús.

Un cervatillo, que es el nombre que se la da a las crías de venado para incrementar su "adorabilidad", se acerca a beber del agua cenagosa. Los cervatillos no suelen alejarse de sus madres, ya que crecen bajo su protección (lo he consultado con un reconocido experto en fauna de la Universidad de Acatama), así que podemos deducir que la madre de este cervatillo está muerta. También podemos asumir que el padre se marchó después de preñar a la hembra, como es habitual en la especie. Por lo tanto, a todos los efectos es un cervatillo huérfano. ¿Despierta ya vuestra simpatía? ¿No? Le llamaremos Bambi.

Imagen patrocinada por Disney.

Un arácnido gigante y espantoso emerge del agua con una presa más beligerante que el inocente cervatillo debatiéndose entre sus patas. La presa es Geralt de Rivia, un brujo. El depredador, una kikimora. El nombre de este bicharraco suena más a fruta exótica o cóctel tropical que a engendro del averno, pero las kikimoras no son motivo de guasa y rechifla. Son monstruos crueles y grotescos que tragan como mulas.

Este espécimen además es especialmente feo, porque su cabeza tiene rasgos humanos y cadavéricos; es como el rostro de una momia renegrida que se hubiera despertado de la siesta con el pie izquierdo y descubierto que se le ha acabado el café. Y la kikimora tiene cuatro "pies" izquierdos.

-¡Ha llegado tu HORA, palurdo de ocho patas!

Geralt pierde la espada de plata con la que está luchando, y la kikimora lo hunde en el agua e intenta trepanarlo sin anestesia.

Pero nuestro aguerrido brujo está puestísimo de elixires y consigue recuperar su arma antes de que le hagan un orificio nuevo en la cara o de que sus pulmones empiecen a sonar como el desagüe de un fregadero. Incorporándose, convierte la cabeza de la criatura en un pincho moruno con el reluciente filo.

Remojado como un garbanzo, el brujo sale del agua fangosa y ve al pobre Bambi malherido en la orilla. La kikimora arrancó un cacho de carne del costado al inocente animalillo, y la herida tiene muy mala pinta.

"Hoy no es tu día, ¿eh", le dice Geralt con voz de laringitis.

Fundido en negro y... espadazo.

-Cuando lucho a muerte con seres sobrenaturales siempre me entra hambre.

De esta primera escena hemos aprendido dos cosas:

1) Netflix no tiene tanta panoja como HBO, y los efectos digitales no alcanzan el nivelazo de los de la última temporada de Juego de Tronos. Sin embargo, hay que ser un mosquito intelectual, hijo de una hiena, para hacer comparaciones entre una serie que está en "su primerito día" y la última temporada de una de las series más populares de todos los tiempos.

2) En cualquier caso, los efectos especiales son notables para una producción de Netflix. Calificarlos de cutres es falso, simplista y de mala persona. Puede que yo lo haga en algún momento, pero será desde el cariño. De todos modos, los efectos especiales dejan de importar si los personajes son carismáticos y la historia es lo bastante buena. Recordáis Hércules: Sus viajes legendarios, ¿verdad? Pues bien contentos que estábamos con sus monstruos dibujados con Paint cuando la veíamos en los noventa.

Es tan real y tangible como el derecho a una vivienda digna.

¿No os convence el argumento?

Vale. Yo también prefería ver Xena: La princesa guerrera. ¡Pero a momentos homoeróticos nadie ganaba a Hércules!


En Blaviken


Geralt marcha a caballo por las calles de Blaviken con disimulo y discreción.

"YA ESTÁ AQUÍ EL BRUJO", anuncia. "SE MATAN MANTÍCORAS, VIVERNOS, NEBULORES, ABEJORROS, GIRADORES, ESPANTOS... TODO TIPO DE MONSTRUOS. YA ESTÁ AQUÍ EL BRUJO".

Quizá no arme tanto jaleo. Pero aun así, su entrada no debería pasar desapercibida. Por mucha capucha que se eche encima para cubrirse la peluca, lleva a la grupa del caballo una araña gordísima que asoma sus patas por debajo de la manta guarrindonga que le ha echado encima.

¿Y cuál es el primer lugar que uno visita cuando llega a un pueblo nuevo? ¿La biblioteca? No. La respuesta correcta es la posada o taberna. ¿Dónde si no podría un aventurero recuperar puntos de vida y guardar la partida?

Aunque Geralt solo quiere saber dónde encontrar al concejal para cobrar la recompensa por la kikimora y seguir su camino, no es bien recibido por los parroquianos, que le llaman "mutante hijo de p***", sin ser él nada de eso. No me parece a mí que sea muy saludable esto de insultar al tipo que mide metro ochenta y cinco, y pesa noventa kilos de puro músculo; pero puede ser una solución ideal si lo que pretendes es te que saquen la masa encefálica por la oreja de un tortazo.

La cosa se va complicando y el brujo está a un pelo de su peluca mugrienta de meterse en una pelea de bar con una panda de matones que se había congregado allí para discutir sobre los teoremas de incompletitud de Gödel. Por suerte para ellos, su jefa, una mujer llamada Renfri, los frena antes de que Geralt empiece a repartir papeletas para la rifa de San Endiño.

Después, Renfri invita al brujo a una cerveza. ¡A la hora del desayuno! Esto crea de forma inmediata un vínculo estrecho y cómplice entre ambos, igual que en la vida real.

"Mi madre, en paz descanse, no estaría orgullosa", dice ella después de terminarse una jarra de un trago.

"Será nuestro secreto", dice Geralt.

"Además, me da unos gases terribles. Parezco un bombardero".

"Exceso de información".

Dos parias unidos por cebada fermentada.

-Te invito a una cerveza.
-Gracias.
-Solo tienen Cruzcampo.
-¿Y agua sucia de la colada no les queda?

Marilka, la hija del concejal, entra en la taberna a buscar al brujo y le pide que le enseñe el monstruo al que ha cazado.

Al descubrir que se trata de una kikimora, Marilka le dice que su padre no le dará ninguna recompensa; es más, asegura que las kikimoras son útiles para el control demográfico (una clase de selección natural que echo en falta después de haberme pasado tres días leyendo críticas de El ascenso de Skywalker pergeñadas con la capacidad intelectual de un chimpancé). No obstante, la chica se ofrece a acompañar a Geralt hasta la torre del mago local, el maestro Irion, que siempre necesita ingredientes para sus mejunjes mágicos.

Marilka no calla ni debajo del agua, y de camino a la torre le da la murga con que ella espera algo más de la vida que quedarse en este pueblucho. En concreto, le gustaría ser bruja, aunque a las mujeres les está vetada esta profesión. Y es una pena, porque "bruja" es una de las palabras más graciosas con las que dirigirse a una mujer. A sus espaldas y muy bajito, eso sí, que las actitudes suicidas se las dejamos a los que se meten con el brujo en tascas y bares de mala muerte.

-¿No preferirías ser la próxima Greta Thunberg?
-Quita, quita, que hay mucho gilipollas suelto en internet.

Geralt atraviesa la puerta de la torre, que no es sino una ilusión, y entra en otra alucinación aún mayor: una piscina pública limpia y en la que no hay ni un solo crío pegando berridos. Perdón, quería decir un jardín exuberante en cuyo centro flota un árbol de hojas fucsias. Esto último, a diferencia de la piscina, entra en el reino de lo probable.

Aparte del árbol flotante, que está ahí sin más, también llama la atención que por el jardín pululen media docena de cortesanas nudistas y algunos efebos en cueros. Para mí que no es manera de recoger manzanas o podar las flores, pero, claro, yo siento un temor primordial a que se me cuele algún insecto por el culo.

Cuando incluso las plantas de plástico se te mueren, las ilusiones son tu última esperanza.

Un hombre talludo, de cabellos canos y barba poblada, que sostiene en su mano una larga varita con una bola de cristal en la punta y que, a Dios gracias, va cubierto con una túnica de cuello para abajo, sale a recibir al brujo.

Con esas pintas, el tipo solo podría ser un friki que se ha extraviado de camino al Salón del Cómic, pero resulta que es mago. Sin embargo, no es el maestro Irion del que hablaba Marilka. Irión espichó hace mucho tiempo, y este otro mago sencillamente ha tomado prestado su nombre y lleva años apalancado en su torre y ahorrándose el alquiler. Su verdadero nombre es Stregobor. Él fue quien añadió a la torre el toque nudista. Très chic.

-Me gusta rodearme de reclamos sexuales para el espectador adulto.

Como Stregobor utiliza un alias y además ha recurrido a una niña para traerle hasta aquí, Geralt deduce que el mago no tiene ningún interés en la kikimora, sino que está escondiéndose de un monstruo y quiere que lo despache. Con semejantes dotes de deducción, no me sorprendería si adivinase también su número de la Seguridad Social.

Pero el monstruo en cuestión no aparece en ningún bestiario, ya que se trata de Renfri, la última superviviente de la Maldición del Sol Negro, un eclipse total como se había visto en un porrón de siglos.

El eclipse, cuenta Stregobor, marcó el regreso de Lilit, la diosa demoníaca del apocalipsis y de las noches con molestias de estómago. Según un tal Eltibaldo, la visita de Lilit vendría precedida por "sesenta mujeres que llevarían coronas de oro y llenarían los valles fluviales de sangre".

A Geralt le mosquea que no rime. "Las buenas predicciones riman", comenta. ¿Predicciones cómo las que hace el presentador del tiempo? ¿O se referirá a profecías tal vez? Profecías también empieza por la letra "p".

Stregobor dice que estudió a las niñas nacidas bajo el Sol Negro y encontró en ellas horribles mutaciones internas. Renfri, hija del rey Fredefalk de Creyden, era una de esas niñas y, según el mago, estaba sumamente afectada por la influencia maligna del eclipse. Por lo tanto, matarla sería el mal menor.

"Su madrastra Aridea me dijo que no quería comer verdura, que se sacaba los mocos en público...", dice Stregobor. "¡Una vez incluso le regalaron un libro de pasatiempos y unió los puntos que formaban un dibujo en orden aleatorio!".

Semejante iniquidad me revuelve el estómago.

Un día, Stregobor ordenó que siguiesen a Renfri al bosque, pero el hombre al que encomendó la tarea acabó con el broche de la princesa clavado en la oreja (eso no estaba ahí antes), y después ya no consiguieron dar con ella. Renfri se convirtió en bandolera y, por caprichos de la voluntad, desde entonces quiere vengarse del hechicero.

Como sabréis los que hayáis leído los libros o al menos la entrada que le dediqué recientemente, la historia viene a ser la misma que en el relato de Sapkowski pero evitando cualquier referencia que pueda recordar al cuento de Blancanieves. Entiendo que lo hayan hecho así. Una princesa Disney le quitaría seriedad al asunto. Eso sí, me joroba, aunque no me encocora, que ignoren la alusión a que la profecía es una sandez y que los delirios de Eltibaldo sirvieron a los magos de excusa para ventilarse a una parte de la nobleza y ganar poder político. No es relevante para la trama, pero ayuda a construir el mundo en el que se desarrolla esta historia.

Geralt se niega a aceptar el trabajo y suelta una de sus frases más famosas:

"A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, que también es tomar una decisión".

Hmmm... Quizá la cita no fuera esa.

-Voy a posar aquí de forma natural mientras canalizo a Mariano Rajoy.


A las afueras de Blaviken


Más tarde, en el bosque, Geralt está recolectando algarrobas y perifollos para sus brebajes brujeriles cuando Renfri se presenta para hablar con él sobre su visita a Stregobor. Ella sugiere que quizá el mago se saltase esa baladí e insignificante parte de la historia en la que el matón al que envió para liquidarla la violó y atracó. O la parte en la que birlar bolsas se convirtió en su única salida para no morirse de hambre. O la parte en la que era matar o morir.

Hombre, si vamos a ponernos dramáticos...

Renfri dice que mañana en el mercado ella y sus hombres irán a por el mago y que, ¡ay del que meta las narices en este asunto! Ahora bien, si el "destino" interviene y despacha antes a Stregobor, a lo mejor no tiene que palmar ningún paleto inocente. Y quizá ese "destino" tenga el pelo blanco, mandíbula cuadrada y la constitución de un caballo percherón.

"Es el mal menor", dice la exprincesa.

¿Dónde habré oído yo eso antes?

Geralt le contesta que si manda a Stregobor al otro barrio, se convertirá en el monstruo que el mago afirma que es, y le aconseja que se largue de Blaviken, olvide su venganza y empiece a vivir. Podría dedicarse a la pesca del congrio, por ejemplo.

Ella pone cara de que va a pensárselo mucho, pero dudo que pueda hacerlo mientras tenga el culazo embutido en cuero de Henry Cavill delante de las narices.

Este soy yo fingiendo que hago cálculos mentales cuando toca repartir la cuenta entre los comensales y no me apetece sacar el móvil.

Cerca del anochecer, Geralt le cuenta a su caballo Sardinilla la historia del primer monstruo al que mató (en los libros encontramos esta misma historia en el relato La voz de la razón 4, donde Geralt se la cuenta a Iola, una sacerdotisa que ha hecho voto de silencio). El "monstruo" era un tipejo calvo al que despachó brutalmente cuando iba a violar a una muchacha. La chica dio las gracias al brujo de todo corazón, es decir, gritó, echó la raba y se desmayó. Entre eso y suspirar "Mi héroe" apenas hay diferencia.

Renfri escucha a escondidas y se acerca a hablar con Geralt mientras este pica albahaca, ajos, piñones, etc. con un mortero (no sé si está preparando uno de sus famosos elixires o salsa pesto).

La exprincesa le dice que seguirá su consejo y mañana dejará Blaviken. Y luego lo seduce tocando un teclado Casio invisible, y se lo montan.

Gracias a la calidad 4K puedo verles hasta la pelusilla de la nariz. Qué romántico.

Al amanecer, Geralt se despierta de un sueño profético en el que Renfri le habla del mercado y de una elección que nunca sabrá si fue la correcta. Le dice que huirá, pero no más rápido que la chica del bosque, que su castigo será la depilación (¿o era la lapidación?) y que El hombre de acero nunca será una buena película.

Es todo cierto.

Yo esto de las visiones lo achacaría a una indigestión.


En Blaviken


Geralt llega al mercado y se topa con los matones de Renfri, que van armados hasta los dientes y tienen cara de buscar camorra. Uno de ellos le dice que tiene un mensaje de Renfri en el buzón de voz. El mensaje dice que debe elegir el mal menor. Qué cansinos.

El brujo desenvaina, desvía una flecha que viaja a cámara lenta con la espada y, en un alucinante plano secuencia del que me encantaría incluir un gif animado si no me diera tanta pereza grabarlo y editarlo, destroza a los ocho hombres.

Bah, venga, un día es un día. Aquí tenéis:

Apuesto a que la secuencia mejoraría a ritmo de rumba.

Renfri entra en escena con Marilka como rehén y vuelve a pedir al brujo que elija.

"Si quieres evitar que empiece a matar gente hasta que Stregobor baje de su torre, pasa a la página 90. Si decides ocuparte tú mismo de Stregobor, pasa a la página 19".

Geralt recurre a uno de sus "truquis" de brujo e intenta convencer a Renfri de que se marche con viento fresco, pero las hijas del Sol Negro tienen un porcentaje estratosférico de resistencia mágica, así que los dos pasan directamente a la página de batirse a espada en un duelo a muerte.

Una impresionante y más equilibrada pelea después, Renfri se desangra en los brazos del brujo como resultado de una traqueotomía improvisada.

"La chica del bosque siempre estará contigo. Ella es tu destino", barbotea la mujer antes de diñarla.

La chica del bosque... Hmmm... Qué enigmático. ¿A quién podrá referirse? ¿Creéis que la conoceremos en este episodio?

Pucha.

Stregobor se presenta en el mercado y contempla extasiado y no con poco alivio el cadáver ensangrentado de Renfri. Me da bastante asco el tipo, pero al menos se contiene un poco y no baila una sardana sobre el charco de sangre.

El mago, admirador según se ve del doctor Mengele, ordena a Marilka que traiga un carro para llevar el cuerpo a la torre. Nada le divierte más que jugar al Operación de MB con un paciente que no protesta.

Geralt se niega con elocuencia:

"Si le tocas un solo pelo de la cabeza, acabarás bajo tierra, lombriz turuta", dice más o menos, poniéndole la espada al cuello.

-Jo, pensaba que podríamos ser amigos.

Mientras tanto, los lugareños se van arrimando para contemplar con horror morboso la carnicería, que debe de resultarles más entretenido que pasar el tiempo viendo cómo crecen las berenjenas.

Stregobor se aprovecha de la afluencia de tarugos prejuiciosos y pone a todo el pueblo en contra del brujo, argumentando que Renfri también lo ha persuadido a él con su poder luciferino y por eso ha escabechado a esta pobre gente en plena calle.

La masa enfurecida insulta al brujo y lo apedrea (aunque sin mucho entusiasmo, no vaya a ser que lo despeinen). Incluso Marilka, incomprensiblemente, le dice que no vuelva a Blaviken, rompiéndole su corazón de mutante sin sentimientos.

Puedo fijar el fotograma exacto en el que le hizo trizas el corazón.

Geralt se marcha del pueblo con la cabeza gacha, algún chichón y el broche de Renfri como souvenir. Hoy este objeto le trae amargos recuerdos. Mañana quizá lo venda en Wallapop.

* * *



Año 1263. En Cintra


En las calles de la ciudad, la princesa Cirilla, disfrazada de mozuelo, juega con algunos chicos a las tabas, que es el precedente antiguo de las canicas, que a su vez precedieron a los videojuegos y a YouTube. Es una lástima que se estén olvidando estas tradiciones. Con lo divertido y educativo que era descuartizar una cabra y jugar con sus huesecillos...

La partida se interrumpe cuando llega un grupo de caballeros para escoltar a la princesa a palacio.

Allí, tras un oportuno cambio de vestuario, Cirilla asiste a una ceremonia en la que su abuela, la reina Calanthe, apodada la Leona de Cintra, arma a una ristra de caballeros. A los padres de Ciri se los comió un brontosaurio o algo.

Mientras la reina da espaldarazos, la princesa y su abuelo Eist Tuirseach, de Skellige, conversan canpechanamente. Skellige viene a ser como la Escocia vikinga del Continente, así que tiene un carácter peculiar: afable y desenfadado a la vez que un poco burro. Rara vez falla una tirada de carisma.

Calanthe les dice que si es mucho pedir que se comporten como manda el protocolo, aunque hay más complicidad que reproche en su tono.

Si ella puede vestirse como la Virgen del Carmen, ellos pueden estarse calladitos unos minutos.

Esta escena sirve básicamente para mostrarnos que los tres se llevan muy bien y se quieren; las risas enlatadas son lo único que separa a esta familia de protagonizar una sitcom americana. Desde luego sería una lástima que sucediese algo que perturbase tanta dicha; por ejemplo, que Cintra entrase en una guerra devastadora con el reino Nilfgaard. Pero eso no es posible, porque entonces no insistirían tanto en que eso no va a pasar.

"Nilfgaard avanza hacia Cintra", le comunica un caballero a la reina mientras disfrutan de un banquete con sus vasallos.

Canastos, qué giro tan impredecible de los acontecimiento. Jamás habría imaginado que la gente saldría a bailar teniendo aún tanta comida en la mesa.

A pesar del disgusto, seguro que ninguno renuncia al postre.


En el valle de Marnadal


La reina Calanthe sale al frente de sus tropas a enfrentarse a los nilfgaardianos, que obviamente son los malos porque van de negro. Y, pese a mi reticencia inicial, he decir que le estoy cogiendo el punto a sus armaduras. Es verdad que en las fotos de rodaje parecían trajes de una versión descartada de las masillas de los Power Rangers, pero con la iluminación adecuada tienen un aspecto orgánico y siniestro, incluso diría que gigeriano.

También es verdad que el escritor Joe Abercrombie ha comparado las armaduras de los soldados nilgaardianas con "escrotos gigantes". Pero ¿qué sabrá él? Quizá sea el autor de una de las mejores y más populares sagas de fantasía de los últimos años, pero yo tengo un blog.


Volviendo a la batalla, no hay mucho que contar. Se reduce a un choque frontal y medianamente espectacular de fuerzas que resulta impersonal en los planos generales y sangriento en los primeros planos. Nada que no hayamos visto antes.

Aunque los soldados de Cintra se debaten con uñas y dientes, el ejército de Nilfgaard cuenta con la ventaja de que en el guion pone que ganan esta batalla y descuajaringan a sus enemigos.

¡Con más de mil efectos digitales en escena!

Cuando ya es evidente cuál será el desenlace de la batalla, el rey Eist intenta atrapar una flecha entre los párpados para alentar a sus tropas; pero le sale mal la jugada y acaba con el proyectil de marras clavado hasta el occipucio.

Su verdugo, un misterioso caballero negro con el casco más emplumado que el trasero del gallo Claudio, observa el final de la batalla desde lo alto de una colina mientras Calanthe lamenta la pérdida de su esposo, llorando y chillando como una plañidera en las procesiones de Semana Santa.

-¡Ay, que me han mata'o a mi Eist, con lo que yo lo quería!

Los supervivientes del ejército de Cintra se retiran al castillo con el rabo entre las piernas. Los que aún lo conservan.


En Cintra


En sus aposentos, recostada en un diván del que no va a haber quien saque las manchas de sangre, la malherida Calanthe recibe a su nieta y le dice que no se preocupe, que cuando se muera "será más dramático que esto".

Esa es una frase real que sale de la boca de un personaje en este episodio. No me la he inventado.

-¿Te vas a morir?
-Depende. ¿Te vas a quedar mucho rato mirándome?

Las tropas nilfgaardianas invaden la ciudad, masacran a diestro y siniestro, y se plantan a la puerta del castillo. El cartero comercial, que estaba llamando al timbre en ese momento, se aparta con discreción.

Myszowor, druida y consejero de la reina, así como tutor de Ciri, crea una barrera mágica para mantener al enemigo a raya. Por desgracia, el conjuro solo durará lo que le duren a él las pilas. Es lo malo de ser un druida de tres al cuarto. No me extraña que la mayoría de jugadores de rol prefiera a los hechiceros; unas cuantas bolas de fuego habrían resuelto este conflicto en un santiamén.

-Ooooon... daaaaaa... viii....
-¿Pero qué haces, payaso?

Al caer la noche, toda la ciudad arde y la barrera mágica empieza a fallar.

Ante el inminente escabechinamiento, Calanthe da las que serán sus últimas órdenes: 1) que repartan matarratas entre los huéspedes que no se sientan con ánimo de soportar torturas cruentas e inefables a manos de los invasores, y 2) que se lleven cagando leches a Ciri del castillo.

Por alguna razón, los nilfgaardianos están buscando a la princesa y, según la reina, el destino de la humanidad depende de que no la encuentren. Ya lo averiguaremos un día de estos.

Ciri no quiere irse sin su abuela y, en un breve instante de histeria, suelta un rugido de leoncilla que le pega un buen remeneo a la habitación. Una idea que me ocurre así de pronto: a lo mejor, y solo a lo mejor, la princesa tiene poderes mágicos.

Con lagrimones como guisantes resbalándole por las mejillas, Ciri le dice a su abuela que la quiere. Calanthe llora con ella. ¿Vosotros también estáis llorando? Yo no. Solo me escuecen los ojos porque le echo guindilla y jalapeños al yogur.

"Encuentra a Geralt de Rivia", le dice Calanthe. "Él es tu destino".

Trama B, te presento a la trama A.

Esta es la cara que se me puso a mí cuando descubrí que se pronunciaba "Gueralt" y no "Yeralt". Mis pobres sentimientos...

Después de que se lleven a su nieta, Calanthe se asoma a la ventana y, ante el desalentador y churruscado panorama que se divisa, se desmarca con un Tommen Baratheon.

"La cabeza para abajo, desde las almenas, desde arriba del todo...", decía Jaskier en el relato Algo más.

Algo más que un gorro de vendas y escayola va a necesitar para recuperarse la señora de esa caída.


Fuera del castillo, Myszowor se queda atrás para cubrir la huida de la princesa. A cargo de la pequeña está ahora únicamente su guardaespaldas personal, un joven y apuesto caballero llamado Lazlo. Deberíais aprenderos su nombre e irle cogiendo cariño, porque es uno de esos personajes destinados a perdurar en la serie.

Veinte segundos después, el soldado nilgaardiano del casco emplumado atraviesa la nuca al chaval de un flechazo.

Si sois fans de la saga o tenéis acceso a internet y un mínimo interés, sabréis que el jinete misterioso es Cahir Mawr Dyffryn aep Ceallach, que parece más una retahíla de palabras inventadas que un nombre de verdad, pero aun así tiene un papel destacado en la saga del brujo. No obstante, para no adelantar acontecimientos, por ahora me referiré a él como el Caballero Negro.

El Caballero Negro carga a Ciri en la grupa de su caballo y sale al trote de la ciudad. Como ya estamos en Nochebuena, tararea esta canción:

♪ Arre, borriquito.
Arre, burro, arre.
Arre, borriquito,
que llegamos tarde. ♪

Yo creo que podría haberla cantado.

Ni se carcajea ni cacarea. Solo hace su trabajo.

Desde la grupa del caballo, Ciri vuelve la vista atrás y ve la ciudad en la que ha crecido convertida en un monumento fallero. Traumatizada por la pena, la rabia y el olor a trasero equino, la princesa suelta un alarido que excede el límite de decibelios permitidos en la comunidad de Cintra.

Del susto, al caballo casi se le sale la amígdala por la oreja, y el Caballero Negro y Ciri se van de culo al suelo.

El Caballero Negro se arrastra para atrapar a la princesa, que se revuelve y le pega un berrido perforatímpanos en todo el semblante. Luego, mientras el otro intenta meterse los huesecillos del oído para dentro, ella se aleja unos metros y suelta un grito tan, tan potente que provoca un movimiento sísmico y levanta a Janis Joplin y Ronnie James Dio de la tumba. Un enorme monolito que había en la zona se viene abajo y crea un abismo entre Ciri y el nilfgaardiano.

Aprovechando este conveniente fenómeno geológico, Ciri echa a correr hacia el bosque. Se nota que es una princesa porque no se vuelve en ningún momento para hacer un corte de manga a su frustrado secuestrador.

-¡Bip-bip!

¿Qué le deparará el destino a la Leoncilla de Cintra? Si os portáis bien, os lo contaré dentro de una semana.

Puntuación: 8/10.

11 comentarios

  1. Como fan de los libros, que leí hace bastantes años, no puedo sino dar palmas con las orejas. Estoy muy contento con el trabajo de adaptación. Está habiendo problemas por lo visto con las traducciones de algunos términos del libro, en las que tiran por otro camino, pero en general, y habiendo visto sólo un capítulo (prefiero no atiborrarme, sino ir poco a poco, degustando), estoy muy feliz.

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  2. Últimamente miro pocas series, pero justamente ayer terminé de leer La quema de Cíbola, y hoy me disponía a empezar la cuarta temporada de The Expanse, pero has llegado tu con tu entrada sobre el brujo y me has obligado a cambiar de planes y ver el primer capítulo, estarás contento, verdad?

    Con el primer capitulo la serie no ha levantado mi interés, no la encuentro mala, es pse. Mientras sigas reseñando capítulos iré mirando la serie, cuando dejes de hacerlo ya veremos, pero tu escribe sin presión, vale?

    PS: Hoy he aprendido que occipucio es la parte de la cabeza por donde esta se une con las vértebras del cuello, gracias.

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  3. Una de los momentos que más grabado tengo de los libros es cuanto el Brujo se entera (nos enteramos) de la caída de Cintra. La historia de Pavetta y Dunny ya ha pasado, habíamos conocido a Calanthe (y nos había gustado el buen rollo con Geralt). También había pasado la historia de Ciri y Brokilon, Ciri conocía a Geralt... pues no. Todo eso se lo fuman en el primer episodio y así no hay feeling ninguno con que arda la ciudad

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  4. Esta entrada ha logrado reforzar mi decisión de ver la serie semanalmente. Estaremos pendientes de las recapitulaciones para saber más sobre el futuro de Bambi.
    Como dato gratuito, y que nadie ha pedido, diré que este es mi primer comentario en un blog, espero que sirva como halago. Todo sea por seguir leyendo esos pie de foto.

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  5. Vi el primer capítulo y me gusta la adaptación de los libros, entendí cada cosa y me sentí geek. Me siento conforme como va la serie y espero cosas mejores.
    Tu reseña como siempre hace más entretenido la cosa con esos apuntes graciosos y originales. Estaremos pendientes de la próxima. Saludos y feliz navidad.

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  6. Esperando el siguiente... y sugiriendo para la escena del gif de la pelea de banda sonora la versión merengue del himno del PP que fue meme hace unos años (https://www.youtube.com/watch?v=EtOHqLbbS3c)

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  7. "Le dire que huirá"

    Se agradecen las recapitulaciones, yo hay cosas que no termino de pillar y más si lo lían con tramas con distintas líneas temporales.

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  8. Me habría gustado ir poco a poco con esta serie, pero qué se le va a hacer. Es lo malo de que salgan todos los capitulos de golpe.

    A mi la serie me ha encantado, pero este capítulo en un primer momento no me gustó demasiado; no conectaba con la historia de Ciri y los dialogos de Geralt con Renfri y con Stregobor se me hacían tremendamente aburridos (en el libro lo llevé mejor).

    Por lo demás, no esperaba mucho de Cavill y me ha sorprendido muy gratamente. Al igual que el resto de actores.

    Me encanta que hagas estas entradas. Estoy deseando que salga la próxima.

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  9. Pues espero que sigas con las recapitulaciones, que estas cosas compartidas es como mejor se disfrutan :).

    Creo que para ser el primer episodio, bien, no es para tirar cohetes pero que alguien se repase el piloto de Juego de Tronos y entenderá lo que cambian las series al ir desarrollándose. Lo de comparar el presupuesto con Juego de Tronos solo debería admitirse si se hace con el de las primeras temporadas, cuando era tan exiguo que una batalla la narraron en elipsis con el sucio truco de dejar inconsciente al personaje que aportaba el punto de vista (Tyrion, en este caso).

    De lo bueno, me gusta mucho el tono socarrón de la serie, heredado de los libros, y el trío protagonista (más Cavill y la niña que una Yennefer a la que no termino de ver cómoda en su papel).

    Lo que me parece muy mejorable es la narración, el recurso de las líneas temporales lo han resuelto de una manera algo confusa, y entre eso y que quieren contar TODO de los personajes principales antes de juntarlos y que la historia eche a rodar están quedando unos primeros episodios algo pastosos para los no iniciados (quizás hubiera sido mejor centrarse en la línea de Ciri e ir tirando de flashbacks para las demás). La acción alterna momentos espectaculares (el combate del final del piloto es acojonante) con otros de psché (la batalla, o las peleas contra los bichejos).

    Siendo fan de los libros estoy disfrutando la serie, y creo que progresa bastante bien (llevo cuatro vistos), pero me da que a los que no les guste (y mucho) la fantasía nos van a pasar de los primeros capítulos. Pienso que lo de Juego de tronos fue un fenómeno único, y que la próxima serie-evento lo más probable es que sea de un género totalmente distinto.

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  10. Yo ni he leído los libros ni he jugado al juego este capítulo me encantó y me han entrado ganas de ver el resto de capítulos, de comprarme el libro y después el juego. Creo que está muy conseguida la ambientación, Superman lo hace bien y la niña de momento no es odiosa. Espero que Netflix para las próximas temporadas meta un poquito más de pasta y listo pero a este capítulo pocas pegas se le pueden poner.

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  11. El humor blanco y aportaciones como lo de que Abercrombie diga que los nilfgaardianos son escrotos es lo que hacen a este blog tan grande.

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