2 de junio de 2021

Reseñas de películas: mayo 2021

En esta entrada tenéis las reseñas de las películas que he visto en mayo de 2021. Si no tenéis paciencia para esperar a esta publicación *ejem* mensual, permaneced al día siguiéndome en Twitter y Letterboxd.

El tren del infierno (1985) ★★★½

Sinopsis: Dos presos fugados se suben a un tren sin frenos ni conductor. No son del todo imbéciles. Ellos no lo sabían.

Reseña: Antes de poner su sello al explosivo cóctel de acción ochentera made in the U.S.A. que es Tango y Cash, el ruso Andrey Konchalovskiy dirigió para Golan y Globus esta cinta de acción más seria y comedida, basada en un guion original de Akira Kurosawa, en la que irónicamente, al igual que en aquella, una pareja de presos con personalidades muy diferentes se escapa de una cárcel de máxima seguridad y comparte un momento de desnudez homerótica. Ahí acaban, no obstante, los parecidos entre las dos películas.

Si no lo hubiera sabido de antemano, me habría costado afirmar que El tren del infierno es una película de acción de los ochenta. A juzgar por el tono, el estilo de realización y el mostacho de John Voight, la habría ubicado más bien en los setenta. No hay one-liners, músculos aceitosos ni explosiones imposibles. Es una cinta franca y cruda que antepone el desarrollo de personajes a la acción y que trata sobre la naturaleza animal del ser humano. No es que eso la convierta en un producto mejor, pero quiero recalcar la diferencia.

Las interpretaciones de John Voight y Eric Roberts son notables, y hay una química instantánea entre ellos (más de la que tiene cualquiera de los dos con una casi irreconocible Rebecca De Mornay, que está ahí básicamente para servir de ojos al espectador). Es llamativo que, tras ser nominado al Oscar por este papel, la carrera de Roberts tomara derroteros tan, ¿cómo lo digo educadamente?, mierderos. Sin embargo, quien se come la pantalla es Voight, que exuda intensidad por cada poro de su piel. Habiéndolo visto en esta película, estoy convencido de que quien quiera que fuese su camello en aquella época jamás le dijo que no después de mirarlo a los ojos.

Aunque antes he mencionado Tango y Cash, no quiero crear falsas expectativas, así que no penséis que sus personajes estaban encarcelados porque les tendieron una trampa ni que, a medida que descubren más el uno del otro, se vuelven inseparables. Manny y Buck están todo lo lejos que se puede estar de ser colegas y todavía más de ser héroes. De hecho, solo te identificas con ellos hasta cierto punto porque son los protagonistas y todavía les queda una pizca de humanidad, pero son dos criminales horribles que sin duda se merecían estar donde estaban, y uno de los puntos fuertes de la película es que no intenta blanquearlos. 

Las escenas de acción son escasas y breves, pero están ejecutadas con mucho acierto y generan esa clase de tensión que solo se consigue cuando todo parece real y el peligro es palpable.

En conclusión, es una buena película, buena de verdad, lo cual es casi inaudito para una producción de la Cannon. Fascina aunque solo sea por la improbabilidad de que un producto con esos antecedentes saliera bien.

Sin remordimientos (2021) ★★★

Sinopsis: Un SEAL se mete por venganza en un berenjenal de orden político-internacional bien gordo. Por suerte, no hay en este mundo ningún problema que no se pueda resolver a tiros y cuchilladas. O, si la cosa se complica, con granadas.

Reseña: Dentro del amplio género de las películas de acción, cualquiera que se parezca a un videojuego de disparos protagonizado por fuerzas militares actuales (Rainbow SixCall of Duty...) me echa para atrás. Por lo tanto, el hecho de que esta adaptación me haya resultado entretenida ya dice algo a su favor.

La trama se desarrolla tal y como uno se espera de un guion basado en una novela de espionaje militar de Tom Clancy, así que dudo que los giros y revelaciones dejen a mucha gente patidifusa. Nada más ver aparecer cierto actor, aposté todas las fichas a que sería el malo y acerté. Es bastante previsible.

Pero es que la trama de espionaje es solo es una excusa para darte algo en que pensar mientras se suceden las escenas de acción, que son contundentes y están rodadas con buen hacer. Si bien no se percibe una personalidad marcada en la realización, cada set piece es diferente y se nota el esfuerzo en renovarse constantemente para que no te dé la impresión de estar viendo otra vez a un grupo de soldados pegándose tiros en habitaciones oscuras.

Michael B. Jordan es un protagonista cojonudo, y, aunque después de descubrirlo en Creed, ya no me sorprende su capacidad para venderte tanto su lado más humano, como su faceta de G.I. Joe (entrenó siete meses con los SEAL para prepararse el papel), sigue siendo una cara que me gusta ver en pantalla. Quizá no tenga ese carisma desbordante de las grandes estrellas de acción del Hollywood de los ochenta y de los noventa; pero tampoco lo necesita, porque él sabe actuar.

Me ha sorprendido, en cambio, el británico Jamie Bell, que en esta ocasión interpreta a un agente de la C.I.A. de mirada turbia que inspira desconfianza con cada gesto. Es un logro que te caiga mal Billy Elliot y él lo consigue, así de convincente está en su papel.

De Jodie Turner-Smith no había oído hablar hasta que vi la película, pero voy a tener que empezar a creer en el amor a primera vista, porque su magnetismo es innegable.

Como nota de cierre, añadiré que me ha llamado la atención que la película tuviera tantísimas reseñas de una o tres estrellas sobre diez en la IMDb. Ni siquiera Sorority Babes in the Slimeball Bowl-O-Rama se merece un puntuación tan baja, y la cinta es incluso peor que el título. Pero esa circunstancia no es casual. Basta con leer un puñado de reseñas por encima para darse cuenta de que una gran parte de quienes las firman desprecian esta producción sencillamente porque la consideran parte de la cultura woke. Por desgracia, me temo que es mucho más genérica que eso. Hasta los teleñecos hacen más política que esta película.

Los Mitchell contra las máquinas (2021) ★★★★

Sinopsis: Un viaje en familia, planeado para reconciliar a un padre con su hija antes de que esta se vaya a la universidad, se ve interrumpido por una rebelión de máquinas inteligentes que desencadena el fin del mundo.

Reseña: Divertida, alocada, emotiva y con estilo. Esas cuatro palabras, que podría haber sacado del perfil de una red social de citas, son las que utilizaría si tuviera que describir brevemente esta película. Por suerte, no veo que tenga limitación de caracteres, así que puedo extenderme todo lo que me dé la gana. ¡MWAHAHAHA!

Por culpa de los grandes éxitos de Disney, buena parte de la animación digital que se produce desde hace ya varios años sigue unos patrones que se han convertido en genéricos y me provocan desidia (sin perjuicio de que luego la historia pueda atraparme). Por este motivo, una película como esta, tan genuina y peculiar en su presentación, me entra por los ojos. Su estilo es genuino y personalísimo, alejado de los estándares de la producción en masa, y se nota su apego por la animación tradicional. En ese sentido, me recuerda a Spider-Man: Un nuevo universo. Aunque son productos diferentes, comparten esa originalidad y ambos tienen una personalidad muy marcada, de corte autoral.

Más allá de eso, la película funciona magníficamente como cinta de aventuras y también como comedia. Hay mucha acción, mucho humor, es espectacular hasta cotas disparatadas, e incluso sabe cuándo parar para crear momentos íntimos que te toquen la patatita.

Hablando de esto último, quiero recalcar que hacia la mitad de la cinta estaba convencido de que no me iba a afectar a nivel emocional. No es que eso me fuera a impedir disfrutar de sus otros valores, pero la forma tosca en que plantea el conflicto principal (por otro lado, tan manido) me puso a la defensiva. Sin embargo, a medida que la historia va acercándose a su desenlace, introduce algunos detalles que logran reducir la distancia hasta el núcleo de mi yo más sentimental y romper la barrera que separa la impasibilidad de la lagrimilla fácil.

Dicho esto, la mejor baza de la cinta, su punto fuerte, es el humor. Puedo ver comedias enteras que me hacen sonreír, que considero bien escritas y que, sin embargo, no consiguen arrancarme la carcajada. Esta lo ha conseguido, no una, sino varias veces. Los diálogos son ingeniosos; los gags visuales, hilarantes; y los tiempos están medidos con precisión quirúrgica. Es verdad que hay chistes que utilizan un lenguaje tan actual que habrá que esperar a ver cómo de bien o mal envejecen (algunos podrían dejar de funcionar ayer mismo), pero ahora mismo veo una aplastante mayoría de aciertos.

Me llama también la atención la banda sonora, que tiene algunas melodías electrónicas que podría haber compuesto Daft Punk para TRON: Legacy. No sé si eso significa algo para vosotros, pero para mí es bueno.

Por ponerle alguna pega, y para que no se diga que soy una hermanita de la caridad (dijo nadie nunca), las cuestiones de fondo son poco arriesgadas y están más sobadas que el meme del perro grande y el perro chico. El tema de la relación entre padre e hija al menos es disfrutable y está bien llevado, pero su discurso sobre los pros y contras de la tecnología es mucho más superficial de lo que podía desprenderse del primer tráiler. No esperéis una reflexión interesante al respecto.

La historia también tiene alguna trampa de guion que no me convence; concretamente, hay un momento del primer acto en el que el foco se pone en el antagonista y se abre una subtrama que te esperas que vaya por un camino y, sin embargo, en lugar de tener un desenlace coherente, se convierte en un chiste más con el punchline atrasado, no sé si de forma intencionada o no.

Pero, ¡eh!, esas menudencias tienen poca importancia. Hasta me he planteado borrar los dos párrafos anteriores antes de publicar esta reseña. La película derrocha tanta creatividad y es tan graciosa y divertida que sería una estupidez por mi parte no recomendarla.

Si no la habéis visto aún, hacedle un hueco en la agenda.

Wonder Woman 1984 (2020) ★★★

Sinopsis: Una antigualla que concede deseos lleva a Wonder Woman a enfrentarse a un farsante y embaucador hombre de negocios, y también a una compañera de trabajo menospreciada. Todo esto ocurre en 1984, por algún motivo.

Reseña: "Esa es la verdad. La única verdad. Y la verdad es lo que importa". En honor a las palabras de Antíope, tenemos que ser honestos con nosotros mismos: esta película es un desastre.

La lista de problemas es tan larga como uno quiera explayarse. Podríamos empezar analizando la inmadurez emocional de Wonder Woman, que en sesenta y seis años aún no ha superado la muerte de Steve Trevor; continuar enumerando los clichés caducos, que podrían haber funcionado como guiño al cine de los ochenta si no fuera tan evidente que son consecuencia de un guion poco trabajado; hablar luego de lo desaprovechado que está el contexto histórico, utilizado para poco más que hacer chistes sobre riñoneras; protestar después por la escasez y mala distribución de las escenas de acción, que ni siquiera son memorables; y terminar repasando todos los sinsentidos que le dejan a uno con el gesto torcido.

Pero eso nos llevaría mucho tiempo, y además no quiero ensañarme con una película que tiene buen fondo. 

A pesar de sus errores, WW84 transmite un mensaje positivo y sincero, y procura ser consecuente con el personaje de Wonder Woman y sus valores, sin buscar soluciones fáciles ni perder de vista la candidez y el sentido de la maravilla que caracterizan al cine de superhéroes más donneriano. El resultado es desacertado, pero no mediocre ni malintencionado, y al menos se nota el esfuerzo.

Pedro Pascal también ayuda a pasar el trago.

La Liga de los Hombres Extraordinarios (2003) ★★★

Sinopsis: A las puertas del siglo XX, el gobierno inglés recluta a seis hombres extraordinarios y una mujer (la paridad no era una de sus preocupaciones), para formar una liga con la que frenar al Fantasma y su grupo terrorista, que pretenden llevar al mundo a la guerra.

Reseña: No veía esta película desde que salió en DVD, y de eso hará más de quince años. La recordaba como una cinta de aventuras entretenida y con buenos efectos especiales, sin pretensiones ni grandes alardes. Volviéndola a ver ahora, me ha sorprendido descubrir que eso es exactamente lo que es. Tiene una premisa atractiva, mucha acción, un par de giros que le dan la pizca justa de intriga a la historia, y un diseño de producción que debería ser una delicia para los aficionados al pulp.

El problema es que el filme es una versión aguada y dirigida al público juvenil de la obra que adapta. Con el paso de la historieta al celuloide se pierde todo lo que hace especial al cómic, a salvo de la ambientación y la idea de convertir a un grupo de personajes literarios, hijos de la aventura y la ciencia ficción decimonónicas, en una suerte de héroes que mantienen el mundo a salvo de grandes amenazas. La trama principal es más sencilla y ni siquiera los personajes son todos los mismos. Quattermain, Nemo, Mina y Hyde sobreviven al viaje de un medio a otro; pero, por diversas razones, la película reemplaza al hombre invisible de la novela de Wells (Griffin) por otro que se saca de la chistera e introduce a Dorian Gray y a Tom Sawyer, este último reimaginado como agente secreto de los Estados Unidos (vamos, que podría haber sido cualquiera). 

El cómic de Allan Moore y Kevin O'Neill quizá no sea para todos los gustos, pero es una obra maestra indiscutible; combina de forma acertadísima los géneros literarios que homenajea al tiempo que deconstruye la figura del héroe y te desafía como lector. La película, en cambio, es el perfecto ejemplo de cómo Hollywood puede coger algo sobresaliente y convertirlo en un producto de consumo para el público general. No creo que sea mala, y para mí ofrece lo que se puede esperar de ella dentro del género del que forma parte, pero su realización está apenas un peldaño por encima de la mediocridad y, obviamente, no juega en la misma liga que el cómic.

De todos modos, me da la impresión de que el guion original se fue rebajando de tono y perdiendo profundidad por intromisiones del estudio. Aunque no vemos ni por asomo nada tan duro ni escabroso como en el tebeo, sí se ven trazas de lo que pudo ser un mayor acercamiento a sus capas más profundas.

Del resultado final, que es el que es, me quedo con sus diseños, con Hyde y sus transformaciones cronenbergianas (ojo, que es un disfraz, no un muñeco digital) y, por supuesto, con la idea de Sean Connery haciendo turismo por Europa del Este para cobrar su cheque y retirarse.

El almuerzo desnudo (1991) ★★½

Sinopsis: Un exterminador de plagas con pretensiones de escritor sufre alucinaciones que le convencen de que trabaja como agente secreto para un insecto.

Reseña: Aunque me da corte reconocerlo, no he entendido un carajo de esta película. Hay un escarabajo gigante, mitad máquina de escribir, que parlotea por el ano velloso que tiene por abdomen, y eso es en sí mismo fascinante y digno de ver; pero no esperéis de mí un comentario más profundo sobre este ejercicio de autoría febril.

Asumo que buena parte de lo que ocurre es una metáfora de las adicciones, e incluso podría contaros lo que pasa escena por escena (porque, si algo tiene el filme, es capacidad para penetrar en tu cerebro y quedársete grabado); pero eso no significa que entienda la película. De hecho, un día después de verla, aún estoy procesando la información para intentar darle algún sentido. Quizá si me leyese la novela en la que está basada, llegaría antes a alguna conclusión; pero me da miedo acabar incluso más confundido y que acabe como el personaje de Peter Weller y sea yo quien empiece a ver insectos y alienígenas por todos lados.

Puedo añadir, eso sí, que me asombra que Cronenberg consiga dotar a este viaje de drogas, surrealista y en ocasiones repulsivo, de la sobriedad visual del cine negro clásico. Si las alucinaciones se presentasen como experiencias multicolores y caleidoscópicas, no serían ni la mitad de inquietantes. 

En cualquier caso, prefiero la ficción más convencional y las tramas claras. La película es buena, pero no es para mí. 

Nimh: El mundo secreto de la señora Brisby (1982) ★★★½

Sinopsis: Cada primavera, la señora Brisby tiene que mudarse de casa cuando los granjeros aran el campo. Pero este año uno de sus hijos está enfermo y ni siquiera puede sacarlo de la cama. Para afrontar la mudanza, tendrá que conseguir ayuda.

Reseña: Si no me falla la memoria, este fue el proyecto que precipitó que Don Bluth se largara de Disney y montase su propio estudio de animación. ¡Con casinos! ¡Y furcias! Cuando presentó la idea de adaptar la novela de Robert C. O'Brien, se la rechazaron porque era demasiado "oscura". Oscura, sí. No como otros cuentos que Disney había adaptado décadas antes. ¿Recordáis cuando la bruja de Blancanieves le pidió al cazador que asesinase a su hijastra y le trajese su corazón en una caja? ¿O a los niños de Pinocho convertidos en asnos para trabajar en las minas de sal? ¡Ja, ja, ja! ¡Bendita inocencia! Pero es verdad que, hacia finales de los setenta, Disney ya no era el mismo y el mercado estaba cambiando.

Gracias a la disconformidad de Bluth y los animadores que le acompañaron, muchos niños de la época pudimos disfrutar de películas de animación cuya calidad no tenía nada que envidiar a las de Disney, que eran además reflejo de unas personalidades e inquietudes diferentes, y que, en ocasiones, alimentaron nuestras pesadillas durante años.

Lo digo en serio: si ves al búho de Nimh cuando eres lo bastante pequeño como para que no te dejen salir solo a la calle, quizá cuando crezcas ya no recuerdes nada más de la película, pero del dichoso búho seguro que no te olvidas. Su entrada en escena es uno de los primeros recuerdos que tengo de haber pasado miedo delante de una pantalla. Y eso está bien, porque no es sano que los niños siempre se sientan a salvo. Lo decía Jim Henson, y el tipo que creó a la rana Gustavo no puede estar equivocado.

La película tampoco anda escasa de drama. Empieza con la frase "Jonathan Brisby fue asesinado hoy", y, antes de que pasen cinco minutos, ya le están diciendo a la señora Brisby que su hijito tiene pulmonía y podría morir.

Desde luego es la fórmula perfecta para que un adulto responsable (mojigato, santurrón y remilgado) se pregunte si nadie piensa en los niños. Pero, salvo que seas un chalado de esos, nada quita para que Nimh te parezca una buena película de aventuras para toda la familia. Tiene acción, humor, magia, misterio... y el búho espeluznante. No nos olvidemos del búho, por Dios.

Además, si no te pones de parte de esa valiente y encantadora roedora que no se arredra ante nada para poner a salvo a su progenie, es que te falta corazón.

Ejército de los muertos (2021) ★★

Sinopsis: ¡Los zombis campan a sus anchas por Las Vegas! Antes de que el ejército bombardee la ciudad, un grupo de mercenarios entra para robar la caja fuerte de un casino.

Reseña: Menuda birria de película. No veía nada tan olvidable desde..., bueno, desde la última película que ya he olvidado.

Os aseguro que mis expectativas no eran altas. Viniendo de donde venimos, ni siquiera esperaba un divertimento a la altura de Amanecer de los muertos. Me conformaba con ver un espectáculo descerebrado y hortera de tiros, zombis y luces de neón. Pero la película no es fiel a su anunciada estética ni acierta en su pretendida propuesta de aunar el cine de zombis con el de atracos. Su mayor logro es fracasar desde todos los ángulos posibles.

El guion es una retahíla de clichés y diálogos bochornosos sin una pizca de ingenio u originalidad, la acción tiene menos variedad que un arcade de disparos sobre raíles, la tensión se fue a por tabaco y no regresó jamás, y el núcleo dramático es tan ridículo que bordea lo paródico.

Más o menos a la hora de película, en plena escena de acción, la quité porque me estaba dando pereza. Y soy la clase de persona que es incapaz de empezar a leer un capítulo de un libro y dejarlo a la mitad por mucho que le aburra. No terminé de verla hasta el día siguiente.

Según Snyder, su filme es "irónico" y "autoconsciente", pero dudo que entienda el significado de esas palabras. Estamos hablando de un director que utiliza la canción Zombie, de los Cranberries, para ponerle el broche a una peli de zombis. No es un alto pensador precisamente.

La cinta ni siquiera se redime en el apartado visual. Esto es lo más fascinante de todo, porque si hay algo en lo que hasta los detractores de Snyder suelen estar de acuerdo es en que sus películas lucen espectaculares. Ahora empiezo a darme cuenta de que ese mérito probablemente le correspondía a su equipo, en particular a sus directores de fotografía.

Por un lado, parece que Snyder por fin se ha dado cuenta de que uso recurrente y gratuito de la cámara lenta se ha convertido en un chiste. Por otro lado, ha sustituido un vicio por otro, y ahora se dedica a trastear con el enfoque en cada plano, de modo que te pasas toda la película con la sensación de que te han echado colirio midriático en las pupilas. Pero que te parezca estar viendo este pestiño a través del culo de una botella de Coca-Cola no es el único problema. Las escenas con menos luz se ven tan mugrosas que apenas se distingue la cara de los actores, la paleta de colores ignora la luminosidad artificial de Las Vegas en favor de una monotonía ininterrumpida de tonos desierto y cemento, e incluso me pareció distinguir algunos píxeles muertos. Es como estar viendo una producción barata directa a vídeo.

Al principio pensé que estas pintas fachosas se debían a una cuestión de presupuesto, pero un rápido vistazo a la IMDb me ha llevado a la conclusión de que en realidad Snyder no vale un pimiento como cineasta. Este es el primer largometraje que firma como realizador, guionista, productor y director de fotografía, y salta a la vista que ninguno de esos campos es su fuerte. Ya tenía claro que lo suyo no era escribir, dirigir actores ni interpretar el material que adapta; pero es que resulta que el estilo por el que se le ha dado reconocimiento durante todos estos años encima podría no ser suyo, sino de sus directores de fotografía (en especial de Larry Fong, que trabajó con Snyder en 300, Watchmen, Sucker PunchBatman v. Superman). Después de ver este Ejército de los muertos, solo puedo concluir que, o bien Snyder ha renunciado a su sello en el momento menos apropiado, o bien que es incapaz de estar a la altura de sus colaboradores.

El reparto de la película está bien. Es lo único bueno que se me ocurre decir en este momento.

Mujer blanca soltera busca... (1992) ★★★★

Sinopsis: Tras sufrir una dolorosa ruptura, una mujer busca compañera de piso para no estar sola. Le sale el tiro por la culata.

Reseña: La primera vez que vi esta película era un crío que no tenía la edad mínima recomendada para verla ni mucho menos criterio para valorarla (debí de pillarla en la televisión alguna tarde que estaba solo en casa, porque mi padre la hubiera quitado al primer atisbo de nalga), y hasta hoy no había vuelto a reencontrarme con ella. Admito que no me acordaba de nada que no fuera la sensación de haber visto a las protagonistas en pelotas. Eso es todo lo que permeó en mi cerebro.

Vista con ojos de adulto y no de púber en trámite, la película me ha impresionado. Es un thriller psicológico al que no le pesan los años, con una realización impecable y que, pese a su predecible desarrollo, en ningún momento pierde la cualidad perturbadora propia de su género, enfatizada en este caso por la formidable interpretación de Jennifer Jason Leigh.

Me gusta además que la historia no esté contada en términos de héroes y villanos, sino de sentimientos y obsesiones, y esto es algo que el director, Barbet Schroeder, capta a la perfección en pantalla. De hecho, uno de los grandes logros de la cinta (aparte de reafirmar que cualquier hombre que no sea gay es probablemente un cerdo) es que consigue que empatices con ambas protagonistas, e incluso procura que simpatices en mayor medida con el personaje de Jason Leigh que con el de Bridget Fonda. Las dos son tratadas como víctimas en un momento u otro, pero solo una de ellas tiene la excusa de estar como una regadera, mientras que la otra sencillamente se comporta como una imbécil.

Como en cualquier buen filme de misterio, hay un aumento progresivo de la tensión desde que ves las primeras señales de que algo no está bien hasta que la situación se vuelve desquiciante. También destacan los pequeños momentos en los que la cinta juega contigo para que tengas la sensación de que el polvorín va a saltar por los aires y, en lugar de eso, deja que las aguas se calmen... hasta que definitivamente dejan de hacerlo. El clímax peca un poco de fantasioso y hasta se codea con el género slasher, pero la película se gana haber llegado hasta ese punto.

La iluminación y los ángulos de cámara magnifican esa sensación constante de inquietud, y los fans del fantaterror italiano quizá reconozcan en la fotografía el trabajo de Luciano Tovoli, que unos cuantos años antes colaboró con Argento en Suspiria.

En pocas palabras: un thriller sólido. Puede que me lea la novela.

La vida privada de Sherlock Holmes (1970) ★★★

Sinopsis: Cincuenta años después de la muerte de John Watson, sus herederos abren una caja llena de recuerdos de la asociación del doctor con Sherlock Holmes. Entre ellos se encuentra el manuscrito jamás publicado de un caso de delicada y escandalosa naturaleza.

Reseña: Desmitificar al famoso personaje literario creado por Arthur Conan Doyle, no para ridiculizarlo, sino para convertirlo en un ser de carne y hueso, sagaz, pero más humano que en la mayoría de sus versiones, es una idea brillante digna del genio de Billy Wilder. Ese proceso pasa fundamentalmente por revelar su orientación sexual, exponer su drogadicción y ahondar en su presunta misoginia; todo ello mientras el detective investiga un caso en el que se demuestra que, pese a su gran inteligencia y pericia, es falible.

Básicamente, trolean a Holmes.

Sobre el papel todo eso suena bien, máxime teniendo en cuenta que Wilder dirige y su amigo Diamond firma el libreto. Sin embargo, la idea se diluye pronto en una historia arquetípica del detective, lo cual me resulta insatisfactorio, habida cuenta de las expectativas que genera la premisa.

El misterio tiene un punto de partida que podría habérsele ocurrido al propio Conan Doyle. Un cochero trae al número 221 de Baker Street a una mujer amnésica que ha estado a punto de ahogarse en el Támesis. Las indagaciones posteriores llevarán a Holmes y a sus acompañantes a las Tierras Altas de Escocia para buscar al marido desaparecido de la dama, donde se revelará el verdadero alcance de esta intriga, que incluye monjes trapenses, enanos y al monstruo del lago Ness.

El caso en sí no comienza hasta pasada la media hora de película. Antes de eso, nos muestran la dinámica de Holmes y Watson en su vida privada, y, aunque esas escenas no aportan nada a la trama principal, sirven para darnos a conocer al "verdadero" Holmes. En este apartado destacan las interpretaciones de Robert Stephens y Colin Blakely, que hacen suyos a los renombrados personajes y los distinguen de sus más recordados precursores. Para bien o para mal, esa es la única parte de la historia que responde genuinamente al título del filme. A partir de entonces, Watson se convierte en un mero comparsa, y Geneviève Page (la princesa Urraca de El Cid de Anthony Mann) toma el relevo como compañera principal de Holmes en esta aventura, que no se aleja de lo esperable de este tipo de relatos, salvo para profundizar ocasionalmente en la personalidad del detective. 

En todo esto, aun siendo generosos, hay poco de escandaloso, y, más allá de querer proteger la imagen pública de su amigo, no se entiende la reserva que manifestaba Watson en su misiva póstuma respecto del caso. La verdad sea dicha, la película se concibió y rodó como una antología de casos de unas tres horas y media, distribuidas en un formato episódico, y que el estudio exigió recortarla al considerar que la apuesta de Wilder era demasiado arriesgada. Quizá la versión completa hubiera sido más fiel a la premisa, pero eso nunca lo sabremos.

Lo anterior no quita para que La vida privada de Sherlock Holmes sea, como dijo el propio Wilder, una de sus películas mejor rodadas. La cinematografía es impecable, el diseño de producción te traslada inmediatamente a la Inglaterra del siglo XIX, los diálogos son geniales, y su aproximación al personaje estrella de Conan Doyle denota una gran sensibilidad.

Eso sí, debo advertir que hay pocas risas y mucha melancolía en este retrato de Sherlock Holmes. Si esperáis una comedia descacharrante, os llevaréis una decepción.

La mano que mece la cuna (1992) ★★★½

Sinopsis: Una madre que ha pasado por una experiencia traumática contrata a una niñera para que la ayude en casa. Lo que no sabe es que esta mujer, aparentemente la cuidadora ideal, la culpa de las muertes de su marido y de su hijo no nato.

Reseña: ¿Sabéis por qué me chifla esta película? Porque lo paso fatal viéndola. Este es un thriller que no te esconde nada. Desde el principio sabes quién es en realidad la niñera y que no se puede traer nada bueno entre manos. Tan pronto como entra en la casa, te toca soportar la tensión y ver cómo va destrozando poco a poco la vida de la pobre Claire hasta que, estando ya a punto de consumar su venganza, se descubre el pastel y llega el forzoso enfrentamiento final. El desenlace parece sacado de un telefilme de tarde y te lo ves venir desde Pernanbuco, pero eso no hace que la cinta sea menos disfrutable. Esta es una de esas películas con las que me cuesta no gritarle a la pantalla.

Annabella Sciorra y Rebecca De Mornay hacen un papelazo: la primera, de víctima que no da pie con bola y que, sin entender muy bien por qué ni poder hacer nada por evitarlo, ve cómo su familia se aleja cada vez más de ella; y la segunda, de Mary Poppins trastornada y maquiavélica, una niñera de ensueño de cara a la galería, pero una loca asesina y seductora en su interior. Como espectador, pasas tanto tiempo con una como con otra, alternando puntos de vista, por lo que ambas consiguen que te vuelques al cien por cien en lo que hacen.

Del resto del elenco me gusta Ernie Hudson, el cuarto cazafantasmas, que interpreta a un manitas con discapacidad intelectual, inocente y entrañable, que se hace amigo de la familia y que se convierte en el blanco del ardid más repulsivo y cruel de la niñera (aunque no la más letal). Supongo que hoy no está bien considerado que un actor haga esa clase de papeles, pero si os fastidia, os subís a la máquina del tiempo y os vais a protestar treinta años atrás.

Como padre de familia tenemos a Matt McCoy, el Mahoney de saldo de Loca academia de policía 5: Operación Miami Beach, tan apático y sosainas que parece que hubiera grabado todas sus escenas nada más salir de la cama. Julianne Moore hace un pequeño papel como su amiga de la infancia, de la que nuestra perversa niñera se sirve para meter cizaña y que es una parodia con patas de la ejecutiva agresiva de los noventa. Y, por último, aunque su intervención es brevísima, los fans de Star Trek: La nueva generación descubrirán que John de Lancie puede dar vida a un personaje incluso más despreciable que Q.

Me he sentido tentado de darle media estrella más a la película porque hay una escena en la que unos críos salen jugando con un par de muñecos de los Masters del Universo (concretamente con He-Man y Skeletor de Las nuevas aventuras de He-Man), pero prefiero no ir por ese camino.

Noche infernal (1981) ★½

Sinopsis: Como prueba de acceso a sus respectivas hermandades universitarias, dos chicos y dos chicas tienen que pasar la noche juntos en una vieja mansión abandonada. La mansión contiene monstruo.

Reseña: Hacía tiempo que no veía un bodrio de este calibre. Las actuaciones son paupérrimas, los diálogos dan vergüenza ajena, el monstruo es un tipo malamente maquillado de zombi que da tanto miedo como el pomo de una puerta, y mi contabilizador de clichés estalló a los quince minutos. La película intenta aprovecharse de la moda de los slashers de finales de los setenta y principios de los ochenta, pero lo único que consigue es que cualquier otro título de este subgénero te parezca bueno por comparación.

Solo hay dos clases de personas a las que podría gustarles esta bazofia indigerible: las que siempre hayan soñado con Linda Blair disfrazada de chica de la Hammer y las que disfruten viendo a personas incautas caminar por lugares oscuros durante minutos eternos sin que pase absolutamente nada.

Infernal es. Eso no se lo discuto.

17 comentarios

  1. CucarachaEnojada2/6/21 15:02

    Lo diré sin remordimientos o verguenza:

    Toda la secuencia en WW84 durante el "apocalipsis de los deseos"¿?,debe ser puesta en un museo,para que generaciones futuras vean la escala de la mierda que nos obligaban a ver por culpa del empoderamiento y los idiotas del twitter.

    Es gloriosa,por los motivos equivocados.
    Desde un policia diciendo que es un inútil y el grupito de adolecentes hippies con palos patrullando,para caerles bien a los antifas de hoy.
    El motherfucker Luigi Mario haciendo un cameo como bombero.
    Una mujer robandose un niño.
    O un largo paneo al caos pero centrado en una específica pareja,que supongo son parientes de la directora o algo.

    Es glorioso,repito.

    Eso.Y momentos random extraños.Como esa caminata con una turba de fondo cual juego de pelea en 2D.Escena que aun cuando los personajes salen de pantalla,continua medio minuto enfocado en un gay en medio de la multitud,que incluso mira a camara¿?.

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    1. Para comentarios de corte sociopolítico, es la otra puerta, señor.

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    2. Ah, estimado señor, pero es hoy todas las puertas son cerradas unas tras otras, precisamente por personas con fachadas de adalides de la libertad.

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    3. El comentario al que he contestado está centrado en un aspecto determinado que no he tocado en absoluto en mi reseña, que no afecta para bien ni para mal a mi opinión acerca de la película y sobre el que no tengo necesidad ni ganas de debatir. Me he limitado a decir que no voy a entrar a discutir al respecto. Pero seguro que habrá otras personas a las que le apetezca hablar del tema en otra parte.

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  2. Anónimo3/6/21 13:30

    Mi recomendación para este mes es... Jiu Jitsu, no te arrepentirás...

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  3. La única pega de la peli de los Mitchell es que el mensaje que la familia es lo más importante se repite tanto que al final lo acabas aborreciendo. Otra cosa, el product placement de Sony no es precisamente sutil. Por todo el resto una peli muy muy disfrutable, chúpate esa Disney.

    Ya te lo dije, demasiado benévolo con wonder woman, la película es un desastre por mucha buena intención que tenga, no voy a exagerar diciendo que me aburrí o que me arrepiento de haberla visto, pero es floja, especialmente con ese final buenrollista que me disparó la glucosa en sangre.

    La Liga de los Hombres Extraordinarios, la vi también hace más de 15 años, pero según la nota que le puse en su momento parece que la disfruté moderadamente en su momento, a veces uno no necesita más. Supongo que no conocer nada del comic también ayuda a no tener expectativa alguna.

    No he visto esta peli de Cronenberg, pero en general no me gustan mucho sus pelis, y por lo que dices esta menos, para mí la mejor seguramente sería Una historia de violencia, en esa Viggo Mortensen hace un papelón y Ed Harris otro, pero esto no es noticia.

    No sé cómo todavía tienes estómago para ver películas de Snyder, pensaba que necesitarías un tiempo de rehabilitación.

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    1. Películas con mensajes optimistas... mal. Tomo nota.

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    2. Hombre, pero eso es un "strawman argument", una cosa es que el caballero exprese su sentimiento sobre que una peli insista demasiado con su mensaje hasta el punto de hacerlo chocante, o que otra maneje mal el suyo al final, y otra es pretender que lo que se dice es que todos los mensajes optimistas son malos.

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    3. Mi respuesta no tiene otra intención que la puramente humorística. No es una réplica sarcástica ni un argumento de ningún tipo. Entiendo, no obstante, que alguien que no esté familiarizado con mi sentido del humor lo pueda malinterpretar, así que espero haberlo aclarado.

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  4. Anónimo6/6/21 14:50

    El motivo por el que el hombre invisible fue "Rodney Skinner" y no "Hawley Griffin", fue porque la "Universal" tenía los derechos del personaje de la novela original y se negó a cederlos a los de "Twentieth Century Fox" (Ahora conocida como "Twentieth Century Studios", tras la compra de "Disney"). En cuanto a Tom Sawyer, se cree que lo cogieron, para que uno de los héroes tuviese nacionalidad americana, ya que en el comic original eran solo 4 ingleses y 1 indio, pero para mi este personaje sobraba. Otro error fue que faltaba la escena en la que Tom Sawyer y Skinner sobrevivían al hombre invisible malo.

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    1. Menos mal que el personaje de Tom Sawyer salvó la película. Y de ahí que pudieran continuar la historia en las secuelas.

      Ah, no, que eso no pasó.

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  5. Anónimo6/6/21 15:15

    Y ya que hablas de Snyder, eso me recuerda una frase que oí en la reseña de "Sucker Punch" del "Critico de la Nostalgia"por el actor que hace de "Zack Snyder":

    - " A mi me gusta mostrar más que contar".

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    1. Se le da mejor mostrar que contar. Pero la clave es contar mostrando. Y eso se le da regular.

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  6. Off topic: deja lo que estés haciendo y mira el teaser trailer de Heman de netflix
    https://www.youtube.com/watch?v=81wyj65SJIo
    JOOOORRRR

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    1. Lo vi en riguroso directo y ha ocupado buena parte de mi tiempo libre desde que salió. Pero gracias por avisar.

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  7. eso me recuerda una frase

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