He decidido que no habrá más votaciones en Twitter. Asistir en primera fila a la posible caída de esta red social me ha hecho replantearme algunas cosas. Por ejemplo, que debería comer más fruta. Además, he llegado a la conclusión de que si una de las virtudes de estas entradas es que fomentan la participación de los lectores, poco favor les hago permitiendo votar con un clic. Tampoco es justo que los usuarios de Twitter puedan escoger el destino de Tranquilina al tuntún, sin haberse leído siquiera la entrada. Por lo tanto, quien quiera participar tendrá que hacerlo desde aquí.
Dicho esto, leña al mono. Todos los que habéis votado en el blog habéis elegido lo mismo: poneros el anillo. Cero sorpresas.
Os ponéis el anillo en el dedo anular de la mano derecha, supongo que en señal de compromiso con esta aventura. Se os ajusta a la perfección, como si estuviera hecho a medida.
Pero en el momento en que extendéis la mano para ver qué tal os queda esta baratija, os echáis a temblar de la cabeza a los pies. Parecéis el Último Guerrero en pleno baile de San Vito. No es que hayáis dejado de tomar la medicación para la epilepsia. Se trata del poder del anillo, sobre el que Throm os había advertido en vano. La energía que fluye hacia vuestro cuerpo es tremebunda. Teméis que os dé un pampurrio y muráis en el sitio. El bárbaro no sabe qué hacer.
Ale, me toca realizar una prueba de Destreza. Por si lo habéis olvidado ya, eso significa que tengo que tirar dos dados y sacar un resultado igual o inferior a vuestra Destreza. O no, porque como tenéis 13 puntos de Destreza y no creo que a mis dados les salgan caras extra por arte de birlibirloque, superáis la prueba automáticamente. Otra vez. Esto es lo más parecido que hay a hacer trampas. Así no vale.
A mi pesar, soportáis la descarga de energía sin mearos ni cagaros encima.
Y, gracias a la magia del anillo, recuperáis 3 puntos de Resistencia. Estos son vuestros atributos:
- Destreza: 13 sobre 13.
- Resistencia: 14 sobre 18.
- Suerte: 10 sobre 10.
En efecto, el anillo no solo NO incrementa ni un ápice vuestra Resistencia por encima de sus valores iniciales, sino que tiene menos poder curativo que una ración de provisiones. No pongáis esa cara. Yo no hago las reglas.
Aunque habéis dejado de temblar, Throm os mira con ansiedad.
"Estoy bien, grandullón", le tranquilizáis.
Aunque el poder del anillo tira a birrioso, os sentís mejor que hace solo unos minutos. Debajo de las vendas improvisadas, los cortes más profundos están casi cerrados, y el trozo de oreja izquierda apenas os palpita. Es más, aunque no tenéis un espejo a mano, juraríais que la oreja mordisqueada está casi de una pieza. Ahora bien, preferís no tocaros la oreja, no vaya a ser que estéis equivocados, se os infecte la herida y luego no tengáis donde apoyar las gafas. Podríais preguntarle a Throm qué pinta tiene, pero no sois tan coquetos.
Sorteando los cadáveres de los troles, reemprendéis la marcha.
Throm camina por delante de vosotros en silencio. El burro delante para que no se espante, decíais, ¿no? Me permito recordaros que habéis bebido una pócima que sirve para detectar trampas ocultas. Deberíais confiar en sus efectos y tantear vosotros mismos el terreno en lugar de arriesgar la vida de vuestro compañero.
Dais un par de zancadas largas para colocaros al lado del bárbaro. Sin embargo, intuyo que no es para cambiarle el sitio. Queréis preguntarle algo. Algo muy personal. Habéis compartido suficientes experiencias juntos y ya va siendo hora de que os conozcáis un poco mejor.
"¿Cómo perdiste el ojo?".
Hala, a bocajarro. Menuda forma de hacer la pregunta. Tenéis el tacto de un gorila en celo.
Throm frunce el ceño.
"¿Fue jugando a los dardos tal vez?", preguntáis.
El bárbaro bufa, molesto.
Puede que esto que os voy a decir os parezca una locura, pero ¿podría ser que contaros cómo se quedó tuerto le traiga malos recuerdos? Quizá deberíais dejarlo estar. Además, en este momento no me apetece improvisar una historia para darle más trasfondo al personaje.
"¿Has oído hablar del asedio de Vymorna?", os pregunta Throm de pronto.
Asentís con la cabeza. Vymorna es una ciudad antigua ubicada al sur de Allansia, en las planicies de la Cabeza del Hacha. Recibe su nombre del río Vymorn, que nace en los altos de León y desemboca en el golfo de Shamuz. Sin duda, las generosas varas de los monjes se ocuparon de que prestarais atención en las clases de geografía. Pero, aunque no hubierais recibido una educación severa y adecuada, sabríais de qué habla vuestro compañero. Todo el mundo conoce la historia de Vymorna, la ciudad asediada. Han pasado ya casi cinco años desde que el rey saurio declaró la guerra a la ciudad para expandir su imperio, y a cada día que pasa su ejército está más cerca de tomarla. El gobernante de Vymorna, Alexandros II, cayó defendiendo el muro exterior cuando una jabalina envenenada atravesó su cuerpo como si fuera una aceituna, y a pesar de que la reina viuda y su hijo el príncipe continúan liderando valientemente al pueblo de Vyrmona en la batalla contra los hombres saurio, toda Allansia sabe que la situación es insostenible. Cuando los lagartos conquisten la ciudad, será un golpe fatal para el turismo.
"Hace tres años yo lideraba una pequeña banda de mercenarios. Nos hacíamos llamar la Brigada Ululante", dice Throm. "Ofrecimos nuestros servicios a la reina Perriel. Una guerrera inteligente e infatigable, con corazón de león. Tú me recuerdas a ella".
No lo dirá por lo de inteligente. Ni por lo de infatigable. Ni por lo del corazón. Ni por lo de regia. Ya paro.
"Un día llegaron rumores de que el ejército saurio esperaba un arma nueva que podía decidir el curso de la guerra", dice Throm, sombrío. "Se decía que el cargamento provenía de la montaña de Fuego".
"¿No es allí donde vive el infame hechicero Zagor?", preguntáis.
Throm asiente.
La historia de Zagor es bien conocida a lo largo y ancho de Titán, tanto o más que la del asedio de Vyrmona. Antes de que nacierais, el hechicero arrebató a los enanos su hogar en las montañas, y desde entonces siembra el miedo y la miseria al noreste de Allansia, no muy lejos de la propia Fang. Las leyendas dicen que fue alumno de Volgera Darkstorm, el maestro de las artes oscuras, al que mató a traición con ayuda de otros dos discípulos. También habéis oído que asesinó a su propio padre y que su madre era un demonio. Toda una personalidad.
"La reina Perriel nos encomendó interceptar el cargamento y destruirlo", continúa Throm. "Descubrimos la ruta que seguía el convoy y le tendimos una emboscada en la colinas de la Frontera. Lo que fuera que transportaban viajaba en un solo carro. Caímos sobre los guardias saurio y acabamos con todos. Dentro del carro había una única caja de madera, no más grande que un baúl de viaje. En su interior había cerca de una veintena de fardos de lienzo embreado de los que sobresalía un cordel impregnado de una sustancia aceitosa".
"¿Podía ser aceite?", inquirís, capciosos.
"Tal vez", masculla el bárbaro. "Abrimos uno de los fardos para ver qué contenía. Estaba lleno de un polvo negruzco, parecido al carbón. Mientras discutíamos sobre la forma más conveniente de deshacernos del extraño cargamento, una de aquellas sabandijas escamosas, moribunda tras espetarla con una lanza, pero aún viva, se arrastró hasta la caja. Fui el primero en verla, pero para entonces ya era tarde. El saurio se había hecho con uno de los fardos y había prendido fuego al extremo del cordel con un yesquero".
"¿De dónde porras había sacado un yesquero?", preguntáis.
Throm no lo sabe. A lo mejor no hace falta que os pongáis tan picajosos con los detalles. No todo son agujeros de guion.
"El lagarto nos arrojó el fardo", dice el bárbaro. "Ninguno sabíamos lo que era, pero, si nos habían enviado allí para evitar que llegase a su destino, tenía que ser peligroso. Ordené a mis hombres que se arrojaran al suelo. Yo reaccioné por instinto y atrapé el fardo al vuelo. El cordel casi se había consumido. Sin pensar en lo que hacía, lancé el paquete de vuelta a nuestro agresor".
"Dime por favor que soltaste una frase memorable, como 'Yo soy goma, tú pegamento' o 'Hasta luego, cocodrilo'".
"No. El fardo aún no había completado su trayectoria cuando estalló en una enorme y ardiente bola de fuego. Una llamarada me alcanzó el rostro y caí al suelo, derribado por la onda de choque provocada por la explosión. Estaba aturdido, pero todavía consciente. Y me ardía la cara. Mi ojo...". Throm se lleva la mano al parche, reviviendo el momento. "Lo sentía como si me hubieran clavado en él un tizón al rojo vivo".
"Puedes saltarte las partes escabrosas", decís. "Me hago idea de la situación yo solita, gracias".
"Instantes después, hubo una segunda explosión. Mucho mayor, ensordecedora. El fuego del primer fardo había alcanzado la caja. Del hombre saurio no quedó ni una sola escama. Los demás sobrevivimos porque habíamos echado el cuerpo a tierra".
"Así que perdiste un ojo, pero salvaste la vida a tus hombres", decís, con creciente respeto y admiración. "Supongo que te estarían agradecidos".
"¡No!", exclama Throm. "Esos chacales del desierto, hijos de una camella, se largaron con el rabo entre las piernas y me dejaron allí tirado, desangrándome como un cerdo".
"Es difícil encontrar personal leal en estos tiempos que corren. El mundo está lleno de traidores, bandidos y descuideros", admitís. "Pero al menos libraste a la ciudad de una caída inminente".
"¿Y para qué? Antes o después, Vyrmona caerá. Está condenada", dice Throm, taciturno.
Os plantáis delante de Throm y, sin previo aviso, le arreáis una bofetada. Con los 13 puntos de Destreza que tenéis, ni siquiera se la ve venir. No me ha he visto venir yo, y soy el narrador.
El bárbaro trastabilla hasta chocar de espaldas contra la pared y os mira de hito en hito, más desconcertado que dolorido.
"No me gusta nada esa actitud", le decís, con los brazos en jarra. "Te digo una cosa, amigo: primero saldremos de este laberinto y luego te acompañaré a Vyrmona. Y apuesto a que la reina pagará bien por el servicio de los campeones de la Prueba".
La expresión de Throm es infinitamente triste cuando os responde:
"Sabes que no puede haber dos campeones".
Reflexionáis dos segundos, que es el doble de lo que soléis permitiros.
"Entonces yo seré la campeona y tú el subcampeón", decís. "Pero de una forma u otra, los dos saldremos de aquí. Vivos. Juntos. Es una promesa".
Throm sonríe, melancólico, y os tiende el brazo.
"Es una promesa", repite.
No sabéis si vuestro compañero os cree o no (puede que incluso os estéis engañando a vosotros mismos), pero está dispuesto a creeros. Le estrecháis el brazo a la altura del codo, y él os devuelve el apretón.
Presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad.
¡La historia continuará en Battleblade Warrior! O no. El libro está descatalogado. |
Algún tiempo después, llegáis a una caverna inmensa que debía de estar aquí mucho antes de que el barón Sukumvit construyese su laberinto. Las largas estalactitas que cuelgan del techo parecen colmillos a punto de daros una dentellada y tragaros enteros, como si fuerais un canapé. El único sonido que oís es el goteo del agua que cae desde las estalactitas, formando charcos en el pavimento rocoso.
Si el lugar tuviera una banda sonora, sería el tema Cave Dweller Concert, del videojuego Donkey Kong Country.
Al fondo de la caverna, el túnel continúa a través de un arco esculpido con la forma de una bocaza demoníaca. No veis otras salidas.
¿Qué queréis hacer? Y os advierto que "ruido de pedos con el sobaco" no es una respuesta válida.
- Investigar la caverna: Tralarí, tralará, vamos de paseo una vez más.
- Dirigiros directamente al arco ominoso: Hay que darse brío.
Tenéis hasta el jueves 24 de noviembre a las 12:00 CEST para votar.
Lo primero, ¿que tal de la mano? Hay lesiones chungas que es mejor no descuidar.
ResponderEliminarLo segundo, veo bien lo de suspender la votación del pajarito si no reporta visitas al blog y que se lean la entrada.
Tercero, mi respuesta:
A ver, hace un par de entradas se nos dijo que en charcos de agua, puede que como los de esta caverna, está el jodío bicho de la portada.
¿Nos gusta explorar? Sí
¿Somos lo suficientenemente "desustanciá" como para explorar sabiendo eso? Posiblemente, pero aun yendo en compañía, tenemos reciente el aviso.
Que le den a lo que pueda haber en la caverna, directos al arco ominoso.
Offtopic: La guerra esa me ha recordado a las entradas de este blog sobre el Brujero y Cintra, con su regente/leona, los malos con protección de escamas/armadura que parece un escroto, etc.... Lo digo como apreciación mía, que conste. Lo mismo ya sabemos como teminará esa guerra.
La mano ahí va. En mi experiencia, estas lesiones tardan meses en curarse (si es que lo hacen y no se vuelven crónicas, pero ese es otro problema). De momento para escribir me apaño. Gracias por preguntar.
EliminarTwitter nunca me ha traído muchas visitas, la verdad. Históricamente estará más o menos en el puesto 15 de la lista.
Como aclaración sobre la caverna, añadiré que, al menos en los charcos que tenéis a la vista, la Bestia Sangrienta no podría ni remojarse el culo.
Ay, The Witcher… Qué recuerdos.
El señor Brochez ha dicho que ya no vale twitter, así que a votar por aquí. Obviamente... LA CUEVA!
ResponderEliminarDon Bruno, un placer verlo por aquí.
EliminarDirectamente por el Arco Ominoso, a ver lo que sucede.
ResponderEliminar¡Muy bien, con decisión! No es la decisión que está tomando la mayoría, pero eso demuestra carácter. O algo.
EliminarLo suyo sería explorar y saquear pero las cuevas no tienen puertas y la palabra ominoso me atrae como el fuego vyrmoniano a las polillas pterodáctilo.
ResponderEliminarPolillas pterodáctilo, ¡qué concepto!
EliminarHa sido un gran episodio de vinculación y fortalecimiento de los lazos de compañerismo y fidelidad que seguro genera una amistad inquebrantable y a prueba de todo. No puedo esperar el momento en que traicionemos arteramente a Thorm.
ResponderEliminarY como uno nunca sabe que objetos por abrir podrían encontrarse en una caverna, se impone una exploración. Si es el hogar del bicho de la portada, como sugieren arriba, pues ya era hora que saliera. Y mejor ir a su encuentro a que él nos trate de pillar de espaldas si decidimos seguir sin más.
P.D. ¿Podrías recapitular cómo vamos de provisiones? La entrada anterior sugeriste que podíamos darle uso, pero la verdad ya no recuerdo qué nos queda.
A Throm no me lo traicionéis, ¿eh?, que le tengo cariño.
EliminarSi no llevo mal las cuentas, os quedan 6 provisiones. Intentaré acordarme de incluir vuestro inventario al completo en la entrada siguiente.
Sí, nos cae bien y ha sido muy chulo saber más de su pasado y del mundillo en el que transcurre la aventura 👌
EliminarEl arco ominoso podría ser la puerta de la consulta de mi dentista, así que vayamos a investigar la caverna. Por otro lado, mi TOC me impide dejar cualquier rincón sin explorar.
ResponderEliminar...
Mi subconsciente recordándome que tengo que llamar de una vez al dentista para mi revisión anual y que soy una persona horrible si no tengo mis libros ordenados por colección, género y tamaño... Pero hay gente peor que yo: los hay que los ordenan por COLORES.
Pero estoy divagando...
A la caverna de cabeza, copón.
Ahora todo el escenario me recuerda al dentista. Gracias.
EliminarTenemos que encontrar nosequé gemas para salir con vida de esta. ¿Que mejor sitio para encontrar gemas que esta caverna?
ResponderEliminar"Ni una caverna sin explorar..."
Además, igual hay setas.
ResponderEliminarIgual haylas.
Eliminar¿Cómo va esa mano, Sr. D. De La Brocha?
ResponderEliminarQué grandérrima la historia de Throm. Pero sospecho que hacemos mal en cogerle cariño al bárbaro.
Como sospecho que regumal... vayamos directos al grano ominoso. Vamos al arco.
Sorprendentemente, mi mano no ha mejorado desde que respondí a esa misma pregunta más arriba. Pero no os preocupéis por mi mano. Si hubiera que amputarla, podría ponerle un cordel y sortearla como collar entre los lectores.
EliminarNo debemos temer a amar. Encariñaos con Throm a tope.
Vamos a investigar la caverna, tenemos que mirarlo todo.
ResponderEliminarY cuando llegue nuestro fin podremos tener el consuelo de que nos convertiremos en un espíritu, no sujetos a las limitaciones físicas. Y así podríamos dedicarnos a recorrer toda la puñetera mazmorra hasta que no quede ni un solo rincón por explorar, y finalmente encontrar la paz.
Tranquilina, la fantasma obsesiva.
EliminarBuen transfondo la historia de la pérdida del ojo de Throm. Espero que no nos pregunte nada de la oreja, en comparación sería un bochorno.
ResponderEliminarMejor ocupemos el tiempo explorando la caverna, con tanto accesorio mágico encima no es que vayamos a dudar.
La única razón por la que Throm no os ha preguntado por la oreja es porque a mí no se me ha ocurrido. Qué rabia. Daba para un buen chiste.
Eliminar😂sinduda
EliminarCon lo fácil (y anónimo) que era apretar un botoncito en twitter... qué pereza escribir en los comentarios del blog cuando (como es mi caso) tengo menos gracia que un meme de tolerancia e inclusividad en Qatar. Sugiero explorar, no nos vayamos a dejar algo interesante atrás...
ResponderEliminarPuedes usar un nombre falso, como Sr. Comodón. También puedes seguir comentando como anónimo, claro; pero, a efectos del cómputo de votos, si hubiera dos anónimos, el segundo voto ya no lo contaría (en este caso eres el segundo anónimo, pero estás de suerte, porque el primero sé quién es).
EliminarMe gusta lo de Sr. Comodón, apellido Culigórdez, de los Culigórdez de toda la vida. Ánimo con la historia y la mano (no por ese orden)!
EliminarOhhh cuanta curiosidad creada por Battleblade Warrior! Espero que continuemos la historia, parece interesante.
ResponderEliminar- Investigar la caverna
Tengo miedo en el cuerpo por lo del bicho de la portada, pero tenemos que conseguir piedras bonitas, así que....
La historia de Battleblade Warrior continuará… en otro librojuego.
EliminarBuena decisión lo de twitter, todo el mundo sabe que twitter es una moda pasajera, no como los blogs que nunca pasan de moda y todavía siguen vivos y llenos de comentarios como el primer día (voy a llorar un rato).
ResponderEliminarCuanto lore gratuito en esta entrada, no? No me parece mal, pero no te dolía la mano?
Que buenos que somos haciendo falsas promesas. Si al final Throm no nos traiciona me sentiré hasta decepcionado. Voy avisando que yo lo voy a apuñalar por la espalda a la primera oportunidad que tenga. No he venido al laberinto mortal a hacer amigos. Puedo apuñarlo ya con una estalagmita?
Otra entrada que la decisión ya está tomada. Sacamos la lupa (la llevamos, no?) y vamos a investigar la caverna
La mano me molesta cuando llevo un rato escribiendo. Pero más me dolería escribir una entrada de chichinabo.
EliminarEn el fondo sé que jamás traicionarías a Throm. Después de todo lo que habéis pasado juntos, no serías capaz. A no ser que aparezca esa opción, naturalmente.
Pues mi voto también es entrar en la cueva, no sé por qué pero me da que para poder salir del laberinto mortal si o si vamos a tener que matar al monstruo de la portada y que mejor sitio para morar si eres un monstruo que una cueva mugrienta.
ResponderEliminarPara terminar sólo preocuparme por su mano señor brocha, espero que esté en plena recuperación.
Por suerte yo tengo aún todas las entradas de 2013 hacia aquí para disfrutar pero entiendo que para los que estén al día sería rollo. Declararle también mi total gratitud por las horas de entretenimiento que me está aportando y si algún día hace una quedada por Madrid con sus lectores le debo al menos media caja de la cerveza que más le guste.
No recomiendo ninguna entrada que no sea la última que escribí. Las cambiaría todas ellas. Pero gracias.
EliminarPor supuesto, vamos a tirarle a lo obvio. Quiero mi misión secundaria:
ResponderEliminar1. Investigar la caverna
¿Incluso si esta misión secundaria no da experiencia?
EliminarNo yo no estoy llorando! Tú estás llorando! Yo es que tengo algo en el ojo...
ResponderEliminarMuy buena entrada, se nota que tienes mucha mano izquierda (pun intended).
Yo voto por explorar la cueva, a ver si conseguimos la chapa de exploradora, aunque sea póstuma...
¡Oh!, lo de la chapa de exploradora me ha dado una idea. Espero acordarme cuando escriba la próxima entrada.
EliminarMe ha gustado mucho el capítulo de hoy, me resulta muy divertido ver el contraste que hay entre la seriedad de Throm y la locura de Tranquilina. Además, me parece fascinante contemplar el cuasi enfermizo grado de conocimiento que tienes acerca de la colección de Fighting Fantasy.
ResponderEliminarEn cuanto a la votación, elijo investigar la caverna, por supuesto. Cuanto más se alargue esta aventura, mejor.
Tranquilina no está loca, solo oye muchas voces distintas en su cabeza.
EliminarMás que tener un conocimiento enfermizo acerca de la colección, me he pegado una buena empollada para poder escribir algo que encajase con las fechas de la cronología "oficial". Incluso he tenido en cuenta alguna de las novelas.
Cuanto más sigamos conociendo más a Throm más nos va costar traicionarlo cuando convenga a nuestro intereses... Me gusta mucho esto de que tenga un transfondo y encima hilado con otro par de librojuegos de la colección, muy currado la verdad.
ResponderEliminarPues voto por explorar la cueva, por supuesto. No podemos dejar rincón sin inspeccionar por nuestro TOC. Lo malo que como sigamos así la aventura no terminará este año a menos que nos sobrevenga una muerte directa por una mala elección... Aunque bueno, esa posibilidad sobrevuela siempre en cada decisión, nada nuevo bajo el sol
Gracias. El trasfondo de Throm está currado, pero a la vez pensado sobre la marcha. Dadme unos meses de margen y empezará a haber contradicciones flagrantes.
EliminarUn merecido aplauso para nuestro autor por convertir una, supongo yo, insulsa entrada entre elecciones predecibles en un enriquecimiento del mundo y los personajes. Qué ganas de un spin-off de las aventuras de Tranquilina&Throm fuera del laberinto ( ¡¿acaso un hombre no puede soñar?!). En formato "Y si...?", claro, que ya si es todo un milagro que sigamos vivos más lo será que salgamos vivos ya no uno si no los dos.
ResponderEliminarEn cuanto a la elección pues primero investigar la cueva y luego a la boca del demonio, claro. A ver si como dicen arriba nos encontramos con la famosa criatura que lleva poniéndonos ojitos desde que empezamos la aventura.
Supones bien, pero es que estos librojuegos son como son, y esto es algo diferente. En cualquier caso, ponerse el anillo y llegar a la caverna tenía poca chicha. Al principio se me ocurrió que tuvierais una visión del ritual druídico en el que se encantó el anillo, pero lo descarté pronto a favor de ahondar en el pasado de Throm y vuestra relación con él. Creo que fue un acierto.
EliminarEn cuanto al spin-off, estoy a favor. ¡Pero que lo escriba otro!
Un acierto rotundo, sin duda.
EliminarPodría escribirlo el propio Livingstone y cederte la mitad de los derechos.
Va a ser todo un drama cuando Throm nos deje, o bien, sacrificándose por nosotros o bien, siendo empujado por nosotros ante un foso con pinchos, en fin, lo mejor es aprovechar el momento, voto por explorar la cueva a ver si encontramos un rinconcito apartado e intimo para que avance la trama con eróticos resultados.
ResponderEliminarPoco eróticos van a ser los resultados de esta aventura, me temo.
Eliminar¡Vayamos al arco ominoso!
ResponderEliminarEspero que te encuentres mejor de la mano..., ánimo con la recuperación y cuídate todo lo posible
Me parece muy bien lo de que no puedan votar al tun tun en Twitter, que vengan a la entrada y dejen un comentario, ¿no?
Muchas gracias. Mañana empiezo por fin la fisioterapia. Cruzo los dedos (je).
EliminarY sí, que dejen comentarios. Dejar comentarios es gratis.
En el fondo, el fornido bárbaro es un pedazo de pan... como le voy a echar de menos cuando algún bicho del laberinto le arranque la cabeza! Como viejo jugador de videoaventuras y buen aficionado al mazmorreo, no concibo dejar una estancia sin saquear y lootear, así que a rebuscar por todos lados.
ResponderEliminarThrom es un superviviente. Saldrá de esta.
EliminarNos vamos de excursión a investigar la cueva. A ver si animamos al grandullón.
ResponderEliminarComentario parco, sí, pero estaba intentando hacer un post agradeciendo en trabajo realizado pese a tener que reposar la mano. He sido incapaz. Así que diré "Gracias".
Gracias.